|
| ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 | |
|
+16~azula~ aiko8121 Lady-Uchiha Yume-chan Rushi~chan Dimencio Senaku N!ky lavida13 diananarahyuga Naru--Hina shirookami irenehbote lalii_1995 ~PriincessYoko~ Selene-chan 20 participantes | |
Autor | Mensaje |
---|
Selene-chan Nivel 6
Cantidad de envíos : 213 Edad : 33 Localización : En mi casa Fecha de inscripción : 21/04/2010
| Tema: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Miér Ago 18 2010, 04:50 | |
| ¡Hola! Bueno, como ya estoy por acabar uno de los fics que tengo aquí, les dejaré este donde la pareja protaginista es también el GaaMatsu, sólo que a diferencia del otro aquí verán un poco de las otras parejas ^^ En fin, espero que les guste este nuevo fic y les dejo el prólogo.
-------
Prologo:
Sabaku No Gaara siempre había sido un chico mimado y consentido. Como el hijo menor de la familia Sabaku No, jamás le había faltado nada y siempre había gozado de una excelente vida de heredero.
Su sueño siempre fue ser el próximo presidente de la compañía Suna Corporation, en donde su familia siempre había sido la dueña.
Tiene mucho éxito con las mujeres debido a lo apuesto que es, pero su gran problema era que sólo las buscaba por diversión y no planeaba tomarse las cosas en serio con ninguna. Pensaba que el matrimonio era para gente idiota, y no temía decirlo frente a su padre o a sus dos hermanos, quienes estaban casados. A él sólo le importaba su propia libertad.
Su padre al ver que Gaara era un inmaduro, intentó por todos los medios hacerle cambiar de parecer sobre la idea del matrimonio. Trató de hacerle conocer chicas de buena familia, incluso concertó entrevistas de matrimonio sin su consentimiento, pero nada funcionaba. Sabaku No Gaara seguía sin querer comprometerse.
Mientras, los dos hermanos mayores, Temari y Kankuro disfrutaban de su feliz vida con las personas que amaban. Temari estaba casada con el asesor de finanzas de la empresa, Shikamaru Nara, y aunque llevaban una excelente relación, de vez en cuando tenían problemas como todas las parejas. Kankuro en cambio se llevaba excelente con su esposa Sari, con quien tenía una pequeña hija de tres años llamada Miki, a quien adoraba sobre todas las cosas.
Pero a pesar de ser un mujeriego, había una mujer a la cual Gaara jamás faltaría el respeto, y esa era su mejor amiga desde los 12 años: Matsuri, quien además se había convertido en su secretaria. Lo que él no sabía era que ella estaba completamente enamorada de él. Matsuri sentía una terrible pena en su interior debido a que Gaara la veía sólo como una amiga, y aunque no se atrevía a hablarle de sus sentimientos, esperaba algún día poder confesarlos.
Después de un tiempo el padre de los hermanos Sabaku No decidió abandonar su puesto de presidente de la empresa Suna debido a una incurable enfermedad que lo aquejaba, y decidió dejar a Gaara al mando sólo para ver si por fin maduraba, pero las cosas siguieron igual que siempre y esto lo hizo tomar una drástica decisión que cambiaría la vida de su hijo menor para siempre.
Finalmente el padre de Gaara, Temari y Kankuro falleció. Se hizo un funeral en su nombre y todos rezaron por que su alma descansara en paz. Sin embargo la pesadilla apenas comenzaba para el menor de los hermanos, quien jamás se esperó que su propio padre le jugara una mala treta.
Había dejado como cláusula en su testamento, que para que Gaara pudiera recibir su herencia y hacerse cargo de la empresa, la única condición era que se casara.
Desde entonces Gaara había comenzado a pensar que su vida era un infierno.
¿Ahora que haría?
Fin prólogo
------
Eso es más o menos de que va a tratar el fic, si quieren saber como sigue, diganme xD Bye ^^
Última edición por Selene-chan el Dom Mar 03 2013, 04:13, editado 35 veces | |
| | | ~PriincessYoko~ Nivel 13
Cantidad de envíos : 596 Edad : 32 Localización : Toii Con Mii Hermoso Hombre, Mii Kamikorosu! ;DDD <3! Fecha de inscripción : 21/01/2010
| | | | lalii_1995 Nivel 1
Cantidad de envíos : 26 Edad : 34 Fecha de inscripción : 07/09/2009
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Miér Ago 18 2010, 07:38 | |
| me encanta jajaj que pasara? porfas segui escribiendo selene! sos la mejor :) | |
| | | Selene-chan Nivel 6
Cantidad de envíos : 213 Edad : 33 Localización : En mi casa Fecha de inscripción : 21/04/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Lun Ago 23 2010, 15:34 | |
| ¡Hola! Ya me había olvidado de actualizar aquí jeje, gomen ne, y gracias por los post. Aquí el capi 1 ^^
-------
Capitulo 1: Una cláusula inevitable
-Y es así que os designo mi última voluntad… – Terminó de leer el abogado de la familia Sabaku No; Baki.
Todos los que mantenían su atención en aquella lectura estaban casi atónitos, a excepción de un joven que se encontraba totalmente furioso.
Su cabello rojo como el fuego caía sobre su rostro enfurecido. Sus ojos color aguamarina dejaban clara la expresión de odio en ellos. Sus puños se apretaban con fuerza tratando de reprimir aquella emoción que en ese momento inundaba por completo su ser. Y es que sentía deseos de matar a alguien.
Después de que el abogado acabara la lectura del testamento de uno de los hombres más ricos he importantes del país, todos abandonaron la sala.
Una mujer rubia de ojos azules salió tomada de la mano con un pelinegro de aspecto despreocupado, quien llevaba su cabello recogido en una coleta. Después de ellos salió un hombre alto, de cabello y ojos cafés, junto a una mujer de larga cabellera castaña, que llevaba a una niña de unos tres años en sus brazos. Finalmente salió el pelirrojo, quien se veía totalmente enfurecido aún.
-Tranquilo Gaara – Habló el castaño -. Seguro encontrarás la forma.
-No lo creo Kankuro – Bufó el pelirrojo -. Mierda… - Masculló en voz baja.
-Será mejor que comiences a buscar una novia hermano – Dijo la rubia poniendo una mano sobre el hombro de Gaara -. O te quedarás sin nada – Finalizó con una sonrisa.
Gaara bajó la mirada, estaba muerto de rabia ¿Cómo había sido su padre capaz de hacerle eso? Prácticamente estaba obligándolo a casarse. Aún después de muerto insistía con el tema, y lo peor era que esta vez no había forma de librarse. O se casaba o se quedaba sin un peso en el bolsillo por el resto de su vida, y él jamás consentiría la segunda opción.
La familia Sabaku No eran los dueños de Suna Corporation, una de las empresas más prominentes de la ciudad de Tokio. Sin embargo, con la reciente muerte del padre de los hermanos, todo cambió. Temari, Kankuro y Gaara heredaron toda su fortuna y por supuesto que la empresa. Pero las cosas no eran tan fáciles para el menor de los hermanos, ya que su padre estipuló una clausula en su testamento para que él pudiese recibir todos sus bienes y la tan ansiada presidencia de la empresa y eso era nada más y nada menos que estar casado.
A sabiendas de que su hijo menor era un inmaduro y un mujeriego empedernido -y no queriendo un futuro así para él-, el padre de los tres dejó bien clara la clausula en su testamento; una verdadera pesadilla para Gaara, ya que no soportaría más de un mes con la misma mujer.
Lo único que le quedaba ahora era conseguir una novia y casarse con ella antes del plazo de dos meses, y estar al menos seis meses casado con ella para lograr sus objetivos.
Todos salieron del despacho del abogado y se dirigieron a sus trabajos. Gaara estaba irascible, no podía aceptar algo como eso y aún así no podía hacer nada por evitarlo.
Llegó a su oficina y se sentó. Le dio un golpe a la mesa y en ese momento golpearon la puerta.
-Pase – Indicó fastidiado.
-Permiso Gaara – Oyó una dulce voz del otro lado. Una joven de cabello castaño que le llegaba hasta los hombros y ojos negros entró entonces. Llevaba puesta una blusa blanca a botones que se amoldaba perfecto a su esbelta figura y una minifalda azul oscuro, calzando unos zapatos del mismo color. Al entrar notó el mal humor de su jefe, por lo que sonrió para apaciguarlo -. No sabía que te había ido tan mal.
-No es eso Matsuri, o bueno, en realidad si – Respondió el pelirrojo relajando un poco su expresión -. Es sólo que… papá me la ha jugado otra vez – Miró a la chica, la cual se sentó frente a él -. Ha puesto una condición para que yo pueda seguir siendo el presidente de la empresa, y reciba el resto de mi herencia.
-¿Y que condición ha puesto? – Preguntó Matsuri, un tanto preocupada por la expresión en el rostro de su mejor amigo. Cada vez que Gaara tenía un problema, ella siempre estaba ahí para ayudarle, así había sido desde los doce años.
-La condición es… que me case de aquí hasta dentro de dos meses, y que al menos esté seis meses casado – Respondió Gaara. La expresión en el rostro de Matsuri cambió, estaba sorprendida ¿Gaara debía casarse? Esto definitivamente era una pesadilla, ella no podría soportar verlo casado, no con otra mujer.
-Ah… pues…
-¿Por qué no dices nada? Eres mi mejor amiga Matsuri – Dijo Gaara mientras tomaba las manos de la chica sobre el escritorio -. Esto es horrible para mí ¿Cómo voy a casarme en dos meses? Mi vida está arruinada.
-Vamos Gaara, no puede ser tan malo – Dijo Matsuri tratando de sonreír, aunque en el fondo de su corazón un creciente dolor aparecía y la razón era simplemente que desde los doce años, estaba total y completamente enamorada de él, y ese amor fue creciendo a medida que pasaban los años. Matsuri pensó que con el tiempo podría olvidarlo, ya que Gaara jamás la miraría como a las otras mujeres por el simple hecho de ser su mejor amiga, sin embargo eso no resultó. Sin importar lo que hiciera, o con cuantos chicos saliera, lo seguía amando con todo su ser.
-¿Qué no puede ser tan malo? – Repitió Gaara arqueando una ceja -. Como se nota que eres una mujer.
-¿Qué quieres decir con eso? – Preguntó la castaña algo ofendida por el comentario.
-Pues que para ustedes las mujeres, casarse es un sueño. En cambio para nosotros es echarse la soga al cuello, renunciar a todo lo que podemos hacer cuando estamos solteros. No me imagino durmiendo todos los días con la misma mujer por el resto de mi vida.
Matsuri se puso de pie muy enfadada y se dirigió a la salida ¿Es que acaso el idiota de Gaara la veía de esa forma? ¿Parecía una mujer superficial y desesperada por casarse?
-Si eso es lo que piensas no puedo ayudarte, no eres más que un machista – La chica cruzó la puerta y cerró dando un portazo, mientras el pelirrojo la veía con una gotita en su frente.
-Creo que se ha enfadado – Miró la hora -. Rayos, en media hora es la reunión con los de Konoha.
Gaara se puso rápidamente de pie y salió de su oficina, ya que en pocos minutos tenía una importante reunión con los representantes de Konoha, una de las más grandes compañías de la ciudad junto a la suya.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Matsuri estaba echando unas monedas a la máquina expendedora de bebidas. Sacó un refresco de cola y bebió un poco, luego suspiró.
-Gaara va a casarse… en dos meses… lo perderé para siempre – Susurró bajando la mirada. Lejos de sentirse enojada por lo que le había dicho Gaara, estaba triste, triste porque pensó que él siempre iba a estar a su lado, aunque fuera como amigo -. Ojalá fueses a casarte conmigo…
-¡Matsuri-chan! – Escuchó una voz femenina y alguien le tocó el hombro. Matsuri se exaltó y se volteó un poco asustada.
Una hermosa chica de cabello negro azulado, largo hasta su cintura y ojos color perla le sonreía de forma animada. Vestía ropas de ejecutiva al igual que Matsuri, quien le sonrió.
-Hinata-chan… no puede ser, hace tiempo que no te veía – Ambas se abrazaron muy animadas y sonrientes, como dos verdaderas amigas -. ¿Cómo has estado?
-Bien, estoy trabajando como asistente personal del presidente de Konoha, aunque a mi padre le costó asimilarlo – Respondió Hinata con una sonrisa. El padre de Hinata era un hombre de negocios y quería que su hija siguiera su ejemplo siendo la heredera de sus empresas, pero Hinata pensaba que tanta responsabilidad no iba con alguien como ella, así que simplemente se dedicó a seguir una carrera por sí misma, delegándole el cargo de heredera a su hermana menor Hanabi, quien anhelaba ser la sucesora de su padre.
-Vaya, tenemos el mismo puesto – Dijo la castaña con una gotita en su frente.
-¿A si? Que coincidencia – Dijo sonriendo la ojiperla.
Las dos chicas siguieron hablando, hasta que llegó la hora de la reunión.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Todos estaban dentro de la sala de juntas, a la izquierda los representantes de Suna, y a la derecha los de Konoha.
-Bienvenidos a Suna Corp Naruto, Sasuke, y Hinata – Dijo Gaara cortésmente, mirándolos a los tres de a uno y deteniéndose en Hinata, ya que al verla una extraña pero conveniente idea pasó por su cabeza.
-Gracias Gaara – Respondió un joven rubio, que poseía tres extrañas marcas en sus mejillas, como los bigotes de un zorro y dos hermosos y brillantes ojos azul zafiro, acompañado de una enorme sonrisa –. Bueno, es hora de comenzar, pero antes les quería dar mi más sentido pésame a los tres – Dijo mirando a los hermanos Sabaku No, tratando de ser cortés con su dolor.
-No te preocupes Naruto – Le dijo Temari con una sonrisa. El rubio sólo asintió con la cabeza.
La reunión comenzó con un Shikamaru exponiendo la situación financiera de la empresa. Él, a parte de ser el esposo de Temari desde hace dos años, había sido el hombre de confianza de su suegro en los asuntos de la empresa desde que se casó con su hija. Y ahora era la mano derecha de Gaara –como el nuevo presidente de la empresa-, la cual se encargaba de la creación y desarrollo de aparatos tecnológicos. La empresa Konoha se dedicaba a lo mismo, y aunque por años habían sido rivales, ahora habían decidido aliarse en contra de una competencia aún mayor; Akatsuki.
Después de que hablara Shikamaru, Hinata se puso de pie y comenzó a exponer los parámetros del contrato que pronto iban a firmar, mientras los demás la veían atentamente.
Gaara no le quitaba la vista de encima. Hinata era una mujer muy hermosa, de buena familia y no tenía novio. Su mente ya había comenzado a maquinar el pan perfecto. Si necesitaba una esposa ¿Quién mejor que ella? Y después de todo… ¿Qué tan difícil podía ser conquistar a una chica como ella? Al final para él no había imposibles, o eso era lo que creía.
Cuando la reunión acabó, el pelirrojo se acercó a Hinata, quien guardaba unos papeles dentro de una carpeta. Los demás ya habían salido, así que sólo estaban ellos dos solos.
-Muy buen trabajo, Hinata – Dijo con su voz sexy y seductora, la que sabía que volvía locas a todas las chicas. La ojiperla dio un pequeño salto al oír aquella grave y masculina voz tan cerca de ella y los papeles cayeron al suelo.
-Ah, gracias, Gaara-san – Respondió mientras se agachaba a recoger lo que cayó. Gaara se agachó también y le entregó los papeles a una sonrojada Hinata.
-Aquí tienes, ten más cuidado – Y le sonrió, haciendo que ella, por un momento, se perdiera en esos ojos color aguamarina. Siempre había pensado que Gaara era muy guapo, pero era la primera vez que él se le acercaba de esa manera y ciertamente estaba muy nerviosa.
-H-hai – Contestó la ojiperla poniéndose de pie.
Gaara salió de la sala con una sonrisa en sus labios. Estaba seguro de que Hinata era la esposa que necesitaba y ya había dado el primer paso en su plan de conquista: comportarse como un caballero y usar su sonrisa matadora. Con esto siempre se las echaba al bolsillo.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
-No puede ser – Dijo Matsuri mientras se dejaba caer sobre su cama. El día había acabado y lo único que quería ahora era descansar. Se sentía afligida por la conversación con Gaara en la oficina, aunque no sabía ni con quien ni cuando; él se casaría -. Va a casarse y nunca le dije que lo amo, nunca podré decírselo.
Una lágrima escapó de sus ojos y justo en ese momento tocaron el timbre de su departamento. Ella se limpió rápidamente el rostro y se dirigió a abrir la puerta.
-¿Tú?
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Kankuro se sentó a la mesa del comedor de su casa y tomó el diario para leerlo, pero antes de ojear siquiera un poco, una aguda vocecita llamó su atención.
-¡Otto-san! – Gritó su pequeña hija mientras lo abrazaba. Kankuro dejó el diario de lado para levantarla y tomarla entre sus brazos -. Miki-chan te etaba epelando – Dijo con una sonrisa y tratando de hablar lo más claro posible, aunque le era bastante difícil.
Kankuro le sonrió a su hija, su adoración. Se parecía mucho a él, tenía sus ojos y el cabello lo tenía largo hasta la cintura, de color castaño, muy fino y bien cuidado.
-Miki-chan, papá tenia muchas ganas de verte – Respondió el castaño. En eso se acercó su esposa con los platos en la mano, para ponerlos sobre la mesa.
-Miki-chan, deja a papá y siéntate a la mesa, mamá está por servir la cena – Pidió con una sonrisa.
-Hai – Respondió Miki desanimada.
-Oh, déjala Sari, sabes que adoro estar con Miki-chan – Dijo Kankuro con una sonrisa. Sari volvió a sonreír y asintió con la cabeza.
-Por cierto ¿Qué piensa hacer Gaara-kun con respecto a la clausula? – Preguntó Sari mientras servía la cena -. ¿Al final va a aceptarlo?
-No le queda de otra, Gaara tendrá que casarse aunque no quiera, y apuesto a que en estos momentos tiene que estar odiando a papá – Dijo Kankuro.
-¿Tío Gaala she casalá? – Preguntó la pequeña - ¿Se casalá con tía Masuli?
-¿Eh? – Exclamó Kankuro parpadeando, sin entender. Sari sólo se cubrió el rostro con una mano soltando un suspiro, mientras su esposo la miraba confundido.
-No cabe duda de que ustedes los hombres son unos ciegos, incluso Miki-chan se ha dado cuenta – Dijo Sari -. ¿Es que acaso no has notado que Matsuri está enamorada de Gaara-kun? Él tampoco se ha dado cuenta.
-¿En serio? Pobre Matsuri – Dijo bajando la cabeza. Él y Matsuri eran muy buenos amigos también y sabía que su hermano no la veía más que como una amiga, y si él se llegaba a casar con otra, la castaña iba a sufrir mucho.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
-¿Así es como saludas a tu mejor amigo? – Preguntó Gaara mientras entraba al departamento de Matsuri. Ella estaba un poco desconcertada por esa visita tan repentina.
-Ah, perdón Gaara ¿A que se debe tu visita?
-Matsuri, necesito un favor – Respondió el pelirrojo. Matsuri estaba algo confundida ¿Qué clase de favor querría pedirle?
-Ah – La castaña cerró la puerta -. Siéntate y… ¿Quieres tomar algo? – Preguntó mientras se acercaba a él con una sonrisa. Gaara se sentó en el sofá.
-No gracias, sólo quiero hablar.
-¿Pues que problema tienes? – Preguntó Matsuri sentándose junto a él. Se puso un poco nerviosa cuando él la miró con sus penetrantes ojos aguamarina.
-Es respecto a lo que te comenté por la tarde – Dijo Gaara bastante serio.
-¿Sobre lo de… casarte? – A la chica se le quebró un poco la voz, pero como siempre, él no notó nada.
-Si, eso mismo – Le respondió Gaara -. Matsuri… - Tomándola de las manos. Matsuri se sonrojó y sintió que su corazón comenzaba a latir muy fuerte -. Tú eres la única en quien puedo confiar, eres la única persona que puede ayudarme con esto, dime que sí.
-¿Decirte que sí? – Matsuri se sonrojó aún más y sintió como su corazón daba un vuelco enorme. La pregunta de Gaara, o su petición, la había hecho pensar algo que no era -. "¿Qué quiere decir con que le diga que sí? ¿Acaso él quiere que yo…?"
-Ajá, debo casarme en dos meses y sé quien es la persona perfecta, hoy por fin me he dado cuenta.
-"Dios, él va a pedírmelo" – Pensó Matsuri con nerviosismo.
-Estuvo frente a mí todo el tiempo y hasta me siento un idiota por no haberlo notado, así que Matsuri… dime que sí por favor – Matsuri sentía que su corazón iba a explotar de felicidad, sentía que por fin él la estaba mirando -. Por favor dame una mano con Hinata Hyûga.
-¿Q-que? – Preguntó la castaña, sintiendo como si algo se rompiera en su interior. Realmente dolía, era como si de un solo corte le hubiesen arrebatado las alas y hubiese caído de golpe contra el suelo. Él jamás la amaría, ella jamás sería suya y hoy por fin lo había comprendido.
Se levantó de golpe, soltando las manos de Gaara, el cual la miró desconcertado. Matsuri le dio la espalda y cubrió su boca para no hacer ruido, ya que las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos sin poder contenerlas y no quería que Gaara la viera.
-¿Está todo bien Matsuri? – Preguntó el pelirrojo algo preocupado. Ella asintió con la cabeza aún dándole la espalda y se limpió las lágrimas que persistían en salir.
-Si… es sólo que necesito ir al baño – La castaña corrió hacia el baño, dejando a Gaara muy desconcertado, no tenía ni la menor idea del daño que le había hecho.
Matsuri se encerró en el baño a llorar. Estaba destrozada, su corazón se había hecho añicos ¿Cómo había sido tan estúpida? Ella y Gaara siempre habían sido sólo amigos.
-Soy la única mujer que respetarás siempre ¿No? – Dijo mirándose al espejo, recordando las palabras una vez dichas por él -. ¿No te das cuenta de que te amo con todo el corazón? ¿Qué debería hacer? – Preguntó dejándose caer al suelo con las manos sobre el lavamanos y su con rostro lleno de lágrimas.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Hinata estaba viendo la televisión en la sala de su casa. Su padre estaba en su despacho y su hermana aún no llegaba de la casa de su amiga. Oyó que sonaba el timbre, pero ni se movió, después de todo abriría la sirvienta.
-Ojalá yo tuviera un romance como en esta película – Suspiró mientras observaba la pantalla. Le gustaban mucho las películas románticas, ya que siempre se imaginaba de protagonista con el hombre que le quitaba el sueño. Incluso se había atrevido a escribir una novela en su laptop, pero era sólo un hobbie, por eso nadie lo había visto.
La sirvienta se acercó con dos personas tras ella; un joven castaño, alto y de ojos color perla, que llevaba de la mano a una chica de cabello castaño, que le llegaba hasta los hombros, los ojos color chocolate, y que además estaba embarazada.
-Neji Nii-san, Tenten-chan – Las saludó Hinata con una sonrisa, mientras se ponía de pie.
-Hola prima – Dijo Neji -. Mi esposa y yo venimos de visita.
-Hola Hinata – Saludó Tenten mientras sostenía su gran barriga -. ¿Cómo has estado?
-Bien – Respondió la Hyûga -. Ay ¿Cómo está ese bebé? ¿Cuánto tiempo le queda? – Preguntaba emocionada.
-Aún faltan tres meses – Respondió Tenten -. Pero Neji y yo estamos ansiosos ¿Verdad?
-Claro, será un niño igual a su padre.
-¿Otra vez estas con eso? – Preguntó Tenten frunciendo el ceño -. Será una niña, y se va a parecer a mí.
Mientras los dos discutían, Hinata sólo les miraba con una gotita en su frente.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
-¿Todo bien Matsuri? – Preguntó Gaara al verla regresar. Ella tenía su mirada baja, pero asintió, dejando al pelirrojo más calmado.
-Gaara, voy a ayudarte – Dijo Matsuri sonriendo, ocultando muy dentro de su pecho todo su dolor. Ella haría cualquier cosa para ver a Gaara feliz, lo que sea, aunque ella se estuviera muriendo por dentro, aunque su corazón se rompiera en el proceso.
Matsuri se dirigió hasta un esquinero y tomó una libreta que había sobre él. Comenzó a leerla y se detuvo en un nombre.
-Aquí está el número de Hinata-chan, espero que esto pueda ayudarte – Dijo con una sonrisa. Gaara recibió el número sonriente, esto era justo lo que necesitaba.
-Gracias Matsuri – Dijo abrazándola -. Eres la mejor, nunca conoceré a alguien como tú.
-Claro Gaara – Susurró la castaña, mientras se dejaba abrazar por él y cerraba sus ojos -. Tú sabes que yo haría cualquier cosa por ti, porque eres mi mejor amigo.
-Si…
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
A la mañana siguiente…
Hinata estaba en la ducha. Eran las siete de la mañana y debía estar lista pronto para el trabajo. Cuando acabó de ducharse, salió con una toalla cubriendo su cuerpo y se aceró a su clóset para buscar sus ropas y vestirse. En ese momento escuchó como sonaba su celular y se acercó al velador para contestar.
-¿Moshi-Moshi? - Dijo la ojiperla.
-¿Hinata? – Escuchó una voz masculina del otro lado, pero no la reconoció. Se sentó sobre la cama un poco extrañada.
-Si ¿Quién habla?
-Soy yo, Gaara.
-Ah, Gaara-san ¿Qué se te ofrece?
-Me preguntaba… si no tienes nada que hacer esta noche, porque me gustaría invitarte a cenar.
-¿Y eso? – Preguntó ella con una sonrisa, estaba un poco desconcertada por aquella invitación.
-Bueno… ayer me quedé impresionado con tu trabajo, y no he podido dejar de pensar en ti, así que quería verte ¿Aceptas?
-De acuerdo Gaara-san, esta noche – Respondió Hinata. Luego se levantó para seguir vistiéndose.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
-Bien, esto será muy fácil – Dijo Gaara con una sonrisa. Se sentó sobre su cama, no tenía puesto nada en la parte de arriba y su cabello estaba desordenado, lo que denotaba que se acababa de despertar.
Se sentía muy confiado, estaba seguro de que ni esta vez ni ninguna otra su padre le podría ganar. Todavía recordaba una de sus últimas conversaciones con él; pues si quería verlo casado, eso iba a tener.
-Gaara, tienes que entender que el matrimonio no es como crees, es algo maravilloso que compartes con la persona que amas – Dijo el padre del chico, recostado en su cama. Se notaba bastante enfermo y debilitado.
Gaara lo miró con el ceño fruncido – Yo no creo en el amor papá, eso es para idiotas.
-Hijo, ve a tus hermanos, ellos son muy felices – El hombre tosió un poco, preocupando a su hijo el cual se acercó a él -. Tu madre y yo también lo fuimos. Sólo quiero que lo entiendas Gaara.
-Yo no lo entiendo, y jamás lo haré. Por favor deja de insistir con el tema – Con estas palabras el pelirrojo se levantó de la cama de su padre y salió de la habitación.
-No puedo creerlo, pero has cumplido tu objetivo, finalmente tendré que casarme – Se puso de pie -. Pero eso del amor… – Sonrió irónicamente -. Ja, que tontería.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Matsuri salió del baño cubriendo su cuerpo con una toalla. Acababa de ducharse y ahora se estaba vistiendo para irse al trabajo. Cuando ya tuvo toda su ropa puesta, se sentó sobre su cama.
-Gaara… - Susurró mientras una enorme tristeza la embargaba. Se llevó una mano al pecho, sintiendo latir su triste corazón cada vez más lento. Una lágrima bajó por su mejilla -. Me pregunto por qué… ¿Por qué soy tan cobarde? ¿Por qué no puedo decirte que te amo?
Se secó las lágrimas y se levantó. Hoy sería un día muy pesado.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Hinata se encontraba en su puesto de trabajo, pensando en la extraña invitación que le había hecho Gaara esta mañana. En eso sonó el intercomunicador.
-¿Hinata? Necesito que me traigas esos papeles de los que hablamos.
-H-hai señor – Respondió la joven sonrojándose y poniéndose tiesa como una estatua sólo por oír su voz. Tomó con torpeza lo que le había pedido su jefe y caminó hasta su oficina – Permiso, señor Naruto.
-Ah, pasa Hinata – Le dijo el animado rubio con su brillante sonrisa. Siempre que Hinata lo veía sonreír así no podía evitar que su corazón latiera casi sin control. Desde el primer instante en que lo vio se enamoró de su sonrisa y de sus constantes ganas de vivir, sabía que jamás iba a conocer a alguien como él, como también que él nunca la vería como ella quería.
-Aquí están los papeles que me pidió – Dijo la sonrojada chica dejando una carpeta sobre el escritorio.
-Hinata, por favor no me trates de señor, no me gusta que mis amigos sean tan formales conmigo – Dijo Naruto con una gotita en su frente. Naruto era así, espontáneo y alegre. Aunque se había vuelto mucho más serio y responsable desde que tuvo que encargarse de la empresa, seguía siendo el mismo joven alegre que era cuando niño. Los padres de Naruto habían decidido irse de viaje juntos, como una segunda luna de miel y por eso le dejaron todo, considerando que ya estaba listo para ser el presidente y hasta ahora Naruto lo había hecho de forma excelente.
-¿Amigos? – Repitió la ojiperla sorprendida, mientras el rubor en sus mejillas se hacia cada vez más evidente.
-Claro, somos amigos Hinata – Naruto se levantó de su asiento y se paró junto a Hinata -. ¿Estás enferma? Pereces tener fiebre – Poniendo una mano en su frente.
-E-estoy bien, N-Naruto… -kun…
-Me gusta que me llames así – Dijo el rubio con una sonrisa. Hinata sintió que iba a desfallecer, amaba demasiado esa sonrisa y a esa persona que la emitía.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Matsuri tocó la puerta de la oficina de Gaara, trayendo una taza de café en sus manos.
-Pase – Indicó el pelirrojo desde dentro.
-Permiso Gaara, te traje un café – Dijo la castaña entrando. Dejó el café sobre el escritorio y se dispuso a irse.
-¿Por qué te vas así? – Le preguntó Gaara extrañado -. Quiero hablar un momento contigo, por favor quédate.
-Claro, perdona – La castaña sonrió y se sentó al escritorio, frente a él -. ¿Cómo te fue con Hinata?
-Bien, muchas gracias por lo que hiciste por mí.
-¿Tan… bien te fue? – Preguntó Matsuri sintiendo otra vez ese dolor en su pecho.
-Hoy quedamos de cenar, voy a hacer todo lo posible por que esto resulte. Aunque no me quiera casar, no me queda de otra.
-Pues entonces felicidades – Dijo Matsuri con una fingida sonrisa mientras lo tomaba de las manos con delicadeza -. Yo siempre te voy a apoyar Gaara, te quiero mucho y tú lo sabes.
-Yo también te quiero mucho Matsuri – Le dijo Gaara con una sonrisa. Matsuri alejó sus manos de él y se puso de pie dirigiéndose a la puerta.
-De todos modos… - Se detuvo junto a la puerta -. Yo pienso que un matrimonio sin amor… es realmente triste – Sin decir nada más, Matsuri salió de la oficina.
-Matsuri… - Susurró el pelirrojo algo desconcertado. Levantó la taza de café y bebió un poco, notando que estaba delicioso como siempre. Sin embargo estaba algo preocupado por su amiga -. "Me pregunto… ¿Por qué Matsuri se veía tan triste?" – Pensó.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
La noche llegó rápidamente y Gaara junto a Hinata estaban cenando en un lujoso restaurante al centro de la ciudad. Ambos charlaban animadamente sobre intereses comunes, sonriéndose a cada momento.
-Oh, así que también te gusta leer – Dijo Hinata sonriendo.
-Si, me encantan los libros de misterio – Le respondió el pelirrojo mientras se llevaba un pedazo de carne a la boca -. Aunque de vez en cuando leo novelas de romance – Eso lo dijo sólo para encantar a Hinata y convencerla de que él era un hombre romántico y aunque si había leído de esas cosas, le parecían muy absurdas.
-¿De romance? Vaya, no pensé que a un hombre como tú le interesaran ese tipo de cosas – Dijo la ojiperla algo confundida.
-Bueno, no me gustaban antes, pero Matsuri un día me prestó uno de los suyos, y pues, de ahí que me he puesto a leer libros de ese tipo – Le explicó Gaara.
-Ya veo, fue Matsuri-chan quien te hizo leer ese tipo de libros, parece que ella tiene una gran influencia sobre ti.
-¿Qué dices? – Sonrió el pelirrojo -. Bueno, Matsuri es mi mejor amiga desde los doce años, ella y yo tenemos muchas cosas en común… es lógico que a veces yo haga lo que ella me dice, nos tenemos mucha confianza.
-¿Tú la quieres mucho? – Le preguntó Hinata con una sonrisa. Gaara al principio no supo interpretar aquella pregunta, pero estaba seguro de que sí la quería mucho. Aunque notaba cierta intención un poco extraña en el tono usado por la ojiperla, finalmente se decidió a contestar.
