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| ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 | |
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+16~azula~ aiko8121 Lady-Uchiha Yume-chan Rushi~chan Dimencio Senaku N!ky lavida13 diananarahyuga Naru--Hina shirookami irenehbote lalii_1995 ~PriincessYoko~ Selene-chan 20 participantes | |
Autor | Mensaje |
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Selene-chan Nivel 6
Cantidad de envíos : 213 Edad : 33 Localización : En mi casa Fecha de inscripción : 21/04/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Dom Dic 05 2010, 11:07 | |
| ¡Disculpen! No sé si les había comentado pero empecé a trabajar y no tengo tiempo para nada, pues trabajo tooodo el día, o toda la noche, depende, así que como verán, estoy sin tiempo, de verdad perdón chicas ^^
Pero aquí les dejo la conti, espero que les guste y que me entiendan ^^
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Naruto y Sakura estaban muy serios mientras terminaban de comer. La pelirrosa se limpió la boca con una servilleta y miró a Naruto con cierta tristeza.
—Así que… hemos terminado… - Dijo Sakura. Naruto bajó la mirada, pues no se sentía nada bien con esto, pero después de mucho hablarlo ambos llegaron a ese acuerdo.
—Lo siento Sakura-chan, pero tanto tú como yo… sabemos que estar juntos no es lo que queremos.
—No te preocupes por mí – La pelirrosa sonrió -. Naruto yo te quiero mucho, y quiero que sepas que aunque no tengamos una relación de novios siempre podremos ser amigos.
—Te amaba tanto… - Dijo Naruto mirándola con tristeza. Realmente no podía entender como habían cambiado sus sentimientos por ella; antes la amaba y ahora sólo la quería como una amiga, no podía verla como la mujer de su vida. Sakura tomó la mano de Naruto sobre la mesa y le sonrió -. Yo de verdad no entiendo.
—Te enamoraste de otra chica ¿No es verdad? – El rubio se sorprendió un poco por aquella afirmación, pero finalmente terminó por asentir con la cabeza -. ¿Es Hinata?
—La verdad… - Naruto se sonrojó levemente y bajó la mirada -. La verdad no sé que siento por ella, pero me tiene muy confundido – Miró a la ojijade -. ¿No te duele que te esté haciendo esto? ¿O es que también te enamoraste de otro?
—¿Eh? – Exclamó Sakura sin saber que decir. Por un momento tuvo la intención de contarle a Naruto lo sucedido con Sasuke, pero al segundo siguiente pensó que definitivamente no era una buena idea, pues no sabía como podría reaccionar Naruto al saber del pequeño "desliz" que había tenido ella con uno de sus mejores amigos. Soltó un suspiro y miró al rubio con una sonrisa -. Claro que no, sólo creo que ésta relación nunca iba a funcionar, siempre hemos sido buenos amigos.
—Tienes razón Sakura-chan – Dijo Naruto sonriendo.
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—Vaya, en que problema te has metido Sasuke – Dijo Gaara mientras le daba un leve golpe a la espalda del azabache -. Si Naruto se llega a enterar te aseguro que no te perdonará.
—Ya lo sé – Respondió Sasuke bebiendo un vaso de whisky. Él y Gaara estaban sentados en la barra de un bar, charlando sobre sus problemas -. Y cuéntame ¿Cómo vas con Matsuri?
—Bueno… - Gaara soltó un hondo suspiro -. Las cosas con Matsuri van excelentemente.
—¿Y por que demonios lo dices en un tono que parece todo lo contrario? – Cuestionó el Uchiha arqueando una ceja, pues realmente no había entendido a su amigo.
—Es que ahí está el problema, Matsuri es una esposa maravillosa, es dulce, atenta, siempre está pendiente de mí y de mis cosas, además es buenísima en la cocina "Sin contar el hecho de que me muero por hacerla mía" – Respondió Gaara con una pequeña sonrisa, dejando aún más confundido a Sasuke.
—¿Y eso es malo?
—Sí, bueno no, es decir… - El pelirrojo volvió a suspirar -. Para cualquiera sería genial, pero para mí es muy malo, Matsuri es mi mejor amiga y creo… creo que me estoy enamorando de ella.
En ese momento Sasuke escupió lo que estaba bebiendo y miró a Gaara muy sorprendido, con los ojos totalmente abiertos, pues no se esperaba algo como eso de parte del pelirrojo.
—Vaya… ahora sí que te metiste en un buen lío – Le comentó aún sorprendido. Gaara sólo bufó molesto y se cruzó de brazos, pues ésta conversación no le había ayudado en nada, sólo lo dejó más seguro de que estaba en problemas. En eso notó que a su celular llegaba un mensaje de texto de Yuki, el cual tenía una dirección en donde podían verse.
—"Si voy con Yuki… seguro que seré capaz de quitarme a Matsuri de la cabeza" – Pensó decidido. Definitivamente hoy recordaría los viejos tiempos junto a su antigua compañera de cama.
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Matsuri suspiró algo cansada, pues a parte de tardarse bastante en encontrar los documentos que le pidió Kankuro, le había salido otro trabajo más entre medio y se le hizo algo tarde, además estaba preocupada porque desde que se despidió de Gaara no había sabido nada de él.
—Ay Gaara… - Susurró sacando su celular, pues de pronto se sentía desesperada por saber de él, ya que la única idea que venía a su cabeza era que él estaba con otra mujer. Marcó el número de Gaara, pero sólo oía el tono de marcado, para después oír aquella molesta grabación que le decía que dejara un mensaje. Alejó el teléfono de su oído con una expresión de consternación -. Demonios… no me contesta… por favor que no esté con otra, si él está con otra yo… yo me muero…
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Sus manos se paseaban ansiosas por la ancha espalda del pelirrojo, a veces enredaba sus finos dedos entre los cabellos rojizos, sin dejar de besarlo apasionadamente, sin embargo Gaara se separó un poco de ella para poder respirar.
—¿Por qué no me dijiste que te ibas a casar? – Le preguntó Yuki mientras comenzaba a desabotonar la camisa negra de Gaara. Él la miró con esos ojos penetrantes de color aguamarina, casi sin expresión.
—Bueno, fue algo que se dio – Respondió poniendo una sonrisa seductora, mientras que con una de sus manos bajaba el cierre del vestido azul de la pelinegra -. Pero no vinimos a hablar de mi matrimonio ¿O me equivoco?
—Claro que no, vinimos por algo más interesante – Dijo Yuki comenzando a besar el bien formado torso de Gaara, el cual había quedado expuesto después de que ella le abriera por completo la camisa. Luego se separó un poco, haciendo que su vestido cayera al suelo y que Gaara sonriera.
—Sigues siendo igual de pervertida, ni siquiera traes sujetador – Yuki se acercó a él con una sonrisa y lo besó apasionadamente, aprovechando de quitarle la camisa. Gaara acariciaba su espalda y sus piernas, empujándola sobre la cama, cayendo sobre ella.
—Gaara, extrañaba tanto sentirme tuya.
—Ya no lo sigas extrañando… - Dijo Gaara antes de volver a besarla, comenzando a recorrer su cuerpo con sus manos, sin embargo, a pesar de estar con aquella hermosa chica, su mente no dejaba de pensar en su esposa, en Matsuri ,y se maldecía por esto.
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Ya eran casi las nueve y Matsuri aún no podía hablar con Gaara, lo peor era que no sabía nada de él y no dejaba de pensar en que estaba con otra, y de seguro esa otra era la tal Yuki.
—No quiero que él esté con ella… - Susurró con tristeza. Tomó su bolso y salió de la oficina de la empresa, pero como estaba sola decidió tomar un taxi. Caminó hasta la calle en donde haría parar uno de los taxis, pero al estar tan preocupada por Gaara no le puso demasiada atención a la calle, por lo que estuvo a punto de ser atropellada, de no ser porque el conductor frenó a tiempo.
La castaña se asustó con la ruidosa frenada, dando un pequeño salto.
—¡Ten más cuidado! – Le gritó el conductor tremendamente molesto. La castaña se sonrojó completamente e hizo una reverencia apenada.
—¡Lo siento mucho señor! – Se disculpó, pero los ojos de ese hombre se abrieron con sorpresa y agrado al reconocerla.
—¿Matsuri? – Preguntó él. La castaña se sorprendió, pues esa voz le parecía conocida.
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Temari y Shikamaru estaban sentados a la mesa mientras charlaban amenamente, pero el pelinegro no dejaba de ver a su esposa de reojo mientras pateaba el suelo nerviosamente, pues estaba ansioso por saber que sorpresa le tenía ella.
—Bueno ya Temari, dime cual es la famosa sorpresa que ya me estoy impacientando – Dijo Shikamaru interrumpiendo el silencio de esa habitación. Temari suspiró rendida y lo miró.
—Pues se ve que no puedes esperar – La rubia dejó de comer y se puso de pie -. Está bien, te lo voy a decir.
Shikamaru asintió con la cabeza, observando como su esposa se le acercaba con una sonrisa, al mismo tiempo que se llevaba una mano a su vientre. El pelinegro vio ésta acción algo sorprendido, pero no pudo decir nada al respecto ya que ella habló primero.
—Estoy embarazada mi amor, vamos a tener un hijo – Anunció con una enorme sonrisa de felicidad en su rostro, estando segura de que él se lo tomaría tan bien como ella, pero no fue así. Apenas la oyó, Shikamaru se puso de pie, dándole la espalda, por lo cual ella se extrañó -. ¿Pasa algo malo?
—¿Cuánto tienes? – Preguntó el Nara rápidamente, evadiendo la anterior pregunta de la rubia. A Temari le pareció una extraña reacción, normalmente debería abrazarla y decirle que estaba feliz.
—Tengo… poco menos de un mes ¿Pero por que me preguntas eso?
—Menos de un mes… - Shikamaru se dio la vuelta mirando a Temari -. Todavía tenemos tiempo de deshacernos de él.
Temari abrió los ojos como platos ante aquella macabra propuesta por parte del propio padre de su hijo. Al principio creyó que había oído mal, que sus oídos la engañaban, pero la expresión de frialdad en el rostro de Shikamaru no le ayudaba mucho en esa teoría.
Apretó sus puños con rabia, sintiendo deseos de estamparlos contra él.
—¿Cómo te atreves…? – Preguntó enfadada, sin poder evitar derramar unas cuantas lágrimas pues simplemente no podía creer esto -. ¡¿Cómo te atreves a pensar que yo podría matar a nuestro hijo?
Ante ese grito Shikamaru se dio cuenta de lo que estaba proponiendo ¡Por Dios era algo horrible! No podía creer que había sido él el que lo dijo, se sintió la peor basura del planeta.
—Tienes razón, lo siento, lo siento mucho, no sé en que estaba pensando – Dijo arrepentido de verdad. Intentó acercarse a Temari para abrazarla mientras ella no paraba de llorar, pero ésta lo alejó de inmediato dándole un fuerte manotazo.
—¡No me toques! – Gritó llorando aún más fuerte -. ¡Nunca pensé que serías capaz de esto Shikamaru Nara! – Después de eso se fue corriendo a su habitación.
—Maldición ¿Qué mierda hice? – Masculló Shikamaru dejándose caer sobre la silla del comedor -. Yo no quería un hijo pero… no tenía que haberle dicho eso, ahora Temari me odiará… soy un imbécil.
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—Idiota… ¿Cómo ha podido hacerme esto? – Se preguntaba Temari mientras lloraba desconsoladamente sobre su cama. Pero a pesar de lo que le dijera Shikamaru ella jamás podría atentar contra la vida de su bebé, no importaba que él no lo quisiera, porque ella sí lo quería.
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Un automóvil blanco se detuvo justo frente a la mansión Sabaku No y segundos después, Matsuri bajó de él.
—Muchas gracias por traerme – Dijo con una enorme y hermosa sonrisa hacia esa persona -. Sigues siendo el mismo hombre caballeroso, Sasori.
La castaña lo miró atentamente, era un hombre alto, de cabello rojizo oscuro y sus ojos eran de un color entre gris y negro. Su rostro tenía finas facciones y una seductora sonrisa.
—Ha sido un verdadero placer – Dijo Sasori tomando la mano de Matsuri suavemente, para luego besarla sin dejar de ver los ojos de la castaña, aunque en un momento miró de reojo su anillo de casada.
No podía creer que la había vuelto a encontrar después de tres años. Matsuri había sido su novia durante ocho meses y estuvo tremendamente enamorado de ella, de hecho aún lo estaba, jamás la pudo olvidar y se sentía arrepentido de haberla dejado por irse a vivir a Osaka para trabajar, porque ahora ella era una mujer casada, y estaba casada con el estúpido de Sabaku No Gaara, el hombre que ella siempre había amado.
—¿Cuándo regresaste de Osaka? – Preguntó Matsuri algo sonrojada, pues Sasori siempre había sido un hombre guapo y sexy, el único que había logrado hacerla sentir algo a parte de Gaara, tal vez por su parecido.
—Hace una semana, me llamaron de Akatsuki, escuché que son la competencia de ustedes – Respondió Sasori sonriendo -. De todas formas, no puedo creer que te hayas casado, y sobre todo con Gaara… - Bajando la mirada -. Recuerdo que nunca pudiste amarme como a él.
—No digas eso… - Le dijo la castaña también bajando la mirada -. Yo sí te quería Sasori, pero tú terminaste conmigo.
—No sabes cuanto envidio a Gaara, él tiene por esposa a la mujer más hermosa del mundo, la única que ha logrado conquistar mi corazón y que he amado – Ante sus palabras, Matsuri sintió como su corazón se aceleraba, mientras él la miraba tan seductoramente que de pronto ella recordó aquellos increíbles besos que él le daba, pero que con todo y eso no lograron que dejara de amar a Gaara -. Me arrepiento de haberte dejado, debí insistir para que te fueras conmigo, pero no fui capaz porque sabía que no lo harías.
—No podía irme, toda mi vida está aquí.
—Gaara está aquí – La corrigió Sasori -. Sé perfectamente que él es toda tu vida.
—¿Por qué no dejamos de hablar de esto? – Preguntó Matsuri ya algo fastidiada, pues no le gustaba que Sasori insistiera tanto con el tema de Gaara.
—Tienes razón, será mejor que me vaya Matsu – El pelirrojo se acercó a la castaña, dándole un cálido abrazo, rodeándola por la cintura y respirando su suave aroma. Se quería quedar así un buen rato, abrazándola, sintiendo la calidez de su cuerpo, ese que ella jamás le quiso entregar y que pertenecía ahora a Gaara, o al menos eso creía.
Mientras ellos dos se seguían abrazando, el auto de Gaara se detuvo detrás del de Sasori. Bajó algo desconcertado, pero al ver a ese idiota abrazando a Matsuri, una rabia increíblemente grande se apoderó de él. Su Matsuri, su esposa; estaba abrazando a otro hombre.
—¡Matsuri! – La llamó tan fuerte que ella dio un salto algo asustada, separándose al instante de Sasori. Gaara miró a Sasori y Sasori miró a Gaara, ambos sintiendo el mismo deseo de querer matarse recorriendo cada parte de su ser, igual que antes -. Sasori… ¿Qué haces aquí? – Preguntó con una sonrisa forzada.
—Regresé hace una semana y me encontré con Matsuri por casualidad – Respondió Sasori, quien también esbozó una sonrisa forzada -. Me enteré de que ahora están casados.
—Sí, así es – Afirmó Gaara, caminando hacia Matsuri para abrazarla por la cintura. La castaña se sonrojó un poco por ésta acción, más aún cuando Gaara la atrajo hacia su cuerpo casi como si ella fuese su posesión -. Matsuri y yo ya cumplimos un mes como esposos, apuesto a que jamás te lo esperaste.
—Pues no, pero bien por ustedes – Dijo Sasori sin dejar de sonreír. Miró a Matsuri y a ella sí le sonrió sinceramente -. Nos vemos otro día Matsu, hasta pronto.
Sasori se subió a su auto y se marchó de la mansión, pero en el mismo instante en que él se perdió de vista, la castaña se alejó de Gaara.
—¿Dónde has estado todo el día Gaara? – Preguntó molesta, pues odiaba la idea que había estado todo el día rondando en su cabeza.
—Yo estaba… - Gaara pareció dudar un momento, pero luego miró a su esposa -. Me llamó Naruto, teníamos que ver unas cosas sobre un nuevo modelo.
—Ah, ya veo… - Dijo Matsuri con una alegre sonrisa, ya que se había tragado todo el cuento y se sentía feliz al saber que él no estaba con ninguna otra mujer.
Sin embargo Gaara no quitaba su ceño fruncido, de todos los ex novios de Matsuri, Sasori era el peor ¿Por qué? Porque era la relación más seria que había tenido Matsuri, porque cuando él y Sasori eran amigos éste le había comentado que planeaba casarse con ella y llevarla con él a Osaka, cosa que Gaara no iba a permitir. Ese imbécil de Sasori había intentado robarle a su mejor amiga y eso no se lo perdonaba.
—¿Qué te pasa? – Le preguntó Matsuri al verlo tan serio, pero él sólo la miró fríamente.
—No me pasa nada – Respondió caminando hacia el interior de la casa. Nunca trataba así a Matsuri, pero se sentía tan extrañamente molesto por la llegada de Sasori que casi no se podía controlar -. "¿Acaso yo… estoy celoso…?" – Pensó sorprendido.
Después de que ambos cenaran tranquilamente se fueron a acostar, aunque Matsuri no dejaba de sentirse triste por como él la había tratado.
—Voy a ducharme – Avisó Gaara antes de irse al baño, dejando su celular a los pies de la cama. Matsuri sólo le sonrió.
—Claro, yo mientras me voy a acostar, tengo mucho sueño – Dijo comenzando a quitar los botones de su blusa. Gaara se volteó y miró de reojo como la castaña se quedaba en brasier. No podía creer cuanto le gustaba su cuerpo, el ver como ahora se quitaba su falda para quedar sólo en ropa interior. Observaba su delicada cintura, sus pechos redondos y firmes, ni muy grandes ni muy pequeños, esas caderas grandes y esas largas piernas, todo eso lo deseaba, a pesar de haber estado con Yuki hace sólo unas horas el deseo por estar con Matsuri no había disminuido en lo más mínimo, la deseaba tanto que de pronto sintió como todo se acumulaba en su entrepierna.
—Oh demonios, no otra vez – Se dijo soltando un suspiro, pues se había excitado al ver a Matsuri semi-desnuda.
La chica mientras tanto se puso su camisón de color rosa pastel y se dispuso a acostarse, pero el sonido del celular de Gaara la distrajo, tomándolo entre sus manos.
—Es un mensaje – Dijo mientras observaba la pantalla -. No tiene nada de malo que lo lea ¿O sí? – Se preguntó con una sonrisa traviesa, pero se convenció de que no sucedería nada, así que abrió el mensaje, sólo que al leerlo sus ojos se llenaron de lágrimas.
—"Gaara, hoy la pasé genial contigo, sigues siendo tan bueno en la cama como siempre, tu querida Yuki. PD: Llámame para vernos otro día."
Matsuri dejó el celular sobre la cama y se fue corriendo de la habitación. Se sentía tan triste, tan destrozada. Le dolía el sólo hecho de pensar, de imaginar a Gaara con esa mujer, estando juntos. Su corazón se encontraba roto en mil pedazos, porque él le había mentido tan descaradamente además. Y lo peor de todo era que no tenía por que llorar, porque Gaara se lo advirtió desde un principio, pero aún así era algo que la lastimaba profundamente.
—¿Por qué Gaara? – Se preguntó mientras se sentaba sobre el sillón de la sala -. ¿Por qué no puedes amarme? ¿Por qué tienes que buscar a otras mujeres?
Sus lágrimas siguieron sin detenerse, dejando marcado su camino por las mejillas de la castaña. Ya no quería estar así, ahora comprendía que haberse casado con Gaara había sido el peor error de su vida, porque le hería demasiado ser su esposa y no poder decirle que lo amaba, no poder estar con él de verdad, no poder sentir jamás que él la quería.
Continuara…
Avance:
Ya han transcurrido dos meses desde que Gaara y Matsuri se han casado. En medio del aniversario de Suna, Sasori trata de seducir a Matsuri, provocando los celos de Gaara a tal punto de hacerlo pelearse con su esposa. Naruto está confundido por un nuevo pretendiente que ha aparecido en la vida de Hinata, haciéndole darse cuenta de que debe actuar antes de que la pierda, pero está inseguro sobre que hacer. Temari está peleada con Shikamaru nuevamente, pero él se siente arrepentido, mientras que Sasuke y Sakura finalmente deciden estar juntos.
Próximo capítulo: Celos.
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¡No me maten! Ya sé que Gaara y Shika son unos idiotas, no me lo digan, sólo prometo que ellos arreglarán todo, bueno Gaara no jaja todavía ^^
¡Nos leemos!
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| | | Naru--Hina New User
Cantidad de envíos : 7 Edad : 27 Localización : Mansión Uzumaki-Hyuuga xD Fecha de inscripción : 21/10/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Dom Dic 05 2010, 11:35 | |
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| | | lalii_1995 Nivel 1
Cantidad de envíos : 26 Edad : 34 Fecha de inscripción : 07/09/2009
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Mar Dic 07 2010, 06:50 | |
| lamento haberte apurado.. no sabia que ahora trabajabas :$ felicitaciones x cierto
la conti esta cada vez mejor! POR FAVOR NO DEMORES!! ES EL UNICO FIC QUE ESTOI LEYENDO.. BYE (L) | |
| | | ~PriincessYoko~ Nivel 13
Cantidad de envíos : 596 Edad : 32 Localización : Toii Con Mii Hermoso Hombre, Mii Kamikorosu! ;DDD <3! Fecha de inscripción : 21/01/2010
| | | | Selene-chan Nivel 6
Cantidad de envíos : 213 Edad : 33 Localización : En mi casa Fecha de inscripción : 21/04/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Vie Dic 17 2010, 04:02 | |
| ¡Hola chicas!
Perdonen por la demora, he aquí el capítulo 9 de este fic, espero que disfruten la primera parte ^^
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Capitulo 9: Celos
Celos. Esa era la única palabra de todo el diccionario que podía definir lo que estaba sintiendo en éste momento, al estar viendo como su esposa sonreía tan dulcemente a ese completo imbécil de Akasuna No Sasori.
Casi un mes había pasado desde lo de Yuki. Después de ese último encuentro sólo la llamó un par de veces, pero no volvió a quedar con ella, porque simplemente estaba demasiado ocupado vigilando que el imbécil ese no se atreviera a meterse con Matsuri, que no se acercara a ella más de la cuenta. Sabía que estaba mal lo que estaba haciendo, sobre todo porque se habían prometido no interferir en las relaciones del otro, pero tenía una maldita obsesión con no dejar que nadie la tocara, al menos mientras fuera ella su esposa, pues la sola idea le causaba repulsión.
—Hey Gaara ¿Qué te sucede hermano? – Preguntó Kankuro acercándose a él, palmeando levemente su espalda. El castaño miró alrededor de todo el salón en donde celebraban el aniversario de la empresa, divisando a su cuñada hablando muy animadamente con su antiguo compañero de la escuela Sasori. Y ahí estaba; la molestia de su hermano, porque realmente traía una cara de metralleta -. ¿Estás celoso? – Delineó una sonrisa divertida.
—¿Por qué habría de estarlo? – Cuestionó Gaara frunciendo el ceño y cruzándose de brazos. Su hermano mayor volvió a sonreír.
—Vamos Gaara, no tiene nada de malo que celes a tu esposa ¿Es tuya o no? – Gaara le miró con cierta sorpresa ¿Suya? Claro estaba que Matsuri no lo era, pero aún así lo sentía de esa manera, desde que Matsuri llevaba el titulo de su esposa le era imposible imaginar las cosas de otra manera.
—Deja de decir tonterías – Respondió molesto y alejándose de su hermano. Sabía que Kankuro tenía la razón, pero no quería admitirlo, no podía admitir que sentía algo por Matsuri que hacía acelerar su corazón y producía un intenso cosquilleo en su estómago, aunque se lo hubiera dicho a Sasuke estaba tratando de negárselo a sí mismo.
Si no fuera por ésta estúpida fiesta de aniversario no tendría que estar viendo a Matsuri con el galancete de pacotilla de Sasori, pero no podía armarle un escándalo en plena fiesta, aunque sus ojos parecían soltar chispas de fuego.
—Dame eso – Dijo quitándole un vaso a uno de los camareros que pasó por su lado. Se lo bebió todo de un solo sorbo, pero ni eso le hizo disminuir su rabia.
—Y entonces preciosa ¿Ya te vas a separar del inútil de tu marido? – Preguntó el pelirrojo con una sonrisa seductora, haciendo sonrojar levemente a la castaña.
—No me voy a separar de él, deja eso Sasori – Respondió Matsuri soltando una sonrisa, pues creía que las palabras de Sasori eran sólo una broma, sin embargo no podía estar más lejos de la verdad, porque lo que realmente se proponía Sasori era reconquistarla sin importar que ella estaba casada.
—Bueno ¿Y que opinas de ser amantes?
—Claro que no – La castaña se cruzó de brazos haciendo un desprecio, por lo que Sasori sólo la miró divertido.
—"Haré que dejes a Gaara y vuelvas conmigo, sólo espera y verás" – Pensó el pelirrojo con determinación. Estaba seguro de amarla y de querer hacerla su mujer sin importar que.
Por otro lado se encontraba Naruto, quien no dejaba de apretar un vaso de whisky con su mano izquierda, mientras observaba a los lejos a Hinata con su nuevo pretendiente. Gaara se acercó a su amigo rubio sosteniendo un vaso de whisky en su mano derecha.
—Ese imbécil ¿Quién se cree que es? – Cuestionó Naruto muy enfadado. Gaara observó a la pareja al oírlo. Entendía a Naruto pues él se sentía igual; los celos lo estaban matando.
—¿Qué no es el novio de Hinata?
—Claro que no, es un tipo que le presentó su padre hace unas semanas y no la deja ni a sol ni a sombra – Respondió el rubio fastidiado. Gaara miró a Naruto y suspiró.
—¿Qué pasa? No me digas que estás celoso, fuiste tú el que le dijo a Hinata que no querías nada con ella - El pelirrojo notó la expresión molesta que ponía su amigo al oírle -. ¿No será que te has arrepentido?
—En ese momento fui un idiota – Dijo Naruto soltando un suspiro -. Había terminado apenas con Sakura-chan y además ella y yo trabajamos juntos todo el tiempo ¿No crees que se nos complicaría tener una relación?
—Yo estoy casado con Matsuri – Dijo Gaara, como tratando de hacerle ver a su amigo que eso no tenía nada de malo, pero Naruto se mostró exasperado.
—Lo de ustedes no es real.
—Tienes razón, no fue un buen ejemplo – Afirmó Gaara suspirando -. Bueno, mi hermana y Shikamaru, ya van a llevar tres años casados.
—Y se la pasan peleando – Acotó Naruto, pues todos sabían que esa relación no iba tan bien como lo aparentaban.
Después de todos los argumentos de Naruto Gaara simplemente se rindió. Ni siquiera él mismo sabía lo que quería como para dárselas de consejero amoroso, pero él sabía de los sentimientos de la Hyûga por su amigo -ya que ella se lo dijo-, por eso no se quiso quedar con los brazos cruzados.
—"De todas formas… ¿Qué siento yo por Matsuri? ¿De verdad sólo la quiero como mi amiga…?" – Se preguntó a sí mismo.
Matsuri se alejó de Sasori y se acercó a su amiga Temari, la cual estaba sentada sola en un rincón, mientras observaba a Shikamaru hablando con unos tipos.
—¿Aún siguen peleados? – Preguntó la castaña sentándose a su lado.
—Me dijo que no quiere a nuestro hijo, dice que… que tener un hijo es demasiado problemático… - Respondió Temari con la voz quebrada. Matsuri la abrazó, le dolía verla así, si estaba embarazada se suponía que debía estar feliz, no sufriendo como lo estaba haciendo ahora. Notó que una lágrima se deslizaba por el rostro de Temari y la abrazó más fuerte; de cierta forma también sentía deseos de llorar.
—No vayas a llorar que las lágrimas van a arruinar tu maquillaje y ésta noche te ves preciosa – Le dijo Matsuri para tratar de animarla, pero de nada sirvió pues la rubia comenzó a llorar sobre su hombro.
Shikamaru se alejó de los representantes financieros de otras dos importantes empresas, una era la tan famosa Akatsuki, su rival número uno, pero Suna Corp los había invitado a su aniversario como una cortesía, para así demostrar que no les temían.
—Ese Gaara… me debe una buena – Se dijo, pues había sido su cuñado quien le pidió hablar con esos tipos. Justo en ese momento vio como Matsuri acompañaba a Temari hacia la salida, pero su esposa no se veía bien, así que se fue corriendo hacia ellas.
Hinata estaba tratando de sonreír y hacer como que escuchaba todo lo que le decía su "novio" Kiba Inuzuka. No es que en realidad fuera su novio, ni siquiera se habían besado, era sólo que su padre se lo había presentado para una entrevista de matrimonio, pero Hinata dijo que prefería que se conocieran un poco primero, desde entonces Kiba la seguía a todos lados, pues él decía que iba a conquistarla.
—Hinata… - La llamó Kiba, pero ella no hacía más que voltear a ver a Naruto, no podía olvidar lo que pasó.
Ya era de noche y Hinata se encontraba saliendo de la oficina para irse a su casa, pero justo ahí, apoyado en la puerta de cristal se encontraba Naruto, clavando su mirada azulada sobre ella, lo que la hizo sonrojar.
—Hinata, necesitamos hablar – Dijo con una seria expresión. La ojiperla miró al suelo apenada y asintió con la cabeza.
—Claro Naruto-kun…
Unos minutos después ambos se encontraban paseando por el parque, caminando en el más absoluto de los silencios, hasta que él se encargó de romperlo.
—Hinata… ¿Tenemos claro que… yo soy tu jefe y tú mi asistente, cierto? – Preguntó, haciendo que los pasos de la ojiperla se detuvieran, mientras su rostro se debatía entre mostrar una sonrisa o dejar escapar unas cuantas lágrimas.
—Por supuesto… eso está claro – Al final optó por sonreír, pero era una sonrisa fingida, una sonrisa que ocultaba detrás una gran tristeza.
—Entonces también está claro que somos sólo amigos – Dijo Naruto mostrando su habitual sonrisa, aunque por dentro no fuera así -. Y que ese beso que nos dimos fue sólo porque nos dejamos llevar por el momento, no significó nada…
—Lo sé, entiendo, no tienes de que preocuparte – Hinata volvió a sonreír, tan dulcemente que Naruto sintió que se derretía su corazón, aunque para ella fue muy doloroso que él dijese que no significó nada, porque para Hinata fue lo más hermoso que le haya pasado -. Si me disculpas tengo algo que hacer – Y tras esas palabras la Hyûga salió corriendo, derramando un par de lágrimas sin que él se diera cuenta.
Naruto bajó la mirada, sabía que la había lastimado, pero se sentía demasiado confundido como para empezar una relación ahora. No quería que le pasara lo mismo que con Sakura, antes de estar con Hinata quería estar seguro de que la amaba.
—Hey Hinata – Volvió a llamarla Kiba. Finalmente la ojiperla volteó a verlo, observando su rostro algo frustrado y su ceño fruncido. Su cabello era corto y castaño y sus ojos eran del mismo color, a decir verdad era un chico muy apuesto, pero Hinata no lograba verlo como un posible marido.
—Lo siento Kiba-kun, estaba distraída ¿Qué me decías? – Preguntó con su sonrisa amable. Kiba pareció relajar su expresión ante eso y la miró con otra sonrisa.
—Pues… te iba diciendo…
Shikamaru llegó a la salida, ya que Matsuri venía de regreso, pero sin Temari. De alguna manera, al verla regresar sola, se sintió mal, preocupado.
—¿Dónde está Temari? – Preguntó con el ceño fruncido, pero Matsuri lo miró de la misma forma, pues no podía creer lo insensible que era.
—Ella se sintió mal y se fue a su casa.
—¿Cómo que se fue? ¿Acaso no le importa que hoy sea el aniversario de su empresa? – Reclamó él molesto, pues Temari no solía ser así. Al oírlo Matsuri frunció el ceño, verdaderamente enojada.