-Claro que la quiero, yo quiero mucho a Matsuri – Respondió, observando que la hermosa sonrisa en el rostro de Hinata se ensanchaba.
-"Ya veo que sucede aquí… Gaara-san y Matsuri-chan están enamorados, pero parece que ninguno ha notado que sí se corresponden mutuamente" – Pensó Hinata, totalmente convencida de los sentimientos del pelirrojo. Gaara por su parte, se sintió un poco fuera de lugar, y decidió tomar las manos de Hinata entre las suyas, haciendo que ella se sonrojase un poco. Sabía que eso siempre envolvía a las mujeres y se sentía muy confiado.
-¿Y que hay de ti Hinata? ¿Tú sientes algo por algún hombre? – La ojiperla se sonrojó aún más con esa pregunta, pero asintió con la cabeza.
-S-si… yo… desde hace algún tiempo… estoy muy enamorada de Naruto-kun – Respondió Hinata totalmente sonrojada, mientras que Gaara sintió de pronto que la magia del momento, junto con su plan perfecto, se habían ido al carajo.
-"¿Naruto? ¿Ella ama a Naruto?" – Pensó el pelirrojo con frustración. Definitivamente no tenía tiempo para hacer cambiar de parecer a Hinata. Lamentaba decirlo, pero ella estaba totalmente descartada.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Matsuri estaba viendo un drama romántico en la televisión mientras comía papas fritas. Ella siempre había sido muy sensible y en este momento estaba llorando frente al televisor, ya que la escena era realmente triste.
La protagonista de la película estaba viendo como el hombre que amaba se casaba con otra mujer y eso la hizo recordar su situación.
-¿Por qué las cosas tienen que ser así? – Se preguntó mientras dejaba las papas a un lado y se secaba las lágrimas con un pañuelo. Dejó caer su cabeza sobre el apoya brazos del sillón y comenzó a pensar en lo bien que de seguro lo estaba pasando Gaara. Lo más seguro era que después de haberle endulzado el oído a Hinata con bonitas palabras, se la llevaría a la cama y ahí la haría suya una y otra vez, y al día siguiente ya tendrían fecha para el matrimonio.
Le dolía tanto pensar en eso, que inevitablemente volvía a llorar, pero esta vez no era por esa película. Su vida era un desastre, llevaba once años enamorada del mismo hombre y él sólo la veía como su mejor amiga, nunca serían algo más. Lo peor de todo era que ni siquiera había sido capaz de entregarse por entero a otro hombre, sentía que jamás podría hacerlo, porque sería como engañarse a sí misma.
-Maldita sea… ¿Por qué te amo tanto? ¿Por qué tengo tanto miedo?
La chica continuó llorando, sintiendo que cada lágrima que derramaba la hacía amarlo más y más aunque quisiera olvidarlo. Y lo único en que podía pensar era en estar entre sus brazos.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
La noche se pasó lentamente, hasta que el día llegó. Matsuri se había quedado dormía sobre el sillón y se despertó a las seis y media. Se dirigió al baño y notó su rostro cansado y sus párpados hinchados por haber llorado tanto.
-Rayos, soy una tonta, me veo horrible – Se regañó viéndose al espejo. Lentamente se despojó de sus ropas y se metió a la ducha para poder relajarse.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Gaara estaba bajo la ducha y las gotas mojaban por completo su cuerpo. Al final la cita con Hinata había resultado un desastre, no porque no se hubiesen llevado bien, sino porque después de confesarle sus sentimientos por el rubio, Hinata no había parado de hablar de él. Gaara se había dado cuenta de que con Hinata no iba a llegar a ninguna parte, ella estaba rendida por Naruto y no había nada que pudiera hacer en contra de eso contando sólo con dos meses.
Por otro lado estaba esa estúpida clausula del matrimonio. Ahora tendría que concertar entrevistas para buscar una candidata ideal, aunque la otra opción era hablar con el abogado. Tal vez aún hubiera algo que pudiera hacer.
-Mierda… no dejaré que me quiten mi dinero – Dijo mientras golpeaba la pared con su puño derecho, aún recibiendo las gotas de agua sobre su cuerpo desnudo.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Matsuri bajó de un taxi en frente de la empresa. Ya eran las ocho de la mañana y de seguro Gaara ya había llegado a su oficina. Ella necesitaba saber como le había ido a Gaara con Hinata, aunque en el fondo deseaba que las cosas hubiesen salido mal, porque no podría soportar que el amor de su vida de casara con una de sus mejores amigas.
-No – Se regañó suspirando -. Yo debería estar ayudando a Gaara y deseándole suerte, no pensando en que ojalá su cita con Hinata haya sido un fracaso.
Llegó hasta su puesto de trabajo y se sentó en su escritorio. En ese momento se le acercó la hermana mayor de Gaara, quien también era su amiga.
-Hola Temari – Saludó la castaña con una sonrisa. Temari le devolvió el gesto sentándose frente a ella.
-¿Qué hay Matsuri? – Preguntó Temari, notando que Matsuri se veía algo deprimida.
-Aquí estoy, tratando de soportar que Gaara tenga que casarse. Supongo que siempre había pensado que él jamás se casaría con nadie, y que siempre lo tendría a mi lado aunque sólo fuésemos amigos – Respondió Matsuri bajando la mirada -. ¿Qué egoísta no?
-No es egoísmo – Trató de animarla la rubia -. Tú lo amas, y es normal que no quieras verlo casado con otra, pero pienso que deberías decidirte y decirle lo que sientes por él.
-No puedo… soy una cobarde. Temo que él me rechace y que perdamos nuestra amistad.
-A veces en la vida es necesario tomar riesgos amiga – Dijo Temari mientras se ponía de pie, dejando a Matsuri muy pensativa con esta frase.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
-¡¿Pero como?! – Gritó Gaara golpeando el escritorio de su abogado, el cual no se inmutó -. ¡Maldita sea Baki, ayúdame! ¡No pueden obligar a alguien a casarse!
-Lo siento Gaara, pero el testamento de tu padre es completamente legal y si no respetas sus designios simplemente te quedarás sin la herencia.
-Pero no quiero casarme – Reclamó el pelirrojo, ya sin saber si estaba triste o enojado.
-Lo siento, si quieres tu herencia la clausula es inevitable, sin embargo hay una solución que podrás tomar – Habló Baki, captando la atención del chico.
-¿Y cual es?
-Sólo necesitas estar seis meses casado, por lo que después de cumplido ese periodo podrás divorciarte si así lo deseas, y de igual forma recibirás la herencia.
-¿En serio? – Preguntó Gaara con una sonrisa -. "Sólo seis meses y seré libre, aunque ese tiempo casado sea un calvario, sé que podré lograrlo" – Pensó confiado -. "Ahora sólo necesito encontrar una esposa y todo estará solucionado"
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Matsuri estaba en el baño, mojando su rostro mientras se veía al espejo. Estaba algo preocupada porque Gaara aún no llegaba.
-Tal vez esté con Hinata… haciéndole el amor – Susurró, haciéndose daño con esas palabras. Después de eso salió del baño para dirigirse a su puesto de trabajo y justo antes de sentarse observó a Gaara llegar.
-Hola Matsuri – La saludó el pelirrojo con una sonrisa. Matsuri al verlo llegar y al notar que se veía tan guapo como siempre, se sonrojó levemente y esbozó una leve sonrisa.
-Hola Gaara, buenos días – Dijo la castaña, que de pronto se sentía muy feliz al verlo frente a ella. Sintió a su corazón bombear más rápido, pero se sintió triste al pensar que de seguro él había pasado la noche con su amiga -. ¿Y como te fue con Hinata en la cena?
-Ay Matsuri – Respondió Gaara bajando la mirada -. Hinata es una chica muy linda y tenemos muchas cosas en común, pero está perdidamente enamorada de Naruto y no creo que pueda hacerla cambiar de opinión en sólo dos meses.
-¿C-como? – Preguntó Matsuri, parpadeando varias veces por la sorpresa -. ¿Entonces no te casarás con ella?
-No, tendré que buscar otra novia – Dijo Gaara algo fastidiado, pero Matsuri se sentía realmente feliz, tanto que no pudo evitar sonreír abiertamente.
-Pues que pena Gaara, pero te deseo suerte, seguro encontrarás a alguien pronto – Dijo poniendo una mano sobre el hombro del pelirrojo, quien la miró con una ceja levantada.
-¿Y tú por que te ves tan animada? ¿Te sucedió algo bueno?
-Si, algo muy bueno, pero no te lo contaré – Matsuri sonrió y se alejó hacia su escritorio, dejando a su amigo muy intrigado y a la vez desconcertado, pero al menos se sentía feliz al verla sonreír. Por alguna razón la sonrisa de Matsuri siempre iluminaba su día y aunque hoy no estuviera de buenas, ahora se sentía mucho más animado.
Se dirigió a su oficina y se sentó en su escritorio. Había estado preocupado por haber visto a Matsuri triste, pero ahora eso no era así.
-Matsuri, definitivamente tienes una sonrisa muy hermosa – Se dijo, antes de tomar unos papeles para comenzar a trabajar. Hoy se relajaría, y a partir de mañana comenzaría su búsqueda de una esposa. Sólo esperaba encontrar a una no tan escandalosa.
Continuara…
Avance:
Ya ha pasado un mes y Gaara aún no encuentra a una chica con la cual casarse, e influenciado por su hermano Kankuro, tomará una arriesgada decisión que lo cambiará todo. Temari tiene una discusión con Shikamaru, que le afecta más de lo esperado. Hinata sufre al enterarse de que el amor de su vida tiene una novia, y Matsuri se ve obligada a tomar una decisión ante una propuesta inesperada.
Próximo capítulo: Una solución desesperada.
------
Bueno, eso ha sido todo. Espero que les gustara. Nos leemos ^^ Bye! | |
| | | lalii_1995 Nivel 1
Cantidad de envíos : 26 Edad : 34 Fecha de inscripción : 07/09/2009
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Mar Ago 24 2010, 11:56 | |
| OMG! por dios por favor publica rapido el 2 capitulo!! :) me encantoo!! mas mas mas mas mas mas mas mas mas !!! jajja chauuu | |
| | | ~PriincessYoko~ Nivel 13
Cantidad de envíos : 596 Edad : 32 Localización : Toii Con Mii Hermoso Hombre, Mii Kamikorosu! ;DDD <3! Fecha de inscripción : 21/01/2010
| | | | Selene-chan Nivel 6
Cantidad de envíos : 213 Edad : 33 Localización : En mi casa Fecha de inscripción : 21/04/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Jue Sep 02 2010, 14:15 | |
| Hola ^^ Arigato por los post, les dejo el capi 2, espero que les guste ^^
----
Capítulo 2: Una solución desesperada.
Un mes había pasado ya, un maldito y fatídico mes completo y Gaara aún seguía sin encontrar a una estúpida esposa. A él jamás le había costado encontrar mujeres con las cuales tener aventuras de una noche o algo más que eso, pero eran sólo eso: simples aventuras, no era lo mismo que buscar una esposa.
Aunque estaba seguro de que cualquier chica habría aceptado casarse con él sin mayores complicaciones, él era muy exigente y sabía que jamás podría soportar a una mujer demasiado escandalosa, o que quisiese estar encima de él todo el día preguntándole cosas, o peor, haciéndole escenas de celos.
Odiaría a una mujer que lo estuviese llamando todos los días y a cada rato, que le hiciese berrinches y que pidiera fidelidad. Detestaba la fidelidad, jamás le sería fiel a una mujer y nunca se enamoraría de una tampoco. Que idiotez.
-Mierda, me voy a quedar sin un peso por culpa de esa maldita cláusula – Masculló mientras apretaba los puños, tratando de contener la ira que lo embargaba. En estos momentos estaba odiando a su padre y no tenía miedo de decirlo, porque era demasiado orgulloso para aceptar que había perdido con él, que su padre muerto le había vencido.
Unos golpes a la puerta de su oficina le distrajeron de sus pensamientos y con fastidio le dijo a esa persona que pasase. Y allí, en el marco de la puerta, su hermano mayor lo miraba con una expresión de burla en su rostro.
-¿Por qué demonios pones esa cara? – Inquirió el pelirrojo molesto -. Ya sé que últimamente soy tu burla, pero no es mi maldita culpa el no encontrar una esposa.
-Claro que es tu culpa hermano – Le dijo Kankuro mientras se sentaba en el sillón de terciopelo de la oficina -. Eres demasiado exigente con las chicas, si no es que hablan mucho, es que son muy celosas, o no saben hacer nada ¿Qué demonios quieres? ¿Una esclava?
-No estaría mal – Respondió Gaara con una media sonrisa, mientras se apoyaba sobre su escritorio -. Pero no, sólo quiero a alguien que no me estorbe.
-Lo que pasa es que tú quieres seguir siendo un vividor aún después de casarte, pero las cosas no son así Gaara, si te casas debes ser un hombre responsable, date cuenta de que no puedes seguir así toda tu vida – Dijo el castaño mientras observaba a su hermano menor, quien se cruzó de brazos con el ceño fruncido.
-Suenas igual a papá – Bufó Gaara. Kankuro suspiró.
-¿Será porque soy su hijo? Y en todo caso, te habla la voz de la experiencia, yo soy completamente feliz en mi matrimonio, Temari también lo es, realmente no sé a que le tienes miedo.
-Al maldito compromiso – Escupió el pelirrojo descruzando sus brazos y moviéndose de su lugar, sentándose en su silla.
-Gaara, ya deja de maldecir – Lo regañó su hermano.
-Déjame en paz ¿Por qué no te largas?
-Que mal, y yo que pensaba ayudarte a encontrar una esposa – Sonrió Kankuro con sorna, al tiempo que se ponía de pie y se dirigía a la puerta, pero ciertamente sus palabras captaron la atención del pelirrojo, quien enseguida se levantó.
-Espera Kankuro – Pidió Gaara, un poco más calmado -. Háblame más sobre eso ¿Qué tienes en mente?
-Que bueno que lo preguntas – Respondió el castaño sonriente.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Matsuri estaba en un restaurante sentada junto a su amiga Hinata. Ambas estaban comiendo helado de chocolate en una copa y se veían muy animadas.
-¿Y como vas con Naruto-san? – Preguntó la castaña, haciendo que su amiga se sonrojara y mirara a un costado, mientras jugaba con sus dedos.
-Bueno… todo ha estado normal, igual que siempre – Respondió la ojiperla avergonzada, pero enseguida recordó algo que podría causar el mismo efecto en su amiga -. ¿Y que hay de Gaara-san?
-¿G-Gaara? – Repitió Matsuri sonrojándose. Ellos no habían pasado demasiado tiempo juntos este último mes, ya que Gaara había tenido innumerables citas con chicas de toda clase y por suerte ninguna lo había convencido. Pero Matsuri tenía miedo de que más temprano que tarde, él encontrara a la mujer perfecta para ser su esposa.
Matsuri no quería ser egoísta y tampoco quería que Gaara se quedara sin su herencia, porque no quería verlo sufrir, pero ella lo amaba, lo amaba más que a nada y no deseaba verlo casado con otra mujer y al mismo tiempo tenía demasiado miedo de confesarle su amor, porque sabía que él no le correspondía.
Era sólo cuestión de tiempo el perderlo, o le decía que lo amaba y perdía su amistad para siempre, o se quedaba callada para verlo casarse con otra. Con cualquiera de las dos opciones tenía las de perder y prefería tenerlo como amigo a no tenerlo en su vida.
Hinata se dio cuenta que la expresión en el rostro de su amiga había cambiado, de pronto se veía triste. Se sintió algo culpable, al parecer había sido por lo que dijo. Ella ya estaba enterada de la actual situación del pelirrojo y sabía lo mucho que le dolía a Matsuri, pero ella estaba segura de que él también sentía algo por su amiga.
-Lo siento Matsuri-chan – Se disculpó la chica bajando la mirada -. No debí sacar ese tema, sé muy bien que te hace daño.
-No, sé que no era tu intención hacerme sentir mal, así que no te preocupes – Le dijo Matsuri con una sonrisa fingida -. Además con él… las cosas siguen igual, sigue buscando una esposa, y yo sigo sin atreverme a decirle que lo amo.
-Te diría que se lo digas de una vez, pero yo soy igual que tú, aunque tu caso es peor. Tal vez si debas decirle, si no lo haces se casará con otra – Hinata trató de convencerla, pensaba que si ella se declaraba a Gaara quizá él también se daría cuenta de lo que sentía y le correspondería.
-No sé que hacer Hinata-chan, realmente no lo sé… - Dijo la castaña en un triste tono, al tiempo que bajaba su mirada al suelo. Se sentía realmente confundida.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Gaara se encontraba en un restaurante, sentado junto a su hermano. Lo miraba con cierta expresión de enfado en su rostro ¿Cómo demonios se le podía ocurrir una locura de ese tipo? Definitivamente Kankuro se había vuelto loco, Gaara jamás podría hacer algo así, nunca.
-¿Y bien Gaara? – Preguntó el castaño al tiempo que se llevaba un trozo de carne a la boca y miraba de reojo la expresión en el rostro de su hermano.
-¿Estás mal de la cabeza, Kankuro? – Cuestionó el pelirrojo mientras veía a su hermano mayor con una ceja en alto. En verdad estaba dudando de la integridad mental de Kankuro ¿Y es que a quien se le podía ocurrir algo así?
-¿Por qué? ¿Acaso dudas que ella quiera ayudarte?
-Matsuri es mi mejor amiga, no podría pedirle que se case conmigo y que finjamos un matrimonio feliz – Dijo Gaara bajando la mirada -. Yo no puedo hacerle eso, sería un favor demasiado grande.
-Vamos Gaara, acéptalo, la única mujer en el mundo que tú soportas es Matsuri, además acabas de decirlo, sería una boda fingida, sólo seis meses.
El pelirrojo se quedó mirando a Kankuro. Ciertamente él tenía razón, la única mujer que él soportaba era Matsuri, pero eso era porque eran amigos y nunca se le había pasado por la cabeza acostarse con ella como con las otras, ni mucho menos casarse con ella. Pero sabía que no era una mala idea, una locura sí, pero no mala idea.
-De todos modos, no es que Matsuri vaya a aceptar gustosa casarse conmigo – Dijo Gaara con un tono sarcástico -. Al igual que ella para mí, yo soy su amigo, no me vería como algo más.
-"Que ciego estás Gaara" – Pensó Kankuro irónicamente -. ¿Por qué no le preguntas? No pierdes nada con intentarlo y no encontrarás a alguien mejor en sólo un mes.
-Tsk – Gaara chasqueó su lengua -. No lo sé… no sé si Matsuri acepte algo así.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Temari estaba bajando de su auto en el estacionamiento de la empresa. Acababa de volver de almorzar y aún le quedaba trabajo pendiente, así que se estaba dando prisa en subir a su piso.
Abordó el ascensor y notó que al mismo tiempo subía una de sus trabajadoras, la cual le hizo un respetuoso gesto de saludo. Temari le correspondió y mientras subían, le miró de reojo. Aquella mujer estaba embarazada y eso le daba cierta envidia, ya que ella también tenía muchos deseos de ser madre.
-"Cuanto quiero un bebé, pero Shikamaru…" – Pensó algo afligida, ya que varias veces había tenido esa conversación con su esposo, pero él siempre se negaba a que tuvieran un hijo, diciéndole que no estaba preparado para ser padre.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Matsuri había acabado de almorzar y ahora iba rumbo a la empresa, después de despedirse de Hinata. Había decidido irse caminando, ya que quería ejercitar un poco las piernas.
Mientras caminaba, recordaba una conversación algunos días atrás con Kankuro, la cual la tenía un poco inquieta.
Matsuri y Kankuro estaban charlando en la sala de la casa de él, ya que ella había ido a visitar a Sari, pero en este momento ella se encontraba bañando a Miki.
-¿Y entonces que piensas hacer?
-¿Respecto a qué? – Preguntó Matsuri algo confundida.
-Sabes de que hablo, sobre la boda de Gaara – Respondió Kankuro, observando como su amiga bajaba la mirada -. Sé perfectamente lo que sientes por él.
-¿Qué? – Exclamó Matsuri sorprendida y a la vez sonrojándose un poco porque Kankuro ya sabía que ella amaba a Gaara.
-Si Matsuri, aunque fue Sari quien me lo dijo – El castaño cerró los ojos y se apoyó contra el respaldo del sofá -. Creo que tú eres la indicada para ser la esposa de mi hermano.
-¿Y-yo ser su esposa? ¿De que hablas Kankuro? – Preguntó Matsuri en tono triste -. Gaara sólo me ve como una amiga, nunca se fijará en mí y mucho menos querrá casarse conmigo.
-No te preocupes por eso, yo puedo ayudarte – Dijo Kankuro cruzando sus brazos -. Pero sólo lo haré si me prometes que harás que Gaara se enamore de ti, entonces yo haré que tú seas quien se case con él.
-Y-yo… - Matsuri no sabía que decir, estaba totalmente sorprendida, esa era una propuesta que no se esperaba, pero si en verdad Kankuro la iba a ayudar ella no iba a perder esta oportunidad, porque estar con Gaara era lo que más deseaba y sabía que no se atrevería a confesárselo nunca. Levantó la mirada decidida y observó a su amigo -. Yo amo a Gaara con todo mi corazón, y si él me pidiera que me case con él yo haría todo lo posible por que él me ame.
-Perfecto – Dijo el castaño sonriendo -. Entonces hablaré con Gaara, haré que él se case contigo, tú confía en mí – Aseguró muy confiado, dejando a Matsuri algo desconcertada.
-Ojalá yo pudiera casarme con Gaara – Susurró con tristeza -. Pero aunque Kankuro me lo haya dicho sé que eso es imposible.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Naruto se encontraba en su oficina revisando unos papeles. La verdad era que siempre había encontrado muy aburrido eso de ser el líder de una empresa, pero había seguido este camino por su padre, quien le insistió mucho en que como único heredero debía ser el siguiente presidente.
-Y él muy feliz divirtiéndose con mamá en el Caribe – Se quejó el rubio algo molesto y envidioso pues también deseaba unas vacaciones, pero después sólo soltó un suspiro de resignación.
-Permiso, Naruto-kun – Dijo Hinata después de tocar la puerta. Entró con una taza de café en sus manos, la cual Naruto miró con una sonrisa -. Te he traído un café.
-Vaya, gracias Hinata – Dijo el ojiazul poniéndose de pie -. Era justo lo que necesitaba, tal parece que estamos conectados.
-¿Tú crees? – Preguntó la ojiperla sonrojándose levemente, mientras Naruto le recibía el café y le daba un sorbo.
Hinata se sentía muy feliz al oír esas palabras, pensaba que por fin había encontrado algo que los uniera, aunque fuese sólo un gesto común y corriente para la mayoría de las personas. No podía creer cuanto quería a ese rubio, cuando era que lo amaba. Desde la primera vez que lo había visto se quedó prendada de él y de alguna forma, sentía que había una pequeña posibilidad de estar a su lado.
De pronto sus pensamientos se vieron interrumpidos por el sonido de un celular, y observó a Naruto sacar el suyo de su bolsillo.
-Me llaman – Dijo el rubio con una sonrisa al ver la pantalla -. ¿Bueno? ¿Mi amor?
-"¿Él ha dicho… mi amor?" – Pensó Hinata sorprendida, borrando inmediatamente su sonrisa. No podía creer que él tuviera novia, fue una noticia que le dolió mucho, que le destruyó por completo sus ilusiones.
-Si mi amor, nos vemos esta noche para la cena – Hablaba Naruto con una sonrisa. Hinata le hizo una leve reverencia y salió de la oficina. Se sentía demasiado mal para seguir oyendo el resto de su conversación.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Temari iba por el pasillo con unas carpetas en sus manos, cuando de pronto alguien la tomó por la cintura y la acorraló contra una pared, comenzando a besar su cuello con devoción y pasión. La rubia comenzó a reír y lo apartó suavemente.
-Shikamaru, aquí no – Alegó Temari mirando a su esposo con una sonrisa, mientras este reía de forma algo maliciosa.
-¿Qué tiene de malo? Todo el mundo sabe que estamos casados – Le dijo él, tratando de volver a acercarse a ella, pero yendo esta vez por sus labios, sin embargo Temari volvió a apartarlo.
-Si, pero es nuestro trabajo y debemos dar el ejemplo – Temari esta vez se puso seria y se arregló un poco la ropa para que no se le notara lo que había pasado, ya que ésta se había arrugado un poco a causa de las caricias de su esposo.
-Si, lo siento mucho mi amor, tienes razón – Le dijo Shikamaru, poniéndose serio también -. Pero en la casa no te escapas.
Temari sonrió levemente ante estas palabras.
-Oye, después del trabajo necesito hablar muy seriamente contigo.
-¿Puedo saber de que?
-No – Respondió la rubia antes de darle un beso corto en los labios, para después perderse por los pasillos, ante la vista de su marido.
-Que mujer tan problemática tengo – Dijo una con una sonrisa.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Gaara se encontraba en su oficina. No podía quitar de su cabeza la tonta idea de su hermano Kankuro, que ciertamente era la solución perfecta para todos sus problemas. Sin embargo, no podía pensar en proponerle algo así a su mejor amiga; se suponía que ella sería la mujer que él jamás tocaría, la única a la cual no vería jamás como una de sus conquistas y sin embargo, hoy estaba pensando seriamente en pedirle que fuera su esposa, y todo por la estúpida idea de Kankuro.
-No, definitivamente esto es una mala idea – Se dijo tratando de auto-convencerse, sin embargo esa idea no quería abandonar su mente.
Se puso de pie ofuscado y se dirigió a la salida de su oficina. Cerró la puerta tras su espalda y observó a Matsuri sentada en su escritorio, atendiendo el teléfono. Le sonrió levemente y ella le respondió con otra sonrisa.
-"Matsuri mi esposa… la verdad nunca lo había pensado, pero Matsuri es una chica hermosa, además tenemos muchas cosas en común y nos conocemos desde hace años. Tal vez si sea la decisión correcta" – Pensó al observar a la castaña con detenimiento. Era verdad que nunca se atrevería a faltarle el respeto a Matsuri, pero si ella aceptaba, sería una boda fingida, ni siquiera tendría que hacerle creer que la quería porque ella lo sabría todo.
Decidió no seguir pensando en aquello por el momento y concentrarse en su trabajo. Después hablaría oportunamente con Matsuri, aunque sería lo más sutil posible, no quería arruinar la que creía su única oportunidad.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Sasuke estaba saliendo del edificio de las empresas Konoha. Llegó hasta el estacionamiento y se quitó sus lentes negros antes de subir a su auto. Todas las chicas que estaban en el lugar se derretían al verlo pasar, y él sólo les miraba con fastidio. Estaba cansado de todas esas mujeres que trataban de conquistarlo sólo interesadas en lo que él era por fuera; cuando ninguna de ellas se daba el tiempo de conocerlo realmente.
Para Sasuke Uchiha, el amor era simplemente un invento de la gente ingenua. Por eso prefería estar solo. Y aunque de vez en cuando salía con algunas mujeres para divertirse, jamás tendría una relación estable con nadie.
No es que fuese un total mujeriego como su amigo Gaara, pero ciertamente las mujeres no significaban nada más que aventuras en su vida; o al menos todas con las que se había involucrado hasta ahora.
-¡Lo amamos Sasuke-sama! – Gritaron un grupo de chicas al verle salir de la empresa montado en su auto negro. Él sólo les hizo un saludo con la mano y volvió a ponerse sus lentes, mientras las chicas gritaban emocionadas.
-Que molestias – Bufó el azabache al alejarse de ellas.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Hinata se encontraba encerrada en el baño, sentada y llorando sobre el excusado. Se sentía como una tonta ¿Cómo había podido pensar en que alguna vez Naruto iba a fijarse en ella? Él tenía novia, él jamás la iba a ver como una mujer.
-Él nunca me va a querer… - Susurró cubriendo su rostro con ambas manos, para poder detener las lagrimas.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
La noche había llegado y todos estaban saliendo de la empresa. Como la mayoría de las veces, Matsuri era la última en salir, ya que no quería dejar nada pendiente para el día siguiente.
Gaara salió de su oficina dispuesto a irse, pero se quedó parado al ver a su amiga ordenando minuciosamente unos archivos y tal parecía que no iba a irse hasta que no acabara. De pronto se quedó admirándola, se veía realmente linda ahí. Matsuri siempre había sido una persona increíble, desde que eran niños y ella era la única niña que jugaba con él, ya que todos los demás le tenían miedo por ser muy agresivo.
Y eso no era todo, Matsuri siempre estaba alegre, sonriéndole a la vida. No le había conocido muchos novios, ya que a diferencia de él, era muy reservada con esos temas. Pero sin duda lo que siempre le sorprendía era su increíble eficiencia.
-Al fin terminé – Dijo Matsuri muy animada soltando un leve suspiro, pues estaba muy cansada ya. Al mirar hacia el frente notó a Gaara ahí parado y que éste no le quitaba la vista de encima, lo que la hizo sonrojarse levemente -. Gaara…
El pelirrojo notó que aún la estaba mirando fijamente y desvió su mirada con un leve y casi invisible sonrojo en sus mejillas.
-Matsuri ¿Aún sigues aquí? – Preguntó lo primero que se le ocurrió. Se sintió algo extraño y tal vez un poco estúpido, pero sentía como si un pequeño cosquilleo recorriera su estómago, y eso sucedió cuando los ojos de ella se encontraron con los suyos.
-Eh, si, es que estaba terminando de archivar estas cosas, pero ya me voy – Le respondió Matsuri con una sonrisa dibujada en sus labios.
-Si quieres puedo llevarte – Se ofreció el pelirrojo, haciendo que ella volviera a sonrojarse, para después asentir con la cabeza.
-De acuerdo Gaara, vamos.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
-¿Ya se ha dormido Miki-chan? – Preguntó Kankuro a su esposa cuando ésta se le acercó, sentándose junto a él en el sofá para abrazarlo dulcemente.
-Si, ya podemos hacer lo que queramos – Le susurró al oído. Tomó el rostro de su marido entre sus manos y lo besó apasionadamente. Kankuro posó sus manos en la cintura de ella, haciendo que quedara recostada sobre el sillón y quedando sobre ella. Sari comenzó a quitarle el nudo de la corbata, pero de pronto una duda la asaltó -. ¿Oye mi amor?
-¿Si? – Le preguntó Kankuro dejando de besarla.
-¿Era cierto lo que dijiste… de hacer que Gaara-kun le pida matrimonio a Matsuri?
-Si – Respondió el castaño sonriente -. Te aseguro que más temprano que tarde ellos dos anunciaran que se van a casar.
-Me parece muy tierno de tu parte que quieras ayudar de esa forma a tu hermano – Le dijo Sari con una sonrisa. Kankuro también sonrió.
-Es mi hermano menor, quiero su felicidad.
-Por eso te amo – Dijo la castaña antes de besarlo.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Shikamaru y Temari no paraban de besarse, mientras entraban a su habitación. Cayeron a la cama sin separarse y él comenzó a recorrer una de las piernas de la rubia con su mano. Temari cerró los ojos para sentir mejor sus caricias y sus manos acariciaban la espalda del Nara por debajo de su camisa.
-Shikamaru… - Trató de llamarlo, pero él no detenía ni sus caricias ni sus besos -. Shikamaru… - Volvió a llamarlo.
-¿Qué sucede? – Le preguntó él, deteniéndose al fin.
-Yo quiero hablar contigo – Dijo Temari -. Es algo importante.
-¿De que se trata? – Cuestionó separándose de ella, para sentarse sobre la cama. Temari se sentó también y lo miró con una sonrisa.
-Shikamaru… sé que ya lo hemos hablado, pero quiero tener un bebé.
Cuando Temari dijo esas palabras, instantáneamente la sonrisa de Shikamaru se borró. Se sintió enfadado y se puso de pie.
-¿Qué sucede mi amor? – Preguntó la rubia, confundida por su reacción.
-¿Otra vez vas a empezar con eso Temari? ¿Qué no te quedó claro la última vez?
-Pero Shikamaru – Alegó poniéndose de pie -. La última vez me dijiste que querías esperar porque creías que no estábamos listos; ya ha pasado un año y llevamos más de dos años casados – Se acercó a su esposo y posó ambas manos sobre su pecho -. Yo creo que estamos listos para tener un hijo.
-Pues yo no lo creo – Dijo él apartando las manos de su esposa -. Yo no quiero un hijo.
-¡Pero Shikamaru…!
-¡No! – Gritó el Nara antes de salir de la habitación dando un portazo.
Temari cayó sentada sobre su cama y no pudo evitar derramar algunas lágrimas, aunque jamás llorara esto era demasiado para cualquier mujer. Lo que más deseaba era tener un hijo del hombre que amaba, pero le dolía que él se negara tanto a ello ¿Por qué era tan cruel? ¿Por qué no quería que tuvieran un hijo?
-Eres un idiota Shikamaru Nara – Susurró dolida y enfadada.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Gaara iba conduciendo su auto por las calles oscuras, sólo iluminadas por los focos y su tenue luz.
-Sigo pensando en que deberías comprarte un auto, no sé como prefieres irte en un taxi, cualquier cosa podría pasarte – Regañó a su amiga, la cual sólo sonreía. Ella iba sentada a su lado.
-Bueno, conducir no es lo mío y lo sabes – Dijo Matsuri recordando que la vez que intentó tomar clases de manejo terminó estrellando el auto y mando al instructor al hospital -. Pero gracias por preocuparte Gaara – Sus mejillas se ruborizaron ligeramente.
-Lo hago porque eres mi amiga – Dijo Gaara sin dejar de ver al frente.
-Lo sé… - La castaña se sintió algo mal al oírle decir que sólo eran amigos. Ella lo sabía perfectamente, pero no podía evitar que le doliera ¿Por qué había tenido que enamorarse de él? Era demasiado triste estar enamorada de su mejor amigo. A veces deseaba haber sido una de las tantas mujeres con las que jugó Gaara, al menos así habría podido disfrutar de sus besos y de su cuerpo una vez.
Se sentía avergonzada cada vez que pensaba en eso, pero no podía evitarlo, siempre había sido su mayor fantasía hacer el amor con Gaara, poder sentir su cuerpo masculino sobre el suyo, sentir como esas manos acariciaran centímetro a centímetro toda su piel, y sus labios recorrieran su cuerpo. Pero Matsuri aún era virgen, y eso era simplemente porque a pesar de haber intentado hacerlo con otros hombres, nunca había podido, porque siempre algo la hacía detenerse, porque se sentía una traidora. Aunque ese era un secreto muy bien guardado que ni siquiera sus mejores amigas conocían.
-Oye Matsuri… - Le habló el pelirrojo sacándola de sus pensamientos.
-¿Qué? – Preguntó ella volteándolo a ver. Gaara la miró por unos segundos y luego volvió su vista al frente.
-¿Estás saliendo con alguien?
-¿Eh? – Exclamó confundida. Gaara presionó sus manos contra el manubrio.
-"Idiota, lo pregunté muy de repente, era obvio que se sorprendería" - Se regañó mentalmente -. B-bueno… ¿Tienes novio Matsuri?
-No – Respondió Matsuri cruzándose de brazos -. ¿Qué no te acuerdas que terminé con Yusuke hace como seis meses?
El pelirrojo chasqueó la lengua al recordar a ese tal Yusuke, y es que no era de su agrado, ese sujeto era un pervertido que siempre estaba mirando el trasero de Matsuri. Aunque no sabía por que habían terminado, lo prefería así.
-Si, pero, no sé, podrías estar saliendo con otro, después de todo ya han pasado seis meses desde eso – Dijo tratando de ignorar el mal sabor de boca al recordar a ese tipo -. No sé como duras tanto tiempo sin se… - Se corrigió -. Alguien.
-Yo no soy como tú, no necesito estar teniendo sexo todo el día para ser feliz – Le dijo la castaña algo ofendida, haciendo que él se molestara también.
-Perdón, olvidé que a ti no te gusta el sexo – Dijo Gaara con sarcasmo. Matsuri se sonrojó, ya que realmente no era que no le gustara, sino que no lo conocía. A pesar de eso, no pudo evitar molestarse por el comentario tan desubicado de su amigo.
-Gaara, detén el auto, yo me bajo aquí – Espetó enfadada.
-¿Estás loca? Aún nos falta para llegar.
-Te dije que me bajo aquí – Insistió la castaña, pero él ni se inmutó, entonces decidió detenerlo ella misma -. Dije que te detengas ¿Qué no me oíste? – Dijo agarrando el manubrio con sus manos y haciendo que Gaara perdiera el control por un momento.
-¿Qué haces Matsuri? ¿Estás demente? – Decía el pelirrojo tratando de no chocar.
-¡Que te detengas! – Gritó Matsuri pisando el freno, haciendo que se detuvieran de forma abrupta -. ¡Eres un idiota Gaara!
Después de eso Matsuri se bajó dando un portazo muy fuerte y Gaara se bajó también para reclamarle la locura que acababa de hacer, pero de pronto las alegres luces de colores de un parque de diversiones les llamaron la atención a ambos.
-¡Un parque de diversiones! – Gritó Matsuri emocionada y con estrellitas en los ojos, mientras Gaara entornaba los ojos y una gotita aparecía en su frente.
-Y lo dice así tan campante después de casi matarnos – Susurró el pelirrojo, pero ella no pudo oírlo.
-Oye Gaara ¿Qué te parece si vamos? – Le preguntó la castaña tomándolo de la mano y jalándolo para que entrara al auto de nuevo -. ¡Date prisa! – Gritaba animada.
-¿Qué no estabas molesta hace un momento? – Cuestionó Gaara desconcertado.
-Olvídate de eso, sólo vamos.
Después de eso los dos regresaron al auto y se dirigieron al parque de diversiones. Matsuri se emocionaba mucho porque cuando ella y Gaara eran sólo unos niños solían ir al parque de diversiones y pasaban horas riendo juntos. Gaara también recordaba esos momentos que pasaron juntos, por eso había decidido ir también.
Matsuri era alguien muy especial para él, desde pequeños ella siempre había sido tan dulce y gentil, cuando se hacía raspones por pelearse con otros niños era ella quien los curaba, cuando necesitaba hablar con alguien porque tenía problemas en casa también era ella quien estaba a su lado. Su querida amiga de toda la vida.
Al llegar al parque Matsuri se veía tan feliz que parecía una niña pequeña. Lo primero que hizo fue comprar un algodón de azúcar. Después de comerlo, ambos tuvieron una buena dosis de gritos en la montaña rusa. Luego fueron al tiro al blanco, dejando para el final su favorito; la rueda de la fortuna.
-Que linda noche ¿No crees? – Preguntó la castaña con una sonrisa, mientras observaba todo a través del vidrio de la cabina.
-Si, es muy linda – Respondió Gaara. De pronto se quedó observando atentamente a Matsuri -quien estaba sentada frente a él-, ella seguía admirando el paisaje, por lo que no notó que los ojos aguamarina estaban sobre su persona.
El pelirrojo no podía dejar de verla, de pronto se había vuelto algo adictivo. La luz de la luna y de los juegos bañaba con delicadeza el rostro de Matsuri, haciendo que se viera aún más hermosa. De pronto, Gaara pudo oír el sonido de los latidos de su corazón, el cual estaba palpitando de una forma en que nunca antes lo había hecho.
Matsuri por fin se dio cuenta de que él la miraba, y con sus mejillas sonrojadas lo miró también.
-¿Sucede algo Gaara?
-N-nada – Respondió él volteándose rápidamente, algo sonrojado, cosa que lo sorprendió. Y Matsuri simplemente le sonrió, sin notar su sonrojo ya que la luz no le llegaba.
Cuando bajaron comenzaron a caminar hacia la plaza. Matsuri comía unos dangos y Gaara un calamar. Ambos platicaban y se sonreían mutuamente.
-Jeje, entonces… ¿Debería disculparme por lo de hace un rato? – Preguntó la castaña con una sonrisa algo traviesa.
-Bueno, ciertamente deberías disculparte - Respondió Gaara también sonriendo -. Pero eso ya pasó, así que sólo olvidémoslo.
-Si – Matsuri asintió con la cabeza -. Oye Gaara… - Le habló mientras ambos se sentaban en una banca de la plaza, donde estaba demasiado oscuro, sólo iluminado por los focos y su blanca luz. La luz de uno daba junto sobre la banca donde se habían sentado.
-Dime.
-¿Cómo te ha ido con… ya sabes? E-eso de buscar esposa – Dijo Matsuri bajando la mirada con cierta tristeza.
-Es inútil – Le respondió Gaara soltando un suspiro -. Encontrar una esposa no es tan fácil como parece. Aunque muchas chicas me griten en la calle que se quieren casar conmigo o hasta que les dé un hijo – Ambos rieron con ese comentario -. Bueno, la mayoría de ellas son insoportables.
-¿Y no crees que eres demasiado exigente? Es decir, sólo la necesitas por seis meses.
-Lo sé, pero también sé que no podría durar ni un mes con alguna de ellas, es por eso que no he encontrado a la indicada.
-La indicada… - Repitió Matsuri, observando la luna en lo alto del cielo -. Gaara… ¿Tú crees que en algún lugar del mundo… exista la chica ideal para ti?
-Tú sabes que yo no creo en el amor Matsuri, eso es sólo una tontería – Respondió el pelirrojo mirando fijamente a la luna.
-Pero yo sí creo en él, y aunque a veces duela, sé que la persona que está destinada a estar a mi lado llegará – Murmuró la chica, haciendo que él la mirara.
-Hablas como una persona enamorada – Le dijo Gaara, viéndola con esos ojos tan hermosos que él poseía. Matsuri se sonrojó.
-E-eso… es porque soy una persona enamorada – Contestó Matsuri, volviendo a mirar al cielo -. Hay alguien a quien amo con todas mis fuerzas y soy feliz con sólo verle sonreír. Él no sabe que existo, me ve como a una amiga.
-Vaya… - Gaara dejó de verla para mirar al suelo. Por alguna razón no le gustó oír que su mejor amiga estaba enamorada de alguien. Ella jamás le había contado algo como eso, siempre que hablaban era sobre intereses y esas cosas, nunca sobre sus novios y era la primera vez que Matsuri le confesaba el estar enamorada, porque por ninguno de sus novios había dicho sentir eso -. Y bueno… ¿No has intentado decírselo?
-Es inútil, en poco tiempo él se casará con otra, y aunque se lo diga sé que él no me corresponde – Respondió la castaña con un triste tono de voz -. A veces te envidio, tú no te enamoras de nadie, quisiera ser así. Amar y no ser correspondido por esa persona es muy doloroso.
-Pues ese sujeto es un idiota – Habló Gaara, sorprendiéndola, él se veía muy molesto.
-¿Eh?
-¿Quién podría rechazar a una chica como tú? Eres muy bonita y tienes un carácter muy agradable. Si ese tipo no ve eso en ti entonces el apodo de idiota le queda perfecto – Dijo molesto. Matsuri le sonrió dulcemente y él una vez más sintió ese cosquilleo.
-Gracias Gaara – Le dijo ella -. "Ay Gaara, si supieras que ese idiota eres tú"
-Y bueno… entonces… ¿Ya te has rendido con él?
-¿A que viene esa pregunta?
-Sólo responde Matsuri – Le pidió el pelirrojo. La chica suspiró y bajó la cabeza y los hombros.
-Él no me quiere… ¿Qué caso tiene seguir intentándolo?
-Perfecto – Dijo Gaara.
-¿Eh? ¿Te parece perfecto que yo sea infeliz de por vida? – Le preguntó Matsuri algo ofendida y cruzándose de brazos. Gaara sonrió algo divertido por su reacción infantil.
-No me malinterpretes – Dijo -. Sin embargo, tengo algo que decirte, o más bien pedirte – Suspiró -. Matsuri… ¿Te casas conmigo?
-¿Q-que? – Fue todo lo que pudo articular Matsuri ante esa pregunta que la dejó congelada, y es que simplemente no lo podía creer.
Continuara…
Avance:
Matsuri acepta la propuesta de Gaara, sabiendo que si se casa con él será una boda fingida por sólo seis meses, sin embargo está dispuesta a tomar ese riesgo. Temari ha decidido no dirigirle la palabra a su esposo hasta que éste recapacite. Sasuke sufre un accidente que podría cambiar su manera de ver las cosas, mientras Hinata conocerá a la novia de Naruto, y Gaara y Matsuri harán público su "compromiso" ganándose una inesperada enemiga.
Próximo capítulo: Aunque no me ames.
--------
Bueno, ahí se queda este capítulo, espero que les haya gustado. Nos leemos ^^ Bye! | |
| | | lalii_1995 Nivel 1
Cantidad de envíos : 26 Edad : 34 Fecha de inscripción : 07/09/2009
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Sáb Sep 04 2010, 11:52 | |
| | |
| | | Selene-chan Nivel 6
Cantidad de envíos : 213 Edad : 33 Localización : En mi casa Fecha de inscripción : 21/04/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Dom Sep 12 2010, 05:33 | |
| Gracias ^^ Aquí dejo la conti, aunque esta vez el capítulo va dividido en dos partes.
-----
Capítulo 3: Aunque no me ames
Desconcertada y sorprendida. No había palabras que describieran mejor lo que estaba sintiendo en este momento. De alguna manera sentía que algo no estaba bien ¿Cómo había sucedido algo así? De pronto todo el dolor que había estado acumulando en su pecho durante todos esos días de incesante agonía, pensando que lo perdería a manos de otra mujer, había desaparecido. Ahora una extraña felicidad se apoderaba de su ser, ahora él le pedía que fuera su esposa, el hombre que siempre había amado quería casarse con ella.
-¿Q-que acabas de decir…? – Preguntó. No sabía que responder, no se sentía preparada para dar una respuesta afirmativa tan a la ligera. Tal vez sus oídos la engañaban, tenia que comprobar que era cierto.
-Bueno… sé que ha sonado algo raro y loco ¿Verdad? – El pelirrojo soltó una risita -. Fue idea de Kankuro, así que no me mires raro.
-¿Idea de Kankuro? - Cuestionó Matsuri algo sorprendida. Recordó que Kankuro le había comentado algo de eso "Haré que él se case contigo", recordó sus palabras, ciertamente había tenido razón ¿Pero como lo había hecho?
-Si – Afirmó Gaara -. Él sugirió que al serme imposible encontrar una esposa, podría tener una… boda fingida.
"Boda fingida"
Esas palabras resonaron en la cabeza de Matsuri una y otra vez, como una especie de eco. De alguna forma sentía que esas once letras desfilaban delante de ella y se burlaban en su cara ¿Cómo había podido pensar que él se querría casar con ella porque la amaba? Era ridículo pensar que de un momento a otro había descubierto sus sentimientos por ella y por esa razón la haría su esposa. Si aceptaba podría casarse con él y tal vez hacer que Gaara en verdad la amara ¿Qué perdería con intentarlo? Tal vez esta era una oportunidad única de hacer de que él dejara de verla como una amiga y la viera como algo más; como una mujer.
-¿Y tú pensaste en mí para algo así?
-También fue idea de Kankuro – Aclaró el pelirrojo -. Él dijo que si me casaba contigo nadie sospecharía que es una boda falsa, ya que hemos sido amigos durante muchos años y…
-Y cualquiera pensaría que después de todos esos años de convivencia surgió el amor ¿No? – Lo interrumpió Matsuri -. La verdad es que es una idea muy buena, los dos mejores amigos que descubren que se aman gracias a que él debe casarse.
-¿Estás siendo sarcástica? – Cuestionó Gaara con una gotita en su frente.
-¿Eh? N-no, sólo decía la verdad, jeje – Sonrió la chica. Gaara de pronto la miró seriamente, tomando entre sus dos manos la delicada y suave mano derecha de su mejor amiga.
-Matsuri, sé que esto puede ser demasiado para ti, pero si aceptas ayudarme te juro que te estaré eternamente agradecido – Le dijo -. Por favor te pido que consideres mi propuesta.
-Gaara… - Matsuri lo miró a los ojos, sintiéndose penetrada por esa mirada, por esos ojos que siempre había deseado que la miraran sólo a ella, con ese deseo que un hombre siente hacia una mujer. Sonrió levemente, habiendo tomado la más importante decisión de su vida -. Yo acepto, me casaré contigo.
-¿D-de verdad Matsuri? – Le preguntó esperanzado y feliz, aunque también algo sorprendido -. ¿Así tan rápido?
-Eres mi mejor amigo ¿Qué no haría por ti?
Gaara no pudo contener su felicidad y se puso de pie abrazando a Matsuri fuertemente. En verdad tenía mucho que agradecerle a su amiga, gracias a ella recibiría su herencia, gracias a que Matsuri sería su esposa.
-Muchas gracias amiga, eres la mejor – Le susurró al oído y ella cerró sus ojos para sentir como el calor de su cuerpo la llenaba por completo.
-"Seré tu esposa Gaara, seré yo y no otra mujer, y aunque no me ames… juro que lograré que así sea, lo juro…" – Pensó Matsuri mientras seguían abrazados bajo la luz de la luna y las estrellas.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Se dejó caer sobre su cama. Se sentía como una tonta ¿Y como no? Por tan sólo unos segundos había llegado a pensar que tendría una oportunidad de estar al lado de la persona que amaba, pero había sido sólo una ilusión. Naruto tenía novia y le había dicho claramente que sólo podían ser amigos. No podía evitar sentirse triste y desilusionada, pero en el fondo ya se lo esperaba.
-Él jamás se iba a fijar en alguien tan poca cosa como yo… - Susurró con cierto tono depresivo. Después de eso se puso de pie y tomó su laptop de su escritorio, abriéndolo para comenzar a escribir.
Cada vez que se sentía triste, lograba olvidar todo al escribir su novela, al vivir de las fantasías que su cabeza podía imaginar, porque eran lo único que la acercaba a estar con él, nada más.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
-Por favor Sasuke-kun vamos a tu departamento – Pidió aquella chica por tercera vez y ya tenía realmente fastidiado al azabache.
-Lo siento, tengo que trabajar mañana temprano así que olvídalo – Dijo Sasuke parándose abruptamente de aquel asiento y haciendo que ella soltara su brazo. Dejó el dinero de lo que había bebido sobre el mesón de la barra y salió de aquel bar, sin embargo fue seguido por ella; que lo agarró del brazo antes de que lograra subir a su auto.
-Sasuke-kun, espera – Le pidió aquella pelirroja, casi suplicando con su mirada -. ¿Por qué me tratas así aún siendo tu novia?
-¿Novia, Karin? – Repitió el azabache riendo con sorna -. No recuerdo haberte pedido que fueses mi novia.
-Pero tú y yo… - Intentó decir ella, pero fue interrumpida.
-Tú y yo nos la pasamos bien teniendo sexo, pero no pienses que yo podría tener otro tipo de relación contigo – El pelinegro se soltó bruscamente del agarre de Karin y entró a su auto, arrancándolo y dejando a la chica desconcertada.
Sasuke ya estaba harto de las incesantes chicas que decían ser sus novias sólo por haber pasado una noche de placer con ellas. Todas las mujeres no eran más que un estorbo.
Bufó con evidente molestia y al doblar por una curva, no notó el camión que venía hacia su auto.
Todo se había vuelto negro, y Sasuke Uchiha yacía inconsciente sobre el asiento de su auto, mientras se podía ver su rostro cubierto de sangre.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
El auto rojo de Gaara se detuvo frente al edificio de su ahora prometida y ambos bajaron de él, sonriéndose el uno al otro.
-Bien, ya estás aquí, mi futura esposa – Dijo Gaara a modo de broma. Matsuri lo miró con una sonrisa dulce y tierna, lo que lo hizo voltear la mirada. Sus palabras y lo que vendría adelante, Matsuri sabía que eran falsos, que eran fingidos, pero no podía evitar sentirse feliz.
-Bueno, nos vemos mañana entonces – Dijo la castaña -. ¿Cómo se lo diremos a todos?
-Lo más importante es convencer a Baki, por los demás no me preocuparía – Respondió Gaara -. Además sólo serán seis meses, así que el engaño no sería por mucho tiempo.
-Pues sí – Matsuri bajó su mirada -. ¿Y que excusa daremos para separarnos?
-No lo sé, que no funcionaron las cosas, que preferimos ser amigos… bueno, lo pensaremos luego, eso no importa tanto ahora – Contestó el pelirrojo. Tomó una de las manos de su amiga y le sonrió -. Luego hablaremos sobre lo otro y… muchas gracias.
-De nada – Matsuri lo abrazó por última vez en aquella noche y luego subió a su departamento, dejando solo al pelirrojo.
-Mi esposa… - Susurró Gaara dibujando una leve sonrisa en sus labios.
Matsuri se dejó caer sobre su cama con una enorme sonrisa en sus labios. No podía creer que después de haber llorado tanto, al final fuese ella quien se casaría con él, y aunque fuese una boda fingida era una boda al fin y al cabo. Ella iba a ser su esposa y aunque él no la amara ahora, tal vez sería capaz de conquistarlo ahora que estarían más cerca, tal vez podría tener el valor de confesarle que lo amaba.
-Esta vez te diré lo que siento, lo haré – Murmuró abrazando la almohada sin poder disimular aunque sea un poco su felicidad.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Justo hoy tenía su turno de noche. El hospital estaba bastante tranquilo, así que la doctora Sakura Haruno estaba tomando un pequeño descanso, sentada en una cómoda silla, mientras cerraba lentamente sus ojos color jade. Ella no estaba muy acostumbrada al turno de noche, por esa razón se estaba muriendo de sueño, pero sabía que no se podía dormir.
-Ya Sakura – Se regañó -. No me puedo dormir ¿Qué pasa si hay una emergencia?
Se puso de pie y se acercó a la máquina de café para beber un poco y así poder mantenerse despierta, y justo cuando se lo acabó el altavoz comenzó a sonar.
-Doctora Haruno, tenemos una emergencia, por favor preséntese en la sala de urgencias.
-Demonios – Susurró con cierta pereza ¿Por qué justo ahora sucedía una emergencia?
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Al día siguiente…
-Bien, respira y cálmate – Se dijo mirando la entrada del edificio de las empresas Suna corp. Estaba nerviosa y la razón era porque hoy ella y Gaara anunciarían su compromiso. Matsuri aún no podía creerlo, pero era cierto y eso la hacía feliz.
Volvió a tomar aire una vez más y trató de que sus piernas dejaran de temblar, sin embargo no pudo evitar estremecerse al sentir un suave aliento detrás de su nuca, muy cerca de su oído.
-Matsuri…
-¡Ah! – La castaña dio un salto algo asustada y luego se volteó -. G-Gaara, hola.
-Que linda te ves hoy – Le dijo el pelirrojo con una sonrisa, pero era cierto y no lo podía negar.
Matsuri llevaba puesta una blusa de color rojo, de mangas cortas y de una tela muy fina, que iba ceñida a su cuerpo, haciendo notar sus curvas. También usaba un short negro ajustado y debajo de él unas medias rojas para que combinaran con su blusa. Por último, usaba unos botines negros de tacón.
Para Gaara no pasó desapercibida para nada, se veía tan hermosa que por un momento olvidó que ella era su mejor amiga, una de las personas a quien más quería y admiraba, y la única a la que se lo había dicho. Gaara jamás le había dicho a nadie que le quería, excepto a ella, porque sentía que era la única que le producía esa confianza.
-Muchas gracias – Dijo Matsuri bajando la mirada sonrojada.
Ella tampoco podía dejar de admirar lo bien que Gaara se veía con esa camisa de tela negra y ese pantalón café. Los últimos botones de su camisa estaban abiertos, dejando ver parte de su pecho, mientras que su cabello estaba desordenado, dándole un aspecto fresco, rebelde y sexy.
-Y bueno Matsuri ¿Estás lista para anunciar nuestro compromiso?
-Eso creo – Respondió la chica soltando un suspiro -. ¿De verdad piensas que nos creerán?
-Claro, si les decimos cuanto nos amamos y eso – Respondió Gaara como si nada, sin notar que su tono desinteresado le causaba dolor a Matsuri. Sacó algo de su bolsillo y lo extendió hacia la chica -. También debes usar esto – Mostró la pequeña caja y al abrirla lo que había allí dentro deslumbró a la chica.
-¿Un anillo? – Cuestionó sorprendida, observando aquella joya tan hermosa.
-Claro ¿O es que piensas estar comprometida conmigo sin un anillo? Si no lo tienes no nos creerán nada.
-Tienes razón – Dijo Matsuri con una sonrisa, estirando su mano para que Gaara le pusiera el anillo. Sintió su corazón latir con rapidez, casi como si de verdad él le estuviese proponiendo matrimonio -. "Se siente tan lindo… ojalá algún día me quieras Gaara…"
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
-Oh, mi cabeza… - Susurró abriendo lentamente sus ojos color azabache. Se sentía mareado y adolorido, la cabeza le daba mil vueltas. Miró a su alrededor y notó que estaba en una habitación de hospital. Finalmente recordó que había chocado en su auto -. Mierda – Masculló llevando una mano a su cabeza, notando que la tenía vendada.
Se sentía como un estúpido ¿Cómo había podido chocar? Estaba seguro que en este momento su padre estaría deseando matarlo y le seguiría repitiendo lo irresponsable que era, al igual que lo lejos que estaba de parecerse a su hermano mayor. Seguro que ni siquiera le importaría que hubiera sobrevivido, Sasuke sabía que su padre no lo apreciaba a pesar de lo mucho que intentaba que él estuviese orgulloso, hasta hubiese preferido que él muriera, así no tendría que soportarlo.
De pronto el sonido de la puerta abriéndose le llamó la atención y vio entrar a una joven pelirrosa, que traía puesta una bata blanca de doctora. Ella se acercó a él y le tomó el brazo para revisar su pulso. Le sonrió y Sasuke pudo ver el precioso color jade de sus ojos.
Por un momento sintió todo detenerse, se sintió como un imbécil por eso, pero jamás había visto a una mujer que le causara tal impacto, además, ella no se había lanzado a sus brazos apenas lo había visto.
-¿Cómo se siente? – Preguntó la doctora metiendo una mano al bolsillo de su delantal, sin soltar con la otra la mano de Sasuke.
-Peor que al día siguiente de una noche de borrachera, pero eso es bastante alentador para alguien que sufrió un accidente en su auto – Bromeó el azabache.
-Veo que no ha perdido el sentido del humor.
-De hecho antes no lo tenía – Dijo Sasuke. La pelirrosa soltó una risita y al verla sonreír él también lo hizo. Fue algo extraño, usualmente él jamás sonreía con una mujer a menos que fuera cuando las llevaba a la cama, pero esta doctora era bastante diferente a esas chicas desesperadas.
-Bueno señor Sasuke Uchiha, si le duele mucho le pondré un calmante.
-Pero que injusto, veo que usted ya sabe mi nombre, pero yo no tengo el placer de conocer el suyo – Dijo Sasuke en tono de queja. Ella le miró y volvió a sonreír.
-Sakura Haruno, mucho gusto – Dijo la ojijade. Se sentía muy bien hablando así con Sasuke, y desde el momento en que le había visto inconsciente la noche anterior había experimentado un extraño sentimiento. Pero Sakura sabía que no podía sentir nada por su paciente y aún si no lo fuera, le estaba prohibido, pues ella estaba comprometida.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
La noche anterior había sido un completo desastre. Él sabía que había sido un idiota y por eso ahora su esposa no quería ni verlo, pero en verdad no quería un hijo, sería algo demasiado problemático para él.
-Oh, maldita sea – Bufó molesto. No iba a disculparse, ella sabía perfectamente cual iba a ser su respuesta, así que no había sido su culpa.
-Shikamaru-san – Se acercó una de las asistentes -. Gaara-sama le llama a la sala de reuniones.
-De acuerdo, gracias – Dijo el Nara, para luego dirigirse a la sala de reuniones ¿Qué se le ofrecería a su cuñado?
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Temari estaba ya en la sala de reuniones. Le sorprendió ver a Baki en ese lugar e incluso estaba la molesta y odiosa secretaria de Kankuro; Sayuri Sanjou, una mujer insoportable, arrogante y superficial, que había salido un tiempo con Gaara, pero él la dejó cuando se aburrió de ella, sin embargo Sayuri parecía haberse obsesionado con él.
Shikamaru entró y se sentó junto a su esposa, quien lo miró de mala manera y después le hizo un desprecio. El Nara se sintió algo mal, él no quería estar así con Temari y tal vez se había equivocado al negarse a tener un hijo con ella.
-¿Para que nos habrá llamado Gaara aquí? – Preguntó de pronto Baki, quien miraba constantemente su reloj, como si tuviera prisa. En ese momento llegaron Gaara y Matsuri.
Ella estaba muy sonrojada y ante nadie pasó desapercibido lo hermosa que se veía. Kankuro le hizo una señal a su secretaria –que le sirvió un café- para que abandonara la estancia, y ésta se fue de muy mala gana, pues quería oír que se traía Gaara.
La mujer sólo pudo notar el hermoso anillo que adornaba el dedo de Matsuri, la eterna mejor amiga de su amado Gaara, pero ella en realidad estaba segura de que Matsuri lo amaba.
-Bien, ya estamos todos – Habló por fin el pelirrojo -. Quiero hacerles un anuncio, o más bien, Matsuri y yo queremos hacerlo – Dijo tomando delicadamente la mano de la castaña, la cual no pudo evitar sentir una corriente eléctrica recorrer todo su cuerpo.
-¿Qué clase de anuncio? – Preguntó Temari un poco confundida. Por otro lado, Kankuro le dirigió una mirada cómplice a su hermano y la otra a Matsuri. Gaara le sonrió a Matsuri tiernamente, como diciendo que todo estaría bien y apretó más su mano para que a ella se le quitara el nerviosismo.
-Matsuri y yo nos vamos a casar – Dijo mirando a los presentes, quienes se quedaron sorprendidos por la decisión que él había tomado. Nadie –a excepción de Kankuro- se lo esperaba.
-Eso no puede ser… - Susurró Sayuri con celos y rabia, mientras oía tras la puerta.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
-¿Cómo que tuvo un accidente? – Preguntaba Naruto enojado al teléfono -. ¿Y hasta ahora me avisas? ¿Y está bien? – El rubio no podía creer que su amigo y socio había sufrido un accidente, pero se tranquilizó al saber que no había sido grave y que pronto saldría. En ese momento tocaron a la puerta -. Pase – Indicó.
Hinata entró tímidamente con unos papeles en sus manos. Aún estaba deprimida por haberse enterado de que Naruto tenía novia, lo que le impedía mirarlo a la cara, porque sentía que en cualquier momento se pondría a llorar frente a él y eso no lo podía hacer.
-N-Naruto-kun, aquí están tus papeles – Dijo la ojiperla, sintiendo que sus piernas le temblaban sólo por estar frente a él. No era una simple obsesión o un deslumbramiento, no era sólo admiración, Hinata estaba verdaderamente enamorada de él, y era un amor solitario y doloroso.
Naruto terminó su llamada y le dedicó una de sus hermosas y brillantes sonrisas a Hinata.
-Gracias, pero ahora voy a salir – Dijo el rubio.
-¿Eh? ¿Ahora?
-Es que me acaban de llamar para avisar que Sasuke está en el hospital, así que tengo que ir a verlo – Naruto se puso su saco y sus lentes negros, después se acercó a Hinata y le recibió los documentos para guardarlos en el cajón de su escritorio -. ¿Me acompañas Hinata?
-¿Yo? – Cuestionó sorprendida, apuntándose con su dedo índice.
-Sí por favor, es que me gusta charlar mientras conduzco, además no tienes nada que hacer mientras yo no esté, después de todo eres mi asistente personal.
-D-de acuerdo – Hinata bajó su mirada avergonzada ante la nueva sonrisa de aquel rubio que le quitaba el sueño completamente.
---------
Hasta aquí la primera parte. Nos leemos ^^ Bye! | |
| | | ~PriincessYoko~ Nivel 13
Cantidad de envíos : 596 Edad : 32 Localización : Toii Con Mii Hermoso Hombre, Mii Kamikorosu! ;DDD <3! Fecha de inscripción : 21/01/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Lun Sep 13 2010, 11:22 | |
| n.n Me Gustoo La Contii :D:D Buxaaa Gaaara Cke Es Idiiota! ¬¬ Ckomo No Se Da Cuentaa De Cke a Matsurii Le Gustaaa ¬¬ xDDD Weno Esperoio Contii Prontoo C: Cuiidate Muxooooooooo! =D | |
| | | lalii_1995 Nivel 1
Cantidad de envíos : 26 Edad : 34 Fecha de inscripción : 07/09/2009
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Lun Sep 13 2010, 11:28 | |
| jaja me lo dejas con intriga! jaja segunda parte ya! jajaj | |
| | | Selene-chan Nivel 6
Cantidad de envíos : 213 Edad : 33 Localización : En mi casa Fecha de inscripción : 21/04/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Miér Sep 22 2010, 10:23 | |
| Holy Shit. Olvidé postearm gomen ne. Gracias por los comentsarios y aquí la conti ^^
-----
-¿Cómo dices Gaara? – Preguntó Temari sorprendida y parpadeando. Miró a Matsuri de manera inquisidora y ésta sólo se sonrojó y bajó la mirada.
-Lo que acabas de oír – Respondió Gaara -. Matsuri y yo nos casaremos dentro de un mes, se lo propuse anoche y ella aceptó.
-¿Y por que precipitarse de esta manera? – Cuestionó Shikamaru con su típica expresión de pereza, pues no confiaba en esta extraña y nueva actitud de Gaara de aceptar casarse y más, con su mejor amiga de toda la vida -. ¿No será esto una estrategia para recibir la herencia?