—¿Y a ti acaso no te importa tu hijo? – Fue su contraataque, dejando a Shikamaru sin argumentos, no sabía que decir -. Nunca pensé que fueras así de cruel Shikamaru, ella no merece lo que le estás haciendo, me decepcionas.
—¿Tú que sabes sobre esto? Eres una mujer, todas ustedes piensan en lo mismo – Dijo el pelinegro aún más enojado que antes -. Yo no quería un hijo, no lo pedí y no lo necesito.
—Yo creo que él tampoco pidió un padre como tú, pero él si te necesita – Después de sus palabras la castaña decidió regresar a la fiesta, dejando a un sorprendido y muy pensativo Shikamaru, el cual no podía creer lo que acababa de escuchar.
—Realmente no sé como Temari sigue con él – Susurró Matsuri con molestia, pues de verdad le había enfadado la actitud de Shikamaru. Estaba tan metida en sus pensamientos que le sorprendió sentir unas fuertes manos tomarla por la cintura desde la espalda, para después sentir ese fantástico cuerpo pegarse al suyo.
—Matsuri, me has rehuido toda la noche – Le susurró Gaara al oído, de forma tan sensual y provocativa que Matsuri sintió todo su cuerpo estremecerse, tembló completamente bajo su suave aliento, que era como una sutil caricia. Su corazón se aceleró, haciéndole creer que ésta vez sí estallaría, pero sólo era la sensación de tener tan cerca a la persona que amaba con locura.
—Lo siento, he estado algo ocupada – Respondió ella esbozando una leve sonrisa, la cual él no podía ver por estar a su espalda.
—Si sigues así todos van a pensar que me engañas con Sasori, la verdad es que esa idea no me agrada – El pelirrojo frunció el ceño y soltó a Matsuri, la cual se volteó para mirarlo, notando su mal humor. Tomó el rostro de Gaara entre sus manos e hizo que la mirara directo a los ojos, sonriéndole.
—Te aseguro que mientras esté casada contigo no estaré con nadie más – Dijo ella, haciendo sentir a Gaara extrañamente feliz, olvidando por completo el pacto que hicieron antes de casarse -. No quiero que vayan a pensar que eres un cornudo – Completó.
—Muy graciosa – Dijo Gaara soltando una risita. No podía evitar posar sus ojos sobre Matsuri, se veía tan hermosa y sexy usando ese vestido rojo que le llegaba justo a las rodillas y que tenía un provocativo escote en V, dejando ver una buena parte de su busto, que a Gaara tanto lo enloquecía. Otra vez el deseo de poseerla se apoderaba de él, el anhelo de arrancarle ese vestido y poder acariciar su blanca piel desnuda, de acorralarla debajo de su cuerpo y lentamente irrumpir en su intimidad femenina, haciéndola su mujer, sólo suya. No sabía que era todo eso que se arremolinaba en su pecho, pero ya comenzaba a agradarle, tanto como el hecho de estar junto a ella.
Sin previo aviso Gaara la abrazó, tan fuerte que en un momento Matsuri pudo sentir como un ligero temblor lo envolvía a él, lo que ocasionó que ella volviese a temblar. Ninguno dijo nada, era suficiente con estar así, sintiendo y recibiendo el calor de cada uno, porque a falta de palabras estaban sus acciones, porque aunque ninguno de los dos pudiera decir lo que sentía, podían demostrarlo aunque sea de forma sutil.
La música estaba un poco fuerte, por esa razón Matsuri no estaba segura, pero le pareció que Gaara le dijo algo en voz apenas audible, algo como "Realmente te quiero".
Hubieran seguido abrazados por más tiempo, pero unos empresarios se acercaron a Gaara y se pusieron a hablar de negocios con él, así que Matsuri decidió salir a tomar aire un momento al balcón.
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Hoy Sakura salía algo más temprano de su turno de noche, por lo que se dirigió a su auto para irse a su casa, pero se encontró con cierto azabache, el cual estaba apoyado contra su auto, mirándola con una media sonrisa. Se había salido de la fiesta, por lo que vestía de forma bastante elegante y Sakura sonrió al verlo.
—¿Qué es esa ropa Sasuke? – Preguntó divertida, pues parecía que él venía disfrazado de galán de película. Lo vio arrojar una colilla de cigarrillo y luego mirarla con una media sonrisa.
—Me escapé de una fiesta de etiqueta porque quería verte – Respondió como si fuera lo más normal del mundo. Era cierto que desde hacía un mes Sakura ya no estaba con Naruto, pero aún así no había querido tener nada con Sasuke a pesar de la insistencia del Uchiha.
—Tú no vas a rendirte ¿Cierto Sasuke Uchiha?
—No hasta que seas mía – Dijo Sasuke mientras se cruzaba de brazos. Sakura se le acercó con una sonrisa y le miró directo a los ojos.
—En las revistas de farándula dicen que eres un casanova y que sólo buscas a las mujeres por diversión – Dijo sin quitarle la vista de encima. Sasuke la tomó sorpresivamente por la cintura y la apegó a su cuerpo, dejándola algo sorprendida.
—Ya sabes lo que dicen sobre los reporteros, todos mienten – Se defendió, notando como el cuerpo de la peli rosa comenzaba a temblar al estar en contacto con el suyo.
—Cuando el río suena es porque piedras trae ¿O no? – Le dijo Sakura en la comisura de los labios. Aunque trataba de resistirse a él le era realmente difícil; se moría por besarlo.
—Mierda, tú me pones de malas – Le susurró Sasuke antes de besarla fieramente, haciendo que se diera la vuelta para acorralarla contra el auto cerrado. Al separarse la miró intensamente, haciéndole sentir a la ojijade que iba a desfallecer en ese mismo instante. Sasuke apoyó una de sus manos sobre el vidrio, mientras acercaba su boca al oído de Sakura -. Quiero hacerte el amor…
—S-Sasuke… - Sakura trató de protestar, pero otro beso apasionado de Sasuke la hizo callar, sólo que esta vez había sido más suave que la anterior, más dulce. Tal vez se estaba equivocando al dejar que esto pasara, pero ya no lo podía evitar más, no quería hacerlo.
—Deja de resistirte… - Dijo Sasuke, casi ordenándole, para volver a besarla luego.
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Bueno, aquí lo dejo por ahora porque soy mala ¿Que pasará en la segunda parte? Tendrán que esperar para verlo ^^ | |
| | | lalii_1995 Nivel 1
Cantidad de envíos : 26 Edad : 34 Fecha de inscripción : 07/09/2009
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Vie Dic 17 2010, 08:29 | |
| REALMENTE SOS UNA MALA PERSONA! JAJAJ COMO PODES DEJARNOS CON TAANTAA INTRIGA Y EN UN MOMENTO COMO ESTE!!! JMMJ OK, VOI A ESPEREAR.. PERO SI ME DA ALGO SENTITE CULPABLE MJM CONTINUALO PRONTO SI? EL FIC ESTA EXTREMADAMENTE MUUY BUENO :D ME ENCANTA BESOS Y NO TE DEMORES :) BYE | |
| | | ~PriincessYoko~ Nivel 13
Cantidad de envíos : 596 Edad : 32 Localización : Toii Con Mii Hermoso Hombre, Mii Kamikorosu! ;DDD <3! Fecha de inscripción : 21/01/2010
| | | | diananarahyuga New User
Cantidad de envíos : 2 Edad : 27 Fecha de inscripción : 28/12/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Jue Dic 30 2010, 04:52 | |
| hola soy nueva pero me encata tu fic sube pronto mi nombre es diana y te deseo una feliz navidad y prospero año nuevo y no agunto mas sube pronto | |
| | | Selene-chan Nivel 6
Cantidad de envíos : 213 Edad : 33 Localización : En mi casa Fecha de inscripción : 21/04/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Jue Dic 30 2010, 05:22 | |
| Chicas perdonen por la demora, he tenido mil cosas que hacer pero por fin aquí está la segunda parte del capi, espero que la disfruten ^^
Muy pronto se viene lo bueno, ya lo verán ^^
---- Matsuri tomó un poco del fresco aire del balcón del segundo piso, cerrando sus ojos y dejando que el viento acariciara su rostro y sus cabellos. Luego abrió sus ojos y miró a la luna llena. Ya dos meses llevaba de casada con Gaara, pero aún no se atrevía a decirle que lo amaba y, ciertamente se sentía algo arrepentida de haber aceptado toda esta locura desde un principio, a pesar de haberle dicho a Gaara que jamás se arrepentiría en el día de su boda, pero no podía evitarlo, le dolía demasiado saber que él seguía siendo el mismo de antes, ese hombre al que sólo le importaba el placer, que jamás amaría a una mujer. Realmente no entendía por que se había enamorado de él.
—Soy una estúpida ¿Cómo pude pensar que yo lo haría cambiar? – Se preguntó bajando la mirada con tristeza. Se sentía como una niña tonta e ingenua, creyendo que iba a conseguir su amor por haberse casado con él, que ilusa.
—Al fin te encuentro mi preciosa Matsu… - Aquel susurro tan seductor produjo un estremecimiento en todo el cuerpo de la castaña. Sabía perfectamente que era él, no podía creer lo insistente que se había vuelto.
—Sasori ¿Otra vez vas a acosarme? – Preguntó dándose la vuelta mientras esbozaba una sonrisa, pero apenas pudo verle el rostro porque en ese momento él la abrazó -. ¿Qué estás haciendo?
—Quería abrazarte ahora que no estamos bajo la mirada de tu esposo – Le dijo Sasori, tomándola fuerte por la cintura para pegarla más a su cuerpo -. Matsu, hace rato hablaba en serio, déjalo, deja a Gaara y vuelve conmigo.
—¿Sasori que estás diciendo? —Cuestionó completamente sonrojada, realmente no se esperaba algo como eso, Sasori debía estar loco.
—Matsu – El pelirrojo se alejó un poco para poder observarla, sonriendo al notar que estaba sonrojada -. Yo sé que no terminamos bien, me fui a Osaka y te dejé aquí, pero la verdad es que nunca dejé de amarte, y no puedo soportar la idea de verte casada con él, quiero recuperarte.
—No me puedes decir esto ahora – Matsuri lo apartó suavemente, mirándolo a los ojos con seriedad -. Sasori yo te quise, pero eso fue antes, ahora estoy casada con Gaara y no voy a dejarlo, lo siento y por favor no vuelvas a insistir con este tema.
Matsuri le dio la espalda y se dispuso a regresar a la fiesta, pero Sasori no se rendiría tan fácil, así que la sostuvo por la muñeca de forma algo brusca, atrayéndola a su cuerpo para luego besarla a la fuerza. Matsuri abrió los ojos como platos y trató de liberarse, pero él tenía demasiada fuerza y finalmente se rindió, además el beso no estaba nada mal.
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—¿Dónde estará Matsuri? – Se preguntaba Gaara mirando para todos lados. Después de acabar de hablar con esos empresarios se había puesto a buscarla, pero ni sus luces. Soltó un suspiro y en ese momento se le acercó Sayuri con una sonrisa y luciendo un sexy vestido negro.
—Hola Gaara ¿Tienes un momento? – Preguntó admirando -y sin disimular- descaradamente todo el cuerpo del pelirrojo.
—Lo siento, estoy buscando a mi esposa – Respondió Gaara algo incómodo por aquella mirada perturbadora, aunque no quería ser grosero con ella, sabía que por su culpa ella se había vuelto una loca obsesionada. Antes no le importaba demasiado, pero desde que estaba casado con Matsuri había comenzado a reflexionar sobre sus acciones y se había dado cuenta de cuanto dañaba a algunas mujeres a las que utilizaba, un claro ejemplo de ello era Sayuri.
—Tu esposa… - Repitió la rubia con una expresión burlona -. Pues la acabo de ver muy acaramelada con aquel sujeto ¿Cómo era que se llamaba? Ah sí, Sasori, estaban en el balcón.
—¿Qué quieres decir con "muy acaramelada"? – Cuestionó Gaara frunciendo el ceño, pues al oír que Matsuri estaba con Sasori un extraño dolor oprimió su pecho. Matsuri se lo había prometido, prometió no estar con él ¿Acaso le había mentido?
—Ya sabes como, abrazados, muy cerca el uno del otro – Dijo Sayuri con mucho cinismo, no quería más que sembrar cizaña entre Gaara y Matsuri , para que así él volviera a sus brazos. Gaara empuñó su mano y se alejó furioso, completamente celoso y ni siquiera le dijo algo a Sayuri, pero ella no paraba de reír satisfecha.
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Sasori estaba besando dulcemente a Matsuri, la cual correspondía a su beso, pero no lo hacía porque sintiera algo por él, sino porque quería saber si algún día iba a poder olvidarse de Gaara, quería probar si era capaz de sentir algo con otro hombre que no fuera él.
—S-Sasori… - Trató de articular la castaña, pero él no la dejó hablar y la volvió a besar. Adoraba la sensación de esos suaves y dulces labios de Matsuri sobre los suyos, no quería dejar de sentirla.
Y mientras Matsuri lo besaba -sólo por despecho- no pensó jamás que dos orbes aguamarina la miraban con tristeza y dolor, un dolor tan punzante e inexplicable que le hacía aún más daño del que él pensó, y lo invadía por completo. Gaara se sintió engañado, al ver como su esposa se besaba con ese imbécil se sintió traicionado e incluso sus ojos se cristalizaron sin explicarse por que, pero no llegó a llorar, él no era uno de esos malditos lloricas.
—¡Basta Sasori! – Gritó Matsuri empujando al pelirrojo. Al darse cuenta de ello Gaara se escondió tras la pared para que no lo vieran y para poder oír -. Ya no sigas con esto, te dije que no.
—Pero Matsu, acabas de corresponder mis besos – Replicó Sasori, quien no entendía para nada a esa chica, primero lo besaba y luego lo alejaba.
—Lo sé y lo hice porque soy una tonta, pero yo no quiero engañar a Gaara – Al oír sus palabras Gaara se sintió raramente feliz -. Sasori yo ya estoy casada, olvídate de mí por favor.
—Todo, siempre todo es por Gaara ¿Verdad? – Reclamaba Sasori con el ceño fruncido -. ¿Qué es lo que tiene Gaara que yo no tenga? – Tomó a Matsuri bruscamente de los hombros -. ¡¿Por qué siempre lo has preferido a él antes que a mí?!
—Me estás lastimando… - Se quejó la chica poniendo expresión de dolor, pero Sasori no la quería soltar, estaba furioso y fuera de sí, sin embargo en ese momento la mano de Gaara apretó fuertemente su muñeca, haciendo que él lo mirara.
—Bastardo, aléjate de mi esposa – Dijo totalmente furioso, seguro de que si Matsuri no estuviera ahí con mucho gusto se convertiría en un asesino. Sasori se soltó del agarre de Gaara con brusquedad y se alejó de ahí furioso, sintiéndose muy mal después por como trató a Matsuri.
—G-Gaara yo…
—¿Cómo pudiste besarte con ese imbécil Matsuri? – Reclamó Gaara, que en ese momento no podía contener sus celos y su rabia. Por otro lado Matsuri estaba sorprendida ¿Así que los había visto? -. Cuando recién me habías dicho que no tenías nada con él – Terminó de hablar.
—¿Por qué me reclamas? Fue él quien me besó – Reprochó Matsuri enojada, no podía creer que Gaara le hiciera esto ¿Cuál era su derecho de pedir explicaciones?
—Claro, él te besó pero tú vas y le correspondes – Dijo el pelirrojo sin pensar, sin medir sus palabras -. Al menos te lo hubieras llevado a un hotel para no hacer sus cochinadas en público ¿No te parece?
Matsuri no pudo soportar esas palabras y abofeteó a Gaara, no podía creer que él, precisamente él, la estuviese tratando como a una cualquiera, eso no se lo permitiría por mucho que lo amara. Gaara se llevó una mano a su mejilla, sorprendido y dolido por tal acción.
—Tú sabes perfectamente que yo no soy esa clase de persona – Dijo Matsuri derramando unas cuantas lágrimas de impotencia, porque se sentía humillada -. Tú me conoces mejor que nadie y aún así no crees en mí, te dije que no estaba con él y es cierto, como también que Sasori me besó a la fuerza, pero claro a ti sólo te importa que no digan que yo te puse el cuerno ¿Verdad?
—Matsuri lo siento… - Se disculpó Gaara apenado por lo que había hecho. Las palabras de Matsuri le habían hecho reflexionar y se sentía como un maldito imbécil, pero no había podido controlarse, estaba demasiado celoso, no había soportado verla besándose con Sasori -. Tú tienes razón, lo dije todo sin pensar y de verdad lo siento mucho, no quise ofenderte.
—Pero lo hiciste Gaara, y me dolió – Después de eso la castaña se fue, dejándolo solo. Gaara se sentía tan mal, pero quería que ella fuese sólo suya, no quería compartirla con nadie y menos con Sasori. Él no se iba a meter con su esposa.
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Temari se encontraba recostada bajo las sábanas de su cama. Algunas lágrimas bajaban por sus mejillas, pues a pesar de tener al fin lo que siempre quiso, de estar esperando un bebé, no se sentía feliz como creyó que estaría, porque su esposo no quería a ese hijo.
—¿Por qué Shikamaru? – Se preguntó secándose las lágrimas y acariciando su vientre con la otra mano, sin saber que desde la puerta de la habitación la observaban.
Shikamaru se alejó de la puerta y se sentó en el sillón de la sala. Se sentía como el peor de los cobardes e imbéciles de la tierra. Se llevó ambas manos a la cabeza, mirando al suelo.
—¿Qué estoy haciendo? ¿Qué está pasando conmigo? – Se preguntó. Recordó las palabras de Matsuri y se sintió peor, pues ella tenía toda la razón, no era más que un idiota que tenía miedo de tomar una responsabilidad tan grande como tener un hijo, pero ya no había marcha atrás, ese bebé que espera Temari era su hijo y lo necesitaba, necesitaba a su papá y Temari necesitaba el apoyo y amor de su esposo.
Finalmente decidió que hablaría con ella y le pediría perdón, pero al llegar al cuarto la encontró durmiendo. Se acercó a ella y secó una lágrima de su rostro con su mano.
—Perdón Temari, he sido un idiota pero te juro que a partir de ahora todo cambiará – Le dijo sin que ella pudiese oírlo, pero a pesar de eso una sonrisa apareció en los labios de la rubia.
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Matsuri estaba realmente furiosa con Gaara. Llegó a su cuarto y lanzó su bolso a la cama. Gaara subió las escaleras de la mansión y se dirigió al cuarto dispuesto a hablar con ella, pero al llegar junto a la puerta la escuchó decir algunas cosas molesta.
—Uy, tengo tanta rabia, no puedo creer que Gaara me dijera esas cosas – Decía mientras llevaba sus dos manos atrás del cuello para soltar su vestido. Al oírla hablar así Gaara quiso entrar y disculparse una vez más, pues nunca le había gustado estar peleado con ella.
—Matsu… - Pero se cortó a media frase al notar como el vestido de la chica caía hasta el suelo, dejando su cuerpo desnudo y sólo cubierto por sus bragas, ya que no traía sujetador para lucir el vestido correctamente. Matsuri se dio la vuelta y vio a Gaara parado en la puerta, mirándola con la boca abierta.
Gaara paseó sus ojos por todo el cuerpo de Matsuri, sin perderse ningún detalle de él, desde su delgada cintura hasta sus pechos firmes y redondos, que estaba deseando tocar y lamer con su lengua, aunque aquella imagen duró sólo unos segundos, pero para ambos fue mucho más que eso.
Matsuri se sonrojó completamente, se cubrió sus pechos con sus brazos y se volteó, sin saber que en ese momento Gaara hubiese deseado seguir viéndola, que se estaba volviendo loco por ella.
—¡¿Gaara como entras así?! – Gritó Matsuri totalmente avergonzada, pues no podía creer que Gaara la había visto desnuda casi por completo, sentía deseos de que se la tragara la tierra. Gaara estaba tan sonrojado que el color de su rostro rivalizaba con el de su cabello, mientras que su respiración era muy agitada y sinceramente, no sabía en donde meterse, esto había sido muy vergonzoso.
—Lo siento Matsuri – Se disculpó dándose la vuelta para ya no verla, porque incluso viendo su espalda se sentía excitado, con sólo ver esas piernas, ese trasero y esa pequeña cintura, deseaba tanto seguir las finas líneas de su cuerpo con sus manos, de forma lenta para poder memorizar cada curva -. No tenía idea de que estabas desvistiéndote.
—¿Y que esperas para irte? ¿O es que piensas esperar también a que me quite las bragas?
Gaara enrojeció más con sólo imaginarse aquella escena y salió de la habitación sin decir nada, pero con un serio problema en su entrepierna, el cual por suerte Matsuri no notó. Matsuri suspiró y bajó la mirada.
—No puedo creerlo, que vergonzoso… - Dijo aún sonrojada, porque nunca pensó que algo así podría pasarle -. Seguro que ahora no podré verlo a la cara.
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Era de día y se encontraban todos en sus respectivos trabajos. Shikamaru se dirigió a la recepcionista del primer piso mientras se lamentaba mentalmente por no haber podido hablar con Temari esta mañana y ahora ella lo estaba evitando en la empresa, así que aún no le decía que estaba arrepentido de rechazar a su bebé en un principio.
—Que problemático – Suspiró el pelinegro. Se acercó a la joven y ésta le sonrió -. Sasame ¿En donde está el chico de las entregas?
—Oh, él renunció hace dos días Shikamaru-san, ahora tenemos a una mensajera nueva – Le respondió Sasame alegremente. Shikamaru sólo soltó un suspiro y observó un par de cartas que debía enviar, las cuales tenía en su mano derecha.
—¿Y donde está? – Preguntó con cierto fastidio, pues era el colmo que esa chica nueva ni siquiera estuviera presente. En ese momento Sasame la vio llegar y la apuntó con su dedo índice.
—Allí viene – Dijo la joven peli naranja. En ese instante una chica de largo cabello negro y ojos negro azabache se apareció trayendo una caja mediana consigo. Se acercó a la recepción y dejó la caja sobre el mostrador.
—Sasame-san, enviaron esto – Dijo esbozando una sonrisa. Sasame asintió con la cabeza, recibiendo la caja y miró a Shikamaru.
—Shikamaru-san, ella es la chica de las entregas, se llama Kin y trabaja aquí desde ayer.
En ese momento Kin miró a Shikamaru y se quedó asombrada. Jamás había visto a un hombre que le causara tal impresión y sus mejillas automáticamente se tiñeron de rojo, al mismo tiempo que hacía una leve reverencia.
-M-mucho gusto señor, es un honor trabajar aquí – Dijo muerta de los nervios -. "Dios, creo que a esto le llaman amor a primera vista" – Pensó sonriendo disimuladamente.
—Mucho gusto Kin – Dijo Shikamaru sonriendo, pues por alguna razón esa chica le había gradado bastante -. Ten, necesito que entregues esto en la oficina de correos.
—Sí – Respondió Kin recibiendo las cartas en sus manos que Shikamaru le entregaba. Sin querer las manos de ambos se rozaron levemente, produciendo una pequeña descarga eléctrica en sus cuerpos.
—Bien – Fue todo lo que dijo Shikamaru antes de darse la vuelta e irse, porque de pronto se sintió muy incómodo en aquella situación y no entendía por que.
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Gaara se encontraba en su oficina leyendo un informe sobre el nuevo artículo que iban a sacar al mercado junto con Konoha, pero por más que trataba de interesarse en ese dichoso papel, no podía dejar de pensar en Matsuri y en su cuerpo desnudo. Se reprendía mentalmente cada vez que lo recordaba, no era más que un maldito pervertido y ninfómano, pero era la primera vez que tenía frente a él a una mujer desnuda y no podía ni moverse, además cuando recordaba el sonrojo que apareció en las mejillas de Matsuri no podía evitar pensar que se veía adorable, como una linda niña asustada. Pero lo peor de todo esto era que nunca había pensado así de una mujer "adorable" o "linda" no eran precisamente las palabras que venían a su cabeza cuando se acostaba con ellas.
—Maldita sea ¿De verdad… de verdad estaré enamorándome de ella? – Se preguntó dejando sus papeles de lado. Se puso de pie y abrió la puerta de su oficina, quedándose apoyado en el marco para mirar a Matsuri, la cual se veía concentrada en la computadora.
Era tan hermosa, su sonrisa, sus gestos, su forma de ser, a veces adulta y unas tantas infantil. Le gustaba estar cerca de ella, sentir el calor de su cuerpo cuando la abrazaba y el dulce aroma de su piel. Sus besos eran maravillosos, desbordaban tanta pasión que a él le era difícil pensar que sólo eran fingidos, pero era eso mismo lo que le impedía aceptar lo que sentía por ella, este matrimonio acabaría en menos de cuatro meses y, Matsuri ya tenía a quien amar, ella ya amaba a otro sujeto con todas sus fuerzas.
—"Soy un idiota, ella ya está enamorada de ese sujeto, ella no va a quererme, debería de olvidarme de esta tontería" – Y con ese pensamiento decidió regresar a su oficina.
Por su parte, Matsuri tampoco podía dejar de pensar en lo de anoche, en el momento en que Gaara la había visto casi desnuda. No tenía idea de lo que él deseó en ese momento, que deseaba tanto poder estar a su lado. Y ella también lo deseaba, que Gaara la hubiese tomado entre sus brazos y la hubiese tumbado sobre la cama, que la hubiese hecho suya, sin duda se habría entregado a él gustosa aunque fuera su primera vez, a pesar de que al día siguiente todo fuera de nuevo como antes.
—"Te amo Gaara… te amo tanto… ¿Pero que debo hacer para que tú sientas lo mismo?" – Pensaba confundida -. "Sólo faltan cuatro meses…".
En ese momento la castaña oyó la conversación de otras empleadas, que comentaban lo poco que faltaba para navidad. Le sorprendió al darse cuenta de ello, pero era cierto, ya la próxima semana era navidad y no sabía que regalarle a Gaara, además la última vez habían acordado que harían una cena familiar en la mansión.
—Apenas salga del trabajo me pondré en eso – Se dijo con una sonrisa.
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Hoy Hinata había traído su laptop a la oficina porque tendría unas horas libres debido a una salida de Naruto. Ahora se encontraba escribiendo el capítulo final de su novela, pero eso lo hacía más que nada como un entretenimiento y no como algo serio, pues no creía que su historia de amor fuese lo suficientemente buena.
Soltó un suspiro y estiró sus brazos, poniéndose de pie y yendo por alguna cosa de comer al piso de la cafetería, así podría continuar escribiendo con mayores energías. Desde el otro ascensor apareció Naruto, que tenía un trabajo que encargarle a Hinata, pero frunció el ceño al no verla en su puesto.
—Me voy un rato y todos hacen lo que quieren – Masculló entornando los ojos, pero de pronto algo le llamó la atención, algo en la pantalla de aquella laptop que estaba sobre el escritorio de la Hyûga.
—Deme un pastel con manjar y un café por favor – Pidió Hinata con una dulce sonrisa. Al instante le entregaron su orden y ella le dio un mordisco a su pastel -. Está delicioso – Dijo con un ligero sonrojo en sus mejillas. Luego bebió un poco de café y caminó hacia el ascensor. Bebió otro poco y volvió a morder su pastel, después presionó el botón de su piso y esperó hasta llegar.
La ojiperla caminó hacia su escritorio, pero al llegar se quedó paralizada con lo que vio. Naruto estaba sentado ahí, pero lo peor era que él estaba leyendo su novela y se veía bastante concentrado.
—N-Naruto-kun… - Musitó sorprendida. El rubio se volteó al oírla, notando lo roja que se había puesto -. E-eso…
—¿Hinata tú escribiste esto? – Interrogó Naruto con seriedad. El corazón de Hinata estaba muy acelerado, las piernas le temblaban y sentía que se iba a desmayar, pero sin duda la sonrisa que apareció en el rostro del rubio la desconcertó -. Venga ¿Lo escribiste tú?
—S-sí – Confesó Hinata bajando la mirada. Naruto apoyó ambas manos sobre los hombros de la chica, mirándola fijamente.
—Hinata ¡Es increíble! – Gritó emocionado. Hinata lo miró desconcertada.
—¿Eh?
—Eres realmente una gran escritora Hinata, tu historia es genial, los personajes, la trama… me preguntaba si puedo leerla completa – Decía Naruto con euforia. Hinata se sonrojó más, no podía creer que Naruto pensara así de su historia, jamás pensó que le gustaría.
—A-aún no la termino, pero si quieres, cuando la acabe… puedo volver a mostrártela.
—Sería genial – Respondió el rubio sonriendo. Hinata también sonrió, se sentía muy feliz, pero aquel momento fue interrumpido por una llamada telefónica.
—¿Bueno? Ah, Kiba-kun – Dijo Hinata sonriendo más ampliamente. Naruto frunció el ceño al oír ese nombre y se alejó para dejarla hablar tranquilamente, cosa a la cual Hinata no tomó la mayor importancia.
—Estúpido sujeto – Masculló él empuñando una de sus manos. De sólo imaginar de que estarían hablando se sentía enormemente celoso.
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La tarde se hacía presente y con ella la hora de regresar a casa. Gaara bajó al estacionamiento por su auto y Matsuri bajó tras él. El pelirrojo la observó y bajó la mirada al recordar lo de anoche, además ella no lo miraba y eso no le gustaba; los ojos de su esposa eran demasiado bellos como para no verlos.
—Matsuri, por favor no me ignores, siento lo de ayer, no fue mi intención – Se disculpó, pues no quería sentirse alejado de ella, le dolía.
—Gaara… - Matsuri le sonrió, haciendo que el corazón del pelirrojo se acelerara repentinamente -. Yo… yo sé que fue un accidente, y sobre lo de Sasori… también eso está olvidado, pero… ¿Puedo pedirte algo?
—Claro – Respondió Gaara con una sonrisa, después de todo se sentía feliz de que Matsuri lo hubiese perdonado.
Ella caminó hasta él y le miró dulcemente.
—Por favor abrázame – Pidió la castaña. Gaara no dijo nada, sólo le hizo caso. Ya no sabía que pasaba con él, pero tenerla así entre sus brazos, lo hacía sentir muy reconfortado. Sentía su dulce aroma y su calor, que aumentaban los latidos de su corazón desmesuradamente. Se sentía como un idiota, pero ya no podía negar lo que comenzaba a sentir por ella, como tampoco podía negar que sabía que aquello jamás se haría realidad, pues sus sentimientos no eran correspondidos.
Continuara…
Avance:
La navidad ha llegado por fin, y con ella finalmente la claridad llega a Gaara, reconociendo al fin que se ha enamorado de su mejor amiga, pero no será capaz de decírselo. Poco a poco Shikamaru va aceptando la idea de ser padre, siendo guiado por su cuñado Kankuro, quien le habla de lo maravilloso que él lo siente, pero no es tan fácil que Temari lo perdone. La navidad es distinta para Gaara al pasarla casado con Matsuri, realmente y por primera vez disfruta de aquella fecha.
Próximo capítulo: Una navidad diferente. | |
| | | lalii_1995 Nivel 1
Cantidad de envíos : 26 Edad : 34 Fecha de inscripción : 07/09/2009
| | | | diananarahyuga New User
Cantidad de envíos : 2 Edad : 27 Fecha de inscripción : 28/12/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Sáb Ene 01 2011, 03:46 | |
| me encanbto el capitulo me dio mucha risa en que ngaara ve desnuda a matsutri no me lo esperaba que chiste en fin no agunto mas sube pronto | |
| | | ~PriincessYoko~ Nivel 13
Cantidad de envíos : 596 Edad : 32 Localización : Toii Con Mii Hermoso Hombre, Mii Kamikorosu! ;DDD <3! Fecha de inscripción : 21/01/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Dom Ene 09 2011, 08:21 | |
| Woahhh Gaara Es Un Perverttt! Como Se le Ocurre Ckedarse ckomo sii naada viendola (?)... Eniiweis esta historiia cada vez, se pone mas wena! C; Pon Contii mas rapido mujer... cke nos dejas con la intriiga!xD Weno cuidate y nos vemos :D Adiios~Desu desuu Loleoo tu fic! <33 | |
| | | shirookami Nivel 2
Cantidad de envíos : 62 Edad : 33 Fecha de inscripción : 16/08/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Dom Ene 09 2011, 12:20 | |
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| | | Selene-chan Nivel 6
Cantidad de envíos : 213 Edad : 33 Localización : En mi casa Fecha de inscripción : 21/04/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Jue Ene 27 2011, 05:44 | |
| ¡Hola!