Baki sólo escrutaba con la mirada las expresiones faciales de Gaara, más este se encontraba muy tranquilo. Era cierto que él mismo le había propuesto una rápida solución a su problema, pero jamás esperó que Gaara se fuese a casar con su mejor amiga. Él había sido amigo del padre de los Sabaku No por años y por ende conocía a todos sus hijos desde pequeños, por lo que le sorprendió la decisión del pelirrojo.
-No digas tonterías Shikamaru – Le dijo Gaara molesto. Iba a decir algo más, pero Matsuri le hizo un gesto y él se quedó callado.
-Debido a la presión que hemos sufrido Gaara y yo desde que él ha sido obligado a casarse… - Matsuri miró a Gaara, de esa forma en que sólo ella podía hacerlo por amarlo tanto -. Nos hemos dado cuenta de lo que sentimos el uno por el otro, afortunadamente, antes de que fuese tarde – Sonrió dulcemente -. Nosotros nos amamos.
Sus palabras fueron tan convincentes que todos allí se las creyeron, incluso Gaara, por un momento pensó que Matsuri hablaba en serio, que ella de verdad lo amaba. Pero era cierto, ella hablaba con el corazón, porque realmente lo amaba con todo su ser.
Después de convencer a todos de lo verídico de su compromiso, Gaara y Matsuri salieron de la sala tomados de la mano. El primer paso había sido superado, pero ahora debían fingir ante toda la empresa lo mucho que se querían.
-Eres genial Matsuri, muchas gracias – Le susurró Gaara al oído, haciendo -sin darse cuenta- que la castaña temblase un poco.
-De nada, se supone que a eso vinimos – Dijo ella brindándole una dulce sonrisa, pero ésta desapareció al ver que Sayuri se paraba en frente de ellos. Gaara la miró, pero no dijo nada.
-¿Es cierto que ustedes van a casarse? – Preguntó en tono alto y demandante, llamando la atención de todos los empleados. Matsuri enseguida soltó la mano de Gaara, pues sabía perfecto lo que hubo entre él y Sayuri y que esa mujer seguía obsesionada con él.
Gaara volvió a tomarla de la mano, pero más fuerte esta vez.
-Es cierto Sayuri, Matsuri y yo nos vamos a casar – Respondió Gaara mirando fijamente a la rubia, la cual se veía irritada y molesta.
-¿Ah sí? Pues no les creo nada – Dijo Sayuri con sarcásmo. Gaara apretó la mano de Matsuri y frunció el ceño mirando fijamente los ojos azules de esa mujer. Sayuri miró a Matsuri de manera desafiante -. No creo que mi Gaara se vaya a casar con una estúpida como tú, y si lo hiciera sé que sólo es por dinero.
-Deja de decir tonterías Sayuri – Le recriminó Gaara enfadado -. Que yo recuerde no soy de tu propiedad, y no tienes ningún derecho de insultar a Matsuri.
-Pero Gaara… ¿Es que acaso no te importaron todas las veces que me hiciste el amor? – Cuestionó la rubia. Matsuri se sintió mal con ese comentario y bajó la mirada -. ¡¿Acaso tanto te gustó revolcarte con esta zorra?! – Gritó alterada.
Grave error.
Nunca, jamás alguien se había atrevido a insultar a Matsuri de esa forma. No podía permitir que le llamaran de esa forma tan despectiva, como si ella fuese una mujerzuela. Y a Gaara también le molestó, jamás había soportado que insultaran a su amiga, pero cuando iba a decir algo, se sorprendió al ver como su "prometida" le propinaba una buena cachetada a la asistente de su hermano.
-¡A diferencia de ti no necesito acostarme con nadie para que me hagan caso! – Gritó Matsuri con enfado, dejando su mano marcada en la mejilla de Sayuri -. Si Gaara y yo vamos a casarnos no es tu problema, acepta que él no te quiere y no seas una patética arrastrada.
Gaara estaba sorprendido, jamás pensó que Matsuri fuese capaz de defenderse así de bien. Y Sayuri estaba furiosa, levantó su mano para devolverle el golpe a la castaña, pero Gaara la detuvo a tiempo agarrándola de la muñeca.
-Ya basta Sayuri, vete si no quieres que te despida – Advirtió el pelirrojo en tono amenazante. Sayuri se soltó de su agarre de un tirón, con una mirada de odio hacia Matsuri.
-Yo no les creo nada, no creo que ustedes se amen, sé que sólo van a casarse por ese asunto de la herencia – Masculló la rubia con enojo, pero después miró a Gaara casi llorando -. Pero no tienes que hacerlo con ella, Gaara puedes casarte conmigo.
Gaara se quedó en silencio observándola y Matsuri temió que él fuese a aceptar, después de todo ella era sólo la amiga a la cual nunca iba a amar y la otra era una de las tantas mujeres que él había tenido. Si él decía que sí a Sayuri lo perdería para siempre y no estaba dispuesta a hacerlo ahora que estaba por ser su esposa.
Sin aviso tomó a Gaara por la nuca y unió sus labios a los de él, dejándolo con los ojos muy abiertos por la sorpresa, porque nunca hubiera imaginado tal acción por parte de ella, sin embargo no le desagradaba.
Con sus manos rodeó la cintura de Matsuri para apegarla más a su cuerpo, y separó sus labios, pidiendo permiso con su lengua para entrar en la boca de ella. Matsuri se lo concedió gustosa, sintiendo como poco a poco la lengua de Gaara entraba en su boca, volviendo ese beso aún más intenso.
Ambos comenzaron a mover sus labios casi con desesperación, mientras que Matsuri sentía que su corazón iba a estallar, porque no pensó que él iba a corresponderle y menos de esa manera. Y Gaara se sentía extraño, porque ese beso le estaba gustando más de lo que hubiera imaginado.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Naruto y Hinata iban dentro del auto del rubio. Mientras él conducía y miraba el camino, la ojiperla no podía quitarle la vista de encima por más que quisiera.
Para Hinata Naruto era tan perfecto, era como hecho por los dioses y es que no sólo era lindo por fuera, sino también por dentro. Ella no tenía ojos para nadie más, y aunque sabía que lo que sentía era imposible, la hacía muy feliz amar a una persona como Naruto.
-Oye Hinata ¿Por qué vas tan callada? – Preguntó Naruto volteando a verla por un segundo. Ella se sonrojó y desvió la mirada.
-Es que… no tengo mucho que decir – Respondió Hinata con su dulce tono de voz. Naruto nuevamente volteó a verla, pero esta vez se quedó más tiempo perdido en ella, hasta que tuvo que volver a ver adelante para no chocar.
-Entonces hablemos sobre algo – Dijo el rubio animado -. A ver… ¿Quién te gusta Hinata?
-¿Eh? – Exclamó Hinata sorprendida y sonrojada, pero definitivamente no podía responder esa pregunta. Para su suerte, en ese momento llegaron al hospital.
-Bueno, creo que tendremos que dejarlo para otro día, pero ni creas que me he olvidado.
Hinata suspiró aliviada, aunque no entendía del todo por que Naruto le había hecho esa pregunta.
Después de estacionarse bajaron del auto, e ingresaron al hospital. Naruto se dirigió a la recepción para preguntar por su amigo.
-¿El paciente Sasuke Uchiha?
-Se encuentra en la habitación 215 – Respondió la recepcionista un tanto sonrojada por la presencia de aquel guapo rubio, lo que molestó un poco a Hinata.
-Gracias – Dijo Naruto sonriendo, para después ir junto a Hinata a dicha habitación.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Se separaron cuando el aire comenzó a faltarles, pero siguieron viéndose a los ojos por unos segundos, hasta que ella miró a la mujer que los observaba con la boca abierta y muerta de rabia.
-Como ves, lo nuestro va muy en serio, así que… ¿Por qué no te pierdes? – Dijo Matsuri con una pequeña sonrisa. Sabía que había sido impulsiva, pero se sentía tan bien.
-Me las vas a pagar perra – Masculló Sayuri, para después darse la vuelta y alejarse de ellos.
-Vaya Matsuri… - Dijo Gaara aún sorprendido por lo que acababa de pasar. Ninguna mujer lo había besado de esa forma tan apasionada pero dulce a la vez y le impresionaba que su querida amiga lo hiciera sentir así -. Eso fue muy inesperado.
-Lo siento Gaara, sólo quería que ella nos dejara en paz – Dijo Matsuri avergonzada, pero no se arrepentía de haber besado a Gaara, era algo que desde hace tiempo había deseado, pero había sido aún mejor aunque fuese todo fingido.
-Lo sé, gracias – Dijo Gaara tratando de calmarse -. "Dios mío, si ella besa así entonces debe de ser una fiera en la cama" – Al darse cuenta de lo que estaba pensando se sorprendió -. "¡No puedo pensar así de Matsuri! Ella es mi mejor amiga, tengo que tranquilizarme" – Pensó mirando a otro lado para distraerse; si no lo hacía terminaría por tomar a Matsuri y le haría el amor ahí mismo sobre el escritorio, sin importarle que era su mejor amiga y que estaban a plena luz del día en medio de la oficina y de los empleados.
-"Besé a Gaara… de verdad lo hice…" – Pensó la castaña, sintiendo una enorme felicidad por dentro. Aunque fuera fingido, ella sería su esposa y eso era lo que importaba.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Naruto y Hinata llegaron hasta aquella habitación y entraron. Dentro estaba Sasuke recostado y viendo televisión.
-Hey Sasuke, te veo muy cómodo – Bromeó el rubio, mientras Hinata se acercaba tímidamente.
-No me quejo – Respondió el azabache-. Hola Hinata – La saludó.
-H-hola Uchiha-san ¿Cómo se siente?
-No tan mal – Dijo Sasuke -. Ustedes son los primeros en venir a verme, estaba un poco aburrido.
-¿Cómo? ¿No ha venido tu padre o Itachi? – Preguntó Naruto sorprendido, no podía creer que los familiares de Sasuke ni siquiera estuvieran interesados en su estado de salud.
-No, es que… - Sasuke iba a decir algo más, pero fueron interrumpidos por el sonido de la puerta abriéndose y todos se voltearon a mirar.
-Vengo a ponerle un calmante señor Uchiha – Dijo Sakura, quien acababa de entrar sin mirar a quienes estaban ahí. Sasuke sonrió al verla, pero inmediatamente su sonrisa se borró.
-¿Sakura-chan?
-Naruto – Dijo Sakura con una sonrisa, para después abrazarse al rubio, dejando a los otros dos muy sorprendidos.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
-Temari – Dijo Shikamaru agarrando la mano de su esposa, deteniéndola en medio del pasillo -. Tenemos que hablar.
-No tenemos nada de que hablar – Respondió furiosa y soltándose de su agarre -. Eres un idiota, no sé por que me casé contigo.
-No me digas eso…
-No te quiero ver – Después de decir eso la rubia se alejó, dejando a su marido muy triste.
-Demonios, en serio la he cagado – Masculló enfadado consigo mismo.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
-¿Qué haces aquí mi amor? – Preguntó Sakura al separarse de Naruto. Hinata comprendió enseguida que ella era la novia de Naruto, mientras que Sasuke sentía un extraño pesar en su pecho. Ella le había gustado, no como las otras, era de verdad ¿Por qué tenía que ser la novia de su amigo?
-Soy amigo de uno de tus pacientes, como ves – Respondió Naruto con su sonrisa deslumbrante -. Sasuke, Hinata, ella es Sakura, mi novia y futura esposa.
-Ay Naruto – Dijo la pelirrosa en tono de regaño.
Hinata sintió como se le rompía el corazón y, haciendo uso de todas sus fuerzas, trató de no derrumbarse en ese mismo lugar, no podía hacerlo. Naruto no lo notó, pero sí lo hizo Sasuke.
-"Tengo que ser fuerte" – Pensó al intentar no llorar.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
La noche llegó y las estrellas iluminaron el firmamento, mientras que Matsuri bajaba del auto de Gaara, frente a su edificio. El pelirrojo también bajó, parándose a su lado.
-Gracias por traerme Gaara – Dijo Matsuri bajando la mirada sonrojada al recordar aquel beso que la hizo sentir más cosas que ningún otro.
-De nada, que pases buena noche, y recuerda lo de mañana – Dijo Gaara, quien tampoco podía olvidar aquel "incidente". Podía sentir aún los labios de Matsuri sobre los suyos y un extraño cosquilleo en su pecho lo molestaba.
-Sí, no te preocupes que ahí estaré – La castaña se acercó a él para darle un beso en la mejilla y al separarse, se quedaron viendo fijamente, sintiendo su aliento mezclarse con el del otro y deseando volver a besarse como en la tarde, volver a experimentar aquella magnífica sensación que sólo se produjo cuando sus labios estaban unidos. Aquel pequeño segundo parecía eterno.
-Buenas noches entonces, hasta mañana – El pelirrojo se alejó de ella y se volvió a subir a su auto, perdiéndose en la oscuridad de la noche. No podía entenderlo, sólo la había besado una vez y ahora no podía dejar de imaginarla debajo de él, gimiendo su nombre con deleite. Gaara se llevó una mano a su cabeza, tratando de no desviar su vista del camino -. Tengo que dejar de pensar en eso, Matsuri es mi amiga, aunque vaya a ser mi esposa.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Matsuri se acostó bajo las sábanas de su cama con una enorme sonrisa en sus labios. Estaba tan feliz por haber besado a Gaara y porque él le había correspondido. No estaba segura si él lo había hecho para alejar a Sayuri o porque en verdad lo había disfrutado, pero al menos ella había sentido que a Gaara sí le había gustado su beso.
-Te amo tanto Gaara – Decía con emoción mientras abrazaba la almohada contra su pecho, intentando recordar la sensación que aquel beso le había producido.
Era demasiado extraño pensar en que tan sólo ayer seguía sufriendo porque él se iba a casar y, ahora estaba tan feliz porque su sueño se había hecho realidad. Tal vez no era la forma en que lo quería, pero el fin justificaba los medios, y haría todo lo posible porque él correspondiera sus sentimientos.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Eran aproximadamente las diez de la mañana. Matsuri y Gaara se encontraban afuera de la oficina de Baki. Debían asistir a una pequeña entrevista para comprobar la veracidad de su compromiso.
-¿Estás lista? – Preguntó el pelirrojo, no tan convencido de la entrevista. Él sabía y conocía muy bien los gustos de Matsuri, pero no estaba seguro de que tanto sabía ella de él.
-No te preocupes Gaara – Respondió la castaña tomando entre sus manos el rostro de su amigo para mirarlo fijamente -. Te aseguro que todo saldrá muy bien.
La chica se alejó de él para ingresar a la oficina del abogado, pero antes de entrar, el llamado de Gaara la detuvo.
-Matsuri, espera…
-¿Qué sucede Gaara? – Preguntó con una sonrisa. Gaara la miró en silencio por unos segundos y luego esbozó una pequeña sonrisa.
-Sólo quería decirte… que no pude haber escogido a alguien mejor que tú – Matsuri sonrió al oír esas palabras y después de eso se perdió tras la puerta. Y por alguna razón el corazón de Gaara estaba latiendo muy fuerte.
Continuara:
Avance:
La boda ya ha sido anunciada y todos creen en el amor que supuestamente sienten Gaara y Matsuri. Temari planea la despedida de soltera de su amiga junto a Hinata, mientras Sari organiza la fiesta de la novia. Gaara también celebra su despedida con sus amigos, sólo que él lo hace de una forma algo diferente a la de Matsuri, y aquella extraña sensación que siente al verla crece cada vez más. Y finalmente llega el día de la boda.
Próximo capítulo: Despedidas de soltero.
| |
| | | lalii_1995 Nivel 1
Cantidad de envíos : 26 Edad : 34 Fecha de inscripción : 07/09/2009
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Jue Sep 23 2010, 06:41 | |
| OMG! TENGO Q SEGUIR LEYENDO! ESTA MUUUUY BUENA ;) SUPLICO Q NO TE DEMORES TANTO EN PUBLICAR LA 3 PARTE.. JAJAJ CONTINUALA PRONTO :) BYE | |
| | | ~PriincessYoko~ Nivel 13
Cantidad de envíos : 596 Edad : 32 Localización : Toii Con Mii Hermoso Hombre, Mii Kamikorosu! ;DDD <3! Fecha de inscripción : 21/01/2010
| | | | Selene-chan Nivel 6
Cantidad de envíos : 213 Edad : 33 Localización : En mi casa Fecha de inscripción : 21/04/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Dom Sep 26 2010, 08:36 | |
| Hola chicas ^^
Aquí les dejo el capítulo 4, espero que les guste.
------
Capitulo 4: Despedidas de soltero
Después de que la entrevista acabara y todo saliera muy bien, los futuros esposos estaban sentados en un restaurante almorzando.
-Te dije que todo iría bien – Dijo Matsuri con una sonrisa mientras se llevaba un pedazo de carne a la boca.
-Sí, pero Matsuri debemos hablar sobre otra cosa – La seriedad en el rostro de Gaara preocupó un poco a la castaña.
-Claro ¿Qué sucede?
-Bueno, tenemos claro que nuestra boda sólo será para aparentar – Dijo Gaara. Matsuri asintió con la cabeza -. No tenemos ninguna obligación el uno con el otro, ya sabes, de tipo marital.
-¿A dónde quieres llegar? – Preguntó Matsuri aún más confundida. Gaara soltó un suspiro, le incomodaba hablarle de estas cosas a ella, pero no había de otra.
-Lo diré sin rodeos, tú y yo no tendremos sexo – Al oír esa palabra Matsuri se sonrojó, pero trató de disimularlo mirando a otro lado.
-¿Y que con eso? ¿Acaso estás preguntándome si podemos tener intimidad? – La castaña estaba realmente avergonzada, pero era necesario hablar de ese tema.
-Sabes que yo nunca te pediría eso Matsuri – Respondió el pelirrojo también desviando la mirada, ya que otra vez esa imagen se repetía en su cabeza y no era nada grato teniéndola en frente -. Sólo digo que… si nosotros no vamos a tener ese tipo de relación, pues podemos ver a otras personas aunque estemos casados.
-Ver a otras personas… - Matsuri sintió una pequeña punzada en su pecho. Ella no quería que su esposo se estuviera viendo con otras mujeres, y de ninguna manera ella se vería con otros hombres, pero no había nada que pudiera hacer en contra de eso, ya que había aceptado el trato y no iba a retractarse -. Claro, no hay problema – Dijo sonriendo falsamente.
-Que bueno, tú me conoces y sabes que no podría estar seis meses sin nada – Dijo el pelirrojo aliviado -. Debes entenderlo, has de haber estado con muchos hombres en tu vida.
-¿Eh? – Exclamó la castaña sorprendida por la afirmación de Gaara hacia su persona. No quería mentirle, pero tampoco podía decirle que jamás había estado con un hombre sólo por amarlo a él -. P-pues claro que sí, bueno no demasiados… pero te entiendo.
-Sí… - Gaara bajó la mirada, sin entender por que de pronto se había molestado, pero no esperaba aquella respuesta sino más bien que ella se evadiera como lo hacía siempre que hablaban sobre temas que la avergonzaban. Pero si él iba a salir con tras mujeres, Matsuri tenía todo el derecho a estar con otros hombres y eso no debía molestarle, pero de sólo imaginarla con otro le hervía la sangre.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Temari se encontraba saliendo de la empresa, había quedado de juntarse con Matsuri y con Hinata en el parque, pero cuando iba saliendo vio a Shikamaru apoyado contra la puerta de su auto.
-¿Qué demonios quieres? – Preguntó aún enfadada. No podía entender por que Shikamaru no quería tener un hijo con ella, se suponía que la amaba.
-¿Por qué sigues molesta conmigo?
-Porque eres un idiota y no quiero verte – Dijo la rubia haciéndole un desprecio.
-Pero vivimos en la misma casa…
-¡Pues entonces me voy de la casa! – Gritó Temari casi histérica, para después correr a su esposo de un empujón de encima de su auto -. ¡Y quítate que me estorbas!
-¡Te comportas como una niña pequeña y caprichosa! – Reclamó Shikamaru, ya también molesto -. ¡Y si quieres irte de la casa no te lo voy a permitir!
La rubia no le hizo caso y sólo se montó en su auto, arrancando rápidamente.
-¡Que mujer más problemática! – Se quejó el Nara.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Hinata ordenaba su escritorio rápidamente, pues estaba atrasada para su cita con sus amigas y estaba ansiosa por saber que tenía que contarle Matsuri.
-¿A dónde vas tan apurada Hinata? – Preguntó Naruto al verla tomar su bolso y dirigirse al ascensor. Hinata pulsó el botón para abrir las puertas y luego se volteó hacia el rubio.
-Voy a juntarme con mis amigas Naruto-kun – Dijo bajando la mirada, pues aún le dolía lo de su novia -. Prometo no llegar tarde – Sonriendo dulcemente. Naruto por un momento se sintió embobado con aquella sonrisa.
-No te preocupes por eso – Dijo el rubio con su sonrisa brillante -. Je, es curioso, cuando te vi tan apurada pensé que saldrías con tu novio.
-¿Novio? – Repitió la ojiperla con un leve sonrojo ¿Por qué debería importarle a Naruto si ella tenía novio? Se sintió un poco avergonzada, pero se alivió al ver que se abrían las puertas del ascensor -. Yo… no tengo novio, nunca he tenido uno.
Después de sus palabras, Hinata entró al ascensor y no pudo ver el rostro de sorpresa que ponía Naruto ¿Cómo era posible que siendo tan linda nunca hubiese tenido un novio? ¿Y por que razón su corazón ahora estaba latiendo tan fuerte?
De una extraña forma, Naruto se encontraba confundido, no sabía que estaba pasándole, pero no pudo seguir pensando, ya que una llamada a su celular lo distrajo.
-¿Bueno? – Contestó -. Ah Gaara… ¿Hablar? Claro, no, Sasuke está en el hospital, de acuerdo nos vemos ahí – Después de terminar de hablar con su amigo guardó su celular, y se quedó mirando a la nada por un rato.
-De todos modos… ¿De que querrá hablar Gaara? – Se preguntó intrigado.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Sasuke se encontraba mirando al techo de su habitación, estaba solo y aburrido, esperando a que le dieran el alta. En verdad no quería seguir ahí, donde tenía tan cerca a aquella pelirrosa, que cada vez que la veía sentía algo extraño en su pecho. Tal vez sólo le había llamado la atención su peculiar color de cabello, tal vez sólo eran sus hermosos ojos color jade, o sus provocativos labios que pedían a gritos ser besados, o quizás era el hecho de que ella no lo trataba como todas las demás, no se derretía por él y eso le hacía verla como una especie de reto. Pero no importaba que fuera, ella era la novia de su amigo Naruto, a ella no podía tocarla.
-¿Cómo está hoy señor Uchiha? – Preguntó la doctora mientras revisaba un expediente.
-Estoy bien doctora ¿Pero podría dejar de tratarme de usted? – Se quejó el azabache frunciendo el ceño, logrando sacarle una sonrisa a la chica. Usualmente él no solía ser amable con la gente, pero no podía evitarlo, le gustaba verla sonreír.
-De acuerdo Sasuke, pero tú me llamarás sólo Sakura y no doctora – Dijo ella, quien también sentía que aquel paciente le agradaba más de lo normal.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Matsuri y Temari estaban sentadas charlando en una banca del parque. La rubia no paraba de bombardear con preguntas a su amiga sobre como Gaara le había pedido matrimonio, por lo que Matsuri tuvo que inventarse una buena historia para dejarla tranquila.
-¿Entonces la fecha ya está puesta? – Inquirió Temari con una sonrisa. Matsuri iba a responder, pero fue interrumpida por la voz de su otra amiga.
-¿La fecha de que? – Preguntó la dulce voz de Hinata, quien acababa de llegar. Matsuri se levantó emocionada y abrazó a su amiga para saludarla.
-Hola Hina-chan – Dijo la castaña -. Lo que Temari me preguntaba, es por la fecha de mi boda.
-¿T-tu boda? – Repitió Hinata sorprendida -. ¿Te vas a casar?
-Sí, es un mes más me caso con Gaara – Respondió Matsuri con una sonrisa, a lo que Hinata le abrazó muy emocionada, soltando un pequeño grito. No podía creerlo, se sentía tan feliz por su amiga, porque ella hubiese conseguido estar con el hombre que amaba.
-No puedo creerlo Matsuri-chan ¿Es en serio? ¿Pero como?
-Acaba de contarme como es que mi hermano se lo pidió – Dijo Temari -. Así que Hinata, tenemos que planear desde ya la despedida de soltera – Hinata asintió con la cabeza, pero Matsuri no estaba de acuerdo.
-No chicas, yo no quiero nada de eso – Negó con la cabeza, poniendo sus manos delante de su rostro -. Además no creo que Gaara esté de acuerdo.
-¿Pero que dices Matsuri? – Cuestionó la rubia, abrazando a su amiga por el cuello -. No te puedes casar sin una despedida de soltera, yo tuve una, y no creo que mi hermano se niegue.
-Es cierto Matsuri-chan, aunque… bueno, una despedida de soltera es vergonzosa, Temari-san tiene razón, no tiene nada de malo – Decía Hinata con cierta timidez.
-Pero… - Trató de protestar una vez más la castaña, pero fue interrumpida.
-Pero nada Matsuri, la despedida va porque sí – Temari hablaba en tono demandante, por lo que Matsuri no tuvo opción de replicar. Sabía que sus amigas lo hacían porque la querían, por eso ya no se iba a negar, aunque en verdad no quería una ¿Qué caso tenía si su boda ni siquiera era real?
-De acuerdo – Aceptó la chica soltando un suspiro.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Naruto y Gaara entraron al cuarto donde se encontraba Sasuke, encontrándolo muy sonriente con la doctora Sakura, charlando de lo más felices. Naruto frunció el ceño al ver a su novia y a su amigo llevándose tan bien, pero fue Gaara quien cortó ese romántico ambiente carraspeando su garganta.
Sakura y Sasuke voltearon hacia los recién llegados, y aunque Naruto no se veía de muy buen humor, esbozó su sonrisa brillante.
-Hola Sakura-chan, Sasuke – Saludó el rubio. Gaara arqueó una ceja al no comprender por que Naruto se dirigía a la doctora como "Sakura-chan".
-Buenos días Naruto – La pelirrosa se levantó –ya que permanecía sentada junto a Sasuke- y se acercó a Naruto, dándole un beso en los labios. Sasuke frunció levemente el ceño y desvió la mirada, pero el único que lo notó fue el pelirrojo.
-Que bueno que presentas, eh Naruto – Bromeó Gaara. Sakura lo miró en ese momento, notando que era muy guapo -. Soy Sabaku No Gaara, mucho gusto señorita – Dijo besando su mano como todo un caballero.
-Mucho gusto… Sakura Haruno – Habló Sakura con un leve sonrojo en sus mejillas, pues se había quedado perdida en aquellos ojos aguamarina y en esa sonrisa sexy y encantadora.
-Oye Gaara, no coquetees con mi novia – Se quejó Naruto tomando a la pelirrosa por la cintura, la cual se molestó un poco y se sonrojó.
-No digas tonterías Naruto, no tienes por que ser tan grosero – Recamó la chica -. Yo me voy, tengo más pacientes que atender.
-De acuerdo, nos vemos luego entonces – Sakura asintió con la cabeza y salió del cuarto, dejando a los tres hombres solos.
-¿Y que se les ofrece? – Preguntó el azabache. Sus dos amigos se acercaron. Naruto se sentó y Gaara se quedó de pie.
-Yo no sé, Gaara dijo que tenía algo que decirnos – Respondió Naruto.
-Así es – Habló el pelirrojo -. Chicos, sé que esto va a sonar raro y todo, pero dentro de un mes – Soltó un suspiro de resignación -. Me caso con Matsuri.
-¡¿Qué?! – Fue todo lo que pudieron decir sus dos amigos, quienes no salían de su asombro. Los tres se conocían desde la preparatoria, habían sido amigos por muchos años y en todo ese tiempo Gaara siempre juró que jamás se casaría, pero ahora venía diciendo que se casaba, y encima con su mejor amiga.
-Que sorpresa… - Dijo Sasuke, quien fue el primero en volver a la realidad -. No sabía que estuvieras enamorado de Matsuri.
-No es como creen chicos, les explicaré…
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Matsuri regresó a la oficina, pero se fue caminando para tomar un poco de aire. Tenía tantas cosas que planear y no tenía idea como. Hacer los preparativos para una boda nunca estuvo dentro sus planes, había sido algo demasiado sorpresivo e inesperado y no podía pedirle ayuda a su madre porque ella siempre estaba ocupada.
De un momento a otro recordó a Kankuro, todo esto se lo debía a él, él había hecho que casarse con Gaara fuese posible.
-Por algo le llaman el marionetista – Se dijo con una leve sonrisa -. Ay Kankuro, eres un manipulador.
En ese momento fue que se le ocurrió pedirle ayuda a Sari, ya que ella era una experta en organizar fiestas de ese tipo y además Temari y Hinata estaban ocupadas con su despedida de soltera. Miró la hora en su celular y sonrió.
-Hoy no tenía demasiado que hacer, creo que puedo ir a ver a mi amiga – Y dicho esto, hacia allá se encaminó.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
-Como… ¿O sea que será una boda fingida? – Preguntó Naruto, quien tenía cara de no entender -. Vaya, y yo que pensé que tú y Matsuri-chan hacían una bonita pareja.
-¿De que hablas Naruto? Ella y yo sólo somos amigos – Aclaró el pelirrojo cruzándose de brazos. Sasuke lo miró con una media sonrisa.
-Vamos ¿Vas a decir que nunca te has dado cuenta que Matsuri está enamorada de ti? – Dijo el azabache, ganándose una fea mirada de parte de su amigo.
-Deja de decir tonterías Sasuke, ella y yo somos como hermanos.
-No hay peor ciego que el que no quiere ver – Fue el contraataque de Sasuke. Gaara se quedó callado, él sabía que eso no era cierto, por eso no pensaba hacer una pelea de esto.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Sari se encontraba lavando los platos mientras su hija jugaba con sus muñecas sentada en la sala. Tenía una casita de muñecas sobre la alfombra y decía algunas cosas como si ellas estuviesen hablando. Sari la miró con una sonrisa y en ese momento comenzó a sonar el timbre de su casa.
-¡Voy! – Gritó la castaña mientras se secaba las manos con un paño. Se dirigió a la puerta y observó sorprendida a su amiga del otro lado -. ¿Matsuri? Que sorpresa.
-Hola Sari, etto… quiero hablar contigo – Decía Matsuri un poco avergonzada, pero se fijó en la sonrisa de su amiga y como ella le ponía una mano sobre el hombro.
-Ya lo sé todo, je – Dijo Sari -. Kankuro me dijo que te vas a casar con Gaara, además Temari ya me avisó de la despedida, sabía que vendrías pero no imaginé que tan rápido – Guiñándole un ojo.
-¿Eh? – Exclamó Matsuri desconcertada, pero no pudo decir nada cuando Sari la tomó de la muñeca y la jaló hacia el interior de la casa.
-Tenemos un montón que organizar, así que más te vale que te prepares.
-S-si – Asintió la aludida con la cabeza, aún un poco confundida porque Sari parecía más informada de lo que pensó.
------
Hasta aquí la primera parte ^^ Muy pronto dejo la segunda.
¿Que creen que pase en esas despedidas? | |
| | | lalii_1995 Nivel 1
Cantidad de envíos : 26 Edad : 34 Fecha de inscripción : 07/09/2009
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Lun Sep 27 2010, 11:27 | |
| muy bueno :) que pienso q va a pasar en las despedidas? la verdad no quiero imaginarmelo xq se q no va aser asi y me voi a desilucionar jajaj espero la respuesta como sorpresa ;) espero la conti prontoo bye | |
| | | ~PriincessYoko~ Nivel 13
Cantidad de envíos : 596 Edad : 32 Localización : Toii Con Mii Hermoso Hombre, Mii Kamikorosu! ;DDD <3! Fecha de inscripción : 21/01/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Mar Sep 28 2010, 07:38 | |
| Estuvoo Wenoo El Capii... C: Ckeroo La Despediida De Solteroos Luego Y Ckeiiero Ver Lemmon De Cualkiiera! xD *Soii Una Amante De Esooo (H)* Ckiiero Contii Y Maaas xDDD Cuidate Muxooo! C: | |
| | | Selene-chan Nivel 6
Cantidad de envíos : 213 Edad : 33 Localización : En mi casa Fecha de inscripción : 21/04/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Miér Sep 29 2010, 06:28 | |
| Gracis por los comentarios, aquí la conti ^^
-------
Algunos días después…
Sasuke llegó a su casa aún un poco adolorido por su accidente y se sentó sobre el sofá. En ese momento se acercó su padre Fugaku leyendo unos informes y charlando de lo más animado con Itachi, su hermano mayor. Al ver a Sasuke, Fugaku sólo lo miró con frialdad.
-¿En donde has estado todos estos días? – Preguntó en un tono bastante normal y cotidiano mientras se sentaba en el sofá.
-He estado en el hospital, sufrí un accidente – Respondió Sasuke tomando el control remoto con dificultad para encender el televisor, sin embargo a su padre no pareció importarle, no siendo lo mismo con su hermano.