Bueno, después de tardarme una eternidad, recordé que tenía una cuenta en este foro y que estaba publicando fics aquí, así que gomen ne jejejeje, debí ponerles la conti como hace media semana xDDD
Bueno, de todos modos gracias por leerme y por tenerme paciencia, aquí la conti ^^
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Capitulo 10: Una navidad diferente
Matsuri se encontraba ojeando una revista de postres muy atentamente, pensando en cual de ellos podría hacer para la cena de noche buena que era justo mañana domingo. Por suerte hoy tendría el día completo libre y ya tenía casi todo listo.
—Señora Matsuri – Se le acercó una de las empleadas de la casa –una anciana- de manera respetuosa, después de todo –y aunque Matsuri fuese muy amable- era su patrona -. Ya está la carne para la cena y también lo que se va a beber.
—De acuerdo, gracias Juuna-san – Dijo la castaña con una sonrisa amable. La mujer le hizo una reverencia y se retiró. Matsuri dejó la revista sobre la mesa y suspiró -. Llamaré a las chicas, aún tengo que buscar el regalo de Gaara.
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Sasuke se encontraba sentado en la mesa de una fuente de sodas, al parecer esperando a alguien. Miraba constantemente el reloj, pues ya parecía ser algo tarde para su "cita". De pronto suspiró y bebió un sorbo del refresco que había sobre la mesa, dispuesto a marcharse de una vez, pero al acabar soltó una sonrisa.
—Creí que me habías plantado – Dijo a la nada, pero detrás de él apareció Sakura con una sonrisa y luciendo un jeans azul con una blusa de tela negra; hoy no vestía de bata blanca.
—Perdón pero si vas a salir con una doctora deberías acostumbrarte, a veces se presentan emergencias en el hospital y tengo que atenderlas – Se excusó la peli rosa. El Uchiha sólo se puso de pie y la tomó por la cintura, robándole un apasionado beso de esos labios que tanto anhelaba.
—Aún así me pudiste avisar – Reclamó al separarse de ella -. Pero en fin, que bueno que hayas venido, quería verte.
—Yo también a ti – Sakura lo rodeó por el cuello y le sonrió -. ¿Qué será lo que hiciste conmigo? Sólo te conozco hace tres meses y no te puedo sacar de mi cabeza.
—Que curioso, a mí me pasa igual – Dijo el azabache en tono de broma, para después volver a besarla. Realmente no sabía que había hecho Sakura con él, pero le encantaba estar junto a ella, besarla, abrazarla y hacerla su mujer, no importaba cuantas veces lo hiciera siempre lo disfrutaba de forma increíble, aunque aún no se atrevía a decirle a Naruto que estaba saliendo con su ex –novia, pero seguramente y por como estaba Naruto por Hinata, no le importaría mucho.
—Sasuke yo… - La peli rosa estuvo a punto de decir algo, pero el sonido de su celular la interrumpió. Al observar la pantalla notó que se trataba de su amiga Temari -. ¿Eh? – Se preguntó.
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Gaara salió de la ducha dejando el vapor de agua en todo el baño. Tomó una toalla y la puso sobre su mojado cabello rojizo, mientras que con otra secaba su perfecto torso, por el cual aún resbalaban algunas gotas del agua que había mojado su piel. Últimamente tenía muchas cosas en la cabeza y todas y cada una de ellas tenían relación con su mejor amiga.
Se vistió con un jeans desgastado de color azul oscuro y una camisa de tela de color negro, dejando los últimos botones sin abrochar, además con su cabello aún húmedo lucía realmente sexy. Bajó hasta la sala y notó a su esposa calzándose los zapatos.
—¿Vas a salir Suri? – Preguntó, percibiendo como las mejillas de la castaña se sonrojaban levemente. Sonrió con disimulo -. "Cielos, ella se ve tan adorable con ese sonrojo…" -. Pensó mientras la observaba, perdido como si estuviese viendo algo maravilloso.
—Sí voy a salir, iré a hacer unas compras al centro comercial con las chicas – Respondió Matsuri algo nerviosa. Adoraba cuando Gaara le llamaba Suri, pero también la hacía poner nerviosa y avergonzada, por eso siempre se sonrojaba, y es que parecía el típico apodo que le pondría un hombre a su esposa para demostrar que la amaba y que sólo él le podía llamar de esa manera, de hecho sólo él la llamaba así desde hace mucho.
—Ya veo, que te vaya bien.
—Gracias – Después de eso Matsuri se acercó a él y le dio un cálido beso en la mejilla a modo de despedida, haciendo que el corazón de Gaara latiera desmesuradamente rápido.
Ella salió y él se sentó sobre el sofá, tomando entre sus manos la fotografía que descansaba sobre la mesita de centro; eran él y Matsuri posando en el día de su boda. Pasó sus dedos sobre la imagen de Matsuri, observándola fijamente. Jamás iba a olvidar ese día, Matsuri lucía como toda una princesa, era la mujer más hermosa que habían visto sus ojos, ella no necesitaba tener un cuerpo despampanante como esas mujeres que él frecuentaba, Matsuri era perfecta tal y como era, por esa razón la adoraba -. Te quiero Suri… te quiero demasiado… pero no puedo decírtelo.
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Naruto estaba en su casa, ubicado frente al PC. Estaba leyendo la novela de Hinata, la cual ella había terminado y tal como se lo prometió, le permitió a él leerla primero que a nadie. El rubio no podía creer que ella pudiese escribir de esa forma, desbordando tanta pasión y sentimientos en cada párrafo de esa historia, en cada línea, en cada palabra. Además, el protagonista le recordaba a alguien, estaba seguro de que conocía a una persona como él ¿Pero quien podía ser? ¿En quien se habría inspirado Hinata para crearlo?
—De cualquier manera esta novela es genial, creo que se la enseñaré a Sai y a Ero-sennin – Se dijo con una brillante sonrisa, ya que seguro su amigo y su padrino –que eran reconocidos escritores- sabrían apreciar muy bien aquella obra.
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—¡Perdón por la demora! – Gritaba Matsuri mientras corría hacia sus amigas, quienes la esperaban junto a la hermosa y gran fuente de agua del centro comercial. Hinata le sonrió, Temari se cruzó de brazos y Sari se le acercó con una expresión de pocos amigos.
—¿Qué te demoró tanto mujer? – Interrogó enfadada -. Nos invitas y eres la única que llega tarde.
—Ya no la regañes – Saltó Temari a defender a su cuñada y amiga querida -. Seguro que mi hermano no la dejaba levantar, conoces el apetito sexual de los recién casados – Dijo con picardía.
—¡T-Temari! – Gritó Matsuri completamente sonrojada y de paso se sonrojó Hinata también, pues ambas siempre habían sido extremadamente tímidas y hablar sobre temas como sexo las ponía al borde de la vergüenza.
—¿Para que te escandalizas Matsu? – Preguntó Sari con una sonrisa algo divertida, conocía a su amiga y le encantaba jugarle bromas -. No me vas a decir que Gaara-kun y tú no tienen sexo ¿Cierto? Porque para llevar sólo unos meses y que no tengan vida sexual es realmente preocupante.
—N-no, sí tenemos, claro que tenemos – Aseguró Matsuri dejando de tartamudear y oyéndose más segura, aunque sabía que estaba mintiendo, que eso jamás pasaría entre ella y Gaara -. ¿Por qué rayos me preguntas eso?
—Eso es porque al oír hablar de sexo reaccionas como una virgen – Respondió Temari, la cual abrazó a Hinata por el cuello mientras ésta parecía un tomate -. ¿Ves? Justo como Hinata-chan.
—N-no se burlen de mí por ser virgen – Se quejó la ojiperla haciendo un puchero y jugando con sus dedos. Las demás sólo rieron ante ese acto.
—Bueno ya – Habló Matsuri de pronto -. ¿Vamos a seguir hablando de esto o vamos a hacer las compras?
—Cierto, esperemos un poco, es que invité a alguien – Dijo Temari con una sonrisa, mientras sus tres amigas la miraban confundidas. Justo en ese momento se le acercó una peli rosa sonriendo, ante la sorpresa que reflejaba el rostro de Hinata.
—Hola Temari – Saludó Sakura muy sonriente -. Hola chicas.
—"No puede ser, es la novia de Naruto-kun" – Pensó Hinata con tristeza e incomodidad, pues no estaba para nada enterada de que ellos dos ya habían terminado.
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Gaara se encontraba junto con Sasuke sentados en la barra de un bar, bebiendo un vaso de whisky mientras hablaban sobre sus cosas.
—¿Así que Sakura? – Preguntó Gaara con una sonrisa divertida mientras dejaba el vaso medio vacío sobre el mesón -. No pensé que te enamorarías de la ex de Naruto, tú que siempre decías que las mujeres son una molestia.
—Bueno, no he sido el único que últimamente traicionó sus principios ¿Verdad amigo? – Dijo Sasuke poniendo una mano sobre el hombro de Gaara, el cual sólo suspiró sin negar una palabra.
—Nunca creí que esto me pasaría, pero cada vez que la miro la deseo más, cada vez que me sonríe quiero besarla y abrazarla, la quiero como nunca pensé que querría a una mujer – Gaara bebió otro sorbo de su trago y Sasuke le dio unas palmaditas en la espalda con diversión, jamás lo había oído hablar así de una mujer, por lo general decía cosas como "Quiero llevarla a la cama", pero decir que la quería, eso era algo nuevo.
—Estás perdido amigo, acepta de una vez que tú amas a Matsuri – El pelirrojo le miró mientras ahora él bebía un poco del trago -. Y esto no es de ahora, me he dado cuenta de que la amas desde hace años, aunque tú nunca te dieses cuenta, era muy obvio.
—¿Tú crees? – Gaara bajó la mirada pensando en las palabras de su amigo -. "¿Yo enamorado de Matsuri desde hace años? Aunque… tal vez sea cierto, tal vez esa es la razón por la que siento tantos celos cuando la veo con otros hombres, yo quiero que sea sólo mía…"
—Las mujeres son un verdadero problema, una vez que te enamoras no puedes vivir sin ellas – Dijo el azabache sin responder a la pregunta de su amigo, pues sabía que él solo encontraría la respuesta.
—La verdad es que… no puedo imaginar mi vida sin Matsuri – Comentó el pelirrojo, bebiendo el resto del contenido de su vaso de una sola vez.
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Las cinco chicas se encontraban recorriendo las tiendas del mall. Matsuri había planeado sólo comprar el obsequio de Gaara –el cual ya tenía-, porque los de sus amigas, familiares y demás ya los había comprado, sin embargo sus amigas estaban como locas con las ofertas en ropa.
—Miren que bella ropa interior – Señaló Sari hacia la vitrina de una tienda. Tomó a dos de las chicas de la mano y terminó jalándolas a todas hacia el interior del lugar, en donde las cinco se quedaron viendo las hermosas prendas íntimas.
—Pero que lindo es este conjunto rosa – Dijo Sakura, quien pensaba en lucirlo para Sasuke sin duda. La verdad era que el Uchiha –como todo un hombre- era muy bueno en la cama, siempre sabía como complacerla, pero a parte de eso, le gustaba estar con él, le gustaban sus besos y su corazón se aceleraba tan sólo con abrazarlo -. "Tal vez si esté enamorada de él" – Pensó con una sonrisa, pues le era algo difícil admitir que lo que sentía por Sasuke era amor, no quería volver a equivocarse.
—¿Piensas usarlo para Naruto-kun? – Preguntó Hinata en un evidente tono de molestia, porque le dolía demasiado estar frente a la novia del amor de su vida. Sakura sólo sonrió y no se molestó; era demasiado obvio lo que sentía Hinata por Naruto y tal vez, ella era la indicada para él.
—No, yo ya terminé con Naruto – Respondió dejando a la ojiperla totalmente sorprendida y a la vez avergonzada, sentía que había hecho el ridículo al mostrarse celosa en una situación como esta y sin saber que ellos ya no estaban juntos, pero al mismo tiempo la noticia la hacía sentir feliz.
—Ah… ya veo… - Dijo bajando la mirada con un leve sonrojo en sus mejillas. Sakura sólo sonrió y siguió observando las prendas.
—Entonces Matsuri ¿Crees que te quede bien este conjunto? – Preguntó Sari guiñándole un ojo a su amiga. De entre todas ellas, era la única que sabía la verdad sobre el matrimonio de Matsuri, Kankuro se lo dijo desde el primer momento pero decidió hacerse la desentendida con Matsuri, sabía que eso la lastimaría, así que hacía de cuenta que sabía lo mismo que las demás, Matsuri no tenía por que saber que ella estaba enterada sobre la farsa.
Matsuri observó aquel conjunto de color negro con toques en turquesa, era realmente hermoso, pero demasiado provocativo, así que no tardó en sonrojarse.
—No lo sé, no creo – Respondió bajando la mirada. Sari sonrió pícaramente, por más que ellos dos fuesen sólo amigos eran un hombre y una mujer, compartiendo la misma cama, conviviendo juntos todos los días, además conocía bien las mañas de su cuñadito, si veía a Matsuri vestida así no se podría resistir. Simplemente le entregó la ropa a Matsuri y la obligó a entrar al probador.
—Pruébatelo, te aseguro que con él Gaara-kun no te va a querer soltar en toda la noche, aunque… creo que te desvestirá más rápido de lo que tú te vistas – Aseguró avergonzando más a Matsuri -. Tendrás una noche candente amiga.
—No me digas esas cosas, podré ser una mujer casada pero me avergüenza hablar de sexo – Se quejó la castaña, aún con aquel sonrojo adornando sus mejillas, pues trataba de no imaginarse en esa situación con Gaara, sólo que con las insinuaciones que hacía Sari era casi imposible.
—Que aburrida eres, ve y pruébatelo – Le insistió Sari. Matsuri soltó un suspiro y cerró la cortina del probador, no le quedaba de otra más que darle en el gusto a la testaruda esa.
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Ese día Shikamaru estaba en la empresa trabajando. A pesar de haber intentado muchas veces hablar con Temari ésta siempre lo evadía, razón por la cual se sentía muy frustrado. La había visto llorar en silencio varias veces y se sentía como un miserable, más porque en ninguno de esos momentos había sido capaz de abrazarla y de decirle que todo estaría bien. Pero sin duda las palabras de Matsuri lo seguían atormentando, lo hacían sentirse como una verdadera basura cada vez que las recordaba, pero ya no sabía que hacer.
—Demonios – Masculló mientras bajaba las escaleras hacia el estacionamiento, pues tenía otras cosas que hacer ahora. Definitivamente no debía dejar pasar más días.
De pronto, justo al llegar al estacionamiento chocó con alguien, tirando una caja llena de cartas al suelo.
—Lo siento – Se disculpó apenado. Al mirar con quien había chocado se dio cuenta de que era la mensajera -. ¿Kin? ¿Qué haces aquí este día?
—Hola Shikamaru-san – Fue lo primero que dijo la pelinegra, esbozando una sonrisa, para luego agacharse y comenzar a meter las cartas dentro de la caja. Shikamaru la imitó -. Estoy aquí porque Gaara-san me pidió que trajera todo esto.
—Ya veo ¿Cómo se atreve a darte trabajo en víspera de navidad?
—Por mí no hay problema – Dijo Rápidamente Kin, pues no quería hacer que Shikamaru se molestara con su cuñado. Cuando pensaba en eso se sentía decepcionada, no tenía ni idea de que Shikamaru fuese un hombre casado, además estaba por ser padre ¿Qué podía ser peor? Y sin embargo, había notado que las cosas con su esposa no iban bien del todo, tal vez tuviera una esperanza.
—Bueno – Ambos terminaron de recoger todo y el Nara le dedicó una sonrisa a la chica -. Yo te dejo, tengo que hacer unas cosas e ir a ver a mi esposa.
—Claro – Dijo Kin bajando la mirada. Shikamaru se levantó y se dirigió hasta su automóvil, mientras Kin suspiraba -. ¿Por qué me tiene que gustar un hombre casado?
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—Wow, que bien te queda – Dijo Temari con una sonrisa y algo asombrada a una sonrojada Matsuri, quien lucía el conjunto que Sari le escogió. La verdad era que Temari no tenía idea que su amiga se gastara ese cuerpecito, seguramente traía loco a su hermano.
Sari mientras tanto asentía con la cabeza y Hinata sonreía dulcemente.
—¿Ustedes creen? – Preguntó Matsuri bajando la mirada para observarse. La verdad era que le parecía que el brasier tenía un escote muy exagerado, resaltaba demasiado sus pechos, mientras que las pantaletas eran apretadas y muy pequeñas.
—Tu marido se va a enloquecer cuando te vea – Opinó Sakura, sonriendo con cierta picardía, causando que un sonrojo aún más fuerte se apoderara de la castaña.
—Y-ya no me molesten – Reclamó cerrando el probador de golpe. Se miró al espejo que había dentro y se avergonzó con su propia imagen -. Como si a Gaara… como si a él le importara como luzco – Se dijo algo deprimida y bajando la cabeza, pero al cabo de unos segundos volvió a mirarse.
Fue entonces que dejó a su imaginación volar, viendo como en el espejo aparecía su amado Gaara justo atrás de ella, pegando ese irresistible torso a su espalda y respirando pesadamente dentro de su oído. Sus manos comenzaron a acariciarle las piernas de arriba hacia abajo, pero volvieron a subir luego, pasando por sus caderas y descansando justo sobre su vientre, al mismo tiempo que le pasaba muy despacio la lengua por el cuello.
Matsuri sólo veía lo que él le hacía, sin hacer o decir nada, aunque su rostro estaba de color rojo fuego por aquella excitante fantasía.
La mano izquierda del pelirrojo subió hasta encontrarse con uno de sus pechos y sin esperar demasiado comenzó a acariciarlo, acoplándose a su redondez, mientras que su otra mano bajaba por el vientre de la chica buscando su centro, cada vez más abajo, cada vez más cerca.
—¡Matsuri! – La voz de Sari sacó completamente a Matsuri de su ensoñación, haciendo que la imagen de Gaara se desvaneciera y que volviera a la realidad.
—¿Qué pasa? – Preguntó completamente sonrojada por lo que acababa de imaginar, se había dejado llevar demasiado, definitivamente eso había sido muy pervertido y ella no solía ser así, sin embargo también se sentía decepcionada, pues deseaba que eso fuese real.
—¿Cuánto te vas a tardar? – Oyó de nuevo la voz de Sari, al parecer las otras chicas se habían ido a mirar lo demás.
—¡Ya voy! – Respondió Matsuri comenzando rápidamente a quitarse esa ropa interior, aunque al final de todo pensaba comprarla.
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Bueno, hasta aquí se queda la primera parte ^^
Nos estamos leyendo pronto.
PD: Matsuri pervertida xDD | |
| | | lavida13 Nivel 8
Cantidad de envíos : 307 Edad : 29 Localización : aldea de konoha mansion hyuga-uzumaki Fecha de inscripción : 15/01/2011
| Tema: si naruto shippuden es lo mejor Jue Ene 27 2011, 11:15 | |
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| | | ~PriincessYoko~ Nivel 13
Cantidad de envíos : 596 Edad : 32 Localización : Toii Con Mii Hermoso Hombre, Mii Kamikorosu! ;DDD <3! Fecha de inscripción : 21/01/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Lun Ene 31 2011, 11:45 | |
| uyy Matsurii tentara a Gaara con ese conjuntooo! Espero lemon prontooo~nyahhh! xDDD Cada vez mejor este fiic!=DD No te demores en subir contii... ¬¬ no es bromaaa xDD Adiios~desu desuu... 8) | |
| | | N!ky Nivel 45
Cantidad de envíos : 10927 Edad : 28 Localización : Gobernando en el Infierno Fecha de inscripción : 30/12/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Mar Feb 01 2011, 13:34 | |
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| | | Selene-chan Nivel 6
Cantidad de envíos : 213 Edad : 33 Localización : En mi casa Fecha de inscripción : 21/04/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Jue Feb 10 2011, 15:37 | |
| ¡Hola!
Gracias por sus comentarios chicas, he aquí la conti ^^
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Gaara estaba dando una vuelta por el barrio comercial de la ciudad. Había recordado que aún no compraba el regalo de navidad de Matsuri y definitivamente debía darle algo, pues lo hacía todos los años, aunque este sería un poco diferente pues ella era su esposa y se preguntaba ¿Qué se le debe regalar a una esposa?
—Ahora que lo pienso no tengo idea – Se dijo sintiéndose un tanto apenado por su torpeza, pero no pudo pensar demasiado al sentir las manos de alguien cubriendo sus ojos. Lo primero que pensó fue que se trataba de Matsuri porque ella solía hacerle esa broma muy a menudo, además se suponía que iba a estar por aquí con las chicas -. ¿Matsuri eres tú? – Preguntó con una sonrisa, tal vez algo ilusionado.
—Lamento decepcionarte – Escuchó una voz femenina algo molesta y enseguida sus ojos fueron destapados. Se volteó y la miró algo sorprendido -. No soy tu adorada esposa.
—Yuki… - Pronunció Gaara en tono de decepción, lo último que quería era encontrarse con ella, de verdad hubiese querido que fuera Matsuri.
La pelinegra frunció el ceño.
—¿Por qué no volviste a llamarme? – Preguntó furiosa. Gaara volvió a sorprenderse, pero era cierto, no se había acordado de llamarla por estar tan ocupado pensando en lo que realmente sentía por Matsuri, en como quitarle de encima a los buitres y sobre todo a uno llamado Sasori, ni siquiera había pensado en Yuki en todos estos días, porque se daba cuenta de que junto a Matsuri no necesitaba a nadie más.
—Lo siento, el trabajo me ha tenido ocupado, no he tenido tiempo de nada – Se excusó falsamente, aunque tenía parte de razón no era lo que deseaba decir, lo que quería realmente era decirle que ya no quería nada con ella, porque si estaba con ella o con cualquier otra sabía que se sentiría un traidor, se traicionaría a sí mismo y a lo que sentía su corazón. Esto no era lo que había planeado cuando comenzó todo, lo que en verdad había querido era fingir un feliz matrimonio y seguir siendo un mujeriego, pero desde que se había "comprometido" con Matsuri había estado con sólo dos mujeres ¡Sólo dos! Todo esto era un completo fracaso, pues lo peor de todo era que por idiota, por haberse descuidado, se había enamorado de Matsuri y ya no podía negarlo; la amaba más que a su vida y la deseaba tanto que ya no tenía cabeza para pensar en nadie más.
—Ya veo – Yuki sonrió de forma insinuante y seductora. Tal vez en otro momento a Gaara le habría encantado, pero ahora no le provocó nada más que repulsión, ella parecía una mujer desesperada y eso no le gustaba. No, la razón de que ella ya no le gustara era simplemente porque ella no era Matsuri, su esposa. Yuki se le acercó, tratando de seducirlo como otras veces ya lo había hecho -. Bueno, pero imagino que ahora tienes un tiempito para compartirlo conmigo ¿Cierto? – Gaara sólo podía alejarse a pasos de ella, tampoco quería ser un grosero.
Las chicas iban por la calle de enfrente, cuando de pronto la ojiperla divisó al pelirrojo charlando con esa mujer, pero se veía bastante incómodo.
—¿Ese no es tu marido Matsuri-chan? – Preguntó Hinata señalándolo. Matsuri miró hacia ese lugar y se dio cuenta de que era cierto, ese era Gaara y estaba con esa tal Yuki.
No podía creerlo, no podía entender como Gaara estaba de nuevo con esa mujer. Le había dolido tanto cuando leyó aquel mensaje, cuando supo que su esposo había ido a acostarse con otra mujer, su corazón se rompió en pedacitos y ahora también le dolía ver al amor de su vida con esa misma mujer, aunque sólo estuviesen hablando.
—Esa perra… - Susurró sólo para ella y sin esperar más se encaminó hacia esos dos, pues no iba a quedar como una cornuda frente a sus amigas, si Gaara podía espantarle a los pretendientes entonces ella haría lo mismo.
—Creo que está molesta – Comentó Sakura observando a la castaña caminar hacia su esposo. Las otras tres sólo asintieron con la cabeza.
Yuki se acercó insinuante a Gaara una vez más, sólo quería pasar un buen rato como la otra vez, a su lado, en ese aspecto Gaara jamás la había decepcionado, siempre había sido su mejor amante y por eso de vez en cuando se volvía adicta a él, aunque no podía evitar sentirse molesta al darse cuenta de que por alguna razón en particular, Gaara parecía querer evitarla a toda costa.
—Vamos Gaara ¿Qué me dices? – Insistió la ojiazul con una sonrisa, la cual se borró por completo al notar a quien llegaba junto a Gaara.
—¿Qué haces aquí mi amor? – Preguntó Matsuri abrazándose al pelirrojo con una dulce sonrisa en sus labios, a pesar de que por dentro lo quería asesinar muy lentamente por ser un mujeriego descarado.
Gaara en un principio se sorprendió, pero debía admitir que le agradó de sobremanera que ella le llamara "mi amor", ojalá lo hiciera en la realidad.
—Sólo estaba comprando Suri – Respondió como si nada, como el más tierno de los esposos rodeando con su mano la delgada cintura de su chica -. ¿Ya terminaste de hacer tus compras? – Preguntó besando su mejilla. Matsuri no se esperaba algo así y se quedó un poco desconcertada, pero volvió a sonreír.
—Sí, y recuerda que mañana estaremos muy ocupados todo el día, así que vámonos a la casa – Dijo mientras le daba un leve pellizco a Gaara en la espalda, en donde Yuki no los veía. Él dio un pequeño salto por el dolor y la impresión, pero asintió con la cabeza.
—De acuerdo preciosa, entonces nos vemos otro día Yuki – Y dicho esto Gaara se dio la vuelta y se alejó aún abrazado de Matsuri, dejando a una ofendida Yuki en medio de la calle y sola.
—Pero Gaara… - Fue todo lo que pudo decir.
—¿Qué hacías con ella? – Inquirió Matsuri muy enojada, mientras que ambos caminaban de regreso donde las chicas los esperaban.
—Sólo hablábamos ¿Y por que estás enojada? – La pregunta de Gaara hizo que el cuerpo de Matsuri se tensara, era cierto, no tenía por que molestarse, o al menos no debía demostrarlo en frente de él, a veces no podía controlar sus celos.
—No sé de que hablas, yo no estoy enojada – Respondió caminando más rápido, mientras se cruzaba de brazos y ponía expresión de niña berrinchuda. Gaara sólo sonrió levemente, pues aunque no fuera verdad le parecía muy lindo que Matsuri estuviese celosa, si eso sucediera se sentiría muy feliz.
Matsuri soltó una pequeña sonrisa, ya que al final de todo Gaara se había venido con ella y no se quedó con esa, que aunque apenas la conocía ya la odiaba, pero más que odiarla a ella odiaba la idea de que ella hubiese sido de Gaara, que lo hubiese tenido para ella en su cama, pudiendo sentir sus besos y caricias, detestaba pensar en eso, además le dolía que él jamás la vería como a una mujer y siempre sería su mejor amiga.
—¿Qué haces aquí hermano? – Preguntó Temari apenas los vio llegar, frunciendo un poco el ceño pues no le parecía nada correcto el haber visto a su hermano charlando de esa manera con una mujer que no era su esposa, porque aunque apenas fuesen a cumplir tres meses Matsuri era su esposa y él debía respetarla.
—Vine a comprar un regalo de navidad para mi esposa – Contestó Gaara mirando de reojo a Matsuri, la cual no pudo evitar sentir como sus mejillas se coloreaban de rojo y su corazón daba un leve salto de la emoción, porque le parecía un gesto muy lindo de parte de Gaara ¿Pero sería verdad?
—Que lindo esposo eres Gaara-kun – Le dijo Sari con una sonrisa mientras le daba unos leves golpecitos en el hombro a su cuñado -. Apuesto a que Kankuro olvidó mi regalo como siempre hace – Suspiró.
—Y qué decir del idiota de Shikamaru – Dijo Temari también suspirando, pues además de todas sus peleas su esposo nunca le daba un regalo, ni siquiera de navidad.
Sakura y Hinata sólo observaban desde un rincón sin decir nada, al menos ellas no tenían un marido del cual quejarse.
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—¿Estás seguro de comprar algo tan caro cuñadito? – Preguntó Shikamaru a Kankuro mientras ambos observaban las hermosas joyas de una tienda exclusiva.
—Sí, y tú deberías buscar algo para mi hermana también – Respondió Kankuro, quien se detuvo en un hermoso y costoso anillo de diamantes, realmente precioso -. Todos los años Sari se queja de que no le llevo ningún regalo, tengo pésima memoria, pero esta vez la voy a sorprender.
—¿La amas mucho, verdad? – Inquirió el Nara de forma algo desinteresada, pero esbozando una pequeña sonrisa mientras observaba las joyas. Kankuro le miró por un segundo y luego volvió su vista al anillo que estaba del otro lado del vidrio de la vitrina.
—Claro que sí – Dijo sonriendo también, y con mucha seguridad en su voz. Con su mano hizo un gesto para llamar a la dependienta -. Ella es la madre de mi hija y la mujer con la que me casé, supongo que me entiendes ahora que también vas a ser padre – La dependienta llegó y el castaño señaló el anillo a través de la vitrina -. ¿Cuánto cuesta este?
Shikamaru se quedó en silencio y pensando en esas palabras. Al principio, cuando pensaba en que iba a ser padre, sólo tenía el deseo de deshacerse de esa criatura que sólo vendría a fastidiar su vida, pero al ver lo feliz que era Kankuro cada vez que hablaba de su hija o estaba con ella, le hacía pensar en que tal vez no sería tan mala idea.
Tal vez fuese un bebé parecido a él, un pequeño inocente que no era culpable de nada, no tenía por qué desearle el mal a ese ser, era su propia sangre y él lo había estado despreciando, había cometido un error muy grande, pero quizás aún había tiempo de remediarlo, sin tan sólo Temari lo escuchara, tenía que hacer que ella lo escuchara.
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Ya caía la noche cuando Matsuri se encontraba bajo la ducha, recibiendo las gotas tibias del agua sobre su piel desnuda, imaginando nuevamente los besos y las caricias de Gaara, casi como si fuesen reales. Se abrazó a sí misma, cubriendo sus pechos y apoyó su frente contra la pared.
—Dios ¿Por qué no puedo dejar de pensar en eso? – Se preguntó avergonzada, pero es que la sola idea de Gaara besándola y acariciándola la excitaba mucho, le hacía querer que sucediera de una vez, que Gaara le hiciera el amor.
Se cubrió su cuerpo con la toalla y miró la ropa que había traído al baño para cambiarse, era aquel sexy conjunto, junto con un camisón transparente de color negro.
—¿Será que me pongo eso? – Se preguntó confundida.
Al final decidió que eso era demasiado provocativo, no sabía que podría causar, así que decidió ponerse una linda pijama que también hoy había comprado, era una delgada remera de tirantes de color lila claro, con un short muy corto del mismo color, que le quedaba ceñido al cuerpo y la hacía lucir preciosa. Después de vestirse salió hacia la habitación, en donde vio a Gaara leyendo un libro sentado en la cama, con sus piernas tapadas bajo las sábanas y su torso desnudo.
Era tan cruel ¿Por qué debía exhibir su perfecta anatomía de esa manera frente a ella?
—"Ay Gaara ¿Cómo puedes ser tan sexy? Entre más te miro… más deseo ser tuya"- Pensó la castaña apretando todos los músculos de su cuerpo, pero en especial sus piernas, pues al ver a Gaara de esa manera y combinándolo con los pensamientos que había tenido hoy, sintió como su intimidad se humedecía. Matsuri era una mujer después de todo y aunque fuera aún virgen, también sentía de vez en cuando el deseo de tener relaciones con un hombre, de estar con ese hombre que le hacía hervir la sangre, su amado Gaara.