-¿Un accidente Sasuke? ¿Y por que no nos dijiste nada? – Cuestionó Itachi en tono molesto y preocupado, pero Sasuke se distraía viendo la televisión.
-Simplemente no creí que les interesara – Fueron sus palabras -. "Vaya mierda de familia" – Pensó con nostalgia, recordando cuando solían ser una familia feliz, cuando Mikoto estaba con ellos.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
-Este traje es ridículo y muy incómodo – Se quejó Gaara mientras se quitaba el molesto corbatín que no le gustaba para nada. Se encontraba en la tienda junto con Kankuro, escogiendo el traje con el que se casaría.
-Joder Gaara, a ti nada te gusta ¿Es que acaso te vas a casar en pelotas? – Reclamó Kankuro, ganándose una mirada de odio por parte de su hermano, la cual le hizo temblar del susto.
-No seas ridículo y ayúdame a buscar algo decente – Dijo el pelirrojo muy molesto.
-Sí, de acuerdo – Kankuro sólo suspiró y se dispuso a ayudar a Gaara, en serio no era una buena idea que se casara en pelotas.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Matsuri se miraba al espejo de una tienda de vestidos de novia. Estaba luciendo un hermoso vestido blanco y se sentía muy emocionada, pues siempre había soñado con esto, con probarse un vestido de novia para casarse con él, el único al que siempre había amado. Su vestido era sencillo pero le quedaba perfecto, no podía haber pedido uno mejor.
-En verdad voy a casarme con él – Susurró sin poder ocultar su felicidad, sin poder creer que estaba frente a ese espejo usando el vestido con el que se casaría con Gaara.
-Matsuri-chan, que linda – Dijo Hinata llegando a su lado. Habían ido juntas a escoger el vestido. En verdad sus amigas eran demasiado lindas, todas la apoyaban en esto.
-Gracias Hina-chan – Dijo Matsuri con una sonrisa, pero notó que la ojiperla se sentía un poco triste -. Vamos, no te pongas así, Naruto-san algún día se fijará en ti.
-¿Eh? ¿Quién dijo que yo estaba así por eso? – Cuestionó Hinata agitando sus manos en medio de una risita nerviosa, pero Matsuri sólo la miró seriamente.
-No me puedes engañar, tu carita triste te delata ¿Es porque él tiene novia verdad?
-No puedo compararme con su novia, ella es bonita y exitosa, no como yo… - Hinata se encontraba deprimida y con deseos de llorar, pues en verdad le dolía no ser correspondida. Matsuri la abrazó para confortarla, después de todo ella sentía lo mismo.
-No digas cosas como esa, sólo te haces daño… - Se separó de ella, viéndola con su recientemente brillante sonrisa -. Mírame a mí, tanto que sufrí y lloré por el amor de Gaara y ahora voy a casarme con él, así que créeme cuando te digo que no es imposible.
-Tal vez…
Hinata sonrió para convencer a su amiga de que estaba todo bien, aunque por dentro se sintiera muy triste, pero sabía que debía estar alegre por Matsuri, después de todo ella estaba cumpliendo su sueño de casarse con quien siempre había amado.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Sakura se encontraba revisando las fichas de unos pacientes. Desde que se había ido Sasuke Uchiha se sentía muy aburrida. Él era una perfecta distracción en horas de estrés: guapo y con sentido del humor.
-Aunque es casi igual a Naruto ¿No? – Se preguntó tratando de explicarse por que pensaba más en Sasuke que en su novio Naruto. Soltó un suspiro y al mirar hacia la recepción pudo ver a una amiga que desde hace tiempo no saludaba.
Temari se encontraba recibiendo los resultados de unos exámenes rutinarios y al darse la vuelta se encontró con Sakura.
-Hey, hola Sakura – Le saludó con una sonrisa.
-Temari ¿Qué haces?
-Son exámenes rutinarios, es que no había tenido tiempo de hacérmelos porque he estado muy ocupada toda la semana.
-¿Has tenido mucho trabajo? – Preguntó Sakura, pero Temari negó con la cabeza.
-No, se trata de la boda de mi hermano Gaara, por cierto ¿No te gustaría asistir a la despedida de soltera de la novia?
-¿Yo? – Cuestionó la pelirrosa sorprendida.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Gaara suspiró al llegar a la empresa. Ahora todos estaban enterados de su compromiso y no dejaban de cuchichear sobre eso cada vez que lo veían, aunque a él le daba igual, después de todo sabía que pasaría.
Simplemente suspiró mientras las puertas del ascensor se cerraban, pero la mano de alguien hizo que se detuvieran. Matsuri entró al ascensor respirando agitadamente, se notaba que había corrido.
-Matsuri – Dijo Gaara algo sorprendido, mientras esta vez las puertas sí lograban cerrarse -. ¿Por qué corres así?
-Lo siento Gaara, se me hizo tarde por estar comprando un vestido para la boda – Explicó la castaña con una sonrisa.
-Oh sí, yo también estaba en eso – Dijo Gaara, quien de pronto se quedó mirando al suelo. Ninguno de los dos decía nada y un silencio incómodo se hizo presente. Gaara no sabía que decir, mientras que Matsuri estaba demasiado nerviosa y sonrojada para decir algo, pues no era para menos el estar en ese estrecho lugar y completamente sola con Gaara.
Sin embargo aquel silencio se vio interrumpido cuando sintieron una especie de temblor, el cual hizo caer a Matsuri hacia los brazos de Gaara, mientras las luces se apagaban y el ascensor se detenía de golpe.
-¿Qué pasó? – Se preguntó la chica, levantando su rostro para encontrarse de frente con el de él.
-No lo sé, pero nos hemos quedado varados – Respondió el pelirrojo, quien no podía apartar su mirada de los labios de Matsuri. No podía entender por que, pero se estaba muriendo por volver a besarla de aquella forma tan apasionada.
-Eso veo… y no me gusta, soy claustrofóbica y lo sabes – Dijo Matsuri abrazándose a él más fuerte. El miedo a estar en espacios cerrados era lo que más podía contra ella, haciendo difícil su respiración.
-Tranquila Matsuri – Gaara la tomó por la cintura, mientras con su otra mano acariciaba su mejilla. Sentir tan de cerca su respiración lo estaba tentando demasiado y su deseo por besarla aumentaba cada vez más, haciendo subir la temperatura de su cuerpo.
-No puedo… Gaara… - Matsuri comenzaba a ver todo borroso, estaba a punto de desmayarse, pero de un momento a otro las luces volvieron y el ascensor comenzó a moverse otra vez.
-¿Lo ves? Todo está bien – Le susurró él, tan sólo a unos centímetros de sus labios. Cuando las puertas se abrieron se separó de ella y la tomó de la mano para salir.
La castaña sonrió, sin haber sospechado si quiera lo que estaba provocando en su mejor amigo desde que le había besado.
-"Tengo que olvidar ese beso, tengo que dejar de pensar en hacer mía a Matsuri" – Pensó el pelirrojo desviando la mirada. Estaba comenzando a pensar que al estar casado con ella, probablemente no se podría resistir, sin saber que lo que Matsuri más deseaba era estar con él.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Varios días después…
Matsuri no podía creer cuantas chicas había en aquella discoteque, estaban sus amigas de la escuela y sus compañeras de trabajo, y hasta algunas más que no conocía, todas reunidas para celebrar su despedida de soltera. Y finalmente, al día siguiente sería la esposa de Gaara.
-Que buena me quedó la fiesta – Dijo Temari emocionada, mientras veía a todas las chicas bailar. Hinata –que estaba a su lado- se veía muy tímida y avergonzada.
-¿No crees que te has pasado un poco Temari-san? – Cuestionó la ojiperla. Matsuri sólo asintió con la cabeza, estaba totalmente de acuerdo.
-Tonterías chicas, todo está genial – Insistió la rubia. Sari se acercó a las tres y abrazó a Matsuri, para después saludar a las chicas.
-Que buena fiesta – Dijo mientras levantaba un vasito de sake de la mesa -. Menos mal que mi madre aceptó cuidar de Miki hoy, si no me la hubiese perdido ¿Pero donde está el streapper?
-¿El que? – Preguntó Matsuri abriendo los ojos sorprendida, para luego mirar a Temari la cual reía de forma confiada.
-Debe de estar por venir – Respondió como si nada.
-¿Qué? ¿Contrataste a uno de esos Temari?
-Claro, no sería una despedida de soltera sin uno – Recalcó la chica tomando un vasito de sake. En eso llegó Sakura al lugar -. Hey, hola Sakura.
-Hola Temari – Saludó la pelirrosa. Hinata se sorprendió al verla en ese lugar.
-"No puede ser, es la novia de Naruto-kun" – Pensó con tristeza. El verla le hacía recordar que nunca estaría junto a su adorado rubio.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Gaara observaba embelesado a las tres hermosas bailarinas que le habían traído sus amigos, pero su vista se enfocaba más en una guapa castaña que danzaba sensualmente, sin dejar de mirarlo.
-Parece ser que Ayumi-chan te tiene ganas – Le susurró Naruto al oído. Todos los chicos estaban ya algo ebrios, pues sus fiestas eran algo diferentes a las de las chicas.
-¿Cuál es Ayumi-chan? – Preguntó el pelirrojo muy interesado. De pronto sentía muchos deseos de pasar una buena noche y tal vez no era mala idea hacerlo con esa chica, a final de cuentas esta era su "última noche de soltero".
-Es la castaña que no ha dejado de mirarte – Fue la respuesta del rubio -. Está buenísima, pero yo no cambiaría a mi Sakura-chan por nadie.
-Yo que tú le voy, después de todo esta es tu última noche – Le dijo Sasuke, quien estaba al otro lado del pelirrojo. Gaara sólo sonrió y miró a la chica, para después beberse un vaso de whisky. En verdad aquella bailarina le estaba coqueteando descaradamente y él no se quedaba atrás ni por un segundo, pues respondía a todas las sonrisas de la chica desde su asiento.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
-Vamos Matsuri, abre tu regalo – Decía una muy emocionada Temari. Todas las chicas estaban reunidas en una especie de círculo, mientras que Matsuri abría sus regalos.
-Ya va Temari, a ver… - La castaña tomó uno de los regalos que estaban sin abrir. Ya había recibido unos cuantos muy vergonzosos, entre ropa interior sexy y juguetitos no precisamente para niños. Abrió aquel regalo y encontró dentro un sexy conjunto de encaje, de color negro con celeste. Matsuri se sonrojó al verlo, pues se imaginaba con él puesto.
-Huy, con ese vas a volver loco a mi hermano – Dijo Temari, logrando sólo que la castaña se avergonzara aún más.
-"Me pregunto, si yo usara esto… ¿Podré hacer que Gaara me mire?" – Pensó Matsuri. Después de eso siguió abriendo sus regalos, mientras que Hinata se levantaba un momento, pues le habían dado ganas de ir al baño.
Después de haber salido se paró frente al espejo para lavarse las manos y la cara, y en ese momento entró Sakura, quien se puso a su lado para mojarse el cabello.
-Hola ¿Tú eres Hinata no? La amiga de Naruto – Saludó la pelirrosa amablemente. La ojiperla asintió con la cabeza.
-S-sí, y también soy su asistente.
-Ah es verdad, él me comentó algo de eso – Sakura sacó de su bolso su maquillaje para retocarse un poco -. ¿Conoces a Sasuke también no? – Al hacer esa pregunta se ruborizó levemente.
-Así es – Respondió Hinata -. Sasuke-san es uno de los mejores amigos de Naruto-kun y trabaja en la empresa.
Sakura se extraño un poco al notar que Hinata llamaba de esa forma a su novio, pero después pensó que seguro era porque ellos eran muy buenos amigos.
-¿Y como ha estado Sasuke? No he sabido mucho de él desde que salió del alta – La pelirrosa, por más que quería no podía evitar preguntar por él, necesitaba alguna noticia de Sasuke Uchiha, aunque se quisiera hacer la desentendida.
-Muy bien, ahora ha de estar en la despedida de soltero del novio.
-Ya veo – Sakura se terminó de retocar el maquillaje y le sonrió a la ojiperla -. ¿Y a que te dedicas a parte de ser la asistente de Naruto? – Preguntó sonriendo.
-Bueno…
Las dos chicas se quedaron platicando amenamente, mientras en el lugar de la fiesta un guapísimo streapper casi sin ropa causaba un enorme revuelto entre las chicas.
Matsuri se encontraba avergonzada mientras aquel joven bailaba a su alrededor y las chicas animaban contentas. Aquel streapper bailaba muy bien y era muy guapo, pero sin duda lo que a Matsuri más le llamaba la atención era su desordenado cabello rojo, pues le hacía recordar a Gaara y prácticamente, verlo a él mismo bailándole sensualmente.
-"Gaara…" – Era lo único en lo que pensaba en ese momento.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Gaara estaba sentado en la barra bebiendo un vaso de whisky, cuando de pronto aquella sensual castaña se le acercó. Ella prácticamente no traía ropa encima, si no fuera por esa pequeña ropa íntima casi del color de su piel. Gaara juraría que estaba desnuda.
-Hola guapo, me imagino que has de ser el novio ¿No? – Preguntó la chica, acercándose a él demasiado.
-Sí soy el novio ¿Por qué? – El pelirrojo no la miraba a la cara, por alguna razón no quería.
-Porque… - La chica se acercó sensualmente a su oído -. Me gustaría hacerte un servicio especial, claro que es sólo si tú quieres.
-¿Ah sí? – Cuestionó el pelirrojo esta vez mirándola con una sonrisa -. ¿Y que clase de servicio especial sería ese? – Tomó a la chica por la cintura y se acercó a su oído -. ¿Si se puede saber? – Susurró.
-Todo lo que tú quieras – Respondió ella antes de besarlo apasionadamente en los labios. Gaara no se negó, después de todo era un hombre con necesidades y esa tal Ayumi o como se llamara estaba muy guapa. Sin embargo se dio cuenta de que aquel beso no producía nada en él, era como vacío, no hacía que sus latidos se aceleraran como cuando besó a Matsuri.
-"Matsuri… ¿Por qué incluso ahora pienso en ti?" – Pensó confundido. No lo entendía.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Sasuke y Naruto estaban charlando sentados en una mesa, mientras se dedicaban a ponerse ebrios, lo que siempre hacían en todas las fiestas.
-¿Qué buena fiesta, no Sasuke? – Preguntó Naruto dejando el vaso de licor sobre la mesa.
-Sí, y Gaara parece estarlo pasando en grande – Dijo Sasuke señalando a su amigo, quien se besaba desenfrenadamente con esa tal Ayumi.
-Cielos, no pensé que lo haría – Naruto lo miraba sorprendido, porque le parecía mal que hiciera esas cosas a un día de casarse, por más que no fuese algo real -. Cuando yo me case con Sakura-chan definitivamente no haré eso.
-¿Cuánto llevas de novio con Sakura?
-¿Para que quieres saberlo? – Cuestionó el rubio frunciendo el ceño. El azabache desvió la mirada y bebió un trago.
-Era simple curiosidad – Respondió restándole importancia al asunto, de todos modos no sabía por que le interesaba tanto, no había razón -. "No hay forma de que ella me guste".
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Todas las chicas gritaban mientras el streapper les bailaba, menos la futura novia y su amiga ojiperla, pues a ambas les avergonzaba y estaban alejadas.
-Temari se ha pasado con traer a ese chico, fue tan vergonzoso cuando bailó para mí.
-Pues sí, pero ve el lado bueno, a partir de mañana serás la señora Sabaku No – Le dijo Hinata con una sonrisa. Matsuri se sonrojó al oírse llamada de esa manera.
-Seré una señora… - La castaña soltó una risita -. Todavía no puedo creerlo.
-Sé que serás muy feliz con él, ustedes dos son el uno para el otro.
-Gracias Hina-chan – Matsuri abrazó a su amiga. Se había sentido muy feliz por sus palabras. Aunque estaba segura de que Gaara no la quería como ella esperaba, iba a ser muy feliz tan sólo estando a su lado.
Por otro lado, Hinata sentía mucha tristeza, por un lado se sentía feliz por su amiga, pero por el otro deseaba con todas sus fuerzas que Naruto se fijara en ella. El amor dolía mucho cuando sólo era de un lado, dolía demasiado.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Gaara y Ayumi seguían besándose, pero ya no estaban en aquel club nocturno, ahora se encontraban entrando en un cuarto. Claramente Gaara había bebido demás, pues se tambaleaba bastante.
Después de separarse de ella la arrojó sobre la cama de forma algo brusca, para luego acomodarse sobre ella, comenzando a besarle el cuello y a tocar su cuerpo. Ayumi dejaba escapar leves gemidos de sus labios, pues debía admitir que estar con Gaara era muy placentero.
-Gaara… - Le susurró al oído. El pelirrojo se separó un poco para poder mirarla y poner atención en que lo iba a decirle, pero al observarla, aquella imagen frente a sus ojos se había transformado completamente.
No podía creerlo, aquella mujer que estaba debajo de él y que lo miraba con una sonrisa lujuriosa, era Matsuri. No pudo evitar soltar una sonrisa, en verdad la deseaba, y en ese momento pensaba que la tenía.
-Matsuri… – Le susurró antes de besarla. Ayumi se sorprendió al ser llamada de esa forma y abrió bastante sus ojos, pero no le importó demasiado pues Gaara y sus caricias la abrumaban y volvían loca, así que sólo se dejó llevar.
Y así siguieron toda la noche, entre besos y caricias, mientras que Gaara imaginaba que le hacía el amor a Matsuri.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Finalmente el día había llegado. Matsuri estaba ultra nerviosa, ya en pocas horas iba a ser la esposa de Gaara y pensar en eso sólo la ponía más nerviosa. Eran apenas las diez de la mañana y su boda era a las seis de la tarde, aunque ya había comenzado a arreglar sus cosas.
-Podrá ser una boda fingida pero estos nervios son muy reales – Decía andando de un lado para el otro en su departamento. En eso sonó el timbre y con todo su nerviosismo se dirigió a abrir la puerta, quedándose con la boca abierta al ver a esa persona -. ¿Mamá?
-¿Así me saludas hija? – Preguntó la mujer, la cual era muy parecida a Matsuri, sólo que su cabello era mucho más largo.
-Lo siento, creí que no vendrías, como dijiste que tenías trabajo hoy…
-¿Cómo me iba a perder la boda de mi única hija? – La mujer abrazó a su desconcertada hija, la cual comenzó a llorar al cabo de unos segundos.
-Gracias por venir mamá, es muy importante para mí.
-Lo sé Matsuri, por eso también vino tu padre, no íbamos a dejarte sola en el día más importante de tu vida, además ese muchacho es el que siempre has amado, debes estar muy feliz.
-Ahora que ustedes han venido lo estoy mucho más – Dijo Matsuri con una sonrisa.
Matsuri venía de una familia bastante acomodada; los Koyama, dueños de una cadena hotelera muy famosa en todo el país, pero ella había decidido sobresalir por sus propios medios y sin depender de nadie –aunque igual lo iba a heredar todo al final- por esa razón casi no veía a sus padres, aunque tenía buena relación con ellos.
-¿Y donde está papá?
-Está afuera estacionando el auto, ya luego viene para acá – Respondió su madre mientras pasaba al departamento de su hija -. ¿Mientras tanto me enseñas tu vestido?
-Claro… - La castaña sonrió.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Gaara se encontraba frente al espejo. Ya estaba en su departamento, aunque no había pasado la noche ahí. Realmente la había pasado muy bien con Ayumi, lo único malo en todo eso había sido el haber visto a Matsuri en ella todo el tiempo, acariciándola, besándola y haciéndola suya.
-No puedo seguir así, Matsuri es mi mejor amiga y aunque se vaya a casar conmigo no será mi mujer, tengo que dejar de desearla de esta forma – Se dijo frunciendo el ceño, pero lejos de estar molesto se sentía preocupado por todo eso que ella le hacía sentir.
Él lo sabía muy bien, a partir de hoy las cosas cambiarían radicalmente, dejarían de ser los mejores amigos ante todos para convertirse en los esposos enamorados. Gaara sabía que debía de tener un gran autocontrol para aguantar el no poder hacer suya a Matsuri. Y a pesar de todo aquello, no se arrepentía de haberla escogido.
Continuara…
Avance: Por fin Gaara y Matsuri celebran su matrimonio, uniendo sus vidas sin sospechar que será para siempre. Temari se reconcilia con Shikamaru, pero no todo está tan bien como parece, mientras que Naruto y Hinata comienzan a acercarse y Sasuke y Sakura tienen un encuentro bastante caluroso.
Próximo capítulo: La boda soñada.
-------
Bueno, eso es todo por ahora. En el próximo capítulo por fin se casarán.
¿Que irá a pasar en la noche de bodas? xDDD
Última edición por Selene-chan el Dom Nov 07 2010, 06:46, editado 1 vez | |
| | | lalii_1995 Nivel 1
Cantidad de envíos : 26 Edad : 34 Fecha de inscripción : 07/09/2009
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Miér Sep 29 2010, 11:46 | |
| NONONONO!! NO ME LO DEJES ASI! QUERES Q ME DE UN ATAQUE CARDIACO!!?? AJJAJA MAS CONTI PRONTO PORFAS! NO TE DEMORES PORFAVOR SELENE-CHAN REALMENTE ADORO ESTA CONTI :) BYE | |
| | | irenehbote New User
Cantidad de envíos : 8 Edad : 33 Fecha de inscripción : 03/05/2010
| | | | ~PriincessYoko~ Nivel 13
Cantidad de envíos : 596 Edad : 32 Localización : Toii Con Mii Hermoso Hombre, Mii Kamikorosu! ;DDD <3! Fecha de inscripción : 21/01/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Dom Oct 03 2010, 11:36 | |
| O_O Gaara Se Metiio Con Esa Chiica Pensando Cke Era Matsuriii OMG!!! Waaa Contii... Ya Ckiiero Ver El Desenlace De La Hiistoriia xD Jjajaja Selena X Diios Eres Tan Geniial Al Escrribiir~Desuu Weno Cuiidate Muxoo! C: | |
| | | Selene-chan Nivel 6
Cantidad de envíos : 213 Edad : 33 Localización : En mi casa Fecha de inscripción : 21/04/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Dom Oct 03 2010, 11:46 | |
| Ok, gracias ^^ Jajaja, pues la historia aún no la acabo de escribir, la estoy haciendo todavía, así que va a tardar un poco para que vean el final ^^
Por si se lo preguntan, sí habrá lemon, pero eso será más adelante, y será de la pareja principal de este fic, o sea de GaaMatsu, pero, tal vez y sólo tal vez ponga lemon NaruHina, aún no sé.
En fin, gracias por los comentarios, aquí les dejo la primera parte del quinto capítulo, que lo disfruten ^^
-----
Capitulo 5: La boda soñada
Era el momento, ella lo sabía, tan sólo dentro de unos minutos se convertiría en la esposa de Gaara. Todos parecían estar felices con aquella unión, casi como si siempre hubieran estado esperándolo y aunque Matsuri sabía de sobra que no era algo real, estaba extremadamente nerviosa, después de todo se iba a casar, y con el hombre de su vida.
-Ay Dios… que nerviosismo siento – Decía mientras se miraba al espejo. Tenía puesto su vestido blanco (sería una boda al puro estilo occidental), el cual era largo hasta cubrir por completo sus piernas, de una tela muy suave. Tenía flores bordadas por toda la falda, la cuales parecían dibujadas, mientras que el top era muy ceñido y sin mangas, sólo tenía una delgada cinta que iba amarrada detrás del cuello, por lo tanto el escote era bastante pronunciado, pero sólo dejaba ver lo justo y necesario. El cabello lo tenía tomado, dejando dos mechones sueltos sobre el flequillo y llevaba un suave maquillaje sobre los ojos. Se veía realmente hermosa.
En ese momento entró Temari para hablar con ella antes de la boda, para la que sólo quedaba media hora. La iban a realizar en el enorme jardín de la mansión Sabaku No, ya que Gaara había insistido en que la quería en ese lugar y ningún otro.
-Matsuri, te ves preciosa – Dijo su amiga con una pequeña sonrisa -. No estés nerviosa ¿De acuerdo? Todo va a salir bien.
-Sí, pero no lo puedo evitar… Temari este es mi sueño, tú más que nadie sabes cuanto amo a Gaara, que yo daría hasta mi vida por verlo feliz… para mi casarme con él es algo maravilloso… - Temari la abrazó para hacer que se calmara, porque era bastante obvio que eso iba a estar bien difícil, pues Matsuri ya parecía a punto de un ataque de nervios.
-Sé que estás emocionada, te entiendo porque cuando yo me casé con Shikamaru me pasó lo mismo, pero debes tranquilizarte y sonreír.
-Lo sé – Dijo Matsuri separándose de ella. En eso golpearon la puerta y Hinata junto a Sari entraron a la habitación, la última trayendo a su hija en los brazos.
-Matsuri, que bonita te ves – Le dijo Sari con una sonrisa. Hinata también sonrió y asintió con la cabeza, mientras la pequeña Miki –que ya había sido soltada por su madre- se acercaba a su tía Matsuri.
-Tía Masuli se ve mu bonita – Dijo sonriendo. Matsuri le agradeció con otra sonrisa y miró a sus dos amigas.
-Y bueno ¿Qué pasó para que vengan así? – Preguntó algo dudosa. En eso vio que Sari se le acercaba con unas cosas y muy sonriente.
-Hinata y yo te traemos esto porque si vas a casarte tienes que cumplir con las reglas – Le dijo la castaña, mientras que se quitaba de la mano un hermoso brazalete con piedras preciosas incrustadas en él, por lo que se veía realmente caro. Tomó la mano de Matsuri y se lo puso -. Debes usar algo prestado para atraer la felicidad.
-Sí, y también algo viejo – Le dijo Hinata, quien le entregó una pequeña cajita. Matsuri la abrió y notó un par de pendientes pequeños y de oro, los cuales tenía guardados en la casa de sus padres y se los había dado su abuela como último regalo antes de morir -. Tu mamá me dijo que los trajera, así tendrás continuidad.
-Algo nuevo para la esperanza – Le dijo Temari sonriendo y señalando su vestido de novia, completamente nuevo.
Matsuri las miró a todas y sintió deseos de llorar, pues no podía creer lo lindas que eran sus amigas, haciendo todo esto por ella.
-Gracias chicas… - Susurró tratando de contener las lágrimas, porque si lloraba arruinaría su maquillaje y no quería ser un esperpento frente a Gaara.
-Hey, pero no llores, además todavía falta algo – Le dijo Sari. Hinata se golpeó la palma de la mano con la otra mano hecha un puño y Temari se puso en pose pensativa.
-Es verdad, falta algo azul, así Gaara-kun te será fiel por toda la vida – Le dijo Hinata. Matsuri miró para todos lados viendo si había algo azul que pudiera usar, pero nada. Entonces a Temari se le ocurrió una idea y buscó entre los cajones, ya que esa era su antigua habitación y había dejado varias cosas después de que se fue a vivir con su esposo.
-Aquí está, esta liga es azul – Dijo sonriendo la rubia -. Venga Matsuri ponte esto.
Matsuri lo miró y asintió, pero Sari rió un poco recordando que una vez había leído algo sobre usar una liga azul. Mientras Matsuri se ponía aquella liga Sari tomó a su hija en los brazos.
-Oye Matsu, una vez leí en internet que si la novia usaba una liga azul era símbolo de virginidad, lástima que tú lo vas a desmentir.
-¿Eh? – Exclamó Matsuri completamente sonrojada, pues eso sí que no se lo esperaba, y lo más raro en todo esto era que en realidad no iba a desmentir nada.
Hinata también se sonrojó un poco, ya que al igual que Matsuri, ella tenía cero experiencia en temas amorosos, tal y como le dijo a Naruto; jamás había tenido novio.
-Bueno, bueno, será mejor irnos a nuestros lugares chicas – Interrumpió Temari, quien sonrió y guiño un ojo hacia la novia y ésta, sólo bajó la mirada avergonzada.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Bien, debía admitirlo. Gaara se encontraba nervioso. No podía parar de mirar el reloj de su muñeca, notando que los minutos avanzaban muy lentamente, mientras que él golpeaba su pie derecho constantemente contra el suelo.
-"Maldición, tengo que calmarme" – Pensaba enfadado consigo mismo, pues no podía creer que el hecho de casarse con Matsuri lo pusiera así. Ella era una persona tan especial en su vida, la única con quien siempre podía contar a pesar de todo, la única que tenía mil y un soluciones a todos sus problemas, la persona a quien le tenía más confianza en el mundo, la única mujer que no veía como un objeto, esa era su mejor amiga.
En ese momento sintió que alguien tocaba su hombro y él lo miró.
-Tranquilo Gaara.
-Kankuro… - Dijo Gaara frunciendo el ceño -. Yo estoy muy tranquilo ¿Acaso no se nota?
-Para nada – Respondió el castaño con una sonrisa burlona. Gaara se cruzó de brazos y se alejó, necesitaba hablar con ella, o si no, no estaría en paz.
-¿A dónde fue Gaara? – Preguntó Naruto, quien era el padrino de bodas y por tanto traía consigo los anillos.
-Fue al baño.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Ya quedaban sólo diez minutos para que comenzara la boda, las chicas habían dejado a Matsuri a solas, la cual dio unos cuantos suspiros para tranquilizarse. En ese momento golpearon la puerta.
-¿Matsuri estás ahí? Necesito hablar contigo.
-¿Gaara? – La castaña se exaltó un poco al oír la voz de él -. "Ay no, no quiero que me vea con el vestido puesto" – Pensó nerviosa.
-Sí, soy yo ¿Puedo pasar? – Preguntó el pelirrojo desde el otro lado.
-Es que aún no estoy lista, además no debes ver a la novia antes de la boda – Respondió buscándose una buena excusa, no quería que él la viese antes de casarse.
-Matsuri, esas son sólo tonterías – Replicó Gaara apoyando su espalda contra la puerta -. Pero da igual, sólo quería preguntarte una cosa.
-Pregunta lo que quieras – La chica se acercó a la puerta apoyándose contra ella, sabiendo que él se encontraba del otro lado, el que sería su esposo.
-Sólo quiero saber que estás segura de esto, si te arrepientes sólo dímelo, no te pienso obligar a nada – Matsuri sonrió levemente con las palabras de Gaara. Su corazón latió muy rápido, le daba gusto que él se preocupara tanto por ella.
-Nunca me arrepentiré de esto – Fue su respuesta. Gaara se sorprendió y al mismo tiempo se sintió feliz, sentía una extraña calidez en su pecho. Si ella no hubiese sido su mejor amiga, tal vez sería la única mujer a la cual habría podido amar, pero en estas condiciones no podía pensar en eso, porque aunque eso llegara a pasar sabía que Matsuri amaba a otra persona.
-Gracias Matsuri… - Dijo el pelirrojo esbozando una sonrisa -. Será mejor irnos, ya se viene la hora.
-Adelántate – Dijo Matsuri, quien sonrió levemente. Como lo amaba, lo amaba tanto que no le importaba ser su esposa sólo por conveniencia, aún sabiendo eso se sentía feliz, sólo por estar con él.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Gaara regresó al lugar de la boda, ocupando el sitio que le correspondía. Ya sólo quedaban cinco minutos para que todo empezara, pero después de haber hablado con Matsuri se sentía mucho mejor.
Matsuri llegó al patio algo nerviosa, en donde su padre la esperaba para llevarla al altar. La castaña sonrió tomándolo del brazo y la marcha nupcial comenzó a sonar. En ese momento todos voltearon a ver a la novia, quedando sorprendidos por lo hermosa que se veía.
El corazón se Gaara había comenzado a latir de forma apresurada. Al ver a Matsuri tan hermosa de pronto sintió que toda la gente en ese lugar había desaparecido, sólo podía verla a ella, caminando lentamente hacia él, sobre esa roja alfombra, como si de verdad después de este día ella se fuese a volver completamente suya. No era capaz de desviar su mirada ni siquiera durante algún miserable segundo, estaba completamente perdido en aquella hermosa mujer.
-Matsuri, estás preciosa – Le dijo al momento en que ella llegó a su lado. Ambos se tomaron de las manos, entrelazando sus dedos. Realmente Gaara no quería admitirlo, pero Matsuri lo hacía sentir especial.
La ceremonia dio inicio, no era demasiado larga pues era una boda por el civil (ya que si lo hacían por la iglesia sí que iba a ser complicado después), pero a pesar de eso todos habían insistido en querer una gran celebración porque el soltero más codiciado de la ciudad –eso según todas las revistas femeninas- por fin se casaba.
Hicieron el intercambio de anillos con una sonrisa en sus rostros y finamente llegó el momento en que debían firmar. Esa firma los unía como esposos, y aunque ellos pensaban que era sólo por seis meses, en realidad no sabían que era para el resto de sus vidas.
Gaara dejó caer el lápiz sobre la mesa al acabar de firmar, mientras que Kankuro y Temari no perdían oportunidad de tomar fotos.