—¿Todavía estás enojada Suri? – Preguntó Gaara observándola y notándola un poco tensa, pero a parte de eso, pudo darse cuenta de lo hermosa que se veía con ese nuevo pijama, se veía adorable. Ella nuevamente había logrado calentarle la sangre con ese cuerpo que lo tentaba todas las noches, cada vez que debían compartir la cama.
—N-no, para nada – Respondió Matsuri sonriendo y bajando la mirada. Aún un poco tensa, caminó hasta la cama y se cubrió con las sábanas, dándole la espalda a Gaara y cerrando los ojos para tratar de quedarse dormida y así dejar de imaginar a Gaara tocándola, haciéndole el amor.
Gaara guardó su libro en el cajón de la mesita de noche y apagó la luz, metiéndose por completo debajo de las sábanas.
—Buenas noches Suri, duerme bien.
—Buenas noches Gaara, tú también – Respondió Matsuri con una pequeña sonrisa y sus mejillas sonrojadas. Volvió a cerrar sus ojos y se quedó profundamente dormida.
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Por fin era 24 de diciembre, hoy sería Noche Buena y Matsuri se había levantado muy temprano para tener todo listo en la noche. Se encontraba ahora preparando el postre ella misma, no era por presumir pero era una experta en repostería.
—Listo – Dijo con una sonrisa apagando la batidora eléctrica para luego soltar un suspiro. El postre en cuestión era nada más y nada menos que un delicioso pastel con crema y fresas, aunque también llevaba un poco de piñas en rodajas.
Desde la puerta de la cocina Gaara la observaba con una leve sonrisa. Le parecía tan agradable el verla cocinar, verla poner tanto esmero en cada uno de los pasos que realizaba. Matsuri era tan hermosa, tan dulce y linda que lo que sentía por ella ahora era prácticamente inevitable, era imposible no amarla, no desearla con todas sus fuerzas.
—"¿Por qué debo sentir esto por ti Suri? ¿Por qué tengo que amarte?" – Pensó consternado, ya que haber descubierto que estaba enamorado de su mejor amiga no era nada fácil, porque cada vez que la veía se moría por abrazarla, por acariciarla y por besarla, sabiendo que eso sería arruinar todo lo hermoso que existía entre ellos.
—¿Qué haces ahí Gaara? – Preguntó Matsuri sonriendo divertida al verlo tan distraído, pues parecía hipnotizado quizás con qué.
Gaara se le acercó, manteniéndose serio.
—Sólo te veía cocinar – Rió divertido -. Te ves linda con crema en la nariz – Esta vez soltó una pequeña carcajada, mientras que Matsuri se sonrojaba.
—No te burles de mí – Se quejó cruzándose de brazos y haciendo un puchero. Su esposo sólo sonrió al verla ponerse tan tierna y acercó su mano al rostro de la chica, para así quitarle la crema de la nariz y luego comerla.
—Te quedó deliciosa – Después de eso se alejó de la cocina, dejando a Matsuri con el corazón muy agitado, pero después sólo siguió preparando el pastel, aunque no podía quitarse la sensación de que Gaara la estaba mirando de una forma diferente.
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—Cielos, es precioso Neji nii-san – Dijo Hinata mientras cargaba en sus brazos al pequeño hijo de su primo, el cual tenía sólo dos meses y era un bebé muy tierno.
—Sí lo sé, es porque se parece a mí y su destino es ser un ganador como su padre – Dijo Neji con mucho orgullo y un tanto de arrogancia, pero al llegar Tenten frunció el ceño al ver que él otra vez estaba presumiendo por su hijo.
—Neji, ya estás otra vez haciéndote el chulo – Lo regañó la castaña, quien tomó a su bebé en los brazos y miró a su esposo con reproche -. Bueno, gracias por cuidarlo Hinata – Y dicho esto se alejó.
—Ya se enojó otra vez – Susurró Neji en voz baja, soltando un suspiro -. Bueno, ya se le pasará cuando estemos en la cama – Hinata se sonrojó por las palabras dichas por su primo mientras éste se alejaba de ella, pero el sonido de su celular la distrajo, sacándolo de su bolsillo. Notó un mensaje de texto que le sacó una sonrisa al leerlo.
—Naruto-kun – Susurró mientras sus mejillas se coloreaban tiernamente. Luego guardó su celular y se dirigió a la mesa en donde estaba en resto de su familia, listos para comenzar con la cena de noche buena
"Feliz navidad Hinata, te mando un beso y un abrazo. Naruto"
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—Feliz navidad Sasuke – Dijo Sakura alzando una copa de vino y chocándola con la que sostenía Sasuke. Ambos bebieron un trago y luego él dejó la copa sobre un mueble para abrazar a la chica apretadamente -. S-Sasuke – Se quejó la peli rosa por la sorpresiva acción.
—Esta ha sido mi mejor navidad, que bueno que preferí venir aquí que quedarme con mi familia – Dijo abrazándose más a ella, escondiendo el rostro en su cuello, como buscando un refugio. Sakura se dio cuenta de que él hablaba con cierto dolor, lo que la extrañó, pues en todo el tiempo que llevaba de conocerlo jamás él le había hablado así.
—Sasuke… - Sakura se separó un poco de él para mirarlo a los ojos -. ¿Qué te sucede? ¿Por qué te ves tan triste?
—No es nada – Aseguró el Uchiha con una leve sonrisa, aunque en sus ojos aún se veía reflejada esa tristeza. Sakura no le quiso insistir más y sólo lo besó, dando paso ambos a las caricias mutuas, hasta desvestirse lentamente.
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La familia Sabaku No se encontraba cenando alrededor de la gran mesa, todos con una sonrisa en sus rostros, incluso los padres de Matsuri estaban ahí.
—Que buena te quedó esta comida Matsuri – Decía una sonriente Temari, quien comía más de lo normal debido a su embarazo.
Matsuri agradeció con un gesto de cabeza, había pensado en hacer sólo el postre, pero cuando menos lo pensó ya tenía todo listo.
—Y bien Matsuri – Habló la madre de la castaña mientras dejaba los cubiertos sobre la mesa -. ¿Cuándo nos alegrarán Gaara-kun y tú diciéndonos que tendremos un nieto?
Al oír la pregunta Matsuri casi escupió el jugo que estaba bebiendo y a Gaara le sucedió exactamente lo mismo, la verdad es que fue una reacción muy graciosa por parte de ambos.
Todos rieron al verlos tan nerviosos, menos la madre de la castaña, que no veía nada malo en preguntar, siempre había soñado con ser una hermosa y joven abuela.
—¿Y bien princesa? ¿No piensas decirme cuando tendré un nieto? – Insistió Ayako mirando a su hija. Matsuri sabía muy bien que a ella le obsesionaba la idea de tener un nieto.
—No lo sé mamá, apenas vamos a llevar tres meses de casados, aún es muy pronto – Dijo un poco nerviosa y viendo constantemente de reojo a Gaara -. "Además, ni siquiera hemos tenido relaciones" – Pensó frustrada.
—Queremos esperar un poco más – La secundó Gaara también algo nervioso -. Eso de tener un bebé es una decisión muy importante y cuando lo tengamos queremos estar seguros.
—Así es – Terminó Matsuri sonriendo, volteando a ver a su esposo nuevamente -. "Demonios, lo has dicho como si fuese verdad…"
Gaara miró a Matsuri y siguió comiendo en silencio – "No me importaría tener un hijo si puedo hacer el amor contigo. Matsuri… estoy loco por ti…" – Pensó, sintiendo deseos de mandar todo al diablo y confesarle de una vez a Matsuri que la amaba y que la deseaba entre sus sábanas.
—Pero créanme cuando les digo que tener un bebé no es algo para asustarse, al contrario – Dijo Sari con una sonrisa, mientras que su hija comía pastel sentada sobre sus piernas. Después de eso, la chica miró a Shikamaru, como si esas palabras fuesen dedicadas a él.
—Es verdad – La apoyó Kankuro -. Tener un hijo con la persona que amas es lo mejor que te puede pasar.
Gaara sólo volvió a mirar a Matsuri, sonriéndole sólo a ella, mientras Shikamaru miraba a su esposa, notándola un poco triste, todo por su maldita culpa.
Después de la cena todos estaban charlando en la sala y bebiendo un poco de vino. Miki se había quedado dormida así que Kankuro y Sari fueron los primeros en despedirse, no sin que antes el castaño le diese su regalo a su esposa.
Temari estaba un poco alejada del resto ya que ella no podía beber por estar en estado, pues tenía que cuidar mucho el desarrollo de su bebé. Estaba mirando las estrellas por la ventana del oscuro pasillo, cuando sintió como alguien tomaba suavemente su mano derecha.
—¿Qué quieres? – Preguntó volteándose de mala manera. Estaba aún demasiado dolida y enojada con él, aunque había estado fingiendo que todo estaba bien para que sus hermanos no se enterasen ni se preocupasen.
—No me trates así, sólo quiero pedirte perdón por todo, sé que he sido un idiota pero…
—Pero nada Shikamaru – Lo interrumpió Temari soltándose de su agarre -. Quiero que sepas que en cuanto nazca mi bebé te pediré el divorcio.
—¿Qué? ¿Temari que estás diciendo? – Interrogó incrédulo el Nara, sintiendo de pronto como algo dentro de él se rompía con fuerza, porque la estaba perdiendo. Apoyó ambas manos sobre los hombros de la rubia, mirándola con desesperación -. No Temari, por favor no me hagas esto – Rogó sin dejar de mirarla -. No quiero perderlos, ni a ti ni a nuestro hijo.
—Ahora dices que es nuestro… - Dijo Temari con rabia en su voz. De un golpe apartó las manos de Shikamaru y se alejó para ir a despedirse, pues ya tenía ganas de irse a casa. Shikamaru sólo la siguió en silencio, iba a ser muy difícil conseguir su perdón, pero no estaba dispuesto a rendirse.
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Ya todos se habían despedido y Matsuri se encontraba sentada en el jardín, observando cómo caía la nieve. Se abrazó a sí misma por el frío y de pronto sintió como el calor de un abrigo la inundaba. Se volteó y vio a Gaara sentarse a su lado, mientras que sus manos acercaban un poco más el abrigo hacia su cuerpo, era de él.
—Te puedes resfriar – Fue todo lo que dijo, para luego mirar al cielo en silencio. Matsuri notó que él traía una pequeña cajita envuelta con un lazo entre sus manos.
—¿Eso…? – Preguntó señalándola. Gaara la observó, se sintió un tanto nervioso, pero finalmente decidió mirarla a los ojos.
—Es para ti, tu regalo de navidad, no te lo había dado aún – Le ofreció la cajita a la castaña, quien la recibió con su corazón latiendo muy rápido, este momento era muy hermoso, sin duda uno de los que siempre guardaría en su corazón.
—Gracias Gaara – Dijo mientras quitaba la cinta de color rojo como el cabello de su amado. Abrió la cajita y se encontró con un precioso collar de plata, una cadena de la cual colgaba un dije con la forma de la letra M. Ella lo miró con sus ojos brillando de la emoción, no porque fuese un regalo caro, sino porque era de él -. Está hermoso.
—Trae acá, déjame ponértelo – Le dijo Gaara. Matsuri se lo entregó y se bajó un poco el abrigo hasta los hombros, para darse la vuelta y así permitir a Gaara poder ponerle aquella cadena delicadamente en ese cuello que deseaba besar una vez más. Después de cerrar el broche Matsuri se volteó, dejando caer su cabello y luciendo la joya que brillaba fuertemente -. Te ves hermosa.
Matsuri sólo se sonrojó, bajando la mirada, pero Gaara no podía dejar de verla. La tomó del mentón y le levantó el rostro, perdido completamente en sus labios, quedándose hipnotizado. Sus ojos se fueron cerrando mientras se acercaba a ella, quería besarla, lo necesitaba, pero cuando estaban a unos centímetros algo llamó la atención de la castaña.
—Mira Gaara – Matsuri se separó de él señalando al cielo -. Es una estrella fugaz.
—¿Eh? – El pelirrojo miró al cielo, sorprendiéndose al ver la estrella fugaz aún con el cielo nublado por la nieve que caía. Volteó hacia Matsuri y la notó con los ojos cerrados, al parecer pidiendo un deseo.
—"Deseo… deseo que Gaara pueda amarme" – Pensó con una leve sonrisa -. "No, deseo tener el valor de decirle que lo amo con todo mi ser" – Se corrigió, pues lo que en verdad necesitaba era un poco más de valor.
—¿Pediste un deseo? – Preguntó Gaara esbozando una sonrisa divertida. La chica asintió con la cabeza y se puso de pie -. ¿Dónde vas?
—A dormir – Fue la respuesta de Matsuri antes de entrar a la casa. Gaara se quedó unos segundos ahí, sentado en el altillo de la entrada de la mansión, hasta que finalmente decidió entrar también.
Cuando llegó a la habitación Matsuri ya se había puesto su pijama y estaba destapando la cama para acostarse, pero de pronto una especie de mareo la hizo tambalearse y él se apresuró a atraparla, sintiendo como las curvas de la castaña rozaban con su cuerpo.
—¿Qué te sucede? – Preguntó un preocupado Gaara, aprovechando de sentar a Matsuri sobre la cama y así tocar su frente -. Tienes calentura, debes haberte enfermado.
—Creo que estoy un poco cansada, no he dormido demasiado en estos días, pero con algo de descanso estaré bien – Aseguró Matsuri con una sonrisa tranquilizadora.
—Claro – Dijo Gaara asintiendo con la cabeza. Después de eso la chica se acostó y Gaara apagó la luz para dejarla descansar, dejando encendida sólo una pequeña lámpara. Se desvistió y se recostó en la cama, dándose la vuelta para poder observar a Matsuri, que le daba la espalda y ya se había quedado dormida.
Comenzó a acariciar su cabello castaño, notando el collar que le había regalado.
De un momento a otro ella se dio la vuelta, sorprendiéndolo al quedar muy cerca de él. Gaara podía sentir el aliento de Matsuri cerca de su boca y ya no podía resistirse, tenerla así de cerca era demasiado tentador, así que se le acercó más de forma inconsciente, al mismo tiempo que su corazón latía con rapidez.
—Matsuri, mi querida Matsuri – Susurró apoyándose en su codo para poder levantarse un poco y acercar su rostro al de la chica, acariciando su mejilla con la otra mano y acortando cada vez más la distancia entre sus labios, hasta hacerla nula, hasta desaparecerla.
Había posado sus labios sobre los de ella, la estaba besando aunque ella no lo supiese, a pesar de que no pudiera corresponderle por no estar consciente. Se sentía como un aprovechado, pero no podía negarlo más, la necesitaba como al aire que respiraba, necesitaba aunque fuese tan sólo un segundo sentir los labios de Matsuri contra los suyos, porque estaba locamente enamorado de ella.
Al separarse la siguió observando fijamente, sin dejar de acariciar su mejilla.
—Te amo Matsuri… te amo – Murmuró sonriendo. Después alejó su mano de ella y le dio la espalda, cerrando los ojos e intentando dormirse. Y nuevamente, se quedó con el deseo de amarla y de decirle lo que sentía atravesado en la garganta.
Tal vez nunca sería capaz de confesarlo.
Continuara…
Avance:
Las cosas entre Shikamaru y Temari finalmente se arreglan, mientras que Naruto, en un arranque de celos sigue a Hinata en una de sus citas con Kiba, lo que finalmente podría terminar mejor de lo que espera. Gaara está cada vez más confundido respecto a sus sentimientos, sabe que ama a Matsuri pero no sabe cómo enfrentar eso, además, nuevamente los celos lo llevan a competer imprudencias, lo que podría echar a perder todo con Matsuri.
Próximo capítulo: Tus dulces labios.
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¡Gaara le dijo que la ama! Pero ella estaba dormida jejeje, que mala soy, todavía toca esperar un poco más para lo bueno, pero ya falta muy poco.
Bueno, espero que el capi les haya gustado.
¡Bye! | |
| | | N!ky Nivel 45
Cantidad de envíos : 10927 Edad : 28 Localización : Gobernando en el Infierno Fecha de inscripción : 30/12/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Vie Feb 11 2011, 09:29 | |
| Kyaaa!!! pero k sugoi estuvo el capitulo!!!!!!! Pobre Shikamaru esta sufriendo x k au se siente confudido y Temari no lo kiere escuchar... u.u ahhh si tan solo matsuri hubiera estado despierta... De verdad te felicito Selene-Chan eres muy buena escritora, mereces ser reconocida xD Eres una escritora sugoi Espero la Conti!!!! Matta ne!! | |
| | | lavida13 Nivel 8
Cantidad de envíos : 307 Edad : 29 Localización : aldea de konoha mansion hyuga-uzumaki Fecha de inscripción : 15/01/2011
| Tema: gaa-matsu Sáb Feb 12 2011, 09:50 | |
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| | | shirookami Nivel 2
Cantidad de envíos : 62 Edad : 33 Fecha de inscripción : 16/08/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Mar Feb 15 2011, 11:39 | |
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| | | Selene-chan Nivel 6
Cantidad de envíos : 213 Edad : 33 Localización : En mi casa Fecha de inscripción : 21/04/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Jue Feb 17 2011, 14:15 | |
| ¡Hola!
Bueno, creo que esta vez no me tardé tanto ¿Cierto?
Como sea, les dejo de una vez la primera parte del capi, y muchas gracias por sus comentarios ^^
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Capítulo 11: Tus dulces labios
Ya estaban en su cuarto mes de matrimonio y las cosas para Gaara estaban cada vez peor, pues con cada nuevo día que pasaba a su lado se sentía más enamorado de Matsuri, aunque también los celos eran mayores, los sentía con cada hombre que se acercaba a su esposa.
—Por fin acabé – Dijo esbozando una leve sonrisa al terminar de revisar unos planos en su laptop. Miró su reloj de mano y notó que eran las doce del día, la hora perfecta para una cita —. Creo que invitaré a Matsuri a cenar, quiero pasar tiempo con ella.
Ya decidido a salir con su esposa, Gaara se puso de pie y salió de la oficina, encontrando a la castaña charlando muy animada con unas empleadas. Dirigió sus pasos hacia ella, pero alguien se le plantó en frente con una sonrisa molesta. El pelirrojo frunció el ceño pues la presencia de esa mujer le desagradaba mucho.
—¿No vas a saludarme Gaara? – Preguntó Sayuri con su habitual actitud engreída. Durante estos cuatro meses había estado relativamente tranquila, pero ya estaba cansada de eso, ya no más, de ahora en adelante se iba a encargar de destruir ese matrimonio a como diera lugar.
—Claro, hola Sayuri – Dijo Gaara con frialdad, pasándola de largo y yendo hacia Matsuri. Sayuri sólo sonrió de forma maliciosa, sin tratar de seguirlo, ya tendría tiempo para encargarse de él.
—Ah, yo también me quiero casar pronto – Dijo una de las chicas que estaban con Matsuri, mientras llevaba ambas manos a su rostro y se sonrojaba.
—Seguro no encontrarás un esposo tan guapo como el de Matsuri-san – Opinó la otra, provocando carcajadas en las tres. En ese momento Matsuri sintió como alguien la abrazaba cálidamente por la espalda, poniendo las manos en su cintura.
—¿Vamos a almorzar Matsuri? – Le preguntó al oído, haciendo que su esposa se sonrojara.
—Claro Gaara, vamos – Respondió la castaña. Gaara le dio la mano y se la llevó luego de despedirse de esas dos chicas, las cuales sólo suspiraban encantadas con aquel pelirrojo, deseaban tanto un marido como ese.
Mientras Matsuri era llevaba por Gaara, se sentía muy extraña. Desde la navidad él actuaba muy diferente, casi como un esposo de verdad, ya que era cariñoso y la abrazaba cada vez que podía y eso nunca lo hizo antes, incluso parecía no andar con ninguna mujer desde hace un tiempo, ni siquiera miraba a las mujeres hermosas que pasaban por su lado como antes y cada vez que Yuki lo llamaba se inventaba una excusa para no verla. Pero sin duda lo más raro era que no permitía que ningún hombre se acercara a ella ¿Acaso estaba actuando como un hombre celoso?
—"¿Será que Gaara está…?" – La castaña enseguida le miró confundida, pero no fue capaz de decirle nada ¿Qué pasaba si no eran más que suposiciones suyas? Tal vez sólo se estaba haciendo ilusiones otra vez, no debía ser tan tonta.
—Sube Matsuri – Le dijo Gaara abriéndole la puerta del auto. Matsuri asintió con la cabeza y entró, ni siquiera se había dado cuenta de cuando llegaron al estacionamiento por estar pensando en tonterías.
Por su parte, Gaara subió al auto, mirándola de reojo y mientras encendía el motor para salir del edificio pensaba en lo hermosa que ella lucía hoy. Cada día Matsuri se ponía más linda y él no tenía el valor para decirle cuanto le gustaba, cuan loco lo estaba trayendo.
Lo mejor sería guardar silencio, aunque ese silencio lo estuviese matando y se estuviese quemando por dentro, era lo que debía hacer.
Sayuri hizo parar un taxi y subió a él, aún sin para de sonreír maliciosamente.
—Siga a ese auto – Ordenó al conductor, el cual sólo obedeció sin más.
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Temari estaba saliendo de la empresa dirigiéndose al estacionamiento, cuando de pronto Shikamaru se apareció frente a ella, viéndola fijamente.
—¿Qué quieres ahora? – Cuestionó la rubia frunciendo el ceño. Shikamaru la observó con tristeza, acercándose a ella para luego abrazarla. Desde la navidad había intentado todo para que ella lo perdonara, le había traído flores, chocolates y hasta una serenata, pero nada funcionaba, ni siquiera las disculpas que le había ofrecido un millón de veces, ya no sabía que más hacer —. Suéltame – Exigió Temari.
—Quiero ir contigo al control médico – Dijo Shikamaru, ignorando tanto la pregunta como la exigencia de su esposa, la cual de pronto relajó su cuerpo —. No me lo niegues, eres mi esposa y este es mi hijo.
—¿Por qué? – Fue lo único que salió de los labios de Temari, ya que ni siquiera tenía las fuerzas para empujarlo lejos de ella, así que sólo lo siguió abrazando.
—Te lo acabo de decir, eres mi esposa y vas a tener a mi bebé, quiero rectificarme por los errores que he cometido, sé que he sido un problemático – Aseguró, aún sin soltarla. Y Temari por un momento quiso dejar de pelear, sólo pudo quedarse así, abrazada a él.
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Naruto estaba a punto de irse a comer cuando notó que Hinata estaba por salir, pues se arreglaba un poco el cabello frente al espejo. Se acercó a ella sonriendo, pensando en invitarla a salir con él.
—Hinata… - La llamó sonriente. Ahora que había pasado más tiempo con ella había pensado mejor las cosas, poco a poco se había enamorado de ella, había descubierto cosas en Hinata que ninguna otra mujer poseía y quería decírselo cuanto antes. Eso que sentía por ella era muy diferente a lo que alguna vez sintió hacia Sakura, era algo que le llenaba por completo y le hacía vibrar como un niño.
—Sí ¿Qué sucede Naruto-kun? – Preguntó Hinata sonriendo dulcemente, provocando un leve sonrojo en las mejillas del ojiazul, mientras su corazón daba un extraño vuelco.
—Yo quería preguntarte si te gustaría que fuésemos a almorzar juntos, es que tengo algo que preguntarte – Respondió bajando la mirada pues se sentía avergonzado. Sí, planeaba decirle a Hinata lo que sentía por ella, necesitaba que ella supiera lo que le provocaba en lo más profundo de su ser.
—Lo siento Naruto-kun, tengo una cita con Kiba-kun ahora y estoy atrasada – Dijo Hinata dándose la vuelta, sin notar la expresión de sorpresa y dolor en el rostro de Naruto. La ojiperla se alejó; era la primera vez que lograba decirle que no a él, pero lo había hecho sólo porque ya se había comprometido con Kiba y por nada más.
Naruto no podía creer lo que había pasado ¿Acaso las cosas con ese idiota iban tan enserio? Se sintió como un imbécil, totalmente ridículo y patético, porque esto estaba sucediendo por su culpa, por su indecisión.
—Maldición… - Masculló apretando los puños con rabia —. No la voy a perder, no sin decirle que la quiero…
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Estacionó su auto y bajó dando un portazo. Se sentía molesto, desde hace varios días que estaba tratando de hablar con ella y no podía porque ella siempre le decía que estaba ocupada. Hoy estaba fastidiado porque cuando la llamó le dijo que estaba yendo a comer con su esposo.
—Maldito Gaara… - Masculló con enfado. Odiaba la sola idea de que su Matsuri se entregara a él cada noche, de que Gaara fuese el dueño de ese cuerpo que siempre soñó con poseer, de ese corazón que siempre quiso que fuera suyo. Pero no, Matsuri siempre había amado a Gaara, aún cuando fue su novia no logró sentir algo así por él.
Sasori caminó hacia el interior de aquel restaurante pues se estaba muriendo del hambre, pero justo cuando se iba a sentar se dio cuenta de que ahí se encontraba la mujer de sus sueños junto al que era su esposo. Matsuri y Gaara estaban unas mesas más allá y ambos notaron a Sasori mirándolos con cierta sorpresa.
—Pero si es Sasori – Dijo la castaña esbozando una sonrisa, cosa que molestó a Gaara de sobremanera ¿Es que acaso a ella le agradaba su presencia?
La chica se levantó de su asiento, pero no alcanzó a dar demasiados pasos porque Sasori se acercó a ella con una gran sonrisa.
—Hola Matsu, hace días que no te veía – Dijo de forma seductora y caballerosa, tomando la mano de la castaña para besarla suavemente, gesto que la hizo sonrojar y que provocó los celos de Gaara, que no dejaba de verlos con el ceño fruncido.
—"¿Pero que le pasa a este estúpido? ¿Cómo se atreve a besar la mano de mi esposa?" – Pensó apareciéndole un tic en el ojo derecho; ahora sólo tenía ganas de matar a Sasori, si no fuera por Matsuri lo haría de verdad.
—Hola Sasori – Saludó Gaara con una sonrisa forzada, al mismo tiempo que separaba la mano de él de la de Matsuri, entrelazando sus dedos con los de la castaña que lo miraba desconcertada y confundida, porque no entendía su actitud tan despectiva hacia Sasori –sobre todo cuando ella estaba de por medio- ya que antes solían ser de los mejores amigos.
—Hola Gaara – Saludó Sasori con el mismo tono despectivo. Matsuri realmente no podía entender por que ellos se odiaban tanto, que había pasado para que de un momento a otro algo así sucediera, pero temía que en cualquier segundo trataran de matarse, así que debía estar alerta.
—Bueno Matsuri, volvamos a nuestra mesa a comer, ven – Gaara jaló a su esposa hacia la mesa para volver a sentarse y Sasori les dio la espalda, pero al ver eso Matsuri se sintió incómoda, no le parecía que debía dejarlo sentado solo a unas mesas de la suya, nunca había sido una persona descortés, así que se soltó de la mano de Gaara, sorprendiéndolo.
—Sasori – Lo llamó sonriendo dulcemente —. No te vayas a otra mesa, ven a sentarte con nosotros.
—¿De verdad? ¿No le molesta a tu esposo? – Cuestionó Sasori, mirando de reojo la expresión de rabia en el rostro de Gaara, sin embargo Matsuri no lo notó y sólo siguió sonriendo.
—Claro que no, por algo te estoy invitando – Sasori sonrió ante la insistencia de Matsuri, no podía negar que le agradaba que ella quisiese su compañía.
—De acuerdo preciosa – Respondió con su sonrisa seductora y amable. Pero a Gaara no le había gustado para nada todo esto de comer los tres juntos, se suponía que este sería un almuerzo entre él y su esposa, además una perturbadora idea le estaba pasando por la cabeza.
—"¿Podrá ser que… el hombre al que ama tanto Matsuri sea Sasori?" – Se preguntó sintiendo una leve punzada en su corazón; realmente le dolía el hecho de que Matsuri amara a alguien más con esa intensidad y se sentía como un estúpido por no poder decirle que estaba enamorado de ella, porque definitivamente esa persona a la que ella quería no era él, Matsuri sólo lo veía como su mejor amigo.
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Temari se encontraba recostada en una camilla mientras una doctora de larga cabellera rubia y ojos azules le aplicaba un gel frío sobre su vientre, para después dirigir sobre él una máquina, volteando a ver al monitor.
—Ahí se ve muy bien – Comentó la doctora sonriendo y señalando a la imagen que se movía muy despacio. Shikamaru la observó atentamente, no podía creer que ese era su bebé, era su hijo y él lo había rechazado —. Está muy sano, va todo muy bien.
—¿Estás segura Ino? – Preguntó Shikamaru algo inseguro, después de todo no veía más que sombras que no lograba interpretar con claridad, pero la doctora sólo asintió con la cabeza.
—¿Quién es la doctora aquí eh? – Cuestionó Ino sonriendo. Ella y Shikamaru habían sido compañeros de escuela y por tanto eran muy buenos amigos, se conocían el uno al otro a la perfección.
—Me alegra que el bebé esté bien – Dijo Temari sonriendo con alegría, ya que su futuro hijo era todo lo que tenía ahora. En ese momento entró una enfermera llamando a Ino, la cual se disculpó y salió a ver que pasaba, dejándolos a solas.
—Nuestro hijo será muy sano y fuerte ¿Cierto?
—Deja de decir que es nuestro – Reclamó Temari desviando la mirada. Estaba aún demasiado dolida y molesta por todo, no podía simplemente perdonarlo.
—Temari… - Shikamaru tomó la mano de su esposa y le sonrió. Ella lo miró con el ceño fruncido, cosa que hizo reír al pelinegro —. Siempre has sido la mujer más terca y temperamental del mundo… y creo que embarazada eres aún más problemática, pero te amo, eres mi esposa… y vas a tener a mi hijo.
—Tú lo odias Shikamaru – Dijo la rubia levantándose y quedando sentada mientras unas lágrimas rodaban por sus mejillas, sin embargo Shikamaru las secó con sus dedos.
—No es así, yo sé que he sido un idiota y mi primera reacción no fue la mejor. Estaba asustado, nunca me había imaginado con un hijo… siempre pensé que era problemático, pero estoy arrepentido de verdad ¿Qué más quieres que haga para que me perdones?
—Dime que lo quieres – Respondió Temari llevando una mano a su vientre, acariciándolo —. Dime que sí quieres que tenga a nuestro hijo… que cuando nazca sí vas a querer ser su padre.
—Yo sí quiero a nuestro hijo, sí quiero ser su padre y sí quiero que lo tengas, quiero verlo nacer, no me perdería ese momento por nada – Aseguró el Nara sonriendo, causando que ella sonriera también.
Temari se puso de pie y lo abrazó, lo abrazó muy fuerte, y entonces él la besó como no lo hacía desde hace tiempo, la extrañaba tanto que ya no lo podía soportar, necesitaba sentir sus labios una vez más y ahora por fin ella lo había perdonado. Debía de hacerse a la idea de que pronto dejarían de ser ellos dos, tendrían un hijo y al fin estaba comprendiendo que no era tan malo.
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—¿Por qué demonios estoy haciendo esto? – Se preguntó Naruto escondido detrás de unos arbustos, tapando su cara con una hoja larga mientras observaba en la calle de enfrente a Hinata y a Kiba sentados a la mesa de una fuente de sodas, hablando muy animadamente.
Naruto la había seguido para saber que estaba haciendo y hasta ahora no había pasado nada más que unas simples sonrisas y unas tomadas de mano, pero aún así se sentía celoso.
—Desgraciado, aléjate de ella – Susurraba enojado, expulsando una gran cantidad de aura negra de su cuerpo, porque se sentía extremadamente envidioso. Las personas que pasaban detrás de él le miraban raro ¿Qué hacía escondido entre los arbustos? Todos se preguntaban lo mismo.
Kiba en un momento le tomó la mano a Hinata y comenzó a acariciarla, y aunque la ojiperla lo soltó él volvió a tomarla. Naruto estaba hirviendo de los celos al ver eso, pero se distrajo al sentir como un líquido le caía en la pierna, al voltearse notó que un perro estaba haciendo sus necesidades sobre él.
—¡Ah! ¡¿Pero que te pasa perro estúpido?! – Gritó a todo pulmón, saliendo de su escondite.