-Bueno, por el poder que me confiere la ley los declaro marido y mujer, ya pueden besarse – Dijo el juez. Gaara y Matsuri se miraron con una sonrisa ante la expectación de todos los asistentes, en los cuales incuso había uno que otro periodista de colado para informar más tarde a los medios.
-He estado esperando este momento – Dijo el pelirrojo en tono bajo.
-¿Eh? – Matsuri lo miró confundida, pero no pudo decir nada pues Gaara la besó. Al principio fue un beso lento, pero fue tomando mayor intensidad al cabo de unos segundos. Ellos sabían que sólo debían fingir, pero tal y como disimulaban tan bien el estar enamorados, no podían disimular que ambos deseaban volver a besarse.
Este era apenas su segundo beso, pero Gaara lo había estado deseando desde hace mucho tiempo, pues para él nadie besaba como Matsuri. Mientras que Matsuri simplemente lo besaba con su desbordante pasión y amor, expresando todo lo que sentía por él en aquel contacto.
Se separaron para tomar aire, viéndose fijamente a los ojos, perdiéndose completamente en sus miradas como si ya nada más importase, pero fueron distraídos por los eufóricos aplausos de todos sus amigos. Ya estaban casados, ahora eran esposos ante la ley y ante todos.
-¡Felicidades! – Temari fue la primera en acercarse a ellos, separándolos pues se abrazó emocionada a su nueva cuñada. Kankuro se acercó a abrazar a Gaara.
-Bien hecho hermano, has hecho lo correcto – Dijo el castaño, de manera en que sólo Gaara pudiera oír.
-Yo no sé que tan correcto sea – Fue la respuesta de Gaara. Nuevamente volvía a sentirse confundido con sólo pensar que ahora estaba casado con la amiga de toda su vida, esa que conoció cuando era una dulce niña que le gustaba jugar a las escondidas y comer helado de chocolate en el parque, y que hoy era una hermosa mujer a la cual no podía dejar de ver.
Después de eso todos comenzaron a acercarse a la pareja para felicitarlos. La única que parecía infeliz era Sayuri –la que sólo había sido invitada por cortesía con los empleados de la empresa- ¿Y como no estarlo? Estaba obsesionada con Gaara y sin importar que ahora estuviese casado, no se rendiría, no iba a renunciar a él.
-"Haré que Gaara vuelva conmigo, ni siquiera pienses que esta estúpida y falsa boda me detendrá, estúpida Matsuri" – Pensó con una sonrisa malvada, para después irse del lugar pues no quería estar en esa fiesta.
-Felicidades hija mía – Dijo la madre de Matsuri, Ayako, abrazando a su hija con efusividad -. Que seas muy feliz amor.
-Sí mamá – Dijo la castaña con una sonrisa muy tierna, aunque se sentía mal de engañar incluso a sus padres con todo esto. Su padre la abrazó y después se dirigió a Gaara, dándole la mano.
-Gaara, muchacho, espero que trates muy bien a mi hija y la hagas muy feliz, ya que ella es mi mayor tesoro – Habló con un tono algo intimidante, pero Gaara no se inmutó, en lugar de eso sólo sonrió y asintió con la cabeza.
-Descuide Ryu-san, Matsuri estará bien conmigo – Miró de reojo a la castaña, la cual le dedicó una dulce sonrisa.
-"Por fin… por fin soy la esposa de Gaara… al fin ha llegado el día que tanto esperé, el que tanto soñé, soy tan feliz…" – Pensaba Matsuri, observando a todos los invitados y aquel lugar especialmente decorado para celebrar su unión.
Y por fin la fiesta comenzó.
Kankuro se encontraba bebiendo una copa junto a la mesa del cóctel. La organización de la fiesta había resultado todo un éxito, en esas cosas su esposa era una experta y le daba gusto. Sentía que a pesar del tiempo la amaba más y más.
-Kankuro… - El castaño se volteó para encontrarse con la hermosa novia, quien lo miraba muy sonriente.
-¿Qué sucede Matsuri? – Preguntó Kankuro acercando la copa a sus labios. Matsuri se acercó a él y lo abrazó. Ella estaba muy feliz y agradecida.
-Gracias, sé que sin tu ayuda esto no hubiera sido posible, gracias a ti ahora soy la esposa de Gaara – Matsuri se separó de él y este le sonrió.
-Yo te lo dije, y recuerda lo que prometiste.
-Lo sé – La castaña lo miró seriamente por un momento -. Kankuro, no pienso desperdiciar estos seis meses a su lado, conquistaré a Gaara porque simplemente no me resignaré a perderlo después de haberlo tenido – Dijo con decisión. Después de eso sonrió y se alejó para disfrutar de su fiesta.
Kankuro se sentía satisfecho, había hecho lo posible por cumplir el último deseo de su padre, que Gaara fuera feliz encontrando el amor de verdad, y él estaba seguro de que la persona correcta para su hermano era Matsuri, porque ella lo amaba de verdad y no lo veía sólo de la manera superficial en la que lo hacían las demás.
Hinata se encontraba charlando muy animadamente con Temari, ambas comentando lo bien que había salido todo, felices por su amiga. En eso se acercó Sari junto con Miki, la cual se veía muy emocionada observando la fiesta.
-¿Qué hacen chicas? – Preguntó Sari. Temari observó a su pequeña sobrina, sintiendo una cierta tristeza al recordar que aún seguía peleada con Shikamaru por el tema de los hijos.
-Aquí charlando, la fiesta te quedó preciosa – Respondió Hinata sonriendo dulcemente. Las tres se quedaron hablando un rato más, pero de pronto se les acercó Shikamaru.
-Temari – La llamó. La rubia frunció el ceño y le hizo un desprecio. Shikamaru también frunció el ceño -. ¿Podrías dejar de comportarte como una niña?
-¿Podrías dejarme charlar en paz con mis amigas? – Refutó Temari enfadada. A Hinata y a Sari les apareció una gotita en la frente, no podían creer que aún seguían peleados.
-Temari – Le habló Sari -. Creo que deberías hablar con tu esposo, no es bueno que sigan peleados.
-Es verdad Temari-san – Apoyó la ojiperla. Temari las fulminó con la mirada, pero finalmente no hizo nada y decidió irse tomando a su esposo de la mano y jalándolo de mala gana.
-Esa Temari es una terca, y Shikamaru no se queda atrás – Comentó la castaña, viendo como Hinata asentía con la cabeza. En eso Miki comenzó a jalar el vestido de su madre para llamar su atención -. ¿Qué sucede Miki-chan?
-Mami, Miki-chan quele i a baño – Dijo la pequeña con una carita muy tierna. Sari le sonrió y la levantó entre sus brazos.
-Voy a llevarla, nos vemos Hinata – Sari se alejó entre la gente para llevar a su pequeña al baño.
-Genial… – Suspiró Hinata-. Me he quedado sola.
La ojiperla caminó hacia la mesa de bocadillos y cuando se disponía a tomar uno, la mano de otra persona alcanzó el mismo. Hinata levantó su vista y se sonrojó al notar de quien se trataba.
-N-Naruto-kun…
-Hinata… - Dijo Naruto con su típica sonrisa. La observó de pies a cabeza, dándose cuenta de lo hermosa que se veía, y recordando el momento en que ella le había dicho que jamás había tenido novio, lo que ciertamente le parecía extraño pues Hinata era muy bella.
-¿No estás con Sakura-san? – Preguntó la chica para hacer un poco de conversación, pero notó de pronto que Naruto no dejaba de verla atentamente -. ¿Naruto-kun?
-¿Eh? Ah, Sakura-chan fue al baño – Respondió el rubio con una sonrisa nerviosa. No entendía por que se había quedado mirando a Hinata de esa manera, sólo entendía que no había podido dejar de hacerlo, que era demasiado tentador observar sus dulces y rojos labios y ese cuerpo tan hermoso que ella poseía -. Oye Hinata… - Le habló al notar que habían puesto música -. ¿No te gustaría bailar conmigo?
-Claro, con gusto Naruto-kun – Dijo Hinata un tanto sonrojada. No podía creer que él quería bailar con ella, pero después de todo Naruto era muy amable, no tenía que ver con ella, era mejor que no se hiciera ilusiones.
Los dos se pusieron a bailar mientras se sonreían y los novios también bailaban, al igual que muchos de los invitados.
-La fiesta quedó muy linda ¿No crees? – Preguntó Matsuri mientras bailaba con su esposo, siendo llevada al ritmo de la música. Gaara asintió con la cabeza.
-Sí, la verdad es que hay que felicitar a Sari, esa chica es una genio en estas cosas – Gaara tomó a Matsuri de la mano y la hizo dar una vuelta alrededor de él y después la hizo girar sobre si misma, para luego atraerla hacia su cuerpo y tomarla por la cintura -. Todos se han creído el cuento que montamos – Le susurró al oído.
Matsuri se sintió un poco mal al oír eso, esas palabras tan frías la lastimaban "el cuento que montamos", simplemente le dolía que sólo significara eso para Gaara.
-Claro – Fue todo lo que dijo al separarse para seguir con el baile, aunque detrás de su sonrisa se escondiera una gran tristeza.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Temari se encontraba cruzada de brazos. Ella y Shikamaru estaban en una de las habitaciones de la mansión, pero la rubia no se veía muy cooperativa, pues ni miraba a su marido.
-Temari ¿Podrías hacerme caso? – Preguntó el Nara molesto, pero Temari sólo le hizo un desprecio, pues no quería nada con él, estaba demasiado molesta y dolida. Por su parte, Shikamaru ya estaba cansado del rechazo de su mujer, que desde hace un mes no le hacía ningún caso, en verdad le estaba doliendo y desesperando ese comportamiento tan infantil de la rubia.
Temari lo miró de reojo, notando la expresión de tristeza que él había puesto. Se empezaba a sentir un poco culpable por eso, pero toda la culpa era de él.
-Mi amor, estoy cansado de pelear contigo, yo te amo Temari, me duele que nos esté sucediendo esto – Dijo Shikamaru mientras tomaba la mano de la rubia -. Escucha, esto es problemático, pero si en verdad tú quieres que tengamos un hijo… está bien.
-¿D-de verdad Shikamaru? – La chica lo miró con una sonrisa, esa era la mejor noticia que él podía darle, la hacía sentir realmente feliz.
-Si tú sientes que estamos listos yo lo aceptaré, no quiero que pienses que no te amo sólo por negarme a tener un hijo, porque no es así – Dijo decidido, aunque sabía que sólo lo decía para tranquilizarla. Su esposa lo miró y se lanzó a sus brazos.
-Shikamaru, gracias – Le dijo muy contenta, pues por fin podría tener un hijo -. Esto es lo que más deseo, quiero tener un hijo tuyo, del hombre que amo.
-No quiero que nos volvamos a pelear – Dijo Shikamaru tomándola del mentón -. Te amo Temari.
-Y yo a ti Shikamaru, y tampoco quiero volver a pelear contigo – Al decir esto Temari lo besó de forma muy apasionada. Había estado muy triste al estar peleada con él, pero esta noche cuando llegaran a su casa compensarían todo el tiempo perdido.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Sakura había ido al baño, pero al llegar notó que estaba ocupado por Sari y su hija, así que decidió ir al baño de arriba, sin embargo quedó con la boca abierta al momento de abrir la puerta y entrar.
Sasuke se encontraba ahí, con los pantalones abajo; dispuesto a hacer sus necesidades, pero por suerte aún tenía puesta la ropa interior. La pelirrosa trataba de decir algo, pero nada salía de su boca y la media sonrisa seductora en el rostro de Sasuke no ayudaba demasiado.
-Yo lo siento… adiós – Se dio la vuelta para irse, pero Sasuke rápidamente la tomó de la muñeca, cerrando la puerta y acorralándola contra la misma -. ¿Qué haces Sasuke?
-¿Por qué huyes de mí? – Preguntó el azabache acercándose a ella, mientras Sakura sentía muy de cerca su respiración, poniéndose muy nerviosa.
-¿De que hablas? – La pelirrosa trató de alejarlo poniendo ambas manos sobre su pecho, pues los nervios de tener a Sasuke así eran demasiados, sin embargo él no quería alejarse. Nunca le había pasado algo así con una mujer y sabía que estaba mal ya que era la novia de su mejor amigo, pero el deseo de tenerla era demasiado fuerte, sus labios eran demasiado atrayentes y ese sonrojo en sus mejillas la hacía lucir adorable.
-Sakura ¿Te había dicho alguna vez que te me haces irresistible? – Susurró acercándose a sus labios. Sakura quiso decir algo pero no pudo; ya era demasiado tarde para replicar, Sasuke la estaba besando de forma apasionada y demandante.
La pelirrosa enredó sus dedos en el cabello azabache de Sasuke, sintiendo como la lengua de él entraba en su boca, mientras Sasuke la tomaba por la cintura y pegaba más su cuerpo al de ella, subiendo la temperatura del cuerpo de ambos, casi ahogándolos. En ese momento Sakura sintió como una especie de bulto que se apretaba contra su entrepierna, por lo que recordó que él seguía con los pantalones abajo, aunque no pudo evitar sentir curiosidad por saber que tal sería Sasuke para "esas" cosas.
Sasuke se separó de Sakura – Besas bien – Dijo sonriendo.
-Sasuke… - Sakura sonrió con cierta arrogancia mientras lo miraba fijamente a los ojos de forma bastante seductora -. Súbete los pantalones – Después de decir eso se alejó y salió del baño, mientras Sasuke se reía divertido por lo que acababa de pasar.
-Definitivamente serás mía Sakura – Dijo mientras se subía los pantalones. Sakura podía ser la novia de Naruto, pero no le hubiera correspondido si no sintiera algo por él.
Por su lado, Sakura había corrido hasta afuera. Se estaba sintiendo muy culpable por lo que había hecho, pero no lo pudo evitar, besar a Sasuke había sido grandioso.
----
Bueno, hasta aquí se queda por ahora ^^ Nos estamos leyendo y no olviden visitar mis otros fics xDD
Bye! | |
| | | ~PriincessYoko~ Nivel 13
Cantidad de envíos : 596 Edad : 32 Localización : Toii Con Mii Hermoso Hombre, Mii Kamikorosu! ;DDD <3! Fecha de inscripción : 21/01/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Lun Oct 04 2010, 10:58 | |
| Sii Sii Sii Ckiiero Lemmon *Kyaaaaaaaaaaaaa* xD Sorii Es Cke Soii Una Afanada Del Lemoon Soii Una Perver (H) Aoriita Leere La Contii I Te Volvere A Coment... :B Se Cke No Es El Fiin, Solo Lo Deciia Para Presiionarte xDDD Ckiisiiera Ser Tu Amiiga! C: Mandame Tus Datos (msn, face, ect) Xke Te Tengoo Unas Propuestas!!! Jejeje =) Weno Cuiidate Selene~Chan... C: | |
| | | irenehbote New User
Cantidad de envíos : 8 Edad : 33 Fecha de inscripción : 03/05/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Mar Oct 05 2010, 07:53 | |
| | |
| | | shirookami Nivel 2
Cantidad de envíos : 62 Edad : 33 Fecha de inscripción : 16/08/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Jue Oct 07 2010, 08:39 | |
| | |
| | | ~PriincessYoko~ Nivel 13
Cantidad de envíos : 596 Edad : 32 Localización : Toii Con Mii Hermoso Hombre, Mii Kamikorosu! ;DDD <3! Fecha de inscripción : 21/01/2010
| | | | Selene-chan Nivel 6
Cantidad de envíos : 213 Edad : 33 Localización : En mi casa Fecha de inscripción : 21/04/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Dom Oct 10 2010, 15:43 | |
| ¡Hola!
Bueno, pues como ya dije sí pondré lemon, pero no todavía, eso será cuando tenga que ser o sea, más adelante muajaja, que mala soy ^^u
En fin, dejo la conti, espero que les guste.
---------
Naruto y Hinata estaban bailando abrazados, pues la música había cambiado a lenta y todos estaban muy juntos. La ojiperla sentía como si sus piernas fuesen de gelatina al sentir al rubio tan cerca de ella y, Naruto sentía latir su corazón con rapidez, aunque no se explicaba por que.
-Hey Hinata… ¿Es verdad lo que me dijiste la otra vez? – Preguntó el rubio un tanto sonrojado. Por más que lo intentaba no podía dejar de pensar en eso; Hinata le parecía una persona tan frágil y dulce, alguien que podría romperse con sólo ser tocada, pero a la vez era tan linda, tan hermosa, que esa sensación de querer saber más de ella lo estaba abrumando terriblemente.
-¿Qué cosa Naruto-kun? – Cuestionó Hinata confundida, sin saber de que le hablaba el rubio.
-Sobre… eso que nunca has tenido novio ¿Cómo puede ser que una chica tan linda no tenga novio? – Al oírlo Hinata se sonrojó y se sorprendió enormemente, no podía creer que Naruto la había llamado linda.
-E-eso… bueno, es cierto – Dijo la peliazul sonrojada -. Lo que pasa es que soy una persona muy poco sociable y lo de tener novio… para mí es algo importante.
-¿Qué quieres decir?
-Que sólo podría ser novia de la persona que amo, y como no he encontrado a esa persona… pues por eso sigo sin tener novio – Fue la respuesta de Hinata, dejando a Naruto sorprendido. Él nunca había conocido a una mujer que pensara de esa manera, que tuviera tan claras sus ideas y supiera exactamente cuando era el momento de entregarse a la persona correcta. Algo de ella le hizo ganar la admiración del rubio.
-Ya veo… - Dijo Naruto sonriendo levemente para después seguir bailando con ella.
Temari y Shikamaru estaban bailando mientras se sonreían. Estaban muy felices por haberse reconciliado, sobre todo Temari, ya que al fin Shikamaru había aceptado que tuviera un hijo y ahora estaba decidida a tener uno.
-¿No crees que ya viene siendo hora de irnos a la casa? – Preguntó Shikamaru delineando una pequeña sonrisa, mientras tomaba a Temari por la cintura.
-Shikamaru ¿Cómo nos vamos a ir? Es la boda de mi hermano y mi mejor amiga – Replicó la rubia dándole un beso corto a su esposo, el cual frunció el ceño.
-Pero no tiene nada de malo, vamos, me muero por estar contigo Temari – Pedía el Nara casi haciendo un puchero. Temari sonrió levemente, era cierto que desde hace un mes no le hacía caso, así que merecía un premio por aguantar tanto.
-De acuerdo mi amor, vamos a despedirnos de los novios y nos vamos a la casa – Accedió la rubia por fin, logrando hacer sonreír a su esposo.
-Así te quería oír.
Gaara tomó por la cintura a Matsuri, mientras con la otra mano entrelazaba sus dedos con ella. Era la hora de vals de los novios, por lo que todos dejaron de bailar para verlos a ellos. De pronto volvieron a convertirse en el centro de atracción de todos los invitados y los periodistas que ahí estaban.
-Esto es un poco incómodo, todos nos miran – Dijo Matsuri con una sonrisa un tanto forzada, pues aunque sabía que sería así le ponían tensa todas esas miradas sobre su persona.
-Lo sé, pero se supone que deben mirarnos – Dijo Gaara acercándose a su oído, no tenía nada de malo que intentara una pequeña travesura, al final este era el día de su boda y sus labios le estaban pidiendo a gritos volver a sentir los de ella -. Creo que quieren que nos besemos- Susurró.
Matsuri se sorprendió un poco y se sonrojó levemente, bajando la mirada para que Gaara no la notara, pero realmente se moría de ganas por besarlo de nuevo, besarlo era como tocar el cielo.
-¿Tú crees? – Preguntó en voz baja y aún sin mirarlo. El pelirrojo asintió con la cabeza, aunque sabía que sólo lo había hecho porque quería volver a besarla, era un maldito aprovechado, pero al diablo con todo eso, esta excusa era perfecta.
-No sé, pero los invitados de una boda siempre quieren ver a los novios besarse – Respondió casi susurrándole al oído de forma provocativa, sin imaginar lo que sus acciones provocaban en ella.
-P-pues entonces bésame Gaara – Dijo Matsuri sintiendo como se aceleraba su corazón, pues jamás pensó que le pediría a Gaara que la besara alguna vez. Por su lado, Gaara se sintió extraño con esa petición, aunque era justo lo que quería que ella le dijera, nunca una mujer le había pedido que la besara, él simplemente lo hacía sin pedir permiso, pero que se lo pidiera su mejor amiga era diferente. Ella siempre había sido su apoyo incondicional, la única persona que lo entendía de verdad, la que se prometió que jamás iba a tocar porque no quería romperle el corazón y arruinar su amistad, porque ni siquiera a él mismo se perdonaría herir a Matsuri. Y además de todo eso, estaba el hecho de que ahora Matsuri era su esposa.
-¿Estás segura? – Cuestionó esbozando una leve sonrisa, aunque no se sentía muy orgulloso de sus tácticas. Acarició la mejilla de ella mientras ésta asentía con la cabeza.
-Claro, estamos casados – El pelirrojo volvió a sonreír ante estas palabras y acercó sus labios a los de ella. En ese momento dejaron de bailar y se quedaron quietos en medio de la pista, sólo moviendo sus labios contra los del otro. Ninguno podía creerlo, pero mientras se besaban era como si algo mágico pasara, como si de pronto todo lo demás careciera de importancia y sólo ellos dos conformaran el mundo entero, sólo ellos y nadie más. Gaara se separó unos segundos para recuperar el aire, pero tras eso volvió a besarla de forma aún más intensa y apasionada, logrando hacer temblar el cuerpo de la castaña.
Se separaron justo cuando acabó la música y todos comenzaron a aplaudir emocionados, al tiempo que ellos se miraban con una sonrisa. Después de eso Temari y Shikamaru se despidieron y Matsuri se sintió feliz al ver que se habían reconciliado.
-Oye Matsuri – Sari se acercó a la novia con una gran sonrisa -. Ya viene siendo hora de que tires el ramo, y tú Gaara la liga – Dijo como si estuviese ordenándoles, pues tenía toda la fiesta planeada, cada detalle y en eso era muy meticulosa.
-Ay Sari, eso de la liga ya no se usa – Se quejó Matsuri, recordando aquella liga azul y lo que significaba, pero Sari no le hizo caso.
-No seas aburrida Matsuri, venga ya – La chica la tomó de la muñeca y la jaló hasta hacerla subir a la pequeña tarima en donde tocaba la banda. Sari tomó el micrófono -. ¡Atención, chicas acérquense que la novia va a arrojar el ramo!
Todas las interesadas se acercaron y acomodaron en ese lugar, eran un montón, por lo que a todos se les hizo evidente que temían ser unas solteronas sin remedio. Matsuri sólo suspiró y tomó su ramo. Se paró dando la espalda a las chicas y se preparó para lanzarlo. Las chicas comenzaron a contar.
-¡Uno, dos, tres!
Al número tres Matsuri lanzó el ramo y todas las chicas se lanzaron para tratar de agarrarlo, sin embargo éste sólo rebotó en sus manos, llegando a las de una distraída Hinata.
Todas estaban muy decepcionadas.
-¡Aplaudan a la próxima en casarse! – Dijo Sari por medio del micrófono, haciendo que Hinata se sonrojara completamente. Naruto la miró con una sonrisa y Matsuri le guiñó un ojo, notando lo apenada que se había puesto su amiga -. ¡Venga, ahora que el novio arroje la liga!
Algunas chicas comenzaron a gritar como fangirls al ver subir al novio, ya que todas ellas eran trabajadoras de la empresa que soñaban con que Gaara les hiciera caso, pero ahora sólo lo podían ver de lejos ya que pertenecía a otra.
Uno de los músicos trajo una silla y la puso en el centro de la tarima. Matsuri se subió un poco la falda del vestido y puso su pierna sobre la silla. Gaara se acercó con una sonrisa y bajando la liga con sus dientes ante los gritos y exclamaciones de las chicas, haciendo de paso que Matsuri se sonrojara. Después de eso arrojó la liga con su mano, pero no se molestó en ver quien la atrapó.
-"Cielos, que piernas que tiene Matsuri" – Pensó el pelirrojo observando a su esposa de una forma un tanto pervertida – "Y esos besos que da son fantásticos… Demonios ¿Por qué tiene que pasarme esto? Ella es mi mejor amiga, no puedo hacerle eso, lo prometí"
-Gaara… - Le habló Matsuri sacándolo de sus pensamientos -. Creo que ya es hora de que nos vayamos ¿No crees?
-Sí, es cierto – Respondió él asintiendo con la cabeza, así que fueron a despedirse de los invitados.
Sasuke miró a Sakura, la que estaba charlando con Naruto y despidiéndose de los novios, le sonrió levemente y la pelirrosa desvió la mirada. Ella se sentía mal, no podía seguir así, no debía ver más a Sasuke Uchiha porque si lo hacía no se iba a poder controlar.
En ese momento el azabache se fijó en Hinata, la cual sólo miraba con tristeza como Naruto y Sakura se tomaban de las manos. Se acercó a ella y la sorprendió hablándole por la espalda.
-¿Te gusta Naruto?
-¡Eh! – Hinata dio un salto asustada, dándose la vuelta para encontrarse de frente con Sasuke que la miraba con una sonrisa -. P-pero que dice Sasuke-san, N-Naruto-kun no me gusta… - Aseguró bajando la mirada y sonrojándose levemente.
-¿No? ¿Y por que te has sonrojado? Además, siempre lo ves con tristeza, desde esa vez en el hospital – Sasuke insistió con el tema, pero Hinata no le quiso responder. El azabache suspiró -. No te preguntaré más, pero si de verdad te gusta deberías luchar y no rendirte, al menos eso haré yo – Dijo mirando a Sakura para después irse.
Hinata le miró algo sorprendida, pues no se esperaba que a Sasuke le gustara la novia de Naruto, aunque después volvió a bajar la mirada, tal vez sólo había sido una impresión suya y no era así en verdad.
-No, claro que no – Trató de convencerse.
Matsuri y Gaara se acercaron a los padres de la castaña para despedirse de ellos, ya que ahora irían a pasar su "noche de bodas" a un hotel, para irse por la mañana a su luna de miel.
-Bueno, nos veremos en dos semanas – Dijo Matsuri abrazando a sus dos padres al mismo tiempo.
-Que la pases bien en tu luna de miel hija – Dijo Ayako al deshacer el abrazo, para luego sonreír pícaramente -. Y espero que muy pronto me den la noticia de que tendré nietos.
-¿Nietos? – Matsuri se sonrojó levemente de sólo pensar en la forma en que le daría nietos a sus padres, aunque estaba segura de que eso no iba a suceder.
-Nos vemos después suegros – Dijo Gaara tomando la mano de Matsuri.
Al final los dos se terminaron de despedir y se fueron en limusina al hotel, sin embargo cada uno tenía en que pensar. Matsuri pensaba avergonzada como seria tener un hijo de Gaara, como sería que ellos fuesen una familia feliz y un matrimonio igual que los otros, mientras que Gaara pensaba en como se iba a controlar esta noche para evitar el deseo de hacer suya a Matsuri.
Esta no iba a ser una noche de bodas normal.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Temari y Shikamaru estaban besándose en su cuarto, en su casa. Ya se habían olvidado por completo de su pelea y ahora sólo querían estar juntos y felices, sobre todo la rubia.
-Shikamaru… - Habló Temari separándose un poco de él -. Eres un idiota ¿Ves que estuvimos peleados por nada? – Shikamaru frunció el ceño al oírla.
-No tienes que llamarme idiota, problemática – Dijo antes de besarla. Con sus manos comenzó a desatar la cinta del vestido de su esposa. Temari sonrió mientras desabrochaba la camisa del pelinegro, quitándosela por completo.
-El único problemático eres tú, vago – Dijo sonriendo mientras Shikamaru acababa de soltar su vestido, haciendo que este cayera al suelo. Él la miró con una sonrisa algo pervertida; le encantaba el cuerpo de su esposa, para él no había una mujer tan hermosa.
-Podré ser un vago, pero así te gusto – Dijo Shikamaru para después recostarla sobre la cama y acomodarse sobre ella, comenzando a besar su cuello.
-Shikamaru, te amo – Susurró la rubia antes de besar a su esposo en los labios. Esta noche iban a olvidarse de todo.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
-Bueno, llegamos – Dijo Gaara. Él y su "esposa" estaban justo afuera de la habitación que compartirían esta noche.
-Sí, abre ¿No? – Dijo Matsuri. Ella todavía no podía creer que estaba casada con Gaara, se le hacía algo demasiado irreal. Gaara asintió con la cabeza y pasó la tarjeta llave por la ranura, abriendo la puerta, pero una vez la puerta estuvo abierta levantó a Matsuri entre sus brazos.
-Vamos a entrar.
-¿Qué haces Gaara? – Cuestionó Matsuri entre pequeñas carcajadas.
-Somos recién casados, entraremos como tales – Dijo el pelirrojo sonriendo divertido. Entró al cuarto cargando a la chica, la cual reía divertida por la acción de él. Gaara cerró la puerta empujándola con su pie y se dirigió a la cama.
Cuando trató de soltar a Matsuri tropezó con la alfombra, lo que provocó que él cayera sobre ella, justo sobre la cama.
Sus sonrisas cesaron y se quedaron mirando fijamente el uno al otro. El corazón de Matsuri latía increíblemente rápido al tener a Gaara encima de ella, y Gaara estaba sintiendo unos enormes deseos de besarla ahora. No entendía que le pasaba, pero desde hace un mes –desde ese beso- no había podido quitar de su cabeza la idea de poseer a Matsuri, de hacerla suya, era una atracción cada vez más fuerte que hacía flaquear su voluntad sin poder evitarlo.
Sus ojos inevitablemente se posaron sobre los labios de la castaña, que le parecían tan atrayentes, tan exquisitos, sólo quería volver a sentir sus besos.
Comenzó a acercarse a ella acariciando su mejilla. Matsuri cerró sus ojos sin cuestionarse nada, pues lo que más deseaba era pertenecer a él. Podían sentir de cerca el aliento del otro, mezclándose con el suyo propio al estar a sólo centímetros de un beso, de un beso que no sería fingido por ninguno de los dos, porque nadie estaba ahí para verlos, porque era lo que deseaban. Pero justo cuando eso iba a suceder los interrumpió el sonido del teléfono de la habitación.
-Lo siento Matsuri… - Dijo Gaara levantándose rápidamente, quedando sentado a su lado. Matsuri se sentó también. Ambos se miraron y comenzaron a reírse a carcajadas, en parte para disimular aquella vergonzosa situación, haciendo como si nada hubiese pasado.
Gaara se levantó dejando a Matsuri aún sentada y contestó el teléfono.
-¿Bueno? – Habló -. Es servicio a la habitación – Dirigiéndose a Matsuri -. ¿Quieres pedir algo?
-No ¿Tú sí? – La chica bajó la mirada, pues aún no olvidaba que estuvieron a punto de besarse hace unos segundos nada más.
-Sí – Dijo Gaara -. ¿Bueno? ¿Podrían enviar una botella de whisky? Sí, de acuerdo – Colgó.
-¿Para que quieres eso Gaara? – Preguntó la castaña frunciendo levemente el ceño, pues no le gustaba verlo beber tanto. Gaara la observó en aquella posición, sentada sobre la cama pero dándole la espalda, no podía creer lo hermosa que se veía con ese vestido de novia y ese peinado.
-Es para brindar, por nuestro trato – Respondió sonriendo levemente. Se puso de pie mientras se soltaba el nudo de la corbata y se acercó a la puerta -. ¿No crees que esta situación lo amerite?
-Supongo, pero sólo beberé un trago – Dijo Matsuri no muy convencida. Justo en ese momento golpearon la puerta. Gaara la abrió y recibió la botella de whisky y dos vasos, cerrando luego para acercarse a Matsuri.
-Venga, es hora del brindis – Dijo Gaara dejando todo sobre la mesita de noche. Sirvió los dos tragos y se sentó en la cama entregando un vaso a Matsuri -. Brindo… por la mejor amiga que existe en el mundo, que ha sido capaz de casarse conmigo con tal de ayudarme – Alzando su mano con el vaso en ella -. Te toca.
-Yo brindo… por la boda soñada, la más rara de todas, pero fue perfecta – Dijo Matsuri sonriendo, haciendo parecer sus palabras como una broma, aunque en realidad eran lo que sentía.
Chocaron sus vasos y bebieron el trago de una sola vez. Luego de eso Gaara se dejó caer de espalda sobre la cama y Matsuri hizo lo mismo.
-¿Y que vamos a hacer ahora, dormir? – Bromeó un poco el pelirrojo, pues esta era su noche de bodas y no tendría sexo, sí que era extraño todo esto. Matsuri se puso de costado para poder mirarlo.
-¿Podemos tener sexo no? Después de todo esta es nuestra noche de bodas – Dijo en tono de broma, pero completamente avergonzada, aunque sus palabras causaron que Gaara se sintiera un poco inquieto.
-Podríamos, pero eso arruinaría nuestra amistad ¿No crees? – Gaara también se puso de costado -. ¿Qué clase de amigos son los que tienen sexo?
Matsuri sonrió.
-Son unos indecisos, que tienen miedo de dejar de ser amigos para ser algo más – Respondió ella -. Por eso… nosotros siempre seremos amigos, no tenemos ese problema.