Hinata escuchó un extraño grito y quiso voltear a ver, pero Kiba la tomó del mentón impidiendo que se diera la vuelta.
—Oye Hinata, no me había fijado pero que lindo color de labial estás usando – Le halagó, provocando que la chica se sonrojara al instante.
—Kiba-kun…
Naruto se volvió a esconder después de haber corrido al perro del lugar, pero aún así había quedado todo sucio.
—Maldito perro, me mojó todo mi pantalón de marca – Se quejó quitándose un poco de polvo de su camisa. En ese mismo instante volvió a mirar hacia donde estaban Hinata y Kiba, quedándose con la boca abierta al notar que… ¡Se estaban besando!
Sintió una horrible punzada, nunca le había dañado tanto una imagen como esa, pero era todo su culpa, por ser un idiota había perdido a Hinata y ahora ella estaba con ese tipo. No pudo hacer nada más que alejarse lleno de rabia, frustración y tristeza.
Hinata empujó a Kiba para alejarlo de ella y le dio una bofetada, la cual llamó la atención de los demás clientes, pero como Naruto ya se había marchado no pudo ver aquello.
—¿Cómo te atreves a besarme? No te he dado la confianza para eso – Reclamó la ojiperla con el ceño fruncido y claramente enfadada. Kiba se llevó una mano a su mejilla, la cual estaba algo roja.
—Lo siento Hinata, no creí que te molestara tanto – Se disculpó avergonzado.
—El que haya aceptado esta cita no significa que vaya a tener algo contigo – Dijo Hinata tomando su bolso, para después marcharse indignada y dando patadas al suelo.
Kiba sólo dejó el dinero de la cuenta sobre la mesa y se fue también.
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Matsuri comía muy animada, sin darse cuenta de que cada vez que Gaara y Sasori se llevaban un pedazo de carne a la boca, se miraban como si se fuesen a matar.
—Está delicioso – Dijo la castaña sonriendo, para después mirar a Sasori —. Y dime Sasori ¿Qué tal va todo con Akatsuki?
—Ya veo, con que tratas de espiar los secretos de mi empresa – Bromeó el pelirrojo haciendo sonreír a la chica ligeramente.
—No digas tonterías Sasori, sólo quiero charlar contigo.
—Todo va muy bien como siempre – Respondió Sasori ahora algo más serio, aunque no podía evitar mirar a Matsuri con ojos de enamorado, lo que enfermaba a Gaara por completo, pues no era ningún idiota para no darse cuenta.
—Espero que no les sorprenda cuando los aplastemos en el mercado con nuestros nuevos productos – Dijo Gaara con una sonrisa socarrona, sólo para molestar a Sasori, pero no pareció funcionar pues éste le miró de forma confiada.
—No estés tan seguro, Akatsuki es y seguirá siendo el líder en ventas – Afirmó Sasori viendo a Gaara de manera desafiante. Matsuri se dio cuenta que de seguir así esos dos se terminarían trenzando a golpes en cualquier momento, así que decidió cambiar la conversación.
—Y bueno… ¿Qué tal te va en lo personal? – Preguntó para destensar el ambiente, pero no sabía que su inocente pregunta pondría aún peor las cosas.
—Bueno… - Sasori miró a Matsuri profundamente, sonriéndole de esa manera que a ella le había gustado de él la primera vez que lo vio —. La verdad es que sigo perdidamente enamorado de ti – Confesó directamente, sin siquiera importarle que el esposo de Matsuri estuviera presente.
Ella se quedó sorprendida y blanca como una estatua, mientras que Gaara se puso de pie y golpeó la mesa furioso, haciendo que los platos y los cubiertos resonaran.
—¡Ya es suficiente! – Gritó alterado y viendo a Sasori con verdadero odio —. ¡Ya estoy harto de ti y tus estúpidos coqueteos con Matsuri! – Gaara tomó la mano de Matsuri de forma algo ruda y la hizo levantar —. ¡Escúchame bien, ella es mi esposa imbécil!
Matsuri no podía creer lo que estaba pasando, Gaara se comportaba tan posesivamente con ella que parecía que estaba celoso. Su esposo pagó la cuenta y la llevó jalándola del brazo bruscamente y Sasori salió tras ellos sólo para verlos subir al auto.
—¡Maldito seas Gaara, te juro que te la voy a quitar! – Gritó el pelirrojo furioso mientras el auto partía, no le importaba ni siquiera que la gente lo oyera o que lo tacharan de roba esposas.
—¿Así que estás enamorado de ella? – Escuchó la voz de una mujer desde su espalda. Se volteó y vio a una chica rubia, sonriéndole con complicidad —. Soy Sayuri, y estoy de tu parte.
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¿En que terminará todo esto?
Tendrán que esperar para saberlo, jejeje, sé que soy muy pero muy mala xD
¡Nos leemos en la conti!
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| | | N!ky Nivel 45
Cantidad de envíos : 10927 Edad : 28 Localización : Gobernando en el Infierno Fecha de inscripción : 30/12/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Jue Feb 17 2011, 15:29 | |
| Sugoi sugoi!!!! Pero k kawaii son los celos de Gaara-kun!!!!! Sasori y Sayuri se van a unir para sèparar a Gaara y Matsuri!! jajjaja pobre Naruto le mearon encima y no sabe k Hinata no esta enamorada de Kiba xD Nesesito la contiiiiiiiiii!!!!!!!!!!! onegai!!!!! Matta ne!!! | |
| | | Senaku Nivel 3
Cantidad de envíos : 87 Edad : 31 Fecha de inscripción : 17/09/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Vie Feb 18 2011, 01:43 | |
| jajaj me causo gracia Naruto espiando a Hinata
Las cosas por fin se agrreglaron entre shikamaru y temari, espero que shikamaru no vuelva a acobardarse
Ahora que Gaara admitio lo que siente se ha puesto mas posesivo, veamos como hara para sortear a Sasori jaja
siguelo | |
| | | ~PriincessYoko~ Nivel 13
Cantidad de envíos : 596 Edad : 32 Localización : Toii Con Mii Hermoso Hombre, Mii Kamikorosu! ;DDD <3! Fecha de inscripción : 21/01/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Vie Feb 18 2011, 10:28 | |
| Cada Vez Se Pone Mejor, Graciias Por Tus Contiis Actualizadas!!! xDDD Espero que Pongas Mas Seguiido!!! :P Seguiire Leyendo Tus Fiics!!! ;DDD Weno Cuidate Y Nos Leyemoos!!! C; Adiios~Desu Desuu! 8) | |
| | | lavida13 Nivel 8
Cantidad de envíos : 307 Edad : 29 Localización : aldea de konoha mansion hyuga-uzumaki Fecha de inscripción : 15/01/2011
| Tema: gaa-matsu Vie Feb 18 2011, 10:59 | |
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| | | shirookami Nivel 2
Cantidad de envíos : 62 Edad : 33 Fecha de inscripción : 16/08/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Jue Feb 24 2011, 16:45 | |
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| | | Dimencio Nivel 2
Cantidad de envíos : 50 Edad : 28 Localización : En la dimencion D, pero actualmente recido en el Olvido Fecha de inscripción : 27/02/2011
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Dom Feb 27 2011, 10:13 | |
| Hola Selene-chan, al fin encuentro tu fanfic hmm, y aqui esta mas avanzado que en Dz pero bueh, igual la historia es buena hmm, una alianza entre Sasori no danna y Sayuri no es muy buena convinacion pero a ver que pasará, creo que afectaran mas de la cuenta hmm, espero conti jejeje | |
| | | Selene-chan Nivel 6
Cantidad de envíos : 213 Edad : 33 Localización : En mi casa Fecha de inscripción : 21/04/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Dom Feb 27 2011, 15:28 | |
| Dimencio-kun, ya te lo había dicho pero eres bienvenido ^^
Bueno, muchas gracias por todos sus post, aquí les dejo la conti ^^
Antes de que se me olvide, hoy hay lemon xD
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—Claro, esta noche nos vemos – Decía Sasuke hablando por teléfono. Notó que Naruto entraba a la empresa y se despidió de Sakura, dirigiéndose a su amigo que no se veía de muy buen humor —. ¿Qué te sucede Naruto?
—No me pasa nada – Respondió el rubio de mala gana, ya que aún la imagen de Hinata y Kiba besándose no quería salir de su cabeza y lo perturbaba. Sasuke lo miró arqueando una ceja.
—Si tratabas de mentir déjame decirte que eres pésimo – Informó el azabache poniendo una mano sobre el hombro de Naruto, para después alejarse hacia el ascensor. Naruto sólo bufó con molestia y le siguió.
—"Maldita sea… estoy tan celoso…" – Pensó fastidiado, pero estaba seguro de una cosa y esa era que sin importar qué, hablaría con Hinata hoy mismo.
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Gaara detuvo su auto en el estacionamiento de la empresa y se bajó dando un fuerte portazo. Matsuri se bajó después de él; estaba aún sorprendida por lo que había pasado y se sentía muy enojada con Gaara, más que durante todo el camino él la había ignorado, peor ya no más.
—¡¿Qué demonios te sucede Gaara?! – Exclamó furiosa la castaña —. ¡¿Qué rayos es lo que se te ha pasado por la cabeza al hacer todo eso?!
—¡¿Y a ti como demonios se te ocurre invitar a comer con nosotros a tu amante?! – Gritó Gaara casi totalmente fuera de sí, dejando a Matsuri totalmente sorprendida por su reclamo, pero a la vez le provocaba un gran dolor pues nuevamente la trataba como a una cualquiera. Quiso abofetearlo ¿Pero que caso tendría?
—Sasori no es mi amante y lo sabes – Dijo bajando la mirada —. Estás ofendiéndome… - Trataba de contener las lágrimas. Se dio la vuelta y se dispuso a marcharse, pero Gaara la tomó fuertemente por la muñeca.
—No trates de manipularme haciéndote la ofendida, me dijiste… me juraste que no tenías nada con él, pero el muy imbécil te dice en frente de mi que te ama ¿Qué demonios quieres que piense? – Cuestionó apretando la muñeca de la joven, causándole dolor sin darse cuenta —. Lo odio… no soporto que esté cerca de ti.
—Tú fuiste el que dijo que aunque estuviéramos casados no teníamos que darnos ninguna explicación ¿Por qué estás interrogándome?
—No quiero que estés con él, con quien sea menos con él, te lo exijo, termina con eso ahora – Ordenó Gaara en tono demandante, pero Matsuri sólo se soltó de su agarre.
—No tienes derecho a exigirme nada, y ya te dije que no tengo nada con él – Reiteró la chica, pero Gaara nuevamente la tomó de la muñeca con fuerza, acercándose a ella más de la cuenta.
—Eres mi esposa, tengo todo el maldito derecho a exigirte lo que quiera – Masculló de forma seca y ruda, tomando a Matsuri bruscamente por la nuca para besarla. La castaña abrió los ojos como platos y trató de separarse de él al instante, pero no lo consiguió ya que él la sostenía con mucha fuerza y además de todo, el beso comenzaba a agradarle. Finalmente ella cerró sus ojos y se dejó llevar, moviendo sus labios suavemente para suavizar el beso. Gaara se separó un poco de ella para tomar aire, viéndola fijamente a los ojos, pero a los segundos después la tomó por la cintura y la empujó despacio contra la puerta del auto, volviendo a besarla pero esta vez de forma suave.
Matsuri separó un poco sus labios y sintió la lengua de Gaara adentrarse en su boca, volviendo el beso aún más apasionado y profundo. Las manos de él comenzaron a subir lentamente bajo la blusa de la chica, acariciando su espalda.
—G-Gaara… - Trató de decir Matsuri, pero él no la dejó hablar porque volvió a besarla, sin dejar de acariciar su piel, provocando leves descargas eléctricas por todo el cuerpo de la castaña.
—"Maldición, tus labios son tan dulces y cálidos, al igual que tu piel… Matsuri, ya no puedo más, tengo que decirte que te amo" – Pensaba Gaara sin detener su apasionado beso ni sus caricias; ya no aguantaba esto, necesitaba decirle a Matsuri lo que sentía por ella de una vez o sucumbiría.
Se separaron lentamente mirándose a los ojos, sorprendidos por lo que habían hecho, ya que ninguno de los sabía que decir. Matsuri trataba de decir algo, movía sus labios buscando las palabras, pero nada salía.
—Matsuri yo… - Finalmente fue Gaara el primero en hablar —. Yo sólo quiero decirte que yo estoy… que yo a ti te am…
Él estuvo a punto de decirlo, estuvo a punto de confesarle a Matsuri que la amaba, pero el sonido de la bocina de un auto lo interrumpió, lo que le recordó que se encontraban en el estacionamiento de la empresa, además al mirar se pudo dar cuenta de que ese era su hermano Kankuro. Se sintió como un estúpido y se alejó de Matsuri de inmediato.
—Lo siento Matsuri, lo siento mucho – Se disculpó y luego se subió al auto para sacarlo del camino.
Matsuri se llevó una mano a su pecho, sintiendo como su corazón daba fuerte y descontrolados latidos dentro, sintiéndome también muy desconcertada por esos increíbles besos que se habían dado.
—Dios mío… - Susurró con la respiración agitada y llevando dos dedos de su mano derecha sobre sus labios, porque aún podía sentir esos labios apasionados besándola.
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La tarde había llegado rápidamente y con ella la hora de la salida del trabajo. Hinata estaba agotada y además aún algo molesta por lo sucedido en la cita con Kiba. Se disponía a irse a su casa, pero de pronto sintió como alguien tomaba su mano, impidiéndole caminar.
—Espera Hinata – Le dijo Naruto mirándola seriamente. Hinata le miró algo sorprendida pues su actitud era muy rara, pero se sintió avergonzada porque él sostenía su mano fuertemente.
—¿Sucede algo malo Naruto-kun? – Preguntó bajando la mirada. Nunca imaginó que esta sería una noche que no podría olvidar jamás, pues cuando se dio cuenta ya Naruto la estaba besando.
Los ojos de la chica se abrieron tremendamente por la sorpresa, pues no entendía que era lo que estaba pasando, sólo pudo dejarse llevar por lo que estaba sintiendo. Naruto la tomó por la cintura apegándola a su cuerpo tentadoramente y volviendo el beso más profundo. La primera vez no lo había notado, pero los labios de Hinata eran extremadamente dulces y suaves, nunca había besado a una chica que le provocara esa sensación. Y Hinata no podía hacer más que corresponderle, porque verdaderamente estaba enamorada de él.
—¿Q-que fue eso? – Cuestionó confundida y tremendamente sonrojada al separarse de él, mas Naruto la miró fijamente, casi atravesándola con esa mirada.
—Hinata… yo estoy enamorado de ti – Se atrevió a confesar el rubio directamente, haciendo que el corazón de Hinata diera un salto, casi estando al borde del infarto. Trató de decir algo, pero no sabía que, estaba demasiado sorprendida, así que sólo pudo seguir oyéndolo —. No sé como pasó, de verdad no me lo explico, pero no hago más que pensar en ti todo el día, Hinata… sé que tú estás con Kiba pero yo…
—¿Con Kiba? – Lo interrumpió la Hyûga en tono de sorpresa, arqueando una ceja —. Yo no estoy con él ¿De donde has sacado eso?
—Los vi besándose, por favor no me lo niegues – Naruto se separó de ella, dejándola aún más confundida, pero de pronto la ojiperla lo miró con reproche.
—¿Has estado espiándome? – Enseguida el rubio se sintió nervioso, había metido la pata al decir que los había visto, sin embargo antes de poder responder sintió como Hinata lo abrazaba —. Yo no estoy con él, es cierto que me besó, pero me molesté por eso, además… yo sólo tengo ojos para ti – Dijo sonrojada, mientras los ojos de Naruto se abrían a más no poder.
—Hinata… - La volteó a ver sin poder creer lo que oía, su Hinata le correspondía. Entonces sin esperar más la volvió a besar profundamente, encontrando su lengua con la de ella y sintiendo sus suaves manos alrededor de su cuello. Estaba loco por ella, Hinata podía hacerlo ver las nubes con sólo tocarlo.
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—Y bien Matsuri ¿Vas a explicarme por que no te fuiste hoy con mi hermano? – Interrogó Temari mientras conducía su auto. Matsuri estaba sentada a su lado y miraba al suelo.
—Temari es que yo… no quiero verlo – Respondió la castaña que se encontraba algo deprimida. Temari la observó por un momento y luego frunció el ceño, volviendo su vista al frente.
—No me digas que se han peleado porque le descubriste a otra, porque si es así lo mato – Dijo la rubia enfadada, apretando las manos contra el manubrio, pero Matsuri negó con la cabeza.
—No es eso, lo que pasa es que él asegura que tengo un amante pero eso no es verdad – Aclaró la chica mientras una pequeña lágrima se escapaba de sus ojos —. Temari, lo nuestro es una mentira.
—¿Qué? – Exclamó Temari deteniendo el auto de golpe para luego mirar a su amiga sorprendida —. ¿Qué quieres decir con que es una mentira?
—Eso, que es falso, que nuestro matrimonio es fingido… Gaara no me ama y nunca lo hará… - Matsuri comenzó a sollozar despacio y Temari la miró con tristeza, fuera de que no podía creer que la boda, que todo había sido una mentira —. Todo fue un plan para recibir la herencia y ya… ya no puedo más… realmente lo amo pero él a mí…
—Pero… ¿No estás diciendo que se enojó contigo por un supuesto amante? – Preguntó la rubia un poco desconcertada por la confesión de su amiga.
—Sí, pero es sólo porque no quiere quedar como un cornudo – Dijo Matsuri secándose las lágrimas —. Tú sabes lo posesivo que es y ahora que soy su esposa me ve como un trofeo… no quiere perder ante nadie – Volvió a secarse las lágrimas y sonrió dolorosamente —. Él no me quiere, sólo me ve como una posesión y ya.
—Yo no lo creo.
—¿Eh? – Matsuri miró algo confundida a su amiga.
—Que he visto como mi hermano te mira, yo estoy segura de que él sí te quiere, pero hay que hacer que se de cuenta de eso – De pronto Temari comenzó a reír maliciosamente y miró a Matsuri, la cual se intimidó por esa mirada —. Y yo tengo la idea perfecta.
Matsuri tan sólo puso una mueca de confusión, quizás que cosa rara se le había ocurrido a su cuñada ahora.
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Naruto y Hinata mantenían sus labios unidos en un apasionado beso, mientras que el rubio la sostenía por la cintura, sin embargo ya no se encontraban en la empresa, sino que ahora estaban en el departamento de Naruto, en su habitación. La Hyûga no podía creer lo que le estaba pasando, primero Naruto se le había declarado y ahora se estaban besando y estaban completamente solos, sin que nadie los interrumpiera.
—Naruto-kun, estoy avergonzada – Dijo bajando la mirada con un tierno sonrojo en sus mejillas, que para Naruto la hacía lucir simplemente adorable.
—¿Por qué Hinata? No estamos haciendo nada malo – Dijo Naruto sonriendo y acariciando la mejilla de la chica. Besó su frente y se alejó —. Te llevaré a tu casa, vamos – Tomó la mano de Hinata y quiso caminar con ella, pero la ojiperla lo detuvo.
—Naruto-kun, yo ya no soy una niña, sé perfectamente lo que quiero y quiero estar contigo- Confesó con seguridad y sin titubear por fin, causando cierta impresión en el rubio que luego sonrió y no dijo nada más, sólo volvió a tomarla por la cintura con delicadeza y la besó apasionadamente, olvidando por completo lo dulce y tierna que ella podía llegar a ser, porque en este momento Hinata le despertaba otro tipo de sensaciones, el deseo, la pasión, quería sentirla por completo.
En medio de aquel beso sus manos fueron bajando lentamente, hasta posarse sobre el trasero de la chica, que de un momento a otro tensó su cuerpo con nerviosismo, porque por muy decidida que estuviera esta sería su primera vez.
Los labios del rubio bajaron despacio por el cuello de Hinata, mientras sus manos volvían a subir para dirigirse al borde de su abrigo, haciendo que éste cayera al suelo. Sin dejar de besarla, comenzó a empujarla hasta llegar al borde de la cama.
—Hinata… - Le susurró al oído, provocando un estremecimiento por todo el cuerpo de la chica —. Quiero hacer el amor contigo – Y la última frase fue suficiente para que el corazón de Hinata se terminara de derretir al igual que una barra de chocolate sometida al calor.
—Y-yo también Naruto-kun… quiero… estar contigo… - Naruto volvió a besarla, sin permitir que dijera una palabra más. Con sus manos comenzó a desabotonar su blusa, y cuando llegó hasta el último botón le quitó la prenda por completo, para observar el cuerpo de Hinata, lo que lo hizo sonrojarse levemente.
—Eres hermosa Hinata – Dijo sorprendido. Hinata se sonrojó y bajó la mirada.
—Me estás avergonzando – Susurró cubriéndose su cuerpo con las manos, pero Naruto hizo que volviera a descubrirse y la besó en los labios.
—No te cubras, quiero verte – Pidió el rubio. Volvió a besar el cuello de la ojiperla, acariciando con suavidad su espalda, mientras dirigía sus manos al broche del brasier de la chica.
Hinata no quiso quedarse quieta y comenzó a desabotonar la camisa del rubio, acariciando sus pectorales y su abdomen. Era cierto que era la primera vez que hacía algo como esto, pero a parte de estar algo nerviosa no tenía miedo alguno, pues confiaba plenamente en Naruto.
Al quitarle por completo la camisa se quedó perdida observándolo, le parecía tan guapo con el torso desnudo que en cierta forma se desconcentró, así que Naruto aprovechó ese instante para levantarla entre sus brazos y arrojarla con cuidado sobre la cama. Se recostó sobre ella, aprisionándola bajo su cuerpo y volviendo a devorar su suave cuello, mientras que sus manos se disponían a bajar el cierre de la falda de la chica. A Hinata le avergonzaba el hecho de sentirse cada vez más desnuda, pero cuando Naruto la besaba instantáneamente eso se le olvidaba por completo.
Las manos del rubio se deslizaron por las piernas de la ojiperla, logrando sentir la suavidad de su piel. Por su parte Hinata pudo sentir una especie de bulto contra su entrepierna y enseguida supo de que se trataba, por lo que otra vez los nervios regresaron. La respiración de Naruto era agitada, lo que aumentó en el momento en que se deshizo del sujetador de la Hyûga, para dejar por fin a su merced esos voluptuosos pechos que enseguida lo volvieron loco.
—N-Naruto-kun… – Susurró Hinata al sentir como Naruto comenzaba a pasar su lengua sobre uno de sus pezones, mientras su mano pellizcaba el otro —. Ah… - Esta vez gimió cuando él comenzó a darle sutiles mordidas, sin embargo sus latidos se aceleraron al máximo cuando la mano del rubio se dirigió hacia su intimidad, masajeándola sobre su ropa interior.
—Relájate Hinata – Aconsejó Naruto sonriéndole. Hinata asintió con la cabeza y cerró los ojos cuando la mano de Naruto se deslizó bajo sus bragas y sintió uno de sus dedos hundirse en su intimidad.
—¡Ah…! – Se quejó levemente la peli azul. Naruto no le hizo mucho caso, aumentando un poco el ritmo de su caricia y sintiendo lo húmeda y caliente que se encontraba aquella zona de la joven. Hinata comenzó a gemir despacio y para Naruto era un verdadero deleite tener así a la dulce y tímida Hinata, completamente sometida a él.
—Ya no puedo más Hinata, te necesito ahora – Le susurró al oído de forma seductora, causando que ella se sonrojase una vez más y, sin esperar respuesta, se deshizo de sus pantalones y de sus bóxers, quedando desnudo frente a la sorprendida joven. Hinata nunca había visto a un hombre desnudo, era la primera vez que sentía todo eso, así que Naruto lo comprendió y la besó tiernamente en los labios mientras le quitaba su última prenda —. No te asustes, todo estará bien – Le aseguró. Hinata lo rodeó por el cuello y separó sus piernas para concederle la entrada, viéndolo a los ojos.
—Hazlo Naruto-kun, estoy lista – Musitó sonrojada. El rubio sólo asintió con la cabeza, no podía dejar de sentir ternura hacia ella, era demasiado inocente aún, pero la amaba y quería sentirla por completo, así que sin esperar un segundo más comenzó a entrar en ella, causándole un gran dolor.
Hinata cerró sus ojos y se tensó completamente debido a la extraña sensación que la invadía. Enterró sus uñas en la espalad de Naruto, al mismo tiempo que las lágrimas escapaban de sus ojos por sí solas, respondiendo al hecho de que algo en su interior estaba siendo roto, la barrera que indicaba su virginidad ya no estaba.
—Perdona por lastimarte – Le dijo Naruto secando sus lágrimas con sus dedos pulgares para luego fundirse con ella en un apasionado beso. Comenzó a envestirla despacio, sin separar sus labios de los de ella aún, hasta lograr que Hinata se acostumbrara a su intromisión.
Cuando finalmente la ojiperla se acopló, rodeó con sus piernas las caderas del rubio y comenzó a gemir al sentir el placer que rodeaba por entero su cuerpo. Por primera vez podía sentir como miles de descargas eléctricas se apoderaban de su ser y no quería que parase, se sentía tan bien que sólo quería que él fuese más rápido y fuerte, pues del dolor ya nada quedaba, sólo una grata sensación de estar con el hombre que amaba.
Naruto no podía creer que estaba haciendo el amor con Hinata, con aquella tímida y dulce asistente que desde que la había conocido lo había hecho sentir como nadie. Pero esto era real y maravilloso, porque ahora más que nunca sentía que la amaba con todo su ser, ahora que ella era suya. Y oírla gemir era tan excitante y embriagador que no se dio cuenta en que momento ya estaba por alcanzar el clímax.
Hinata lanzó un grito al sentir como algo explotaba dentro de ella, alcanzando el cielo al mismo tiempo que lo hacía Naruto. Y luego de acabar, el rubio salió de ella y la abrazó con fuerza, tratando de respirar normalmente.
—Dios… fue grandioso Hinata…
—¿De… verdad? – Preguntó ella dudosa y sonrojada, aunque estaba tremendamente feliz de haber tenido su primera vez con su amado rubio. Naruto cubrió sus cuerpos con la manta de su cama y acarició su mejilla suavemente.
—De verdad – Aseguró con su brillante sonrisa, acercándose más a ella —. Te amo.
—Yo también te amo – Respondió la Hyûga justo antes de que él la besara de nuevo y volviera a aprisionarla bajo su cuerpo, pues al parecer aún la noche era muy larga.
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Temari se encontraba dormida mientras que Shikamaru la observaba atentamente. Después de haber ido a dejar a Matsuri a su casa la rubia había caído rendida y su esposo no podía hacer más que observarla, acariciando su cabello.
—Me alegra que me hayas perdonado, prometo que no lo arruinaré de nuevo – Susurró Shikamaru a su oído, para después besar su frente y recostarse a su lado, abrazándola. Era cierto que no era un tipo demasiado romántico, pero de todas formas ella no lo iba a saber.
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Matsuri se hizo un moño con los lazos de su sexy pijama de encaje transparente de color negro, mientras se miraba al espejo no muy convencida de lo que iba a hacer, ya que sería sin duda lo más vergonzoso que haría en su vida, además aún seguía enojada con Gaara.
—Tengo que hacerlo, prometí que haría que Gaara se fije en mí… lo haré – Se dijo tratando de convencerse. Se miró nuevamente, comprobando que la ropa interior que traía debajo le quedara realmente bien, era la misma que había comprado aquella vez en el mall, ahora la luciría frente a Gaara para ver que pasaba, tal como le dijo Temari.
Salió desde el baño hacia la habitación y ahí estaba Gaara, recostado en la cama y viendo la televisión. Ella aún recordaba el beso de esa tarde y no podía evitar querer repetirlo, de sólo pensarlo se le erizaba la piel, había sido algo grandioso. Deseaba tanto que Gaara la tomara entre sus brazos, que acariciara su piel, que le hiciera el amor de la forma más apasionada existente, como a todas esas mujeres que él había tenido.
—"Gaara…" – Pensó observándolo, sonrojándose con sólo verlo —. "¿Por qué eres tan guapo? Como me gusta tu cuerpo… tus ojos, y ese pelo… tus labios…" – La chica sacudió su cabeza para dejar de pensar en tonterías y se acercó a su esposo, carraspeando para llamar su atención.
Gaara desvió su mirada del televisor al oír carraspear a Matsuri, volteando el rostro para mirarla y quedándose con la boca abierta. Matsuri estaba usando un provocativo y sexy conjunto de encaje, el cual dejaba apreciar su hermosa figura, desde sus firmes pechos hasta su delgada cintura y sus largas piernas ¿Pero como demonios se lo ocurría vestirse así? ¿Es que acaso quería matarlo de un ataque cardiaco?
Lo estaba tentando demasiado y él no podía con tanto…
—¿Estás viendo algo interesante? – Preguntó Matsuri sentándose en su lado de la cama, mientras los ojos del pelirrojo la seguían fijamente.
—Eh… no, nada interesante – Respondió Gaara extremadamente nervioso, ya que ella estaba siendo muy cruel al ponerse así en frente de él sin que pudiese tocarla y hacerla suya como tanto quería.
—Ah que bien – Fue todo lo que dijo la castaña, en un tono medio grosero ya que no olvidaba lo molesta que seguía con él. Se acercó a su cajón y sacó su crema de noche, comenzando a aplicarla sobre sus piernas realizando suaves movimientos con sus manos, los cuales tenían a Gaara hipnotizado y casi babeando.
—Voy a beber agua y ya regreso – Avisó el pelirrojo parándose para salir del cuarto, huyendo como siempre hacía cada vez que estaba a punto de lanzarse sobre Matsuri. Pero algo que ella dijo lo detuvo.
—Sasori no es mi amante, no tengo nada con él y no me interesa tenerlo – Aclaro la chica con la mirada baja. Gaara no se volteó a verla, había recordado lo de Sasori y se sentía mal por ello.
—¿Acaso no es él el hombre al que tú amas? – Interrogó empuñando una de sus manos sin que ella se diera cuenta, la idea simplemente le repugnaba.
—Claro que no, no digas cosas sin sentido.
—"Cosas sin sentido…" – Pensó Gaara molesto, pero no dijo nada más, ni siquiera se disculpó con Matsuri, simplemente se marchó. Le tranquilizaba saber que no había nada entre Matsuri y Sasori, pero se había dejado llevar por sus celos y había tratado muy mal a Matsuri, pues no lo pudo evitar, odiaba a Sasori con toda su alma y aborrecía la idea de que se acercara a su Matsuri, su esposa.
Mientras, Matsuri se dejó caer sobre su cama con tristeza. Le dolía mucho lo que había pasado, aquella horrible pelea ¿Pero acaso Gaara estaba celoso? ¿Sería posible que sintiera celos de Sasori?
—Gaara… que tonto eres ¿Es que no puedes darte cuenta de que tú eres el único que me importa? – Se preguntó cerrando los ojos.
Como deseaba ser valiente ahora.
Continuara…
Avance:
Naruto y Hinata son novios. Temari y Shikamaru han arreglado todas sus diferencias y ahora son felices, pero en medio de tanta felicidad, una acción de Kin podría poner en riesgo la vida del futuro hijo de ellos. Gaara y Matsuri comienzan a llevarse peor que nunca, pues ella ha decidido darle una lección para que deje de comportarse como un idiota posesivo, sólo que las cosas no le salen como ella planea porque sin darse cuenta terminan en una situación comprometedora que hará que Gaara esté a punto de confesar lo que siente.
Próximo capítulo: La inocente tú.
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¿Y bien? ¿Que les ha parecido? ¿Ya quieren leer el lemon GaaMatsu? Pues tendrán que esperar sólo un poquito más, falta cada vez menos ^^ | |
| | | lavida13 Nivel 8
Cantidad de envíos : 307 Edad : 29 Localización : aldea de konoha mansion hyuga-uzumaki Fecha de inscripción : 15/01/2011
| Tema: wow Dom Feb 27 2011, 16:01 | |
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| | | Dimencio Nivel 2
Cantidad de envíos : 50 Edad : 28 Localización : En la dimencion D, pero actualmente recido en el Olvido Fecha de inscripción : 27/02/2011
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Lun Feb 28 2011, 09:58 | |
| Jaja bien capitulo, golosos que son Naruto y Hinata jajajaaj y que inoportuno e ironico es Kankuro, queriendo hacer que esten juntos y los separa justo cuando se van a confesar jajaja que mala suerte hmm, bueno espero conti ancioso hmm | |
| | | N!ky Nivel 45
Cantidad de envíos : 10927 Edad : 28 Localización : Gobernando en el Infierno Fecha de inscripción : 30/12/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Mar Mar 01 2011, 15:37 | |
| owO!! Pero k sugoooiiii!!!!! de veras!!! esta SUGOI!!! Jajajja Gaara estaba babeando x matsuri... huyy pero...k noche tuvieron Naruto y Hinata .... ^///^ Espero la contii!!!!!!!! Matta ne!! | |
| | | Senaku Nivel 3
Cantidad de envíos : 87 Edad : 31 Fecha de inscripción : 17/09/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Miér Mar 02 2011, 00:14 | |
| Siiiiii Naruto y Hinata, tarde pero seguro jej
Gaara sera lento, ¿No se da cuenta que Matsuri muere por un poco de su atencion? ademas es tan celoso. pero que se le va a hacer.
kankuro se lleva el premio al inoportuno de la semana jajaja
sigue que se pone bueno | |
| | | lalii_1995 Nivel 1
Cantidad de envíos : 26 Edad : 34 Fecha de inscripción : 07/09/2009
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Miér Mar 16 2011, 06:52 | |
| AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA EXELENTE CAPITULO (COMO SIEMPRE ^^)
PORFAS NO TE DEMORES MUCHO CN EL SIGUIENTE!!
ME MUERO DE LA INTRIGAAA :S
CONTINUA ASII :)
BYE :D | |
| | | shirookami Nivel 2
Cantidad de envíos : 62 Edad : 33 Fecha de inscripción : 16/08/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Mar Mar 22 2011, 15:12 | |
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| | | Selene-chan Nivel 6
Cantidad de envíos : 213 Edad : 33 Localización : En mi casa Fecha de inscripción : 21/04/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Mar Abr 05 2011, 01:45 | |
| ¡Hola!
Perdooooon por la tardanza, la verdad es que tenía la conti, pero se me borró y que flojera hacerla de nuevo, aunque igual tuve que hacerlo jajaja, pero bueno, espero que les guste este capítulo ¿ok? ^^
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Capítulo 12: La inocente tú
Abrió sus ojos lentamente. Se sentía extraña, este era el amanecer más raro que había tenido y al voltear se dio cuenta de la razón, no estaba en su cama ni se encontraba sola; él estaba durmiendo a su lado. Su rostro se veía tan sereno que ella no pudo evitar acariciarlo con su mano, sonrojándose completamente al asimilar por fin lo que había pasado entre ellos.
—Naruto-kun, eres tan lindo… - Susurró con una pequeña sonrisa. Aún no podía creer lo que había sucedido anoche entre los dos, pero había sido real, había perdido su virginidad al amor de su vida. Siempre había pensado que llegaría virgen al matrimonio ¿Pero que importaba ahora? Se había entregado a él, así que se sentía la mujer más feliz del mundo.
—Hmmn – Balbuceó Naruto mientras se daba una pequeña vuelta sobre la cama, abriendo sus ojos azules para observar a la joven que estaba recostada a su lado y que lo miraba sonriente —. Buenos días Hinata – Saludó emitiendo su brillante sonrisa, la cual aceleró el corazón de Hinata.
—Buenos días Naruto-kun – Saludó la ojiperla cubriendo su cuerpo con la sábana ya que le avergonzaba que Naruto viera su cuerpo desnudo, a pesar de que anoche ya lo hubiese hecho. Él rió divertido al verla hacer eso, se veía tan tímida y linda.
—¿Para qué te cubres? Anoche ya te vi toda – Le comentó provocando nuevamente el sonrojo de la joven.
—N-Naruto-kun – Susurró en tono de regaño.
—No te enojes, te ves tan bonita sonriendo – Dijo Naruto aprisionando a Hinata con su cuerpo, mientras le acariciaba la mejilla para luego besarla en los labios de forma apasionada y profunda, hasta sacarle un leve gemido a la ojiperla, luego se separó sonriente —. Anoche no te lo pregunté porque claramente estábamos ocupados…
—¿Qué cosa? – Preguntó la chica son dejar de mirarlo fijamente. Naruto la volvió a besar, de una forma lenta y dulce, pues realmente besar a Hinata era algo que le encantaba y hacía temblar su cuerpo completamente, hacía vibrar su corazón como nadie. Era mil veces mejor que todas las noches que pasó con Sakura.
—Hinata… ¿Quieres ser mi novia? – Preguntó casi rozando sus labios en contra de los de la Hyûga, la cual se quedó sorprendida, sintiendo como si nada de esto fuese real. Sin darse cuenta un par de lágrimas rodaron por sus mejillas sonrojadas y Naruto se separó un poco, mirándola preocupado —. ¿Por qué lloras? ¿Acaso no quieres?
—No es eso, es que estoy demasiado feliz – Contestó Hinata sonriendo ampliamente, como nunca antes —. Te amo mucho, y por supuesto que acepto.
Naruto sonrió lleno de felicidad, por saber que al fin la mujer de sus sueños era su novia. La besó nuevamente, pero esta vez había comenzado a acariciarla bajo las sábanas, dispuesto a repetir el acto de anoche ¿Y que importaba si llegaban tarde al trabajo? Después de todo él era el jefe.
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Mientras conducía hacia la empresa, Gaara no podía dejar de pensar en todo lo sucedido el día anterior, tanto en ese magnífico beso como en lo hermosa que Matsuri lucía anoche. Ella iba sentada a su lado, mirando por la ventana y él no la podía dejar de mirar de reojo. Se notaba que estaba molesta, por lo que él no era capaz de decirle algo, era obvio que le gritaría hasta de lo que se iba a morir. Ahora que lo pensaba con la cabeza fría, había sido un verdadero idiota en dudar así de Matsuri, el que Sasori fuese un descarado no era culpa de ella, no tenía que haberla acusado de ser su amante, pero los celos habían sido más fuertes que nada en ese momento, porque de verdad no quería compartirla con nadie, la sentía como suya.
La amaba, estaba tan estúpida y completamente enamorado de ella que no podía contener sus impulsos y esa ira que se apoderaba de él cada vez que cualquier hombre que no fuera él se le acercaba, cada vez que cualquier idiota la miraba y apreciaba lo hermosa que era, porque Matsuri era su esposa y sólo él debía mirarla, sólo él tenía el derecho de hacerla sentir mujer y eso era algo que deseaba con todas sus fuerzas; poder estar con ella sin importarle nada.
—Llegamos – Avisó volviendo a mirar de reojo a Matsuri, la cual no le dijo nada y sólo bajó del auto dando un portazo.
Ella estaba enojada y harta de ser siempre la idiota que le perdonaba todo a Gaara, que le perdonó incluso por haberse metido con esa Yuki cuando estaban casados, que soportaba que él estuviera con todas esas mujeres mientras se moría por dentro del dolor. Lo amaba con todas sus fuerzas, pero esta vez no se dejaría humillar, él entendería que no podía pasar a llevar a todas las personas como se le diera la gana sin recibir un castigo. Matsuri era la persona que más lo quería en el mundo y aún así él se atrevía a lastimarla cada vez que podía, cada vez que le restregaba en la cara que eran sólo amigos.
—¿Matsuri? - Gaara bajó del auto y tomó de la mano a la castaña, que sólo trataba de alejarse —. Oye ¿Qué te pasa? – Preguntó un tanto dolido, pues no podía soportar la indiferencia de la chica. Ella sólo lo miró fríamente y se soltó de su agarre con cierta brusquedad.
—Es curioso que lo preguntes ¿Acaso has perdido la memoria? – Cuestionó altanera, para luego alejarse de él, dejándolo con una amarga sensación.
—Matsuri… - Susurró bajando la mirada. Era la primera vez en todos sus años de amistad que Matsuri lo trataba de esa manera tan fría y extrañaba ahora que ella le sonriera de esa forma tan especial, que le dijera con su dulce voz que todo estaría bien y que le mirara con sus brillantes ojos negros, transmitiéndole su calidez.
Matsuri entró al ascensor y presionó el botón del último piso. Tenía el ceño fruncido y empuñaba su mano derecha con rabia ¿Es que acaso a Gaara se le había olvidado como la trató ayer? ¿Cómo se podía hacer el desentendido así como así? Y aunque sí le había dolido tratarlo de esa manera, no iba a ser una tonta de nuevo, él debía disculparse.
—Eres un tonto Gaara, un idiota – Masculló enojada, pero enseguida se sintió triste y bajó la mirada.
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Ella estaba revisando unos papeles sentada en su escritorio, cuando un par de golpes a su puerta la distrajeron. Levantó la mirada y vio a su esposo parado en la entrada, sonriéndole.
—¿Sucede algo Shikamaru? – Preguntó con una sonrisa la rubia, la cual se amplió más al ver las lindas flores que traía Shikamaru en sus manos —. ¿Qué es eso?
—Pensé en traerte un pequeño detalle, ahora que ya no estás enojada conmigo – Respondió acercándose a ella, para luego darle un dulce beso en los labios y sentarse a su lado.
—Gracias Shikamaru – Dijo Temari recibiendo las flores. Shikamaru posó una mano sobre su vientre; quería sentir a su hijo, aunque con sólo tres meses no se notara nada aún, era una necesidad que iba mucho más allá de todo eso.
—¿Se te empezará a notar pronto? – Preguntó acariciándola. Ella asintió con la cabeza y sonrió —. Oye ¿Y qué crees que sea? A mí me gustaría un niño.
—Yo no sé, pero lo que sea lo amaré mucho – Temari posó su mano sobre la de Shikamaru —. Aunque preferiría un niño también, la vida de las mujeres es muy complicada.
—Bueno, no importa tanto si es hombre o mujer, lo importante es que los dos lo querremos mucho, porque te lo repito, yo lo voy a querer – Aseguró el Nara, atrapando entre sus manos el rostro de su esposa para luego darle un profundo y apasionado beso, el cual duró hasta que ya no pudieron respirar.
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Naruto entró al edificio de Konoha con una sonrisa de oreja a oreja y todos los que lo observaban se le quedaban viendo con curiosidad, ya que él solía sonreír pero jamás con ese afán. Cuando llegó frente a Sasuke, éste no dudó en preguntar.
—¿Pasaste buena noche? – Interrogó, delineando una arrogante sonrisa.
—La mejor de toda mi vida – Respondió el rubio, sin ocultar su felicidad. Sasuke le puso una mano sobre el hombro y lo miró con expresión pícara.
—Ya confesa ¿Es Hinata cierto?
Naruto frunció el ceño ¿Cómo rayos se había dado cuenta? Sin embargo no alcanzó a responderle cuando vio entrar a Hinata por la puerta de la empresa, tan hermosa, tan radiante que no tuvo más opción que correr a sus brazos y estrecharla muy fuerte, sin importar que mucha gente les estuviera viendo.
Hinata era simplemente perfecta, era todo lo que deseaba en una mujer; dulce, sensible, inteligente y hermosa. Aún podía recordar la suavidad de su piel, la fragilidad de su cuerpo y el dulzor de sus besos mientras la hacía suya, jamás olvidaría aquello, sólo ansiaba repetirlo mucho más; la amaba.
—Je, que escandaloso es – Susurró Sasuke, soltando una pequeña sonrisa y dándose la vuelta para subir al ascensor, ya que debía trabajar.
Él entendía a la perfección lo que sentía Naruto; le pasaba lo mismo con Sakura.
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—Ya estoy aquí ¿De qué querías hablarme? – Preguntó Sasori sentándose a la mesa de una fuente de sodas, justo frente a cierta rubia de mirada maliciosa.
—Sabes de lo que quiero hablar, es sobre el trato que te propuse ayer, Sasori – Respondió ella, tomando una cucharadita de helado para llevarlo a su boca.
—Sayuri, no sé si esto sea buena idea, yo amo a Matsuri pero no quiero hacerle daño separándola de la persona que ama, aunque me duela debo aceptar que ella es la esposa de Gaara – El pelirrojo apretó sus puños con rabia, pero era cierto lo que decía, no podía interferir en un matrimonio, a pesar de haberlo gritado no era capaz.
Amaba a Matsuri de verdad, por eso era capaz de renunciar a ella si eso le daba felicidad.
—Que tierno e ingenuo eres – Comentó Sayuri, riendo divertida por lo que acababa de presenciar, de verdad Sasori era todo un hombre, Matsuri no se merecía a alguien tan bueno pero era su única opción para separarla de Gaara y volver a tenerlo con ella —. ¿De verdad te has creído esa tontería del matrimonio? – Sasori arqueó una ceja sin comprender sus palabras —. Ese matrimonio no es más que una farsa.
—¿A que te refieres con eso? – Cuestionó el chico confundido. Sayuri levantó su dedo índice, como si estuviera haciendo una aclaración, sonriendo con astucia.
—Hace seis meses atrás, cuando el padre de Gaara murió, le dejó en su testamento una cláusula muy especial para que él pudiera recibir su herencia y la presidencia de la empresa.
—Sigo sin entender – Dijo Sasori con el ceño fruncido. Sayuri llevó otra cucharadita de helado a su boca y prosiguió con su relato.
—La cláusula en cuestión decía que Gaara debía casarse, yo misma le vi buscando una esposa desesperadamente durante un mes, hasta que un día él y Matsuri anunciaron que se iban a casar, sospechosamente un mes antes de que se venciera el plazo.
Sasori por fin se sorprendió, entendiendo todo al instante.
—¿Estás diciendo que sólo se casaron para obtener la herencia? – Cuestionó sin salir de su asombro, observando a la rubia asentir con la cabeza —. ¿Cómo es que sabes todo eso?
—Tengo mis fuentes, me interesa mucho Gaara y quiero que esté a mi lado – Respondió la chica, mirándole fijamente para esperar su respuesta —. ¿Y entonces? ¿Aceptarás?
—Yo… - Sasori lo dudó por un momento, de verdad no quería hacerle daño a Matsuri, pero ese idiota de Gaara no la merecía, no hacía más que jugar con sus sentimientos y utilizarla de una vil manera, cuando ella se moría de amor por él. No iba a permitir que Gaara se saliera con la suya; él no amaba a Matsuri, no como él —. De acuerdo – Miró a Sayuri, extendiendo su mano para estrecharla con la de la chica —. Te dejaré el camino libre con Gaara, Matsuri será mía, te lo aseguro.
—Trato hecho – Dijo Sayuri, estrechando su mano —. "Que fácil has caído…" – Pensó con malicia.
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En todo lo que llevaba del día ella apenas le había dirigido la palabra, e incluso cuando le llevo su café casi se lo aventó por la cabeza. Gaara se sentía abrumado, no sabía que hacer para arreglar las cosas, puesto que el trato que estaba recibiendo de su esposa no era nada agradable, le dolía que esa dulce sonrisa que ella siempre tenía para él hoy ya no estuviera.
—Matsuri, Matsuri… - Murmuraba tratando de pensar en una solución. Pero nada se venía a su cabeza, además tenía muchos proyectos que revisar, con lo nuevo que iban a lanzar al mercado en compañía de Konoha, ya casi no faltaba nada para eso.
Unos golpes a la puerta le llamaron la atención, dio un simple "adelante" y observó a su hermano Kankuro entrar, el cual traía unos papeles en sus manos.
—Oye Gaara, te traigo estos presupuestos para que los apruebes, la reunión con Konoha será en dos días para afinar sobre el sistema operativo y los programas integrados – Dijo Kankuro, sentándose en la silla frente a su hermano menor.
Gaara recibió los papeles.
—Está bien, déjame revisarlos – Dijo de mala gana. Kankuro arqueó una ceja al notar el mal humor de su hermano, pero esperó hasta que él terminara de revisar y luego firmara —. Listo.
—¿Oye estás bien? – Preguntó el castaño recibiendo de vuelta los papeles. Gaara le miró con el ceño fruncido —. No te ves muy contento que digamos.
—No, bueno… - Bajó la mirada ofuscado, llevando una mano a sus cabellos —. Lo que pasa es que… peleé con Matsuri y ahora está muy enojada conmigo, ni siquiera me habla.
—¿Qué le hiciste? – Interrogó Kankuro cruzándose de brazos, porque para él era obvio que había sido culpa de Gaara; tenía tan poco tacto con las mujeres. Podía ser todo un conquistador de primer nivel, pero la diferencia estaba en que Matsuri no era una de esas mujeres fáciles —. Vamos Gaara, algo le habrás hecho – Gaara le miró con cierta culpabilidad en sus ojos.
—Yo… le grité en su cara que ella y Sasori eran amantes – Respondió por fin, notando de reojo como su hermano se sorprendía bastante.
—Idiota ¿Cómo pudiste decirle algo como eso? Y con Sasori…
—Es que ese imbécil se le declaró enfrente de mis narices ¿Qué querías que hiciera? – El pelirrojo se puso de pie golpeando el escritorio con fuerza. Kankuro se fijó en como apretaba los puños con rabia y sonrió por eso —. Yo estaba tan molesto… estaba tan…
—¿Celoso? – Lo interrumpió el castaño. Gaara se sorprendió al oírlo, antes nunca lo hubiera aceptado, pero era verdad y Kankuro lo acababa de descubrir; Gaara no había sentido celos nunca por otra mujer que no fuera Matsuri. Finalmente asintió con la cabeza, relajando un poco su cuerpo; no había sido capaz de negarlo —. Gaara, dime la verdad… ¿Te enamoraste de Matsuri?
Gaara guardó silencio por unos segundos, volviendo a sentarse con la mirada baja. No lo había reconocido ante nadie aún, sólo cuando estuvo hablando con Sasuke aquella ocasión en el bar, pero nadie más sabía de sus sentimientos. Nuevamente su cuerpo se sentía tenso y pesado, como si llevara una gran carga sobre su espalda.
—Es verdad… - Respondió finalmente, volviendo a mirara al suelo con frustración, sin notar la sonrisa que se dibujaba en los labios de Kankuro —. Hermano… ¿Qué hago? ¿Cómo decirle a Matsuri que estoy enamorado de ella? ¿Cómo demonios soporto estos celos y esta rabia que me da cada vez que la veo con alguien más?
—Me sorprendes, tú mismo dijiste que jamás te ibas a enamorar, pero llevas cuatro meses de casado y me vienes a confesar que estás enamorado de tu mejor amiga.
—No lo digas de esa forma, me haces sentir peor ¿Sabes? – Dijo el pelirrojo frunciendo el ceño. Kankuro sólo le miró soltando un suspiro.
—Lo único que puedo aconsejarte es que se lo digas.
—¿Estás loco? Confesárselo a Matsuri es lo último que haré – Aseguró aún con el ceño fruncido. Había estado con muchísimas mujeres, pero jamás se había enamorado y no sabía como declararse, como demostrar que sus sentimientos eran verdaderos, menos aún si se trataba de su querida mejor amiga.
Por otro lado Kankuro suspiró resignado una vez más, si tan sólo Gaara supiera que todo sería tan fácil como decirle a Matsuri lo que sentía, porque ella definitivamente le correspondía.
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Sakura y su amiga Ino se encontraban en una galería de arte, donde se estaba exhibiendo nada más y nada menos que los cuadros del novio de la rubia. Ella y Sakura eran amigas de la infancia y trabajaban en el mismo hospital.
—Ah, mi Sai es tan genial – Decía Ino sonriendo. Sakura sólo asintió, riendo divertida al verla cara de boba enamorada de su mejor amiga, que nunca se había tomado una relación tan enserio como esta. En ese momento observó al chico alto, de cabello y ojos negros que se acercaba a su amiga para abrazarla.
—Hola Ino-chan – La saludó, dándole un beso en la mejilla.
—Sai, que lindo verte amor – Saludó emocionada Ino. Sai le dio un beso en los labios y Sakura entornó los ojos al verles ponerse tan melosos. Luego de eso Sai se separó y miró a Sakura.
—Hola Sakura, luces bien – Le comentó, esbozando su peculiar sonrisa —. Por cierto ¿Naruto estará en su oficina?
—Pues no sé, ya no salgo con Naruto, pero me imagino que sí – Respondió la peli rosa en pose pensativa.
—Ah, es que él me pidió que leyera la novela de una amiga suya y que le diera mi opinión – Dijo Sai, abrazando un poco más fuerte a su novia —. Solamente quería decirle que es fantástica, pero ya sabes como soy, perdí mi móvil y no sé su número.
—Pero si quieres te lo doy – Ofreció la chica de ojos jade, viendo a su amigo asentir con la cabeza.
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Bueno, esto será todo por ahora pero les aseguro que la segunda parte será mucho mejor, ya van a ver ^^
Por hoy me despido ¡Bye! | |
| | | Dimencio Nivel 2
Cantidad de envíos : 50 Edad : 28 Localización : En la dimencion D, pero actualmente recido en el Olvido Fecha de inscripción : 27/02/2011
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Mar Abr 05 2011, 09:09 | |
| Jajajaja me huele a plagio artistico jajaja, espero conti Selene-chan hmm | |
| | | N!ky Nivel 45
Cantidad de envíos : 10927 Edad : 28 Localización : Gobernando en el Infierno Fecha de inscripción : 30/12/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Sáb Abr 09 2011, 15:53 | |
| *w* K sugoi!!!!! jajjajaja Matsuri le hiso la ley del hielo a Gaara jajajjaa y este esta mas k desesperado jajaja En k pensara Sayuri?? de seguro aparte de hacerle daño a Gaara y a Matsuri le va a ser daño a Sasori...x k le dijo "k facil caiste" o algo parecido xD...Debe ser eso...x k si solo hubiera sio un trato, ella no hubiero dicho eso...de seguro se lo kiere cagar...¬¬ Sayuri is the fucking bitch Espero la conti!!!! Matta ne | |
| | | Selene-chan Nivel 6
Cantidad de envíos : 213 Edad : 33 Localización : En mi casa Fecha de inscripción : 21/04/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Vie Abr 29 2011, 03:47 | |
| ¡Hola!
Perdón por la tardanza y gracias por los comentarios, aquí está la conti ^^
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La tarde ya había llegado y el sol se estaba poniendo en el cielo. Matsuri salía del edificio de Suna Corp, ignorando los gritos que le pegaba Gaara para que se detuviera.
—¡Matsuri! – Vociferó el pelirrojo una vez más, pero nuevamente fue completamente ignorado por su esposa, la cual caminaba a paso rápido por la calle llevando sólo su bolso consigo —. ¡Matsuri, por favor háblame! – Insistió.
Matsuri detuvo sus pasos en seco y entornó los ojos, dándose la vuelta para mirar a Gaara. Se le estrujó el corazón al ver su expresión de tristeza y quiso olvidarse de todo, arrojarse a sus brazos y perdonarlo de una vez, pero no podía ser tan idiota, él se merecía que lo tratara con la punta del zapato, por ser un insensible.
—¿Qué es lo que quieres? – Preguntó con indiferencia, dándose cuenta de que Gaara otra vez la miraba con tristeza. A ella también le hacía mal, ella también tenía sentimientos ¿Acaso Gaara no podía darse cuenta de eso?
—Quiero que dejes de tratarme así, por favor sólo fue una pelea estúpida.
—¿Una pelea estúpida, Gaara? ¿Es estúpido que tú me trataras como si fuese una mujerzuela barata? ¡¿Es estúpido que me hayas lastimado de esa manera?! – Gritó la castaña sin fingir su enojo pues realmente le molestaba que él se siguiera comportando como si fuera inocente de toda culpa, que siguiera creyendo que la podía pasar a llevar todas las veces que quisiera y ella siempre lo iba a perdonar.
—¡No fue mi culpa! ¡Es por ese imbécil! – Gaara tampoco podía contenerse, nuevamente se había dejado llevar por la ira sin darse cuenta de que le hacía daño a su Matsuri —. Matsuri… - Posó ambas manos sobre los hombros de la chica y la miró fijamente —. Entiende, ese estúpido… no quiero, no tolero que esté cerca de ti, no lo soporto…
—¿Por qué Gaara? ¿Por qué te molesta tanto si estoy o no con Sasori? – Preguntó Matsuri sin atreverse a apartar la mirada. Sentía el aliento del pelirrojo cada vez más cerca, nublando sus sentidos; él estaba a punto de besarla.
—Porque eres mi esposa – Fue la respuesta de Gaara, acortando cada vez más la distancia entre sus labios y los de Matsuri, pero cuando sólo quedaban unos centímetros se desvió y besó su mejilla, abrazándola por la cintura de manera protectora —. Y porque eres mi mejor amiga, no quiero que Sasori te lastime.
Matsuri se quedó unos segundos más así, permaneciendo en silencio, pero de un momento a otro se separó, mirándolo con cierta frialdad.
—Te aseguro que él no me lastima – Dijo alejándose por completo de él y dando unos cuantos pasos hacia atrás, y era cierto, Sasori no era capaz de hacerle ningún daño porque él no era el dueño de su corazón, el único que siempre la hería era Gaara y aunque no se diera cuenta, ya tenia destrozado su corazón.
Gaara sintió como si le clavasen una puñalada en el pecho, el dolor fue el más fuerte que había experimentado en su vida, porque esas palabras sólo podían significar que ella también amaba a Sasori, por eso él no la lastima, porque la hacía feliz.
—Matsuri, por favor aléjate de él…
—No tienes derecho a exigirme que me aleje de él ni de nadie, eres mi esposo, pero nuestra unión no es más que un simple papel, a nosotros no nos unen los sentimientos, no estamos enamorados – Mintió como jamás lo había hecho, ocultando bajo su rostro de enfado todo el dolor que sentía su corazón al asegurar que no lo amaba como lo hacía. Mientras que Gaara bajó la mirada; sus palabras sólo le confirmaban que ella no sentía nada por él, que los sentimientos que ella hizo aparecer en su pecho eran inútiles, que sus besos no significaban nada, que todo su hermoso ser no era para otro que no fuera Sasori. Ni siquiera le importaba que estuvieran casados, Matsuri simplemente no lo amaba como él a ella.
Quiso escapar de todo por un momento, quiso volver a ser aquel insensible que no amaba a nadie, por eso fue que la miró con frialdad.
—Muy bien, haz lo que quieras ¡Si quieres revolcarte con Sasori como una zorra adelante!
—¡Vete a la mierda Gaara! – Matsuri le dio un empujón en el pecho y se fue corriendo, mientras que Gaara se quedaba paralizado en su sitio.
—Maldita sea, lo arruiné de nuevo – Se dijo enojado, pero se sentía tan mal por lo que había pasado que no estaba seguro de regresar a casa. Justo en ese momento recibió una llamada de Yuki, mirando la pantalla con cierta molestia, pero decidió contestar —. Hola Yuki.
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Shikamaru había quedado de salir hoy un poco antes que su esposa, ya que ella tenía que terminar un trabajo antes de bajar, por lo que él la estaría esperando en el estacionamiento. Apenas llegó a su auto y estiró la mano para abrir la puerta, notó a su cuñado Gaara arrancar su auto como alma que lleva el diablo. No le prestó demasiada atención a eso y abrió la puerta.
—¿Qué le pasará a ese problemático de Gaara? – Se preguntó de forma desinteresada, pero justo en ese momento alguien le llamó.
—Shikamaru-san… - El Nara se dio la vuelta, encontrándose con Kin. Aquella chica era bastante agradable, siempre le estaba sonriendo y actuaba dulcemente, no como Temari que le gritaba por todo.
—Kin ¿Sucede algo? – Preguntó el pelinegro, sonriendo levemente. Ella asintió con la cabeza y le volvió a sonreír.
—Así es, tengo algo que decirle – Respondió Kin, acercándose un poco a él.
En ese momento estaba Temari bajando las escaleras hacia el estacionamiento, mientras rebuscaba en su bolso para asegurarse que las llaves de su auto estaban ahí, a pesar de que hoy se iría con su esposo.
—¿Qué es lo que tienes que decirme Kin? – Interrogó Shikamaru arqueando una ceja, pues que ella se le acercara así era bastante extraño.
—Que yo sé… que usted está casado, pero no puedo evitar lo que siento al mirarlo – Confesó la chica algo sonrojada. Shikamaru la miró sorprendido, pero cuando iba a decir algo Kin se lanzó a sus brazos y lo besó, dejándolo paralizado.
Las llaves de Temari cayeron al suelo al haber presenciado esa escena, como su esposo estaba ahí, siendo besado por otra mujer. Sus ojos se llenaron de lágrimas y trató de desviar la mirada, pero no podía.
—S-Shikamaru… - De pronto sintió un terrible dolor en su vientre, algo que jamás había experimentado, era como estarse desgarrando. Inmediatamente se fijó en que estaba botando sangre, y temió por la vida de su hijo —. ¡Ah!
Ese grito llamó la atención tanto de Shikamaru como de Kin, quien se separó de él para voltearse y ver con horror lo que estaba pasando. Shikamaru se quedó estupefacto ¿Qué le pasaba a Temari?
—T-Temari… - Escapó de sus labios, hasta que al fin reaccionó cuando vio a Kin correr hacia la rubia, entonces supo que algo malo pasaba —. ¡Temari! – Y corrió hacia ella con desesperación.
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Matsuri soltó un suspiro de resignación mientras se secaba las lágrimas de su rostro. Estaba sentada en el solitario columpio de un parque, tratando de dejar de llorar por la increíble rabia que sentía, porque realmente había sido un duro golpe el horrible insulto de Gaara.
—Él cree que soy una zorra… - Susurró, llorando esta vez con tristeza, pues lo dolía que él tuviese un tan mal concepto de ella.
Se volvió a secar las lágrimas, hacía mucho frío y de pronto pequeñas gotas comenzaron a caer del cielo, lo cual se intensificó al cabo de unos segundos, resultando en una torrencial lluvia.
—¡Demonios! ¡¿Por qué a mí?! – Reclamó completamente empapada y molesta.
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—¡Cielos! No pensé que se pondría a llover de esta manera – Decía Naruto corriendo hacia su auto mientras se cubría la rubia cabellera con su maletín. Al llegar vio salir corriendo a Hinata, por lo que sonrió levemente al notar como el agua había hecho que las ropas de la chica se pegaran a su cuerpo. Se sintió extasiado con aquella sensual imagen y no pudo evitar atrapar a la ojiperla entre sus brazos en cuanto ésta pasó cerca de él.
—N-Naruto-kun… - Balbuceó la joven con las mejillas teñidas de rojo, mientras que la insistente lluvia los mojaba de pies a cabeza.
—¿Ya te vas a tu casa, Hinata-chan? – Le preguntó susurrándole al oído, cosa que estremeció por completo el cuerpo de la Hyûga, además de que ese tono sensual realmente le provocaba.
—Así es, es muy tarde ya – Respondió Hinata bajando la mirada. Naruto la tomó del mentón para hacer que lo mirara directo a los ojos y así ella pudiera notar la decepción en ellos —. ¿Qué sucede?
—Vamos a mi casa, no te vayas a la tuya, quiero estar contigo – Rogó el ojiazul en tono de súplica, por lo que Hinata no le pudo replicar.
—Pero me llevas temprano a mi casa mañana – Dijo con una sonrisa en esos delicados labios que Naruto deseaba tanto besar.
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—¿De que querías hablarme? – Preguntó Gaara a Yuki. Se encontraba en el departamento de ella, sentado en el sofá individual, mientras notaba la lluvia caer con fuerza a través de la ventana que estaba cerca de él.
—¿Por qué me tratas tan fríamente Gaara? – Se quejó Yuki frunciendo el ceño. Observó al pelirrojo beber un poco de té, ella suspiró, era evidente que Gaara no se sentía de buen humor, ni siquiera la estaba mirando —. Oye, sólo quiero saber por qué me has estado evitando.
—No es que te haya estado evitando, es sólo que… - Gaara bajó la mirada son saber que decir, no tenía idea de las palabras que debía usar ahora, pero estaba seguro de que ya no quería tener nada más con ella, porque sólo amaba a su esposa.