-Así es, siempre seremos amigos… - Repitió Gaara no muy convencido de sus palabras, porque ya no sabía si quería seguir siendo sólo el mejor amigo de Matsuri –. "¿Pero que tonterías pienso? Nosotros… nunca habrá nada entre nosotros…" – Pensó confundido y algo molesto consigo mismo -. "Sólo quiero que estos seis meses pasen rápido para poder olvidarme de todo esto, sólo quiero que todo sea como antes".
-"Sólo quiero que me ames Gaara…" – Pensó Matsuri observándolo en silencio. De pronto se puso de pie, desconcertando un poco a su "esposo".
-¿A dónde vas? – Preguntó Gaara confundido, pues ella se había parado de golpe.
-Tengo sueño, voy a ducharme para dormir – Respondió la castaña dirigiéndose al baño de la habitación. Gaara lanzó un suspiro y se sentó en el sofá que estaba frente al televisor, encendiendo el aparato para ver si así lograba tranquilizarse un poco y alejar de su mente esos extraños pensamientos, pero la tele no le ayudó mucho al encenderla justo en un canal para adultos, en donde habían un chico y una chica haciendo las cosas que a él le gustaría estar haciendo con Matsuri ahora.
-Mierda… - Dijo tomando el control remoto para cambiarlo, pero en lugar de eso se quedó viéndolo más atentamente, no podía apartar sus ojos de eso.
Después de un rato Matsuri salió del baño con una toalla cubriendo su cuerpo. Las gotas del agua aún resbalaban por su cuerpo y Gaara no podía ignorar este hecho, ni el hecho de haberse casado con una mujer que verdaderamente lo encendía a pesar de ser su mejor amiga. No pudo evitar que al verla en esa forma tan sensual cierta parte de él se despertara de golpe.
-Gaara ¿Qué ves? – Preguntó Matsuri con una sonrisa. En ese momento Gaara recordó lo que estaba viendo y se moría de la vergüenza, por lo que apagó el televisor enseguida y se puso rápidamente de pie, casi corriendo al baño y dejando a su amiga muy desconcertada.
-No, nada – Respondió cerrando la puerta detrás de si -. Yo también voy a ducharme.
Se encerró en el baño y abrió la ducha del agua fría. Se miró al espejo y tenía el rostro sonrojado, sentía mucho calor y además su "amiguito" estaba totalmente despierto.
-Rayos ¿Y ahora como soluciono esto? – Se preguntó mirando su entrepierna.
Matsuri mientras tanto se termino de secar el cuerpo y se puso un camisón de seda de color celeste que traía en su maleta, era su único pijama. Este le quedaba bastante apretado, haciendo que su cuerpo se viera a la perfección.
-No debí dejar que Temari hiciera mi maleta – Susurró un tanto sonrojada mientras se veía al espejo -. ¿De todos modos que le pasará a Gaara que se tarda tanto?
Gaara estaba bajo la ducha, recibiendo las gotas del agua helada sobre su cuerpo, tratando de calmarse, sin embargo la imagen de Matsuri no desaparecía de su mente y el agua helada no estaba funcionando para nada. Quería sentirla, quería entrar en ese cuarto y arrojarla sobre la cama para hacerle el amor toda la noche, pero sabía que no se atrevería, que hacer eso sería un terrible error y ofendería a Matsuri; no quería eso, así que sólo lo haría en sus fantasías.
Imaginaba que Matsuri estaba bajo la ducha con él, besando su torso y recorriéndolo con sus manos, mientras que él acariciaba sus piernas y su espalda. Sentir su suave piel era excitante, se estaba volviendo loco, loco por sentirla de verdad, por que esta fantasía fuese real.
-Soy un maldito pervertido – Se regañó a si mismo, pero no podía evitar querer continuar imaginando aquella escena, mientras que su mano se encargaba del resto.
Matsuri se recostó bajo las sábanas y trató de cerrar sus ojos para poder dormir, pero justo en ese momento salió Gaara del baño. Ella se sonrojó al verlo cubierto sólo por una toalla en su parte baja, pudiendo apreciar su bien formado torso y abdomen, sin embargo siguió acostada como si nada.
-¿Aún sigues despierta? – Preguntó Gaara mientras se ponía su ropa interior, para ir a acostarse sobre el sofá. Matsuri trató de no mirarlo, pero le era difícil.
-Sí, es que… no podía acomodarme bien – Respondió la castaña, quien de pronto se sentía demasiado sola en aquella cama. Se sentó mirando a Gaara y sin pesarlo dos veces hizo su ofrecimiento – Oye Gaara… duerme conmigo.
-¿Eh?
-Q-quiero decir… la cama es muy grande, no tienes por que dormir en el sofá – Aclaró sonrojándose notoriamente. Gaara asintió con la cabeza y se metió a la cama, dándole la espalda a Matsuri.
-Buenas noches Matsuri – Le susurró el pelirrojo cerrando sus ojos para quedarse dormido. Matsuri apagó la luz.
-Buenas noches Gaara – Susurró la castaña también cuando cerró sus ojos. A pesar de todo, de que esta fuese una boda fingida, de que Gaara no la amara, ella se sentía feliz, porque ninguna otra mujer se iba a acercar a él ahora, porque Sabaku No Gaara era su esposo – "Te amo Gaara, algún día te lo diré…"
Continuara…
Avance:
Gaara y Matsuri se van de viaje a Hokkaido para su luna de miel, en donde suceden cosas que los acercan más. Un pequeño accidente hará que Naruto se fije más en Hinata. Shikamaru y Temari están bien ahora. Mientras Gaara se va dando cuenta de que las cosas no le están saliendo como las planeó, pues no deja de pensar en Matsuri.
Próximo capítulo: ¿Una feliz pareja?
-------
¿Y que tal? ¿Que piensan de Gaara en pervert mode on? Jajaja, pobrecito, las cosas que le pasan.
En fin, gracias por sus comentarios ^^
Nos leemos pronto.
¡Bye! | |
| | | lalii_1995 Nivel 1
Cantidad de envíos : 26 Edad : 34 Fecha de inscripción : 07/09/2009
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Lun Oct 11 2010, 08:48 | |
| | |
| | | irenehbote New User
Cantidad de envíos : 8 Edad : 33 Fecha de inscripción : 03/05/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Lun Oct 11 2010, 11:41 | |
| | |
| | | ~PriincessYoko~ Nivel 13
Cantidad de envíos : 596 Edad : 32 Localización : Toii Con Mii Hermoso Hombre, Mii Kamikorosu! ;DDD <3! Fecha de inscripción : 21/01/2010
| | | | Selene-chan Nivel 6
Cantidad de envíos : 213 Edad : 33 Localización : En mi casa Fecha de inscripción : 21/04/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Vie Oct 15 2010, 08:32 | |
| Jajaja, gracias por sus comentarios, y espero no ser la causante de uno o dos infartos xDDD
Ahora, les dejo la conti, espero la disfruten ^^
--------
Capitulo 6: ¿Una feliz pareja?
Eran las ocho de la mañana y los recién casados se encontraban en el aeropuerto esperando su vuelo, que salía en una hora.
Gaara miraba una revista en donde salía todo lo relacionado con su boda y había un montón de fotos de él y Matsuri, pero una le llamó la atención más que todas, era una foto en donde se estaban besando.
Besar a Matsuri había sido tan maravilloso que anhelaba volver a repetirlo una y otra vez, deseaba tanto que eso pasara que cuando se dio cuenta se enfadó por estar pensando en eso nuevamente y dejó la revista tirada sobre un mostrador; odiaba esa tonta revista.
-¿Crees que la pasemos bien en ese viaje? – Preguntó Matsuri mientras ojeaba el folleto turístico del lugar a donde iban a ir. Gaara se sentó a su lado, bebiendo un poco de soda de una botella.
-Seguro, serán dos semanas en Hokkaido, será grandioso – Respondió él, quitándole el folleto de las manos a su esposa.
-Hey, estaba viendo eso – Replicó la castaña molesta, pero Gaara ignoró esto y se puso a leer el folleto -. Rayos, odio cuando hace eso – Susurró Matsuri entre dientes, pues odiaba que Gaara se hiciera el tonto para ignorar cuando la hacía enojar.
-Matsuri – La llamó Gaara poniéndose muy serio -. Hay algo que quiero decirte – Al instante la miró seriamente -. "Tengo que hacerlo, si no hago esto no dejaré de pensar en ella y no podré soportarlo" – Pensó.
-Claro Gaara, dilo – Dijo Matsuri sonriendo dulcemente. Con sólo verla sonreír así, Gaara sentía unos enormes deseos de besarla nuevamente, pero sabía que eso estaría mal, además lo que sentía era sólo producto de su repentina cercanía con Matsuri, no era que estuviera sintiendo algo por ella.
-Cuando estemos allá, me gustaría pasar un buen rato, ya sabes… lo hablamos antes de casarnos – Dijo un poco contrariado, pues no entendía por que de pronto hablar de eso con Matsuri le incomodaba.
-¿Quieres buscar a alguna chica para tener sexo? – Preguntó la chica bajando la mirada, sintiendo una punzada en el corazón. Estaban casados y aún así todo sería igual que antes.
-Sí – Asintió él con la cabeza, pero otra vez no se sentía bien diciéndole eso, de alguna forma era como si a Matsuri le doliera y eso hacía que a él le sucediera lo mismo.
-Vamos, no tienes que preocuparte por mí, ya te había dicho que no hay problemas con eso – Dijo la castaña con una sonrisa fingida, aunque se estuviera muriendo por dentro pues no podía soportar la idea de que su esposo estuviera con otras mujeres, pero así eran las cosas y ella debía aceptarlo -. Es más… puede que yo también me busque a alguien.
-Claro – Dijo Gaara poniéndose de pie. Se sentía molesto, de sólo imaginar que cualquier idiota pusiera sus manos sobre Matsuri, que cualquier otro hombre la hiciera su mujer le hacía hervir la sangre, y al mismo tiempo se preguntaba por que demonios le enojaba tanto esta situación si después de todo esto había comenzado por su culpa.
Matsuri simplemente lo veía con tristeza, le lastimaba tanto esta situación, Gaara era su esposo, era su marido, pero aún así no era suyo, ni ella tampoco le pertenecía a él, debía aceptarlo de una vez. Ella debía tener siempre presente que esta boda era sólo un trato, que esto sólo duraría seis meses y después todo volvería a ser como antes.
-"Todo será como antes… pero no quiero, no quiero volver a ser sólo su amiga" – Pensó consternada, pues sería demasiado para ella el haberlo tenido como esposo y después perderlo como si nada.
Tal vez había sido un error aceptar esta locura.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
El sol entraba por la ventana dando sobre los ojos azules de Temari y eso le molestaba un poco.
-Demonios… - Susurró dándose unas cuantas vueltas sobre la cama, pero finalmente se hartó y se sentó, notando que su cuerpo estaba desnudo, así que se cubrió con las sábanas. Miró a su costado y notó que su esposo no estaba en la cama -. ¿Y Shikamaru?
De pronto percibió como la puerta se abría y vio a Shikamaru dirigirse a ella, trayendo una bandeja con el desayuno en sus manos. Temari sonrió.
-Ya despertaste problemática – Dijo el Nara mientras dejaba el desayuno sobre la mesita de noche para poder darle un beso en los labios a su esposa.
-Gracias por traerme el desayuno mi amor, eso es muy tierno de tu parte – Dijo Temari con una sonrisa al separarse de él.
-Creí que estaría bien para disculparme por todos estos días que hemos estado peleados. Temari en verdad no quiero que vuelva a ocurrir, siento mucho lo que pasó…
-Shikamaru – Lo interrumpió la rubia poniendo un dedo sobre sus labios -. Está bien, sólo hay que olvidarnos de eso, ya todo pasó.
-¿De verdad me perdonas? – Preguntó Shikamaru con una pequeña sonrisa, abrazando a Temari y tomándola por la cintura.
-De verdad – Temari lo rodeó por el cuello y lo besó apasionadamente para demostrarle que no mentía. De ahora en adelante todo iría bien.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Sakura se encontraba hoy en su turno matutino en el hospital, pero no lograba en lo más mínimo concentrarse por estar pensando otra vez en el beso que ayer le había dado Sasuke. A pesar de haber besado muchas veces a su novio Naruto y de haber estado con él en repetidas ocasiones, jamás él la había hecho sentir lo que hizo Sasuke sólo con un beso; y aunque lo intentara no podía olvidarlo.
-Tengo que dejar de pensar en él, maldita sea es el amigo de Naruto, no puedo engañar a mi novio con uno de sus amigos – Se reprochaba mientras trataba de revisar la ficha de uno de los pacientes, pero aún no pasaba del nombre.
Simplemente suspiró resignada.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Ya se encontraban dentro del avión y Matsuri estaba extremadamente nerviosa pues nunca había subido a uno antes y temía volar en él.
-Genial, como si la claustrofobia no fuera suficiente – Susurró para si misma, pero Gaara pudo oírla perfectamente.
-¿Qué sucede Matsuri, temes volar? – Le preguntó mirándola. Matsuri asintió con la cabeza y soltó un suspiro.
-Sí, soy una cobarde pero no puedo evitarlo – Dijo con una leve sonrisa. Gaara levantó su mano y comenzó a acariciar la mejilla de la castaña, haciendo que se sonrojara levemente.
-Tranquila, yo estoy a tu lado y todo estará bien – Aseguró con una leve sonrisa.
Matsuri asintió con la cabeza y justo en ese momento les avisaron por altavoz que se pusieran los cinturones de seguridad. Todos los pasajeros lo hicieron y al cabo de unos minutos el avión comenzó a despegar. El corazón de Matsuri se oprimió y sintió como su respiración se agitaba, siéndole muy difícil respirar, pero de pronto todo eso se le olvidó al sentir como Gaara tomaba su mano con delicadeza y entrelazaba sus dedos, apretándola con fuerza.
Sintió como la calidez se apoderaba de su pecho y su corazón comenzó a latir aún más rápido que antes, sólo por el hecho de tenerlo cerca, de tocar su mano.
-Tranquila Matsuri, sólo respira – Le dijo Gaara tratando de reconfortarla. Matsuri se sonrojó y miró hacia la ventana, observando como se elevaban en el aire.
-Sí Gaara, gracias por estar a mi lado – Dijo con una leve sonrisa. Era increíble como unas palabras suyas podían hacerla sentir mejor y el hecho de que él tomara su mano podía hacerla tan feliz. Lo amaba demasiado y ahora más que nunca estaba decidida a conquistar su amor, no estaba dispuesta a perderlo dentro de seis meses.
Por su parte Gaara se sentía confundido, no podía entender aquellos sentimientos que Matsuri producía en él y esas ganas enormes que tenía de poseerla, pero pensaba que tal vez estando con otra mujer eso se le iba a olvidar, porque era ilógico que se estuviese enamorando de ella, él, quien jamás se enamoraba, definitivamente no se podía enamorar de su mejor amiga.
-"Esto sólo es una tontería que olvidaré después de una buena sección de sexo" – Pensó aún aferrando su mano a la de Matsuri.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Naruto se encontraba en su oficina tratando de revisar unos documentos del último diseño que habían sacado para un celular de la nueva generación, sin embargo no podía dejar de pensar en cierta persona que de un tiempo para acá no se quería salir de su cabeza.
Anoche cuando había bailado con Hinata y la había sentido tan cerca se había sentido muy extraño, por un momento se había quedado perdido en los labios de ella y había sentido deseos de besarla.
-Eso no me puede pasar, yo tengo novia – Se recordó mientras se llevaba una mano a la cabeza, enredando los dedos en su cabellera rubia. Estaba confundido, no entendía que estaba pasándole, ni siquiera Sakura se metía tanto en sus pensamientos.
De pronto unos golpes a la puerta llamaron su atención y enseguida ella entró, trayendo una taza de café en sus manos. Su sonrisa la hacía ver tan linda que el rubio no pudo evitar sonrojarse levemente.
-Permiso Naruto-kun, es la hora de tu café – Dijo Hinata con su dulce voz -. Espero no haberte interrumpido en algo importante.
-Eh… n-no, para nada – Dijo Naruto en medio de una risita nerviosa -. Pasa Hinata, llegas justo a tiempo, se me antojaba un café.
-Hai – Hinata asintió con la cabeza y se acercó, dejando la taza sobre el escritorio de Naruto mientras sonreía dulcemente como siempre. Naruto le sonrió y Hinata salió de su oficina, por lo cual el rubio soltó un sentido suspiro.
-¿Qué demonios me sucede? – Se preguntó.
Hinata soltó un gran suspiro y se sentó en su puesto. Se llevó una mano al pecho y notó que su corazón estaba muy agitado.
-Cielos, sigo sin poder controlar esto cuando estoy frente a él – Susurró cerrando los ojos con su rostro sonrojado.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
-¡Este lugar es increíble! – Exclamó Matsuri emocionada mientras extendía sus brazos, observando la hermosa y reluciente playa frente a sus ojos.
Ya se habían registrado en el hotel y conocieron su cuarto; una hermosa y muy fina habitación con una enorme cama matrimonial que casi invitaba a pasar toda la noche haciendo el amor sobre ella, o al menos esa impresión se había llevado Gaara cuando vio a Matsuri lanzarse sobre la cama muy sonriente, en ese momento quiso lanzarse sobre ella pero como siempre se contuvo. También había un balcón con una vista preciosa hacia el mar, casi daban ganas de sentarse ahí y observar el atardecer y después la luna y las estrellas.
-Matsuri, pareces una niña – La regañó Gaara al verla tan alegre y risueña al estar en ese lugar -. Ni parece que viniste aquí con tu esposo.
-Ay cállate amargado – Dijo la castaña haciendo un puchero mientras a Gaara se le marcaba una venita en la frente al haber sido llamado de esa manera.
-¿A quien llamas amargado?
Matsuri no le hizo caso y caminó hacia la playa sonriendo alegremente, deteniéndose en cuanto encontró un buen lugar para sentarse. Extendió una manta sobre la arena y dejó encima el bolso que traía consigo. Gaara llegó a su lado y se quitó su camiseta para quedar sólo en traje de baño, haciendo sonrojar un poco a la chica al ver su imponente físico.
-¿Vas a ir al mar? – Preguntó el pelirrojo sentándose a su lado. Matsuri sonrió y negó con la cabeza.
-No, primero tomaré un poco de sol – Respondió la chica agachándose para buscar algo en su bolso.
-¿Vestida de esa manera? – Señaló Gaara, apuntando al vestido blanco de tirantes que traía puesto Matsuri y el sombrero veraniego que tenía en la cabeza.
-Claro que no tontito – Dijo Matsuri, quien sacó por fin del bolso su bloqueador solar para pararse y comenzar a subir su vestido hasta quitárselo, dejando ver su bikini color rosa pastel, el cual era bastante pequeño y dejaba ver a la perfección su figura.
Matsuri no solía usar cosas ajustadas al cuerpo, siempre usaba ropa bastante holgada, por eso Gaara la observó con la boca abierta; era la primera vez que venía con Matsuri a la playa –en todos sus años de amistad jamás había ido con ella a un lugar como este- y por lo tanto era la primera vez que la veía en bikini. Realmente no podía creer lo hermosa que era, su delgada cintura y sus piernas bien contorneadas, al igual que esa línea que se formaba entre sus pechos, todo le gustaba muchísimo, pero no pudo disfrutar demasiado de esa vista al notar como unos tipos se le quedaban viendo a Matsuri con cara de pervertidos y eso simplemente no lo pudo soportar.
-¿Matsuri por que no te cubres? – Preguntó frunciendo el ceño muy molesto. Matsuri se sentó a su lado y comenzó a ponerse bloqueador en sus piernas, provocándolo con los movimientos de sus manos y haciendo que él sintiera deseos de acariciarla.
-No digas tonterías Gaara y mejor ayúdame y me pones bloqueador en la espalda, no quiero pasarme estas dos semanas quemada completamente.
-Como usted diga sargento – Bromeó el pelirrojo mientras tomaba el frasco del bloqueador entre sus manos. Comenzó a aplicarlo sobre la espalda de la castaña, dándole suaves masajes en el proceso. Le gustaba sentir la suavidad de su piel y le hacía pensar en que estaba con ella, en que la estaba acariciando lentamente. Miró a los sujetos que veían pervertidamente a Matsuri y sonrió con arrogancia, haciendo notar que ella le pertenecía y que jamás tendrían una oportunidad, así que lo mejor era que miraran para otro lado. Mientras que Matsuri se estremecía levemente con aquellas caricias, sintiendo esas manos deslizarse por su espalda, lo que logró ponerla extremadamente nerviosa.
-Gaara… -Susurró la chica casi sin darse cuenta. Él dejó de aplicarle el bloqueador y se acercó a su oído para susurrar dentro de él.
-Matsuri, hay unos tipos pervertidos que no dejan de mirarte, lo mejor será hacer que se den cuenta que eres mi esposa y así no se meterán contigo.
-¿Por qué debería hacer eso? – Preguntó la castaña alejándose de Gaara y dándose la vuelta para mirarlo a la cara -. ¿No fuiste tú el que dijo que aquí podíamos estar con quien quisiéramos?
-Sí pero… - Gaara la quedó mirando muy sorprendido pues no esperaba que ella fuese a sacar ese tema y ahora que lo pensaba le parecía una pésima idea. No podía soportar la idea de que alguno de esos idiotas, cualquiera de ellos, manoseara a la que era su esposa, no lo iba a permitir -. Pero esos tipos no me gustan y punto.
-La idea es que a mí me gusten – Replicó Matsuri. Estaba intentando hacerlo enojar, o tal vez que se pusiera celoso, no sabía con exactitud a donde quería llegar, pero Gaara estaba siendo injusto, sólo él quería divertirse y aunque ella sabía que no se iba a meter con nadie quería que él pensara que sí, pues le dolía mucho toda esta situación de que Gaara estuviera con otras mujeres aún estando casado con ella. Notó como Gaara fruncía el ceño y la miraba bastante enojado.
-Si yo no me acuesto con ninguna chica entonces tú tampoco podrás hacerlo.
-¿Qué significa eso? – Preguntó ella confundida. Gaara suspiró y desvió la mirada, pues se sentía avergonzado. No entendía aquella rabia y ese instinto posesivo que tenía sobre Matsuri, pero estaba convencido, no la dejaría meterse con nadie en este viaje.
-Significa que no dejaré que te acuestes con algún desconocido que tal vez pueda hacerte cualquier cosa, me preocupo por ti Matsuri, sobre todo porque conozco lo ingenua que eres, así que esos sujetos se pueden ir olvidando de mi esposa – Dijo antes de tomarla por la cintura y besarla, aunque se convenció a si mismo de que sólo lo había hecho para mostrarle a esos sujetos que Matsuri era su mujer y así alejarlos, por más que eso fuese una mentira.
Aunque estaba desconcertada, Matsuri le correspondió y se sintió feliz con esas palabras ¿Acaso Gaara estaría celoso? Porque si era así significaba que él sentía algo por ella.
-"¿Estarás empezando a quererme?"- Se preguntó la castaña sonrojada mientras correspondía al beso de su esposo.
---------
Jo, bueno, hasta aquí se queda la primera parte.
El sábado pondré conti de mis otros fics, así que esperenla ^^
Sin más, nos leemos pronto.
¡Bye! | |
| | | lalii_1995 Nivel 1
Cantidad de envíos : 26 Edad : 34 Fecha de inscripción : 07/09/2009
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Vie Oct 15 2010, 11:15 | |
| | |
| | | irenehbote New User
Cantidad de envíos : 8 Edad : 33 Fecha de inscripción : 03/05/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Sáb Oct 16 2010, 03:19 | |
| | |
| | | shirookami Nivel 2
Cantidad de envíos : 62 Edad : 33 Fecha de inscripción : 16/08/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Sáb Oct 16 2010, 16:02 | |
| | |
| | | ~PriincessYoko~ Nivel 13
Cantidad de envíos : 596 Edad : 32 Localización : Toii Con Mii Hermoso Hombre, Mii Kamikorosu! ;DDD <3! Fecha de inscripción : 21/01/2010
| | | | Selene-chan Nivel 6
Cantidad de envíos : 213 Edad : 33 Localización : En mi casa Fecha de inscripción : 21/04/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Sáb Oct 23 2010, 03:58 | |
| Bueno, arigato por los post chicas ^^ Les dejo la conti, espero que la disfruten.
------
Temari se encontraba en un restaurante almorzando junto a Hinata, a Sari y a su sobrina Miki, ya que la niña de apenas tres años no se separaba de su madre casi nunca.
-¿Y entonces todo se arregló con tu marido? – Preguntó Sari bebiendo un poco de refresco. Miki estaba sentada sobre sus piernas, comiendo helado con una cuchara.
-Ajá, Shikamaru por fin entendió – Respondió la rubia observando a su tierna sobrina, por lo cual sonrió levemente pues ya le hacía ilusión tener un bebé.
-¿Eso quiere decir que por fin tendrás un hijo Temari-san? – Inquirió Hinata mientras comía una cucharadita de helado.
-Así es – Asintió la rubia con la cabeza. Miki miró a su tía y sonrió alegremente.
-Miki-chan quele un pimo.
-Se dice primo amor – La corrigió Sari mientras le limpiaba la boca con la servilleta -. Y en verdad te deseo mucha suerte cuñada, sé cuanto deseas un hijo y también lo feliz que se siente una al tenerlo.
-Gracias – Dijo Temari sonriendo. Hinata suspiró de pronto -. ¿Y a ti que te pasa?
-B-bueno… lo mismo de siempre.
-Uzumaki Naruto – Dijeron Temari y Sari al mismo tiempo. La ojiperla asintió con la cabeza y suspiró con decepción, pues la verdad le afectaba aquel tema más de lo que quisiera.
-Uzuaki Nauto – Repitió Miki con una sonrisa traviesa y al verla, las tres mujeres comenzaron a reír.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
La noche había llegado y Matsuri se encontraba frente al espejo de su habitación del hotel. Estaba peinando su cabello, dejándolo al final tomado en una especie de tomate y dejando su flequillo igual que siempre. Usaba un par de aretes largos y un hermoso vestido de color negro, el cual le llegaba justo a las rodillas y era descubierto en la espalda. Tenía una caída ancha, pero era muy ceñido en la cintura y el busto.
-Estoy lista – Susurró sonriendo. Se había arreglado así porque Gaara la había invitado a cenar en el restaurante del hotel, en el primer piso, pero él ya la estaba esperando abajo.
La castaña se miró una última vez y sonrió, pues estaba perfecta. Después se volteó y echó una mirada a la cama, sonrojándose en el acto ya que se imaginó ahí con Gaara y no precisamente durmiendo. Después cerró los ojos y suspiró.
-Será mejor que baje y deje de pensar en tonterías – Dijo antes de salir de la habitación.
Cerró la puerta detrás de su espalda y se dirigió al restaurante, mientras pensaba en el beso que le había dado Gaara en la tarde. No podía quitar de su cabeza ese instante, ni tampoco todos los demás momentos que habían pasado juntos. Sentía que lo amaba cada vez más y no sabía si soportaría demasiado sin poder decírselo, aunque rompiera el trato sentía la necesidad de confesarle a Gaara sus sentimientos, pero lo haría en el momento adecuado y no antes.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Gaara estaba sentado a una mesa del restaurante mientras leía la carta del menú. Se veía realmente muy concentrado pero en verdad no dejaba de pensar en los labios de Matsuri. Jamás había estado tanto tiempo pensando en una mujer, menos sin poder tocarla, sin poder poseerla, pero era cierto, durante más de un mes no había dejado de desear a Matsuri, a su querida mejor amiga.
-Demonios… - Suspiró desanimado ya que estaba harto de seguir con lo mismo.
-Gaara… - Escuchó la dulce voz de la castaña justo detrás de él. Se puso de pie y se volteó, quedándose sin palabras en cuanto la vio. Ella se veía tan hermosa que no sabía que demonios decir.
-M-Matsuri… que linda – Dijo con una sonrisa de estúpido estampada en su rostro. Matsuri le sonrió dulcemente y se sentó a la mesa.
-Bueno ¿Y que vamos a pedir? – Preguntó la castaña al tiempo que tomaba el menú para echarle una ojeada a lo que había.
-Ah, pues… pide lo que quieras que yo invito, amor mío – Dijo Gaara en tono de broma. La chica soltó una leve sonrisa y el pelirrojo hizo un gesto para llamar al camarero.
El camarero era un joven alto y bastante guapo, que al acercarse a ellos se quedó perdido observando a Matsuri. Gaara notó eso y frunciendo el ceño carraspeó levemente, haciendo que el camarero diera un pequeño salto.
-¿Qué se les ofrece a los señores? – Preguntó un tanto nervioso.
-Yo voy a pedir el plato especial – Respondió Gaara mirando la carta, pero sin quitar su expresión de enfado -. Y mi esposa… pues no sé ¿Qué vas a pedir Matsuri?
-Eh… pues… - La castaña lo miró algo sorprendida, en verdad Gaara se estaba comportando de una forma muy extraña ¿Qué le había dado por decirle a todo el mundo que ella era su esposa? -. Yo quiero lo mismo.
-Bien – Dijo el camarero -. Con su permiso – Se retiró. Matsuri miró a Gaara algo confundida.
-¿Qué pretendes Gaara? – Cuestionó.
-¿A que te refieres? – Preguntó el pelirrojo tomando la carta y ocultando su rostro. La chica le hizo bajar la carta con su mano y lo miró enfadada.
-Gaara – Pronunció en tono de regaño. Gaara volvió a subir la carta y sonrió levemente pero ella no pudo verlo -. "En verdad no lo entiendo ¿Qué le sucede a Gaara?" – Pensó desconcertada, pues él actuaba como si estuviese celoso, pero eso no era posible.
-Matsuri, no te enfades, sólo trato de cuidarte – Se justificó Gaara, pero aún así no logró convencer del todo a Matsuri, ni mucho menos a si mismo.
-Sí, como digas – Dijo la castaña haciéndole un pequeño desprecio, escondiendo la sonrisa que se había formado en sus labios al ver lo que hacía Gaara para mantenerla alejada de otros hombres, y lo mejor era que él tampoco se metería con nadie, ya lo había dicho y ella se encargaría de que fuera así -. "Si tanto insistes en alejarme los pretendientes entonces yo te haré lo mismo a ti" – Pensó con una mirada maliciosa.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Hinata estaba saliendo de la empresa Konoha, se le había hecho tarde terminando un trabajo de último minuto. Ella no tenía auto pues no había aprendido a conducir aún, así que todas las noches tomaba un taxi para llegar a casa, pues tampoco quería que siendo una secretaria se estuviese movilizando en una limusina como había insistido su padre.
-Ay creo que olvidé mis llaves sobre el escritorio – Dijo mientras revisaba insistentemente su bolso, pero era inútil porque sus llaves no estaban ahí. Frunció levemente el ceño y se devolvió al interior del edificio. Estaba dispuesta a subir a su piso pero el ascensor ya había sido apagado, por lo que no le quedó más opción que subir las escaleras hasta el piso doce, usando tacones -. No acostumbro a maldecir, pero maldita sea… ¿Por qué a mí?
Para cuando llegó al piso doce se encontraba cansadísima y apenas podía caminar. Se acercó a su escritorio y cogió las llaves de su casa.
-Al menos sí estaban aquí – Dijo suspirando aliviada. La alarma de su celular comenzó a sonar, avisándole que ya eran las once de la noche -. ¡Cielos!
La ojiperla guardó su teléfono y sus llaves en su cartera y se fue corriendo por las escaleras, pero al llegar al último peldaño tropezó y cayó, doblándose el tobillo.
-No puede ser… - Se quejó llevando una mano a su tobillo lastimado -. Soy una tonta, me duele…
-¿Hinata? – La ojiperla levantó la mirada para ver a su rubio jefe parado al principio de las escaleras. La chica se sonrojó y bajó la mirada -. ¿Estás bien Hinata? – Preguntó Naruto preocupado y bajando rápidamente para ir a verla. Se agachó junto a ella -. ¿Puedes caminar?
-N-no lo sé – Respondió Hinata muy avergonzada.
-A ver, te voy a ayudar – Naruto la tomó por la cintura y la ayudó a ponerse de pie, pero al hacerlo enseguida Hinata sintió un dolor en su pie derecho.
-Creo que… no puedo, me duele mucho Naruto-kun.
-De acuerdo, entonces te llevaré a ver a un doctor – Hinata estuvo a punto de replicar, pero no pudo decir nada ya que Naruto la levantó entre sus brazos y la llevó hacia el estacionamiento. Hinata estaba demasiado sorprendida para hablar, además su corazón estaba latiendo demasiado rápido y estaba extremadamente nerviosa y sonrojada.
-N-Naruto-kun, pero…
-Pero nada Hinata – La interrumpió Naruto -. Podrías tener algo grave así que es mejor asegurarnos, además te llevaré en mi auto.