—No importa – Le susurró Yuki al oído, sentándose a horcajadas sobre las piernas de él. Gaara estaba algo sorprendido ¿En que momento ella había llegado ahí? —. Gaara… no me importa que me hayas estado ignorando, ahora no podrás hacerlo – Aseguró, tomando la mano izquierda del pelirrojo, haciendo que la pusiera sobre uno de sus pechos. Gaara sólo la miraba fijamente sin hacer ningún movimiento, realmente no estaba sintiendo nada.
—Yuki… yo… - Iba a hablar, pero ella lo calló poniendo un dedo sobre sus labios.
—No digas nada ahora, sólo hazme tuya – Le pidió antes de besarlo apasionadamente en los labios, mientras que con su mano hacía que Gaara masajeara su seno. El pelirrojo comenzó a corresponderle, llevando la mano derecha a su nuca para profundizar el roce, sintiendo como la lengua de la chica entraba en su boca.
—"¿Por qué? ¿Por qué no siento lo mismo de antes?" – Se preguntó mentalmente, pues en este momento –y a pesar de estar a punto de hacerlo con Yuki- no podía dejar de pensar en Matsuri.
Cuando se separaron él la volvió a mirar fijamente, observando sus ojos azules, dándose por fin cuenta de que era lo que faltaba; le faltaba aquel sentimiento, ese que le hacía vibrar y temblar como un adolescente, le faltaba amar a esa persona como amaba a su esposa.
—Lo siento Yuki – Dijo con seriedad, para luego apartarla de encima de él con suavidad, se levantó con rapidez y caminó hacia la puerta.
—¿Qué sucede contigo? ¿Por qué me rechazas? – Cuestionó sorprendida y ofendida, pues era la primera vez que Gaara le hacía esto.
—No puedo estar contigo, estoy enamorado de mi esposa – Respondió el pelirrojo apoyando su mano en el pómulo de la puerta, pero Yuki lo detuvo tomándole de la mano.
—¿Enamorado tú? ¿Estás jugando? – Gaara la miró fríamente y se soltó de su agarre, abriendo la puerta al fin para salir fuera de ese lugar de una vez por todas.
—No estoy jugando, amo a Matsuri y eso no lo cambiarás ni tú ni nadie – Aseguró antes de marcharse, mientras que Yuki se había quedado asombrada, ya que nunca pensó que Gaara llegaría a enamorarse; la había traicionado.
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—Maldita sea, estúpida lluvia – Se quejó Matsuri entrando a la casa. Estaba demasiado furiosa y triste, además de estar completamente empapada. Sentía ganas de gritar, de golpear algo, nunca se había sentido tan molesta como ahora.
—Señora Matsuri ¿Se encuentra bien? – Le preguntó su empleada Juuna muy preocupada al verla toda mojada, pensando en que se podría resfriar —. Está empapada ¿Quiere que le ayude?
—No, gracias Juuna-san – Respondió la castaña sonriendo dulcemente, y justo en ese momento la puerta se abrió, dejando ver a un enfadado y todo mojado Gaara.
Matsuri lo observó y frunció el ceño.
—¡Madre santa! El señor también está empapado – Exclamó Juuna sorprendida, pero se quedó en silencio al notar como se miraban los señores de la casa, como si sintieran mucha rabia el uno por el otro.
—Juuna-san, váyase a dormir, nosotros nos haremos cargo de esto – Dijo Gaara. La mujer sólo asintió y se alejó, entonces Gaara miró a su esposa —. Matsuri yo…
—No me digas nada, no quiero oírte estúpido – Dijo Matsuri interrumpiéndolo, para luego irse corriendo escaleras arriba, dejando a Gaara estático en su sitio. Ella acababa de insultarlo ¡Lo había insultado!
—¡Matsuri! – Gritó furioso corriendo detrás de ella. Ya estaba harto de esta situación, no iba a permitir que ese imbécil de Sasori se saliera con la suya, no iba a dejar que él se quedara con su esposa, y mucho menos se iba a quedar con las ganas de gritarle todo lo que sentía por ella a Matsuri.
Matsuri entró a su cuarto y dio un tremendo portazo. Sin poderlo evitar comenzó a llorar otra vez, lanzándose sobre la cama. En ese momento Gaara entró al cuarto, se veía muerto de rabia, pero al darse cuenta de las lágrimas que surcaban el fino rostro de su esposa toda su rabia desapareció, siendo reemplazada por preocupación y culpa.
—Suri no llores por favor – Le pidió con un tono suave, acercándose a ella y posando su mano izquierda sobre el hombro de la chica, mientras con la derecha acariciaba su rostro, secando sus lágrimas.
—Gaara, yo no tengo nada con Sasori… - Dijo Matsuri bajando la mirada. Gaara se sintió muy mal, se sentía como un completo imbécil, la había hecho llorar y la lastimó con sus comentarios estúpidos y su insistencia.
—Lo siento – Se disculpó abrazándola, tomándola con una mano por la cintura y con la otra acariciando ese cabello castaño que le gustaba tanto. Matsuri descansó su rostro sobre el pecho de Gaara y continuó llorando —. Perdón Suri, fui un idiota, jamás debí decirte todo eso.
—No – La chica se separó de él, dándole la espalda y secándose las lágrimas mientras se ponía de pie. Él sólo la miró con tristeza —. Gaara por favor vete a dormir a otro cuarto, no quiero verte.
—Bien – Fue todo lo que dijo Gaara antes de salir. Matsuri se volvió a sentar sobre la cama y soltó un hondo suspiro, para finalmente levantarse y comenzar a quitarse la ropa mojada.
Gaara mientras tanto había bajado hasta el bar, se sirvió un vaso de tequila y lo bebió de una sola vez. Se había sentido tan miserable al ver llorar a Matsuri por su culpa, si se suponía que la amaba entonces no debería hacerla sufrir, pero esos malditos celos lo enfermaban y no lo dejaban pensar en nada con claridad. Volvió a beber otro trago y golpeó el vaso contra la madera del mesón de ese pequeño bar; había decidido que se lo diría a Matsuri, no importaba lo que ella dijera, no importaba que lo rechazara, ya no podía soportarlo.
—Es suficiente, Matsuri lo sabrá ya, no importa lo que pase, le diré que la amo – Estaba totalmente decidido. Dejó el vaso ahí y regresó sus pasos hacia el cuarto, abriendo la puerta sin siquiera tocarla y quedando maravillado con la vista de su hermosa esposa usando un diminuto pijama de encaje en rojo, con su cabello aún mojado y un tanto ondulado por el efecto del agua.
—Gaara… ¿Qué te sucede? ¿Qué haces aquí? – Cuestionó la castaña frunciendo el ceño, sin embargo Gaara no le respondió, simplemente la arrojó sobre la cama, dejándola sorprendida —. ¿Q-que te pasa?
—Tengo algo que decirte y me vas a oír aunque no quieras – Respondió Gaara, posicionándose sobre ella y apoyándose en sus palmas y sus rodillas para no aplastarla y acorralarla al mismo tiempo. Matsuri se sonrojó al verlo sobre ella, su corazón y su respiración se agitaron considerablemente, mientras que su intimidad se humedecía, deseosa por sentirlo dentro de ella, porque tenerlo tan cerca le tentaba demasiado.
—S-suéltame, estás todo mojado – Reclamó La chica totalmente avergonzada y sonrojada. Gaara no podía dejar de mirarla, se veía tan hermosa con esa expresión de confusión en su rostro, lucía tan inocente con ese tierno rubor en sus mejillas, como una niña asustada que jamás había pecado. Era realmente adorable como ella se estremecía debajo de él, como desviaba su mirada para no tener que verlo a los ojos. No pudo evitar acercarse a su oído de forma sugerente, ardiendo en deseos por hacerla su mujer, por irrumpir lentamente en su dulce intimidad y escucharla gemir sutilmente su nombre.
—Te ves tan inocente y linda… - Matsuri abrió sus ojos como platos ante aquel susurro tan suave, pero todo fue aún más sorprendente cuando él la besó, cuando unió sus labios en un cálido contacto que era totalmente diferente de todos los anteriores. Era un sabor delicioso, dulce y aditivo, probar los labios de Matsuri era algo que le llevaba a la locura y no quería dejar de sentirla, de pensar que ella le pertenecía.
Sus lenguas se unían en un frenesí apasionado, que tomaba cada vez más fuerza, hasta el punto de hacerles perder la razón, de llevarse por completo el aire de sus pulmones.
El desenfreno se apoderó de ambos, haciendo que sólo quisieran más del otro. Gaara aprovechó el impulso que ella le estaba dando al corresponderle y usó su mano derecha para acariciar con delicadeza su pierna. Podía sentir esa suave piel bajo sus dedos y la sensación de placer era simplemente indescriptible, porque lo que más deseaba en el mundo era tocarla, quemarle la piel con sus caricias. Nunca había sentido a su corazón latiendo tan fuerte como en ese momento, con ninguna de las mujeres con las que estuvo antes sintió tantos deseos, tanta pasión.
—Ahhh, Gaara… - Gimió Matsuri cuando él por fin liberó sus labios para dejarla respirar, y al oírla, Gaara se excitó terriblemente. Comenzó a depositar húmedos y cortos besos sobre su cuello, sintiendo como su miembro se endurecía más con cada caricia que le hacía la castaña en su espalda o en su cabello, con cada beso lleno de pasión que le brindaba. Ansiaba estar dentro de ella de una vez, quería penetrarla y llevarla a la cima del placer con sus envestidas. Necesitaba poseer a esa mujer antes de volverse loco, sin embargo sabía que aún le debía algo, sabía que primero ella debía conocer sus sentimientos, lo que su dulce presencia había despertado en él.
—Matsuri… - Por un momento se separó, notando la mirada de ansiedad que ella tenía, como si no hubiese querido terminar con esa maravillosa escena que ambos protagonizaban. Ella estaba más sonrojada y agitada que antes, su respiración era irregular y eso era porque podía sentir la erección del pelirrojo sobre su entrepierna, como esa vez cuando cuidaban de Miki, pero ahora no había quien los interrumpiera —. Matsuri yo quiero decirte algo – Prosiguió él —. Yo… yo te… te a…
Justo en ese momento el teléfono que estaba junto a la cama comenzó a sonar, haciéndolos dar un pequeño salto que prácticamente les devolvió a la realidad. Gaara se separó de un momento a otro, tomando el teléfono y dejando a Matsuri recostada en la cama, con la mirada triste y perdida.
—¿Bueno? – Contestó el chico de mal humor, después de todo era realmente frustrante el haber sido interrumpido cuando estaba por hacerle el amor a Matsuri.
—Gaara, Soy Shikamaru, tienes que ayudarme – Dijo el Nara del otro lado, oyéndose en verdad desesperado, lo que preocupó al pelirrojo.
—Cálmate Shikamaru ¿Me puedes explicar que te sucede? – Preguntó extrañado, pero con un mal presentimiento. Matsuri mientras tanto se sentó, arreglándose un poco la ropa y el cabello, viéndole intrigada.
—Es Temari, se desmayó y está muy mal, creo que va a perder al bebé – Decía Shikamaru con voz asustada —. Estamos en el hospital, llamé a Kankuro y no me respondió, no sé que hacer…
—Tranquilo, voy enseguida al hospital – Dijo Gaara exaltado y terminando la llamada. Estaba verdaderamente preocupado por su hermana y su sobrino.
—¿El hospital Gaara? ¿Qué pasó? – Preguntó Matsuri preocupada, tratando de ignorar lo que había pasado hace un momento y observando como Gaara iba a buscar algo de ropa para cambiarse la mojada.
—Es Temari, al parecer tuvo síntomas de pérdida – Al oírlo Matsuri se levantó de la cama como un resorte, yendo a buscar también algo para vestir, pues tenía que estar junto a su amiga ahora.
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Shikamaru se encontraba en la sala de espera del hospital. Tenía ambas manos cubriendo su rostro, tratando de mantenerse tranquilo, pero nunca se había sentido tan desesperado como ahora, pues tenía mucho miedo, miedo de perder a su esposa y a su hijo.
—Ten Shikamaru – Le dijo Matsuri con una dulce sonrisa, mientras le ofrecía un vaso de café al Nara, el cual la miró hacia arriba, aceptando el ofrecimiento.
—Gracias Matsuri – Dijo antes de beber un sorbo, ya que necesitaba calmarse. Hace al menos quince minutos Gaara y Matsuri habían llegado y lo habían estado acompañando, todos muy expectantes por saber algo de Temari, que llevaba ya demasiado tiempo ahí dentro.
Finalmente, después de un rato salió un doctor y apenas le vio Shikamaru se puse de pie, dirigiéndose a él.
—Doctor ¿Qué pasó? – Inquirió con cierto desespero, pero se calmó la ver la expresión positiva del médico.
—Los dos estás bien, tuvo una amenaza de aborto pero logramos controlarla a tiempo – Todos suspiraron con alivio al oírle, en especial Shikamaru, que no esperó un segundo para entrar y explicarle a Temari que lo que vio fue un error.
Temari estaba recostada en una camilla, se veía un poco pálida y Shikamaru tuvo miedo de acercarse, pensó que tal vez ella lo echaría a patadas, pero al verlo sólo bajó la mirada con tristeza.
—¿Por qué esas mujer te estaba besando?
—Te juro que fue ella quien lo hizo – Aclaró rápidamente, sin sentir ningún tipo de nervio, pues no estaba mintiendo —. Yo no tengo nada con ella, a mí sólo me importas tú y nuestro bebé – Aseguró bajando la mirada, preocupado al ver que ella no le decía nada; seguramente no le había creído una palabra —. ¿Me crees verdad?
—Claro… claro que sí – Respondió Temari con una sonrisa tranquila, acariciando con delicadeza su vientre. Ella había visto como esa mujer se le lanzó a su esposo, así que sólo quería oírlo a él para estar segura. Se sentía feliz de no haber perdido a su bebé, se hubiera muerto de haber sido así.
Shikamaru sólo se acercó a ella y la besó, para después abrazarla fuertemente, pero con mucho cuidado.
Mientras tanto en la sala de espera, Gaara no podía dejar de mirara a Matsuri recordando lo que estuvieron a punto de hacer. Había estado a punto de decirle que la amaba, que se moría por ella, y estuvo a punto de poseer su hermoso cuerpo. Sus besos habían sido maravillosos y ansiaba repetir esas experiencia con todas sus fuerzas; la quería tener de nuevo en esa cama, acariciarla, besarla y decirle que estaba enamorado, pero no era capaz.
Por otro lado, se sentía un poco idiota, pero cuando pensaba en esa fragilidad que ella había demostrado, en esa inocencia, no podía evitar anhelar con todas sus fuerzas que ella en verdad fuese así, que ningún otro hombre la hubiese tocado antes; sería como un sueño ser el primero en su vida, robarle su virginidad.
—"Dios, ayúdame a dejar de desearla tanto, ya estoy comenzando a desvariar" – Pensó desviando la mirada, no debía seguir viéndola o no soportaría la tensión.
—"Gaara, nuevamente fuimos interrumpidos" – Pensaba la castaña con tristeza —. "¿Eso significa que no debo entregarme a ti? ¿Qué nunca estaremos juntos? O tal vez… sólo querías sexo y nada más, porque tú no amas a nadie…"
Su tristeza volvió a verse reflejada en sus ojos, porque hubiera deseado estar con él, entregarse a su amado y olvidarlo todo, pero los hechos le demostraban cada vez más que estar juntos no era una opción.
¿Seria lo mejor buscar otro amor?
Continuara…
Avance:
Las peleas entre Gaara y Matsuri continúan, pero el tono ha aumentado un poco y a ambos les lastima fuertemente. Shikamaru y Temari finalmente están bien, esperando la llegada de su hijo. Hinata recibe una sorpresa de parte de su novio. Sasori decide hacer algo para separar a Matsuri de Gaara, y ella resuelta a buscar a otro hombre, se deja enredar por el pelirrojo, pero las cosas no salen como él espera. Gaara sabe que está cada día más enamorado de Matsuri, y busca la manera de obtener su perdón, demostrándole que aún pueden ser los mejores amigos.
Próximo capítulo: Completamente enamorado.
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Bien, eso ha sido todo por ahora, espero que les haya gustado y ya pronto pondré la conti ¿Ok?
Bye ^^ | |
| | | lavida13 Nivel 8
Cantidad de envíos : 307 Edad : 29 Localización : aldea de konoha mansion hyuga-uzumaki Fecha de inscripción : 15/01/2011
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Vie Abr 29 2011, 09:01 | |
| OMG este capitulo me ha traido mas sorpresasde las que pude imaghinar estuvo muy bueno selene-chan quiero conti pronto te tardaste como mil años en ponerla pero ees meor dejar todo a la expectativa estuvo muy bueno pobre temari estuvo a punto de perder a su hijo y gaara y matsuri juje eso si que esetuvo ardiente me dio calor y todo pero matsuri como que esta consideranco muy seriamente el buscar a alguien mas sin darse cuenta deque gaara la amam y me dio rabia que lo llamaran pero bueno era por temari no iba a deajr a su hermana por la mujer que ama o sI? bueno quiero conti pronto baayyy :lol: :lol: | |
| | | Rushi~chan Nivel 5
Cantidad de envíos : 161 Edad : 26 Localización : mi casa, mi compu jakjajkaja Fecha de inscripción : 08/01/2011
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Vie Abr 29 2011, 09:36 | |
| estubo de lo mejor!!!! no pudiste haber hecho un capitulo mejor que este. cuando vas a hacer el lemmon gaamatsu??? bueno es tu fic, pero has la conti rapido ANTES DE QUE ME DE ALGO!!! bueno espero que la conti se venga rapido y, TE ADORO,ADORO TUS FICS, ADORO TODO LO QUE HACES!!!!!! eres la | |
| | | Dimencio Nivel 2
Cantidad de envíos : 50 Edad : 28 Localización : En la dimencion D, pero actualmente recido en el Olvido Fecha de inscripción : 27/02/2011
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Vie Abr 29 2011, 12:31 | |
| Jejeje Selene-chan no se la dejes tan facil a Gaara-bakka, quiero que sufra de verdad buajajaja | |
| | | Selene-chan Nivel 6
Cantidad de envíos : 213 Edad : 33 Localización : En mi casa Fecha de inscripción : 21/04/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Sáb Mayo 21 2011, 04:05 | |
| ¡Hola!
Después de un tiempo, al fin regreso con la conti de este fic, espero que les guste ^^
Advertencia: algo de lemon.
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Capítulo 13: Completamente enamorado
—M-Matsuri… - Gruñó el pelirrojo, mientras trataba de normalizar su agitada respiración, cosa que le resultaba imposible al estar sintiendo tanto placer recorriendo todo su cuerpo, porque en éste momento estaba con ella, la estaba poseyendo como tanto lo había deseado, estaba haciéndole el amor a Matsuri.
—Gaara… ahhh – Gimió sutilmente la castaña, quien se encontraba sentada a horcajadas sobre Gaara, siendo penetrada por él, mientras las manos masculinas la sostenían con fuerza por las caderas, ayudándola a moverse cada vez más rápido, para volver las envestidas más placenteras. No podía evitar mirar hipnotizado el suave movimiento de sus pechos, lo cual lo excitaba mucho más, tanto que se sentía enloquecer con cada segundo que pasaba.
—Matsuri, no sabes cuánto he soñado con este momento, te amo Matsuri, te amo demasiado – Decía Gaara, cerrando los ojos y arqueando su espalda, echando el cuello hacia atrás, mientras aumentaba aún más el ritmo de sus envestidas. Escuchaba con deleite los gemidos de su mujer, ella estaba sonrojada y agitada, gimiendo sólo por él, porque él la estaba llevando al cielo como tanto lo había soñado. Ella finalmente era su mujer, le pertenecía sólo a él y nadie más la tocaría.
—Gaara… Gaara, yo también… también te amo… - La chica se mordió el labio inferior para acallar sus gemidos, apoyando sus manos sobre el bien formado torso de su marido —. Y-ya no aguanto más… y-yo… yo… - Matsuri estaba a punto de llegar al clímax, el final se acercaba cada vez más, igual era para Gaara, que sólo esperaba el momento en que llegaría hasta el límite, para derramarse por completo dentro de ella, pero toda esa hermosa y perfecta fantasía se desvaneció en un momento y pronto, Gaara dejó de oír los maravillosos gemidos de Matsuri, abriendo los ojos para darse cuenta de que todo aquello no había sido más que un simple y maldito sueño, que no había estado en realidad con su amada esposa, simplemente fue uno de esos sueños húmedos que se repetían con frecuencia cada vez que dormía, la deseaba tanto que hasta en sueños su mente le traicionaba.
—Mierda, sólo fue un sueño de nuevo – Se dijo decepcionado, mientras se sentaba en la cama, secándose el sudor de su frente. Y lo peor de todo era que el sueño le había excitado tanto, que su "amiguito" estaba completamente despierto. Se enredó los dedos en su cabello rojizo, húmedo por la agitación. Miró hacia su costado y notó que Matsuri parecía haberse levantado hace mucho rato ya, últimamente ella siempre se levantaba primero y casi no le dirigía la palabra, seguía molesta por la pelea de la otra vez.
Ya llevaban un poco más de cinco meses de matrimonio y quedaba menos de un mes para que pudiera divorciarse, pero ya no quería eso, se sentía tan bien estar casado con Matsuri, y quería mucho más de ella, no sólo esa simple unión hecha con un papel sin importancia, quería que fuera su esposa de verdad, no porque se moría por hacerle el amor, pues si quisiera sólo eso de ella sería como con todas las demás, una simple e insignificante noche de sexo, pero el problema estaba en que a Matsuri la amaba y no deseaba sólo una noche, sino todas sus noches, todos sus días, quería tenerla a su lado para siempre.
Pero todo estaba mal entre ellos, había cometido demasiados errores con ella y ahora no lograba hacer que le perdonara. Debía reconocer que dolía un montón que ella lo tratara con la punta del zapato, era horrible su indiferencia.
—Es definitivo, esta vez tengo que hacer que me persones Suri, te amo… y no quiero perderte – Se dijo convencido, pues sin importar como iba a recuperar a su querida amiga, porque después de eso, sólo luego de recuperar su amistad, iba a decirle cuanto la amaba.
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Matsuri se encontraba desayunando en silencio en el comedor. Bebió un poco de jugo de naranja muy calmadamente, pero no pudo evitar fruncir el ceño al ver llegar a Gaara, el cual lucía condenadamente sexy, igual que siempre.
—Buenos días Matsuri – La saludó el pelirrojo sentándose a la mesa, pero su esposa sólo se llevó una pieza de pan a la boca, ignorándole. Gaara se cruzó de brazos y soltó un suspiro; se sentía dolido —. ¿Hasta cuándo seguirás con esa actitud infantil?
—Hmp, da lo mismo, al final ya sólo nos quedan unas semanas de calvario – Dijo la chica volviendo a beber de su jugo, mientras que Gaara fruncía el ceño, pero con una mueca de dolor no muy evidente.
—¿Te parece un calvario estar casada conmigo? – Preguntó mirándola con frialdad, mezclada con sufrimientos y tristeza, porque nunca pensó que Matsuri le diría eso, lo lastimaba y no sabía cuánto, realmente se estaba pasando con su enojo —. Si no mal recuerdo, tuviste la oportunidad de arrepentirte antes y no lo hiciste, dijiste que no te arrepentirías.
—Gaara ¿Es que acaso aún no te das cuenta de nada? – La castaña dejó su desayuno de lado y se puso de pie enojada, porque simplemente ya estaba harta de todo, ya no iba a intentar confesarle su amor a Gaara, sólo iba a dejar pasar el tiempo que quedaba para divorciarse de él de una vez por todas y así todo volvería a ser como antes, se olvidaría de que alguna vez fue su esposa y definitivamente buscaría a otro hombre con quien ser feliz, tal vez hasta el mismo Sasori; él la amaba de verdad y sabía que sería un hombre maravilloso con ella.
—Matsuri… - Pronunció Gaara al verla salir del comedor, pero no quiso quedarse sentado como un idiota, así que se levantó y la agarró del brazo con fuerza desmedida —. ¿Y acaso tú no te das cuenta de lo que me pasa? – Cuestionó mirándola a los ojos enojado, mientras ella trataba de soltarse, desviando la mirada para no sentirse intimidada —. ¿No ves lo que haces conmigo?
—No sé de qué hablas, pero suéltame por favor, me estás apretando muy fuerte – Se quejó Matsuri poniendo expresión de dolor, sin darse cuenta de verdad lo que había querido decirle Gaara con esas palabras. Gaara se dio cuenta de que la lastimaba, así que la soltó de inmediato —. Tú sólo piensas en ti Gaara ¿Y qué hay de mí? ¿No te importa verdad?
—No digas eso.
Matsuri sólo negó con la cabeza ante la inmadurez que le estaba demostrando él, así que simplemente resolvió tomar su bolso y salir de la casa dando enormes zancadas. Él le decía que era una infantil ¿Y que había de su persona? Claro, para Gaara ella era la única que estaba equivocada, porque él no podía aceptar sus errores.
Gaara permanecía aún en el mismo lugar, mirando como si estuviera en estado de shock el lugar por donde ella se había ido, hasta que se desplomó sobre la silla.
—Mierda, mierda, Matsuri me odia… y yo la amo tanto… - Se cubrió el rostro con una de sus manos, tratando de pensar —. ¿Qué hago para que me perdone? ¿Qué?
Mientras, afuera de la mansión, Matsuri detuvo sus pasos y cambió su expresión de enojo por una de tristeza.
—Gaara no me quiere, él nunca va a quererme… - Se dijo deprimida, limpiándose una pequeña lágrima de su rostro, después de todo lo que había pasado ahí adentro se había convencido aún más de que nunca estaría con su amado, no hacían más que pelear todo el día por cualquier estupidez y eso la ponía muy triste.
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Shikamaru y Temari acababan de salir de su control con la ginecóloga. Ahora iban por el pasillo, comentando con alegría la noticia que acababan de recibir.
—Sabía que sería un niño – Decía Temari sonriente, acariciando su barriga de cuatro meses y medio mientras que su esposo se rascaba la mejilla, haciendo una mueca de sonrisa.
—Bueno, y ahora que lo sabemos ¿Cómo crees que debamos llamarlo? – Preguntó Shikamaru un poco pensativo. Temari lo miró y también se puso a pensar ya que aún no se le había ocurrido ningún nombre.
Después de que ella casi perdiera al bebé Shikamaru no la dejaba sola ni a sol ni a sombra, estaba demasiado pendiente de ella y del desarrollo del embarazo, lo que la tenía muy contenta. Era verdad que aún le dolía al recordar la primera reacción de Shikamaru al saber que iban a tener un hijo, pero después de todo lo que había hecho para obtener su perdón ya no podía estar enojada con él, aún cuando hubiera pasado lo de esa chica Kin, que no se cansaba de pedirle disculpas a Temari cada vez que la veía, después de todo no quería ser la culpable de la pérdida de un bebé inocente que aún no había nacido.
—Creo que no tengo idea – Respondió finalmente la rubia después de haber estado un rato pensando —. Deberíamos consultar en algún libro de nombres de bebé o algo así.
—Seguro que sí amor, porque escoger nombres es muy problemático – Dijo el Nara soltando un suspiro, pero al fin y al cabo le emocionaba bastante la idea de tener un niño, seguro sería tan guapo como él. Tomó la mano de su esposa, entrelazando sus dedos para caminar juntos hacia la salida, mientras una sonrisa se dibujaba en sus labios al imaginar cómo sería su bebé.
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Hinata estaba algo intrigada, ya que su novio Naruto la había llamado a su oficina porque le dijo que le tenía una sorpresa. No se podía imaginar que sería aquello, pero se sentía muy nerviosa. Golpeó levemente la puerta y oyó un "pase" desde adentro, así que hizo caso.
—Permiso Naruto-kun – Dijo con su dulce voz, llamando la atención del rubio que enseguida volteó a verla, sonriéndole.
—Hina, que bueno que has venido, ven que tengo un regalo para ti – Dijo Naruto parándose de su asiento, pero la ojiperla aún estaba algo insegura, preguntándose de qué se podría tratar ese regalo de su novio.
Ella se le acercó, notando como Naruto le extendía un paquete envuelto en un papel naranja y que estaba amarrado con una cinta amarilla. Lo recibió sin preguntar nada, su curiosidad por saber que era aquello era mucho mayor, así que rasgó el papel, abriendo sus ojos con sorpresa al comprobar el contenido.
—¿Qué es esto Naruto-kun? – Preguntó observando lo que tenía entre sus manos. Era un libro, un libro con la portada celeste y que decía en letras doradas y elegantes "Como en el cielo"; el nombre de la novela que Hinata había escrito pensando en Naruto.
—Espero que no vayas a enojarte, le enseñé la novela a un amigo mío que es escritor y tanto él como mi padrino dijeron que es fabulosa, así que ellos hicieron esto para ti, dicen que sería genial publicarla, así es como se verá – Explicó el rubio sonriendo, mientras que Hinata no salía de su asombro, pues jamás tuvo la intención de publicar aquella novela y sin embargo esta era una oportunidad única.
—¿De verdad les ha gustado? – Preguntó con las mejillas sonrojadas, viendo como su adorado rubio asentía con la cabeza, por lo que una dulce sonrisa apareció en sus labios.
—Sólo quería saber qué opinas de la idea, después de todo es tu novela, no planeo hacer algo sin tu permiso.
—Está bien, yo estoy de acuerdo Naruto-kun, muchas gracias – Susurró, abrazándolo con cierta timidez, cosa que Naruto adoraba y al mismo tiempo hacía temblar todo su cuerpo como el de un adolescente, pues Hinata provocaba más de mil cosas en él con el solo contacto de su piel.
—Lo que pasa es que me gustó mucho esta historia, y el protagonista me recuerda a alguien, pero por más que lo pienso no puedo adivinar a quién – Confesó algo sonrojado, mientras Hinata sólo soltaba una risita divertida; era un despistado sin remedio si aún no se daba cuenta.
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Toda la mañana en la empresa había sido muy tensa, ya que tanto Gaara como Matsuri se miraban con rabia cada vez, ella por todo lo que él le había hecho y él por el problema de ésta mañana, así que a la hora del almuerzo ambos se fueron por lados contrarios. Matsuri se encontraba en una fuente de sodas con sus amigas Temari, Hinata y Sari.
—Y Gaara es un idiota, imbécil y bruto – Decía Matsuri con el ceño fruncido, dándole pequeños golpecitos a la mesa, mientras sus tres amigas la veían con una gotita en sus frentes.
—Vamos Matsuri, no puede ser tan malo, seguro Gaara-kun se disculpará – Dijo Sari sonriendo, pero se asustó al ver la cara de asesina psicópata que ponía Matsuri, así que se escondió detrás de una nerviosa Hinata —. N-no dije nada.
—Matsuri, tú siempre has sabido lo torpe que es mi hermano, pero aún así lo amas – Intervino Temari mirando a su cuñada, la cual bajó la mirada con tristeza, aceptando lo que acababa de oír.
—Les tengo envidia, ustedes tres son tan felices – Dijo la castaña rodeada por un aura negra de depresión —. Mírate Sari, feliz con tu esposo y tu linda hija, y Temari, arreglaste las cosas con Shikamaru y estás esperando a tu bebé, mientras que Hina-chan está de novia con el chico de sus sueños… ¿Y yo qué tengo? Un falso matrimonio con mi mejor amigo de toda la vida, con alguien a quién amo con locura, pero que nunca me hará caso – Todas le vieron con tristeza, sin saber qué decir para animarla.
—Matsuri-chan… - Susurró la ojiperla, se sentía mal por su amiga, quisiera hacer algo para compartirle un poquito de su felicidad, no era justo que Matsuri sufriera así, mientras Matsuri, ya ni siquiera se molestaba en hacer creer a sus amigas que su matrimonio era real, estaba tan cansada ya de todo que quería terminar de una vez, deseaba olvidarse de ese amor que sentía por Gaara, de verdad lo deseaba.
—Y a todo esto Hinata-chan, felicidades por lo de tu novela – Dijo Matsuri sonriendo, aunque en verdad tenía muchas ganas de llorar. Hinata le sonrió amablemente y asintió con la cabeza.
—Gracias Matsuri-chan, y por favor no estés así de triste, estoy segura de que todo se va a arreglar.
—Hinata tiene razón Matsu – Dijo Sari tomando la mano de su amiga, quería verla feliz, porque para ella Matsuri era como la hermana que nunca tuvo, eran amigas desde los cuatro años y gracias a ella había conocido al amor de su vida; su esposo Kankuro —. Anímate amiga, si al final nada resulta con Gaara-kun sólo olvídate de él y búscate a otro.
—Es que no puedo Sari, lo amo… - La castaña bajó la mirada, no lograba reponerse de la tristeza que estaba sintiendo en estos momentos —. Esto es tan deprimente… ¿Pueden creer que todavía soy virgen?
—¡¿Qué?! – Exclamaron las tres chicas boquiabiertas, al tiempo que Matsuri sólo asentía con la cabeza y soltaba un par de lágrimas, sintiéndose cada vez más deprimida.
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Gaara mientras tanto se encontraba junto a Naruto y Sasuke en un restaurante, los tres ya habían terminado de comer y ahora estaban charlando, o más bien Naruto y Sasuke trataban de animar a Gaara, el cual se veía bastante deprimido por lo sucedido con Matsuri.
—Esto de estar enamorado es realmente una mierda – Dijo el pelirrojo entornando los ojos, porque realmente se sentía como un idiota y además no encontraba la forma de obtener el perdón de su adama, eso lo volvía loco.
—Yo no creo eso, por lo menos a mí me va muy bien – Comentó Naruto con su brillante sonrisa, mientras que Gaara fruncía el ceño, sintiendo envidia de él, pues desearía estar así de bien con Matsuri. Por su parte, el rubio miró a Sasuke —. ¿Y qué hay de ti, teme? Este último tiempo te he visto muy extraño, como menos mujeriego.
—¿Yo? – Sasuke se sintió algo nervioso y miró a Gaara, el cual sólo se encogió de hombros, como lavándose las manos del asunto. El azabache carraspeó disimuladamente y miró a su amigo ojiazul —. Bueno… la verdad es que estoy saliendo con alguien, es una relación bastante seria.
—¿Tú? – Cuestionó Naruto sorprendido. Miró a Gaara, quien no se inmutó para nada —. No puedo creerlo, Gaara tú lo sabías y ninguno me lo dijo, que egoístas – Se quejó, cruzándose de brazos y haciéndose el ofendido, pero al cabo de unos segundos miró al azabache con duda —. ¿Y yo la conozco? ¿Quién es?
—Eh… bueno… la verdad es que… - El Uchiha nuevamente no sabía qué decir ¿Cómo confesarle a Naruto que estaba saliendo con su ex? Estaba seguro que a pesar de que él estaba ahora con Hinata, no se tomaría bien esta noticia, sobre todo si se enteraba de que todo había comenzado cuando él aún era novio de Sakura —. No, no la conoces.
Gaara sólo miró a Sasuke y negó con la cabeza, como diciéndole con ese gesto que no era bueno mentirle a Naruto, pero Sasuke decidió ignorar esto, así que el pelirrojo sólo suspiró.
—Y bueno Gaara ¿Al final qué vas a hacer con Matsuri-chan? – Preguntó Naruto mirando a su amigo, el cual se mostró molesto.
—No la llames Matsuri-chan, te recuerdo que es mi esposa – Respondió enfadado y celoso, no le gustaba que nadie tratara con cariño a su mujer, ni aunque fueran sus amigos, pero su reacción provocó que sus dos amigos rieran divertidos, pues realmente nunca imaginaron verlo así por una mujer, era tan gracioso observarlo comportarse de esa manera tan posesiva y celosa.
—Vamos Gaara, no vas a tener celos de este dobe – Comentó Sasuke aún riendo, apuntando al aludido.
—¿A quién le dices dobe, teme? – Reclamó Naruto enojado y alzando su puño, pero Sasuke sólo le ignoró mirando a Gaara.
—Es curioso verte así, creo que esto del amor es contagioso – Suspiró el Uchiha cruzándose de brazos, mientras que Naruto le veía enojado por haber sido ignorado —. Pero en fin, si de verdad quieres que ella te perdone haz algo grande, no sé, sorpréndela.
—Sorprenderla… - Repitió Gaara en voz baja, como tratando de pensar en alguna cosa, hasta que vio a Naruto golpear la palma de su mano derecha con la otra mano hecha un puño, pues al parecer tuvo una buena idea.
—Oye Gaara, a las mujeres les gustan mucho las cosas románticas – Dijo sonriendo el rubio, con cierta malicia —. Y más si son en público.
—¿Qué tienes en mente?
Naruto sólo le hizo un gesto para que se acercara, pero Sasuke también se interesó en la conversación, ya que podía sacar alguna idea para Sakura.
—Con este plan no sólo te va a perdonar, sino que las vas a conquistar – Aseguró Naruto, dejando muy intrigado a Gaara, quien se moría por conocer su plan.
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Sasori se encontraba en su oficina en la empresa Akatsuki. Eran cerca de las cuatro de la tarde y estaba contando los minutos para hacer algo muy especial. Se giró en su cómoda silla y alcanzó su celular de encima del escritorio, pero antes de hacer la llamada notó la fotografía que estaba en él como fondo de pantalla, era de él abrazando a su amada Matsuri, hace más de tres años, cuando eran novios.
—Vamos Matsu, deja de correr y tomémonos la foto – Dijo Sasori jalando a su novia del brazo, pues ella no dejaba de portarse como una niña, aunque era esa alegría tan contagiosa la que lo había enamorado como un tonto de ella. Ya llevaban dos meses saliendo y él estaba realmente feliz a su lado, estaba muy enamorado de esa chica, era la mujer más dulce y tierna que había conocido.
—Sasori, que malo eres, con lo que me gusta correr por el parque – Se quejó Matsuri sonriendo, pero él no le hizo demasiado caso, ya que la abrazó por la cintura.
—Sólo quiero tener algo para recordar este día – Dijo el pelirrojo, extendiendo una cámara fotográfica al aire para así poder tomar la foto junto a su novia, quien le rodeaba por el cuello —. Listo – Concluyó sonriendo.
—Déjame verla – Pidió la castaña tratando de quitarle la cámara, pero en lugar de conseguir so su novio la besó en los labios, tomándola por la cintura una vez más y volviendo el beso muy profundo —. S-Sasori – Profirió con un tierno sonrojo adornando sus mejillas, mirándolo a los ojos mientras él aún permanecía abrazándola.
—Matsuri, te amo – Le susurró contra sus labios, pero ella no contestó, simplemente le sonrió rodeándolo por el cuello y volviendo a besarlo.
—Matsuri, nunca me lo dijiste, nunca me dijiste que me amabas… - Susurró con tristeza, justamente al mismo tiempo que marcaba aquel número, llevando el celular a su oído.
—¿Bueno? – Le respondió aquella voz que tanto deseaba oír, perteneciente a esa mujer que anhelaba tener a su lado, por lo que sonrió alegremente.
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Bueno, hasta aquí se queda por esta vez, muy pronto la parte dos, espero que les haya gustado ^^
¡Bye! | |
| | | Rushi~chan Nivel 5
Cantidad de envíos : 161 Edad : 26 Localización : mi casa, mi compu jakjajkaja Fecha de inscripción : 08/01/2011
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Sáb Mayo 21 2011, 09:15 | |
| esto se pone cada vez mejor
simplemente facinante!
espero que hagas la conti realmente pronto
sayonara! | |
| | | Dimencio Nivel 2
Cantidad de envíos : 50 Edad : 28 Localización : En la dimencion D, pero actualmente recido en el Olvido Fecha de inscripción : 27/02/2011
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Sáb Mayo 21 2011, 12:41 | |
| Chale carnalita lo dejas en lo mas interesante hmm, a ver que plan tiene Sasori jejeje, apuesto a que sera sumamente interesante hmm | |
| | | lavida13 Nivel 8
Cantidad de envíos : 307 Edad : 29 Localización : aldea de konoha mansion hyuga-uzumaki Fecha de inscripción : 15/01/2011
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Dom Mayo 22 2011, 13:19 | |
| WOW estuvo muy bueno el capi ya quiero ver la parte 2 ya quiero ver que tiene gaara preparado para matsuri y tambien que tiene que ver sasori con matsuri no que no se hablaban jeje bueno conti pronto baayyy | |
| | | shirookami Nivel 2
Cantidad de envíos : 62 Edad : 33 Fecha de inscripción : 16/08/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Mar Mayo 24 2011, 14:39 | |
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| | | Selene-chan Nivel 6
Cantidad de envíos : 213 Edad : 33 Localización : En mi casa Fecha de inscripción : 21/04/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Dom Mayo 29 2011, 04:08 | |
| ¡Hola! Gracias por los comentarios, como siempre aquí está la conti, espero que la disfruten porque pronto se vene lo bueno, más pronto de lo que creen jejejejej. ---------- — Matsuri, soy yo, Sasori, te llamaba porque tengo muchas ganas de verte – Escuchó Matsuri del otro lado del teléfono. Ella se encontraba en su puesto de trabajo, revisando algunos archivos que Gaara le pidió, fue ahí cuando le llamó Sasori, después de todo ya habían hablado antes y habían quedado en verse. Sí, Matsuri planeaba darse una oportunidad con Sasori, quería intentarlo. —Sasori, gracias por llamarme, es muy lindo de tu parte, pero ahora no puedo verte porque estoy trabajando – Dijo la castaña esbozando una leve sonrisa. — Al menos sal conmigo esta noche, no tienes que decírselo a tu marido, quiero estar contigo – Insistió Sasori, provocando que la chica se molestara un poco, sin embargo cuando estaba por rechazar su propuesta vio salir a Gaara de su oficina y no pudo evitar fruncir el ceño ¿Por qué siempre debía ser devota y fiel a él? ¿Por qué tenía que ser el único hombre que ella amara y deseara? Quería cambiar eso. —De acuerdo ¿Dónde nos vemos? – Respondió a Sasori, esbozando una falsa sonrisa y desviando la mirada para no ver a Gaara. Mientras tanto el pelirrojo la observaba fijamente y cruzado de brazos, haciendo suspirar a media oficina con su imponente y varonil figura, derritiéndolas con su penetrante mirada, pero él parecía no darse cuenta, o tal vez sí lo hacía pero no prestaba la menor atención, pues en ese momento él se encontraba suspirando internamente por esa mujer que le quitaba el sueño y le robaba el pensamiento, que se había hecho dueña de su corazón sin que él se diera cuenta, su dulce esposa, de quien estaba perdidamente enamorado. Sonrió pensando en el plan de Naruto, pues definitivamente le parecía bueno y lo usaría para recuperar el cariño de su Matsuri. En ese momento no tenía idea de que ella planeaba tener un encuentro intimo con otro hombre. —" Te amo Suri, por eso debo recuperar tu amistad y conquistar tu amor" – Pensó sonriendo levemente, aunque le dolió ver como si esposa evitaba su mirada todo el tiempo. No podía perderla, no podía dejar que eso tan hermoso que tenían se perdiera para siempre por una estupidez. *• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - La tarde había llegado rápidamente y Matsuri tomó su bolso para salir de la oficina directo a encontrarse con Sasori, pero justo cuando se puso de pie Gaara estaba parado enfrente de ella, impidiéndole que fuera a alguna parte. —¿Suri podemos hablar? – Preguntó él, con su semblante serio de siempre, haciendo que Matsuri se molestara con sólo verlo. —No tengo nada que hablar contigo idiota, muévete de mi camino – Le dijo Matsuri de manera ruda, sin darse cuenta de que a Gaara le herían sus palabras y la forma en que las decía. —Suri, por favor sólo quiero disculparme por lo de esta mañana y… por todo… no quiero que me sigas tratando así – Dijo Gaara bajando la mirada, haciendo sentir muy mal a Matsuri. Tal vez sí se estaba excediendo un poco con sus tratos hacia él, pero no lo podía evitar, le tenía demasiada rabia por ser tan idiota. —Con una simple disculpa no basta – Aseguró la castaña apretando los puños y ensombreciendo su mirada —. Te lo repetiré, no hay otra cosa que desee más que divorciarme de ti. —¿Para irte con él? – Cuestionó Gaara sin atreverse a mirarla, sintiendo dentro de él la profunda necesidad de expulsar de su cuerpo todo ese dolor que la persona que amaba le estaba profiriendo con sus crueles palabras. Matsuri no le respondió, simplemente lo miró de forma indiferente y luego se marchó, dejándolo ahí, solo y abandonado. Gaara se sentó sobre la silla de Matsuri, agradeciendo que ya no quedara nadie en la oficina, porque así nadie lo vería llorar, nadie lo vería derramar esas amargas lágrimas que ya no pudo contener por más tiempo, pues era la única forma de deshacerse de ese dolor que se acumulaba en su pecho, porque extrañaba a su dulce Matsuri. —Matsuri… Matsuri… ¿Por qué…? – Se preguntó tratando de calmarse *• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - Matsuri había corrido hasta afuera, derramando lágrimas a su paso. Nunca pensó que podría llegar a comportarse así con Gaara, pero era lo mejor, se tenía que olvidar de él, tenía que dejar de amarlo para así poder ser feliz junto a otro hombre. En ese momento, mientras se secaba las lágrimas, le llegó un mensaje de texto de Sasori. " Te estoy esperando, Sasori" —Es definitivo, esta noche me entregaré a Sasori – Se dijo tratando de sonar convincente, pero no lo estaba del todo, pues siempre había soñado con que su primera vez fuese con Gaara, siempre lo quiso de esa manera, sin embargo eso jamás pasaría, tenía que enamorarse de otro fuese como fuese, aunque le tuviese que dar su virginidad para ello. *• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - Sakura y Sasuke estaban cenando en el departamento de ella. Últimamente Sasuke se pasaba mucho tiempo ahí con ella, pues no le agradaba demasiado pasarse el tiempo en su casa con el amargado de su padre que sólo le estaba reprochando cosas sin sentido, o con el perfecto de su hermano Itachi, que aunque no tenia la culpa de nada aún así no soportaba verlo. —Sasuke… - Lo llamó Sakura, haciendo que él la mirara —. ¿Hablaste con Naruto? —La verdad es que lo intenté, pero no estoy seguro, ese dobe podría molestarse en serio si se entera que tú y yo… bueno, tenemos algo – Dijo Sasuke bajando la mirada y los hombros, por lo que no notó el ceño fruncido de Sakura al oírle decir que sólo tenían "algo", pero era cierto, jamás le habían puesto un nombre a esa relación y realmente eso comenzaba a inquietarle. —Yo he estado pensando… ¿Qué es exactamente lo que hay entre nosotros? – Preguntó la peli rosa bajando la mirada. Sasuke la miró extrañado, notando cierta tristeza en esos hermosos ojos jade que le habían conquistado desde la primera vez que la había visto. —¿Por qué me preguntas eso? – Cuestionó el azabache riendo divertido. Por primera vez pudo ver una expresión de berrinche mezclada con cierta vergüenza en el rostro de Sakura, puesto que se había sonrojado levemente y parecía algo arrepentida de haber hecho la pregunta de hace unos segundos. —No quiero ser una simple aventura para ti, si tú lo ves de esa forma mejor vete de mi casa ahora mismo, por favor – Dijo Sakura aún sin mirar a Sasuke, pero se sorprendió al sentir como él la abrazaba, acercando los labios a su oído. —Tonta, por supuesto que no eres eso para mí – Le aseguró en un susurro el Uchiha, sintiendo temblar el cuerpo de Sakura bajo sus brazos. Luego se separó de ella, mirándola fijamente y haciendo que el corazón de la chica se acelerara al estar frente a un hombre tan guapo —. Sakura, quiero decirte algo que no le he dicho jamás a ninguna mujer. —¿Qué cosa? – Preguntó la doctora Haruno sonriendo levemente. —Te amo, y quiero que seas mi novia – Sus palabras dejaron sorprendida a Sakura, la cual no pudo ni responder, ya que inesperadamente él la besó de forma apasionada, después de todo estaba seguro que la respuesta sería un sí. *• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - Él le había pedido que se vieran en una habitación de hotel, por lo que ahora Matsuri se encontraba nerviosa parada en frente de aquella puerta. Sabía perfectamente lo que sucedería una vez que entrara a ese lugar, sabía que el haber aceptado venir significaba que se acostaría con él, que lo haría con Sasori. —Fuera nervios, debo hacerlo – Se dijo para darse ánimos, no podía arrepentirse. Usó la tarjeta llave que tenía en su mano y que le habían dado en la recepción, y finalmente entró a la habitación, dejando la puerta cerrada tras su espalda. Oyó el sonido de la ducha e inmediatamente intuyó que Sasori se estaba dando un baño. Matsuri se sonrojó de sólo imaginarlo y se dirigió a la gran cama matrimonial, sentándose sobre ella sin atreverse a decir alguna cosa para avisar que estaba ahí. En ese momento vio salir al pelirrojo del baño, el cual tenía sólo una toalla blanca cubriendo su parte baja y su cabello estaba completamente húmedo, dándole un aspecto muy sexy. Al verlo el rostro de la castaña enrojeció completamente, al tiempo que él le sonreía. —No noté cuando llegaste – Dijo Sasori acercándose a ella, posándose justo en frente. La ojinegra lo miró hacia arriba, detallando por completo su perfecto físico, para después volver a bajar la mirada sonrojada y nerviosa. —Acabo de llegar – Dijo apenada. Sasori se sentó a su lado, acariciando suavemente su mejilla, para luego tomarla del mentón y así obligarla a verlo a los ojos, quedando embelesado con la belleza de la chica. —Matsuri, estoy tan feliz de que hayas aceptado venir, no sabes cuanto deseo hacerte mía – Matsuri no le dijo nada, tan sólo desvió su mirada, por lo que el beso de Sasori la tomó desprevenida. Sintió esos fríos labios sobre los suyos, moviéndose con pasión y anhelo, pero dentro de ella nada se había encendido como cuando Gaara la besaba. Poco a poco comenzó a corresponderle, rodeando al pelirrojo por el cuello, por lo que las mangas de s chaqueta se mojaron con el agua que aún había en su cabello. Sasori apoyó una de sus manos en la cintura de Matsuri, mientras que la otra acariciaba su mejilla, aún sin detener tan apasionado beso, sin embargo, cuando el aire le faltó, Matsuri se separó de él. —S-Sasori, apenas llegué ¿Y-ya vamos a hacerlo tan rápido? – Preguntó ella avergonzada. Sasori la miró y le sonrió, asintiendo con la cabeza. —Ya he esperado mucho para esto, quiero hacer el amor con mi amada Matsu – Respondió antes de volver a besarla, pero esta vez era de forma demandante, como exigiéndole que le diera más, que le diese todo de ella. La recostó sobre la cama, recargándose sobre ella y besando su cuello de forma delicada y posesiva, como si Matsuri le perteneciera. La castaña comenzó a sentir su cuerpo tenso, sobre todo cuando él comenzó a tocarla. Las manos de Sasori se movían con rapidez sobre sus piernas, deslizándose luego por sus caderas, su cintura. Ella hacía un gran esfuerzo por tratar de disfrutarlo, pero por más que lo deseaba sólo podía pensar en estar con Gaara, en que las caricias que ahora estaba recibiendo fuesen de parte de él, pero eso no era real, eran sólo fantasías. —" Hacer… el amor…" – Esas palabras se cruzaron por su mente de pronto y mientras Sasori la besaba en lo labios fue que se dio cuenta de ello, que a pesar de que estaba ahora con él no dejaba de pensar en Gaara; que no podía hacer el amor con una persona que no amaba. *• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - Gaara estaba sentado en el mini bar de su casa. Se había bebido media botella de whisky y se sentía realmente deprimido por lo sucedido con Matsuri. Su indiferencia y su frialdad le estaban matando lentamente y ya no podía continuar así, necesitaba tener de vuelta a su dulce Matsuri, a su linda y tierna Matsuri, esa que siempre estaba ahí para él. —Matsuri ¿Dónde estás? – Se preguntó preocupado, pues estaba temiendo que ahora ella se encontrara con Sasori, que ese imbécil la estuviera haciendo suya. Exactamente como se estaba sintiendo ahora se había sentido Matsuri aquella noche en que él se había ido con Yuki, con esa misma desesperación y ansias por su regreso. No quería ni imaginar que después de divorciarse su Matsuri se fuera con él, que se casara con Sasori y juntos formaran una linda familia, no quería perderla, por primera vez desde que le habían dicho que debía casarse, se quería quedar así, quería seguir casado con ella hasta el final de sus días, porque de verdad la amaba y no la quería compartir con nadie. Justo en ese momento sintió que la puerta se abría y al mirar hacia ese lugar vio entrar a Matsuri, que se veía un poco inquieta. Ella sólo lo miró ahí y luego, sin decir una sola palabra subió corriendo las escaleras, pero Gaara pudo darse cuenta de que estaba llorando, así que dejó todo tirado y corrió tras ella como un rayo, encontrándola recostada sobre la cama. —Matsuri ¿Qué tienes? – Preguntó preocupado, no quería ni pensar en que alguien le hubiese hecho algo malo. Se sentó junto a ella y comenzó a acariciar su cabello con cuidado —. No llores, dime por qué estás así. —No es nada – Fue la respuesta de Matsuri. Verdaderamente no quería decírselo a Gaara, no le quería decir que había intentado tener relaciones con Sasori y que no había podido, que por eso estaba llorando, porque lo amaba a él más de lo que hubiera pensado y nuevamente no había sido capaz de entregarse a otro hombre. —Suri, sólo dime que nadie te ha hecho algo malo, porque si es así te juro que mataré a esa persona con mis propias manos – Dijo el pelirrojo con rabia, apretando sus puños y su mandíbula, pero se relajó cuando sintió los brazos de su esposa alrededor de su cuello y como su delicado y tibio cuerpo se pegaba al suyo. —Gracias Gaara, pero estoy bien, sólo necesito que me abraces – Rogó la castaña, llorando sobre su pecho, por lo que Gaara la rodeó por la cintura, quedando ambos arrodillados sobre la cama y abrazándose, mientras ella seguía derramando lágrimas. —No llores más, tú sabes que no me gusta verte triste, ven – Gaara la empujó con cuidado sobre la cama, quedando sobre ella y acariciando su mejilla con delicadeza —. Duerme Suri, te prometo que te estaré cuidando toda la noche – Dijo mirándola a los ojos, respirando su suave aliento, para luego acercarse más y besar dulcemente su frente. Matsuri sólo asintió con la cabeza y mientras cerraba lentamente sus ojos, Gaara se fue separando de ella, recostándose a su lado. —Suri… te amo… - Le susurró al oído, pero aunque Matsuri sí logró oírlo, pensó que sólo lo había imaginado, pues en ese instante cayó en los brazos de Morfeo. *• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - Abrió sus ojos negros y se dio cuenta de que ya era de día. Estaba tapada con una frazada, así que no sentía frío, pero al sentarse pudo darse cuenta de que la cama estaba hecha, pero ella estaba sola. Recordó lo sucedido anoche con Gaara y no pudo evitar avergonzarse y sonrojarse a la vez, él había sido tan tierno y lindo al reconfortarla de esa manera; definitivamente no quería seguir peleada con él, no podía. Justo en ese momento Gaara salió del baño ya vestido, utilizando una camisa de color verde olivo y unos pantalones de tela negros. Tenía el cabello mojado, lo que delataba que acababa de ducharse y a la vez le daba un aspecto realmente sexy. —Buenos días Suri ¿Cómo te sientes? – Preguntó abotonándose las mangas de la camisa, al tiempo que una medio embobada Matsuri admiraba su perfecta anatomía. —Estoy bien Gaara, gracias por lo que hiciste por mí – Dijo ella con una pequeña sonrisa. Gaara sólo le sonrió quedamente y salió del cuarto para bajar a desayunar, mientras que Matsuri se dejaba caer sobre la cama sin poder evitar abrazar la almohada por lo feliz que se sentía, porque todo anoche había sido hermoso, pero fue precisamente ahí que se detuvo a pensar en lo que había oído antes de dormirse; no estaba segura, pero juraba haber oído a Gaara decir " Te amo", aunque era imposible —. Claro que no, Gaara no me puede haber dicho eso, sólo lo debí imaginar – Se dijo algo insegura. *• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - Eran cerca de las doce y él sabía que todos estarían yendo a la cafetería de la empresa para almorzar. A esta hora sabía que el programa de radio de su amigo Rock Lee se estaría escuchando por los altoparlantes y esta sería su única oportunidad. Cuando Matsuri lo había tratado tan mal ayer había pensado en no hacerlo, pero al verla tan frágil después, lo había reconsiderado y finalmente se decidió. —Lo haré – Dijo tomando su teléfono para marcar cierto número muy especial. Mientras tanto, afuera de la oficina, justo en una mesa de la cafetería se encontraban Temari y Matsuri charlando, o más bien Temari veía enojada a Matsuri. —No puedo creer que te hayas ido a ver con Sasori para acostarte con él – Dijo la rubia con el ceño fruncido, mientras que Matsuri se mostraba muy apenada. —Pero no pasó nada Temari – Aclaró la joven con las mejillas sonrojadas y la mirada baja —. No pude hacerlo, lo intenté de verdad pero no hacía más que pensar en Gaara a casa momento, lo veía a él acariciándome y besándome, pero como estaba con Sasori de pronto me sentí sucia… y no podía parar de llorar. —Matsuri… - Pronunció Temari algo sorprendida por el relato de su amiga —. ¿Sabes qué? No deberías de esperar más, dile a Gaara de una vez lo que sientes por él. —No puedo, no se lo diré jamás, ya he decidido que aceptaré mi suerte y cuando pasen los seis meses me divorciaré, lo dejaré libre y luego me iré del país, mi madrina vive en Inglaterra, estoy segura de que ella me recibirá con gusto. —Pero Matsuri – Temari iba a replicar, pero en ese instante fue interrumpida por la voz del famoso locutor del programa "Llama de la juventud", Rock Lee, el cual volvía a hablar después de un par de canciones, pues al parecer tenía una llamada. — Bueno amigos, tenemos una llamada y ya lo sabes, si quieres decirle algo a alguien ¡Hazlo con toda tu llama de la juventud! – Exclamó emocionado —. ¿Bueno, quien nos llama?— Hola Lee, habla Sabaku No Gaara – Se escuchó la voz respondiendo, dejando con la boca abierta tanto a Temari como a Matsuri ¿Qué hacía Gaara en la radio? —¿Gaara? – Exclamaron las dos al mismo tiempo. — ¡Oh, Gaara-kun cuanto tiempo! – Dijo Lee, al parecer sonriendo, ya que él y Gaara eran buenos amigos desde hace años —. ¿Qué te trae por aquí? ¿Quieres decirle algo a alguna persona especial?
— Así es – Respondió Gaara —. Esto es para la persona más importante de mi vida, que siempre ha estado a mi lado cuando la necesito, antes como mi mejor amiga y ahora como mi esposa.
El corazón de Matsuri se oprimió con rapidez, no podía creer que Gaara estaba haciendo esto por ella, él que odiaba revelar su vida privada a quien fuera, sólo por ella. — Este es un hombre enamorado – Comentó el locutor —. Muy bien amigo ¿Qué es lo que quieres decirle a tu esposa?— Matsuri, sé que este último tiempo me he comportado como un patán, y entiendo que estés enojada conmigo, por eso hoy, aquí y mientras miles de personas me escuchan, quiero decirte que de verdad lo siento, sólo deseo que vuelvas a ser mi tierna y linda Matsuri.— Vaya Gaara, esperemos que con esto tu esposa te perdone ¡Perdónalo Matsuri-san! Y para amenizar el momento les pondré una canción.
—Gracias Lee – Finalmente la llamada acabó y mientras la canción comenzaba a sonar, Matsuri se había quedado paralizada en su sitio, al tiempo que todos los presentes la miraban, sorprendidos por lo que acababa de pasar. No quiero que te vayas Aún la noche es larga Cada momento nuestro Quisiera detenerlo En esta cama Ella no sabía que decir, pero sentía tantas ganas de correr a los brazos de Gaara, besarlo y decirle cuanto lo amaba, cuanto se moría por que él sintiese lo mismo que ella. Fue en ese momento que todos comenzaron a cuchichear y cuando ella se dio la vuelta lo vio parado en la entrada de la cafetería. Qué largas son las horas Cuando tú te demoras Me vuelvo loco Esperarte me mata —Gaara… - Susurró con una hermosa y alegre sonrisa, notando como en los labios del pelirrojo se formaba una también. Todos estaban en completo silencio, nadie movía un músculo en aquel lugar, sólo podían ver como Gaara se acercaba lentamente a su esposa, hasta quedar frente a ella. —Suri ¿Me perdonas? – Preguntó con la mirada triste, sin embargo ésta cambió cuando ella lo abrazó. Amor quédate Quédate Quiero más de tus besos Necesito tu cuerpo Hazme el amor, mátame de placer Amor quédate Quédate Desearte así es un vicio Del cual nunca me curaré Amor quédate —Sí Gaara, yo te prometo que todo será como antes – Respondió Matsuri mientras que Gaara sólo la abrazaba más fuerte y Temari juntos a los empleados presentes comenzaban a aplaudir a la "feliz" pareja. —Gracias Suri, te quiero – Le susurró Gaara al oído. *• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - Finalmente faltaba sólo un día para que se cumplieran los seis meses, sólo un día para que al fin se pudieran liberar de la cláusula y se separasen, para alejarse el uno del otro para siempre y volver a ser simplemente mejores amigos. Pero había un enorme problema en todo esto y ese era que ninguno de los dos quería tomar la salida fácil, ambos querían estar juntos y amarse. —¿Vas a salir? – Preguntó Gaara cuando vio que Matsuri tomaba su bolso, luciendo una espectacular teñida de primavera, un precioso vestido celeste con flores blancas. Ella le sonrió y asintió. —Voy a comprar un vestido para la reunión de esta noche – Fue su respuesta antes de salir, mientras que Gaara caía sentado sobre el sofá, soltando un suspiro. —Mañana serán los seis meses, te perderé para siempre y no quiero – Cerró sus ojos, tratando de acostumbrarse a la idea de que ya Matsuri no sería su esposa por más tiempo, era mejor que se olvidase de ella a como diera lugar. Era lo mejor. Continuara… Avance: Matsuri no hacía más que mirarlo desconcertada, no entendía lo que quería decirle Gaara con esas palabras, pero su corazón estaba latiendo cada vez más rápido, se sentía como si tuviera un nudo en la garganta, mientras Gaara seguía hablando.
—Suri, cada vez que te veo siento el deseo de besarte – Gaara ya no podía contenerse, lo que sentía por ella era más fuerte que su propia consciencia y necesitaba decirlo —. Siempre que miro tus ojos, tu sonrisa, tengo deseos de estrecharte entre mis brazos, de hacerte mía hasta desfallecer, Matsuri, estoy perdidamente enamorado de ti.
Los ojos de ella se abrieron tanto que casi salían de sus cuencas, sus labios se movían tratando de decir algo, de explicar eso tan maravilloso que estaba sintiendo al haber oído lo que Gaara sentía por ella, pero estaba demasiado abrumada para hablar, su cuerpo no respondía, era como estar flotando en las nubes.Próximo capítulo: Tú me perteneces. --------- Bueno, espero que les haya gustado ^^ ¡Nos leemos! Byeeee | |
| | | N!ky Nivel 45
Cantidad de envíos : 10927 Edad : 28 Localización : Gobernando en el Infierno Fecha de inscripción : 30/12/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Dom Mayo 29 2011, 08:32 | |
| MUY GENIAL TODOS LOS CAPS. SORRY X NO HABER COMENTADO ANTES: LOS ESTUDIOS SON UNA MOLESTIA genial ya kiero ver lo k pasa!!! nesesito la conti Eres genial Selene-chan!!! Kiero conti!!! Matta ne! te cuidas!
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| | | Rushi~chan Nivel 5
Cantidad de envíos : 161 Edad : 26 Localización : mi casa, mi compu jakjajkaja Fecha de inscripción : 08/01/2011
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Lun Mayo 30 2011, 07:34 | |
| muuy impresionante en el prox capi gaara-sama se declara!!! espero sinceramente que el lemmon sea en el prox.capitulo...ya no me aguanto mas<> ojala sea re-weno...pero no sepodria esperar menos de ti selene-chan
matta ne!
se despide con muuxa emocion...shizuka-chan | |
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| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 | |
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| | | | ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 | |
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