Hinata finalmente se rindió y permitió que Naruto se saliera con la suya, después de todo gracias a ese accidente había podido ser cargada por los fuertes brazos de su amado rubio y en definitiva, no había forma de que la noche terminara mejor.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Después de la cena en donde Gaara espantó dos pretendientes más de su esposa, ambos se dirigieron a su habitación. Gaara se había llevado consigo una botella de vino y la abrió apenas llegaron.
-¿Quieres brindar algo Gaara? – Preguntó Matsuri un tanto desconcertada. El pelirrojo le entregó una copa y le sonrió.
-Celebramos nuestro primer día de casados.
-Que se me hace que sólo estás buscando una excusa para beber – Dijo la castaña sonriendo. Gaara asintió.
-Eso también.
Matsuri sonrió, le encantaba pasar tiempo con su amado Gaara, porque sólo así estaba segura de que él no estaba con ninguna otra mujer, sabía que eso le rompería el corazón, pero estar a su lado era maravilloso.
Después de beber el vino ambos se sentaron sobre la cama.
-Bueno, creo que ya es hora de dormir – Dijo Matsuri interrumpiendo aquel incómodo silencio que se formó de pronto y que sólo la ponía más nerviosa, así que se puso de pie.
-Sí, tienes razón Suri –La secundó Gaara. Al oírlo, Matsuri lo miró sorprendida.
-¿Suri? – Repitió esbozando una pequeña sonrisa -. Hace años que no me llamabas de esa forma.
-¿En serio? Pues no sé por que lo dije – Dijo el pelirrojo levemente avergonzado -. Ahora que recuerdo la primera vez que te llamé así te enfadaste conmigo y me dijiste que ese era un apoco ridículo.
-Ah sí, pero cuando me dijiste que a ti te parecía bonito te permití llamarme así – La castaña se sintió un poco nostálgica, de aquel tiempo en que sólo eran unos niños y no les preocupaba nada más que jugar juntos. En ese tiempo sí podían ser amigos de verdad, no como ahora, porque ahora ella lo amaba y sentía un intenso dolor en su pecho cada vez que se tenía que aguantar el impulso de besarlo, de abrazarlo y de gritarle que lo amaba con todo su ser.
-Me sigue pareciendo bonito – Dijo Gaara parándose y quedando frente a ella, mirándola de esa forma tan intensa que sólo él tenía -. Tanto como tú…
-Gaara… - Susurró Matsuri sonrojada. El pelirrojo comenzó a acercarse a ella, acariciando su mejilla. No sabía por que pero en estos momentos se estaba muriendo por besarla y estrecharla entre sus brazos sin importarle nada. Matsuri cerró sus ojos, sintiendo cada vez más cerca el aliento de la persona que la enloquecía; ya no le importaba nada, sólo estar con él y demostrarle cuanto lo amaba. Sin embargo cuando estaban a punto de besarse los interrumpió el sonido de un celular.
-Es mi teléfono – Dijo Gaara separándose de ella de golpe. Se sentía avergonzado por lo que estuvo a punto de hacer.
-Pues contesta – Aconsejó la castaña, que se sentía igual o peor que él, pero más que nada estaba frustrada porque ese beso lo deseaba con todas sus fuerzas, un beso y mucho más.
-Sí – Gaara tomó su celular y se sorprendió al ver que quien lo llamaba era una de sus ex novias. Frunció el ceño levemente y contestó -. ¿Bueno?
Matsuri simplemente lo miraba en silencio, sospechando que se tratara de una de las tontas amantes de Gaara. Se sentía morir de sólo pensar en eso, pero no había nada que pudiera hacer.
-No me llames más, ahora soy un hombre casado – Dijo Gaara cortando la llamada, dejando sorprendida a Matsuri pues no se esperaba una acción de ese tipo por su parte.
-¿Una de tus ex? – Preguntó la chica tratando de disimular su molestia.
-Sí, pero ya me tiene harto con sus llamadas, espero que ahora que estoy casado se aburra y ya se busque a otro.
-Ya veo que este matrimonio no sólo te beneficia en la parte de la herencia.
-Perdón por aprovecharme de eso para espantar a mis ex, es que hay algunas que no dejan de acosarme y es realmente molesto – Dijo Gaara mientras se soltaba el nudo de la corbata.
-Sí, como Sayuri por ejemplo ¿No? – Comentó Matsuri quitándose sus aretes para dejarlos sobre la mesita de noche -. En realidad no sé como te metiste con esa loca, está muy mal de la cabeza, armando sus escándalos en la oficina porque nos íbamos a casar.
-Bueno Sayuri fue… un pequeño desliz – Dijo con una gotita resbalando por su frente, sin notar la cara de fastidio de Matsuri -. Nunca pensé que se volvería así de obsesionada.
-Bueno… basta de hablar de ella, vamos a dormir – Matsuri desamarró el tirante de su vestido y Gaara se quedó mirando como la prenda de la chica se deslizaba por su espalda hasta caer al suelo. Sólo podía verla así porque ella le estaba dando la espalda, pero podía ver su hermosa figura y tuvo que desviar la mirada -. No me estés viendo Gaara, date la vuelta.
-Seguro – Dijo el pelirrojo algo avergonzado. A pesar de haber visto a muchas mujeres desnudas en su vida jamás se imaginó que un día estaría tan cerca de ver a Matsuri de esa manera.
La castaña se puso su pijama y se soltó el cabello, mientras que Gaara aún le daba la espalda, pero estaba muy tentado a observarla.
-¿Ya puedo voltear? – Preguntó.
-Claro Gaara – Respondió Matsuri tratando de bajar un poco la basta de su camisón, ya que era muy corto. El pelirrojo se volteó y al verla volvió a sorprenderse. Nunca había visto a Matsuri como a las demás mujeres, pero no podía ignorar lo hermosa que era y al verla así sólo le daban unas enormes ganas de tocarla, de acariciar su cuerpo con lentitud y perderse en los caminos de su piel.
-"¿Por qué me está sucediendo esto? ¿Qué es lo que me pasa cada vez que veo a Matsuri?" – Se preguntó algo sofocado por aquel deseo. No se entendía, lo único que tenía claro era que estar con Matsuri le estaba prohibido, porque debía respetarla a pesar de todo.
-¿Gaara te pasa algo? – Preguntó la castaña, pero él negó con la cabeza y bajó la mirada.
-No es nada, sólo quiero dormir – Respondió comenzando a quitarse el saco. Matsuri no dijo nada y se metió a la cama con un leve sonrojo en sus mejillas por haber sido vista por Gaara, pero es que no tenía otro pijama y todo por culpa de Temari y su genial idea de recrear la vista de su hermanito.
Después de quitarse la ropa Gaara apagó las luces y se acostó en el otro extremo de la cama, dándole la espalda a Matsuri. Se sentía como un estúpido pues no podía dejar de pensar en ella y a pesar de estar en la misma cama no podía siquiera besarla. Sonrió levemente, ésta y la noche anterior habían sido las únicas en que compartía la cama con una mujer sin tener sexo con ella y aunque se estaba muriendo por tenerla, también se contradecía porque sabía que eso sería un error.
También pensaba en que realmente había disfrutado este día al lado de Matsuri, viéndola reír como si fuera una niña chiquita, disfrutando del mar como si fuera lo más grandioso que existiera en el mundo; ella era la única persona que lo hacía sentir de esa manera tan especial.
-"Es imposible… yo no puedo…" – Pensó con intención de olvidarse de esos sentimientos, no era bueno pensar tanto en Matsuri.
-Gaara… - Lo llamó la chica en voz baja, casi en un susurro.
-¿Sí?
-Sólo quería decirte… que tengas buenas noches.
-Tú también Suri – Dijo Gaara comenzando a cerrar sus ojos. Quería dormir y así quitarse todas esas ideas raras de la cabeza.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
-Que bueno que sólo fue una fractura menor ¿No es así? – Preguntó Naruto mientras detenía su auto frente a la mansión Hyûga -. Wow, que casa tan grande.
-Gracias por traerme Naruto-kun – Dijo Hinata levemente sonrojada. Ella estaba sentada en el asiento del copiloto y tenía su pie derecho vendado. Naruto bajó del auto y le abrió la puerta a ella, ayudándola a que se apoyara sobre su hombro para caminar.
-No te podía dejar tirada con un pie lastimado – Dijo sonriendo el rubio. Ayudó a Hinata a llegar hasta la puerta y tocó el timbre -. Por cierto, te doy libre el día de mañana.
-No, como crees que yo…
-Vamos, no tiene nada de malo, no puedes caminar – La interrumpió Naruto volviendo a sonreír. Hinata sólo se sonrojó y asintió con la cabeza, sonriendo también.
-Como digas Naruto-kun – Al verla sonreír tan dulcemente, Naruto no pudo evitar sonrojarse, de verdad Hinata era demasiado linda.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Sasuke se encontraba en su habitación, recostado en su cama y viendo hacia el techo. No podía dejar de pensar en Sakura y en el beso de ayer, era la primera vez que se obsesionaba con una mujer y tal vez ahora entendía a todas esas que lo perseguían como locas.
-Tal vez sólo me gusta porque no me pertenece – Se dijo, sonriendo con arrogancia. Era muy cierto que sentía algo de culpa porque ella era la novia de Naruto, pero también era cierto que Sakura sentía algo por él, lo había sentido en su beso.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Temari se sentó sobre su cama dando un largo suspiro pues había tenido un día muy pesado y se sentía muy cansada. Comenzó a quitarse la blusa pues tenía muchas ganas de acostarse y tomar una gran y larga siesta. Shikamaru entró a la habitación quitándose la corbata.
-¿Ya te vas a dormir mi amor? – Preguntó él sentándose junto a su esposa.
-Así es, tengo mucho sueño – Respondió Temari quitándose la blusa por fin. Shikamaru frunció el ceño y ella lo notó -. ¿Qué sucede mi amor?
-Tenía otros planes para esta noche – Dijo un poco frustrado. Temari sonrió algo divertida.
-Ya veo por donde vas y no me parece mala idea – Dijo acercándose al oído de él -. Pero sólo un ratito.
Shikamaru la rodeó por la cintura y comenzó a besarla en los labios. Le encantaba cuando su mujer no se comportaba como una problemática, porque sí tenía un carácter de los mil demonios cuando se enojaba y eso no lo podía negar.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Naruto iba en su auto pensando en lo sucedido hoy. Por alguna razón no podía dejar de pensar en la hermosa sonrisa de Hinata, era realmente difícil de olvidar ¿Por qué la tenía tan presente en su cabeza si antes eso no le sucedía? No podía entender que pasaba con él, pero no era bueno pensar tanto en una mujer que no era su novia.
-Es verdad… Sakura-chan… - Susurró tratando de pensar en ella, pero por más que lo intentaba la imagen de Hinata regresaba a su cabeza una y otra vez.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Estaba tratando de dormir pero cada vez que cerraba sus ojos se imaginaba acorralándola en esa cama, haciéndola suya una y otra vez. No soportó más aquello, el tener que estar a su lado sin poder hacer nada y se levantó yéndose a encerrar al baño. Abrió la llave de la ducha y metió su rojiza cabellera bajo el agua helada, tal vez así podría disminuir el calor de su cuerpo a pesar de que la noche anterior no había funcionado para nada.
-¿Qué demonios sucede conmigo? – Se preguntó golpeando la pared de la ducha -. Ya estoy harto de esto, no es posible que no pueda quitarme esta estúpida idea de la cabeza, maldición.
Gaara golpeó la pared una vez más y cerró la llave de la ducha. Se secó un poco con una toalla y salió hacia la habitación de nuevo. Al acercarse a la cama notó que Matsuri estaba toda destapada y eso sólo lo dejó peor que antes, ya que ese corto pijama se había subido aún más y casi dejaba ver su ropa interior, además de ese provocador escote.
No podía dejar de mirarla, no sólo por lo hermosa que era sino también porque se veía tan frágil, tan inocente. Como deseaba estrecharla entre sus brazos y mantenerla pegada a su cuerpo, o robar su aliento entre besos y caricias apasionadas. Deseaba también que ella le correspondiera, deseaba sentir como esas suaves manos se deslizaban por su espalda y su pecho con extrema lentitud, lo anhelaba ¿Pero por que? ¿En que momento Matsuri se había vuelto una obsesión?
Porque sólo era eso, una simple obsesión, algo que seguramente olvidaría una vez que la tuviera.
La castaña estornudó y Gaara soltó una pequeña sonrisa.
-Pero que tonta, con esa pequeña pijama es obvio que te enfermaras – Dijo en tono de regaño, aunque sabía que ella no podía oírlo. Se acercó a la cama y la cubrió con las frazadas. La chica se movió un poco y ladeó su cabeza, haciendo que sus labios dieran justo hacia donde se encontraba Gaara. El pelirrojo se acercó un poco a su rostro y pasó una mano suavemente por su mejilla, observándola fijamente -. ¿Qué se supone que me has hecho?
-Gaara… - Susurró la chica entre sueños, haciendo que él se sorprendiera al oír su nombre entre los labios de Matsuri mientras dormía. Ese rostro angelical y sus labios semi-abiertos hacían que se perdiera en ella, hundiéndose más en el deseo de besarla de nuevo.
Comenzó a acercarse a ella, sintiendo su suave aliento sobre su rostro. No importaba que la besara ahora, ella estaba dormida y jamás lo sabría, pero no podía hacerlo, no podía aprovecharse así de ella, simplemente no se lo podía permitir.
-Soy un imbécil – Susurró para si. La siguió mirando unos segundos más y finalmente le dio un beso en la frente -. Duerme bien pequeña Suri.
Se alejó de ella y se acostó en su lado de la cama, cerrando sus ojos para ver si ahora lograba dormirse. Ya sabía que mañana tendría que volver a hacer como si nada le pasara, como si el estar junto a ella no provocara nada en él. Tendrían que fingir ser una feliz pareja ¿Pero hasta cuando podría reprimir aquel deseo de tenerla entre sus brazos?
En verdad no lo sabía.
Continuara…
Avance:
Ya ha pasado un mes desde que Gaara y Matsuri están casados y sorpresivamente deberán convertirse en padres por un día al cuidar de su sobrina Miki mientras sus padres se van a un spa. Naruto y Hinata tienen una cita en donde por fin sucede algo entre ambos. Sasuke va a ver a Sakura al hospital, en donde sucede algo interesante. Y la llegada de una ex de Gaara provoca los celos de Matsuri y frustra su intento por confesar su amor.
Próximo capítulo: ¿Quién dijo que ser padres era fácil?
--------
Jejeje, bueno, eso ha sido todo por ahora, espero que les haya gustado, y nos leemos pronto.
¡Bye! | |
| | | lalii_1995 Nivel 1
Cantidad de envíos : 26 Edad : 34 Fecha de inscripción : 07/09/2009
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Sáb Oct 23 2010, 09:03 | |
| AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA ES LA MEJOR HISTORIA REALMENTE LA AMO PORFAVOR NO TE DEMORES EN SUBIR EL POROXIMO CAP :D BESOS | |
| | | ~PriincessYoko~ Nivel 13
Cantidad de envíos : 596 Edad : 32 Localización : Toii Con Mii Hermoso Hombre, Mii Kamikorosu! ;DDD <3! Fecha de inscripción : 21/01/2010
| | | | Selene-chan Nivel 6
Cantidad de envíos : 213 Edad : 33 Localización : En mi casa Fecha de inscripción : 21/04/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Dom Oct 31 2010, 14:34 | |
| ¡Hola! Vengo apurada así que gomen por pasarme tan rápido xDD
¡Pasen por mis otros fics, no se van a arrepentir!
Sin más, y dando las gracias nuevamente, la conti ^^
--------
Capítulo 7: ¿Quién dijo que ser padres era fácil?
No podían creerlo cuando Kankuro y Sari se los habían pedido, jamás pensaron que terminarían cuidando de una pequeña niña que además era muy inquieta.
—Cielos – Suspiró Matsuri mientras observaba como Gaara le compraba un helado a Miki.
Hace unas horas atrás los padres de la niña les pidieron que la cuidaran por el fin de semana ya que ellos deseaban tener un tiempo a solas. Aceptaron pensando en que ella se portaría bien pero apenas sus padres se fueron comenzó a hacer pataleta y lo peor era que ninguno de los dos había cuidado una niña antes.
—¿Te gusta tu helado Miki-chan? – Preguntó Gaara regresando junto con la niña al lado de Matsuri. Los tres se encontraban en el centro comercial, ya que Miki había insistido en salir.
—Hai, aligato tío Gaala – Dijo Miki mientras comía de su helado muy sonriente. Matsuri tomó su mano y sonrió dulcemente.
—¿Y donde vamos primero? – Preguntó a la pequeña, a la cual se le iluminaron los ojos mirando hacia una tienda de juguetes.
—¡A la juguetelía! – Gritó emocionada y corriendo hacia la tienda. Gaara y Matsuri se miraron entre ellos y soltando una risita siguieron a Miki
Había pasado más de un mes desde que estaban casados y todo parecía ir muy bien. Estaban viviendo en la mansión de la familia ya que Kankuro y Temari se la habían cedido porque preferían una casa más pequeña y querían dejarla libre para los recién casados. Lo más raro era que no habían sido molestados ni por Sayuri ni por ninguna de las ex de Gaara, así que Matsuri se sentía tranquila.
—Nunca me imaginé cuidando de una niña – Dijo Gaara con una sonrisa mientras entraban a la juguetería.
—Pues sí que es extraño verte haciéndolo, pero te las apañas muy bien – Comentó Matsuri, quien miraba constantemente a Miki pues no quería si quiera pensar en que se les fuese a perder.
—Yo no sé, ni siquiera he pensado en tener un hijo algún día, ya sabes como soy – Matsuri lo miró un momento fijamente, no lo había pensado, pero era cierto; Gaara no era de esos que se casaban para tener hijos y una gran familia, aunque ella quisiese otra cosa.
—Sí – Dijo un poco triste y desanimada -. En cambio a mí me gustaría mucho tener un hijo algún día, eso sería muy lindo – Sonrió imaginando como sería estrechar a un bebé recién nacido entre sus brazos.
Gaara la observó fijamente, imaginándola de esa manera, primero embarazada y luego con un bebé en los brazos, con un bebé que fuera suyo. Sonrió levemente; aquello era una verdadera tontería ¿Qué hacía imaginando imposibles? Él era Sabaku No Gaara, él era quien no sabía amar, no conocía ese sentimiento, esa palabra que llevaba tatuada en su frente como un modo de revelarse contra él ¿Entonces que demonios le sucedía?
—¿Sucede algo Gaara? – Cuestionó la castaña pasando su mano frente a los ojos de Gaara, el cual pestañeó y desvió la mirada.
—No es nada, sólo pensaba… que hermosa te verías esperando un hijo – Dijo antes de caminar hacia su sobrina, dejando a Matsuri paralizada y sorprendida, pues no se esperaba tan lindas palabras de su parte.
—Sólo tendría un hijo si fuese tuyo – Dijo para si, siguiendo a Gaara y a Miki, tomando la mano de la niña para caminar los tres juntos como si fuesen una familia.
Gaara miraba de reojo a Matsuri, algo arrepentido de sus pensamientos ya que después de todo no podía suceder. Durante todo este tiempo le había sido muy difícil reprimir sus deseos por ella, pero lo había conseguido. Había estado –sin embargo- tan concentrado en aquello que ni siquiera se había acostado con alguna chica, la última había sido Ayumi hace más de un mes, pero desde que estaba casado con Matsuri no había estado con nadie y sólo pensaba en estar con ella.
—"¿Será que de verdad siento algo por Matsuri?" – Pensó confundido, pues no hallaba otra explicación a lo que le estaba pasando.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Kankuro y Sari se encontraban relajándose en un spa. Desde que había nacido Miki no tenían un tiempo para ellos solos ya que la niña era bastante demandante en ese aspecto, por eso habían decidido dejársela a Gaara y a Matsuri para darse una escapada.
—Que bien – Dijo Kankuro recostado en una camilla mientras una chica le daba un masaje en la espalda. Sari estaba a su lado, recostada en otra camilla y recibiendo un masaje también.
—Sí, la verdad es que haber venido aquí ha sido una buenísima idea – Dijo Sari igual de relajada que su marido -. Oye cariño… - Lo llamó.
—¿Sí?
—¿Crees que fue buena idea dejarles a Miki-chan a tu hermano y a Matsuri? Ellos dos no tienen idea de niños – Comentó algo preocupada. Kankuro ladeó el rostro para poder verla y le sonrió para tranquilizarla.
—No te preocupes, ellos la cuidarán bien – Le aseguró el castaño -. Además necesitan practicar para cuando tengan sus propios hijos.
Sari lo miró confundida.
—¿Pero que dices amor? – Cuestionó en tono incrédulo -. Tú mejor que nadie sabes que lo de ellos es una mentira ¿De verdad crees que en los cinco meses que quedan Gaara-kun acabe enamorándose de Matsuri?
—Tú no entiendes, él ya está enamorado de Matsuri, lo ha estado desde hace mucho tiempo, es sólo que no lo ha querido ver – Dijo Kankuro con seguridad, haciendo que su esposa se sorprendiera pues no pensó que Kankuro diría algo como eso. Lo miró aún dudosa.
—¿Cómo lo sabes?
—¿No recuerdas como se comportaba con los novios de Matsuri? Si hasta los fulminaba con la mirada – Sari soltó una risa divertida al oír ese comentario.
—Sí es verdad, se comportaba tan posesivo con Matsu, casi como si ella le perteneciera – Dijo la chica mientras se acomodaba un poco, recordando todas esas veces en que Gaara había espantado novios y pretendientes de Matsuri con su actitud tan hostil con todos ellos -. Seguro se retorcía de los celos y no se daba cuenta.
—Mi hermano siempre ha alegado que esa sobreprotección que tiene con ella es porque son amigos, pero eso es sólo una excusa, Gaara está completamente enamorado y lo que espero es que se de cuenta antes de que sea tarde ya que yo no puedo hacer más – Kankuro cerró los ojos y soltó un suspiro -. Sólo quiero que él sea feliz.
—Eres tan lindo – Dijo Sari extendiendo su mano hacia él. Kankuro la estrechó mientras los dos se sonreían mutuamente.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Hinata se encontraba recostada en su cama muy concentrada escribiendo en su laptop. Sus dedos se movían tan rápido que apenas se veían, se notaba que era toda una experta en eso. Sonreía levemente mientras su mente imaginaba cada cosa que escribía, porque su verdadera pasión era escribir.
—Bien, ha sido mucho por hoy – Dijo con una sonrisa y cerrando su computadora portátil. Luego de eso se levantó y comenzó a quitarse la ropa para meterse a bañar, pero mientras lo hacía no dejaba de pensar en el dueño de sus fantasías y de su corazón, aquel rubio que ni siquiera la volteaba a ver.
Era una tonta por haberse enamorado, pero al menos se sentía feliz de poder guardar ese sentimiento en su corazón.
—Mira, aquí es donde vas a trabajar – Le había dicho Sasuke como encargado de enseñarle los lugares de la empresa a la nueva empleada. Hinata estaba muy atenta y asintió con la cabeza; hoy era su primer día y debía hacerlo todo bien.
—Entiendo, muchas gracias Sasuke-san – Dijo sonriendo amablemente. Sasuke asintió –con su siempre seria expresión- y se dispuso a marcharse, pero sus pasos se detuvieron cuando él apareció en frente.
Hinata comenzó a revisar la computadora, así que no puso atención en aquella persona que estaba hablando con Sasuke.
—Te andaba buscando Sasuke, tenemos una reunión pronto y llamaron de Suna – Comunicó él. De pronto, sus ojos azules se posaron sobre la muchacha que estaba revisando la computadora y miró a Sasuke como queriendo preguntar algo, éste sólo asintió y él se dirigió a la ojiperla -. ¿Eres Hinata cierto?
—¿Eh? – La chica se exaltó un poco al oír aquella voz, pero fue peor cuando levantó la vista y sus ojos se encontraron con esos azules. Su corazón dio un salto casi queriendo salirse de su pecho mientras que sus piernas comenzaban a temblar; jamás se había sentido tan nerviosa y avergonzada, pero tampoco había sentido nunca algo como eso, el ver a un hombre y quedarse sin respiración.
Su rostro se sonrojó totalmente y notó como Sasuke la veía algo divertido.
—S-sí señor – Respondió más avergonzada porque el azabache se había dado cuenta de lo que le pasaba -. S-soy Hinata, Hinata Hyûga mucho gusto.
—Soy Naruto Uzumaki y soy tu jefe ¿De acuerdo? – Se presentó el rubio con su agradable sonrisa, cosa que para Hinata fue el acabose, él era perfecto.
La ojiperla se metió bajo la ducha y cerró sus ojos con un leve sonrojo en sus mejillas, el cual creció un poco a medida que el agua caía sobre su piel desnuda.
—"Desde ese día me enamoré perdidamente de Naruto-kun… " – Pensó avergonzada.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
—¿Qué me pasa? – Se preguntó Naruto mientras tomaba asiento frente al televisor de su casa. Hace sólo unos minutos Sakura se había ido, pero durante todo el tiempo que compartió con ella estuvo pensando en Hinata.
Durante las últimas semanas se habían acercado un poco más y no dejaba de pensar en ella, incluso un día –por raro que le pareciera- había sentido la tentación de besarla, pero eso sería un grave error y ella jamás le perdonaría, sería como uno de esos típicos jefes que acosan a sus secretarias y él no era un pervertido, por más que su padrino fuese el escritor más pervertido del mundo él no era igual.
Aún recordaba el día en que la había conocido, Hinata era tan tímida y adorable. Cuando la vio ahí sentada revisando el ordenador de inmediato se dio cuenta de que era hermosa, pero más que eso le sorprendió su forma de ser, ahora más que nunca no sabía que demonios le pasaba con ella.
Acercó su mano al teléfono e impulsivamente marcó el número de celular de la ojiperla, oyendo el tono de marcado. Tragó saliva un poco nervioso y quiso colgar, pero justo cuando iba a hacerlo alguien habló con una dulce voz.
—¿Bueno? – Contestaron por fin, lo que hizo que el corazón del rubio se oprimiera por los nervios.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
—¿Bueno? ¿Quién habla? – Preguntó Hinata, quien había salido apresurada del baño para contestar y tenía su cuerpo cubierto sólo por una toalla.
—Hinata, hola – Le habló aquella voz del otro lado, mientras Hinata se sorprendía y sonrojaba a la vez.
—N-Naruto-kun… - Dijo casi sin poder creérselo, pero era cierto y aunque estaba confundida se sentía feliz -. ¿Qué haces llamándome? ¿Acaso sucedió algo?
—No, no, sólo… ¿Quisieras salir conmigo Hinata?
—¿Eh? – Ahora sí que Hinata no podía creerlo ¿Naruto invitándola a salir? – S-sí, claro Naruto-kun, con mucho gusto – Accedió sonriendo, aunque parte de lo recién ocurrido le parecía un sueño.
—Bien, entonces paso por ti – Dijo Naruto. Hinata no dijo nada, sólo oyó como el rubio cortaba la llamada y tan pronto como eso sucedió corrió a su closet a buscar que ponerse, pues debía verse hermosa.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
—No te vayas muy lejos Miki-chan – Dijo Matsuri mientras la pequeña corría hacia unos juegos inflables que había en el centro comercial. Ella y Gaara se sentaron en una banca que había junto a una hermosa fuente.
—Cielos, que día – Dijo Gaara soltando un suspiro y cruzando ambos brazos sobre la nunca -. De verdad esto de cuidar niños no es lo mío – Mirando como Miki jugaba.
—Oye Gaara… - Matsuri lo llamó. El pelirrojo volteó a verla y la notó con la mirada baja y algo sonrojada -. ¿Tú… tú de verdad crees que si yo estuviera embarazada me vería linda?
—¿Eh? Pues… - Gaara no sabía que decir, no se esperaba aquella pregunta, pero sin duda lo pensaba. Sonrió un momento al volver a imaginarla así, tan dulce y linda mientras esperaba un bebé -. Pues claro que sí, tú te ves linda de cualquier forma y estoy seguro de que así también, porque tendrías siempre en el rostro tu hermosa sonrisa.
—Me gustaría mucho… - Dijo la castaña aún sonrojada -. Debe ser muy lindo tener un hijo de la persona que amas.
En ese momento Gaara lo recordó; Matsuri estaba enamorada de alguien, lo que ciertamente le dolió un poco.
—¿Y por que no lo intentas? Es decir, después de divorciarnos podrías intentar conquistar a ese sujeto del que me hablaste – Al oír sus palabras Matsuri lo miró -. ¿Todavía sigues enamorada de él?
—Sí – Respondió Matsuri con una sonrisa -. Gaara yo a él jamás podré olvidarlo, jamás podré cambiarlo por otra persona, nunca dejaré de amarlo, él siempre será el amor de mi vida – Desviando la mirada.
—Ya veo… - El pelirrojo bajó la mirada, sin explicarse por que de pronto una gran tristeza embargaba su corazón. No sabía por que le dolía que Matsuri amara a alguien con tanta intensidad, pero quien fuera ese sujeto, tenía una increíble suerte de que una persona como ella lo amara tanto. A Gaara le molestaba, quería saber quien era -. Oye Suri ¿Y quien es ese sujeto? ¿Lo conozco?
—N-no ¿Por qué habrías de hacerlo? – Respondió Matsuri algo nerviosa, mientras Gaara la veía con cierta desconfianza, preguntándose por que de pronto estaba tan nerviosa.
—No lo sé, sólo tuve curiosidad de saber quien es el sujeto al que amas tanto, ese idiota que te hace sufrir – Dijo frunciendo el ceño, ahora estaba demasiado enojado con aquel imbécil que le había roto el corazón a su querida Matsuri, a su querida amiga Matsuri.
—¿De verdad quieres saber quien es él? – Cuestionó Matsuri mirándolo fijamente -. "Es ahora o nunca, te lo diré Gaara, te diré que te amo" – Pensó decidida, dispuesta a confesarle al hombre que amaba sus verdaderos sentimientos.
—Si tú quieres decírmelo está bien – Respondió el pelirrojo con una sonrisa -. "Cuando sepa quien es lo mataré" – Pensó sin saber que de hacerlo, cometería suicidio.
—Gaara, la persona que yo amo er… - Pero justo antes de completar su frase "eres tú" fue interrumpida por el grito de una niña y al mirar hacia donde se encontraba Miki, la vio llorando en el suelo. Se puso de pie exaltada olvidando lo que estaba a punto de hacer -. ¡Miki-chan!
—¿Qué pasó? – Preguntó Gaara confundido, pero Matsuri no le respondió para irse corriendo hacia su sobrina. El pelirrojo se puso de pie y corrió hacia Miki también -. ¿Qué pasó pequeña?
—Me caí – Respondió Miki sin dejar de llorar. Matsuri se agachó a su lado y le acarició la cabeza mientras veía que tenía una raspadura en la rodilla izquierda.
—No llores linda, yo tengo una bandita por aquí – Dijo la castaña buscando en su bolso. Cuando encontró la bandita la puso sobre la herida de la pequeña y sonrió -. Ya está princesa.
—Aligato tía Masuli – Dijo Miki tratando de parar de llorar, pero sus ojitos aún estaban llenos de lágrimas y sus mejillas se encontraban sonrojadas, lo que le daba un aspecto muy tierno. Gaara se acuclilló a su lado y le sonrió, poniendo su mano sobre la cabeza de la niña.
—Miki-chan ¿Quieres que vayamos a otro lado? Te podemos llevar al parque de diversiones.
—¡Sí! – Respondió Miki emocionada y parándose de un salto. Gaara y Matsuri la tomaron cada uno de una mano y la llevaron caminando.
—"Esto se siente como si fuésemos una familia" – Pensó Matsuri con un sonrisa y enternecida por la escena que protagonizaban los tres. Miró a Gaara de reojo y se sonrojó levemente -. "Como deseo estar así contigo, con un hijo nuestro, eso sería muy hermoso."
—"De alguna forma me siento muy bien de esta manera" - Pensó Gaara mirando a Matsuri y a Miki. De pronto, al observar lo que acababa de pasar, comenzaba a pensar que no sería tan mala idea tener un hijo propio algún día, hasta se oía bonito; su hijo -. "Mi hijo…"
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Sakura se encontraba bebiendo un poco de refresco junto a una máquina expendedora, aprovechando que tenía un rato libre pues no había parado desde que comenzó su turno. Hoy había estado con Naruto pero lo notó muy desconectado, tanto que prefirió dejarlo. Desde que había conocido al amigo de su novio sentía que todo había cambiado, ya no le emocionaba estar con Naruto como antes y desde que Sasuke la había besado no podía dejar de pensar en él. Se sentía como una tonta pero era inevitable.
—Dios ¿Qué me pasa? – Se preguntó cerrando sus ojos ¿Es que acaso era todavía una adolescente indecisa? Por supuesto que no ¿Pero por que Sasuke confundía tanto sus sentimientos?
—¿Pensando en mí? – Escuchó aquella voz que la hacía temblar. Sakura se dio la vuelta y ahí estaba él, vistiendo una sexy camisa negra y unos jeans azules, mostrando una seductora sonrisa. Dios, como la ponía nerviosa.
—¿Qué haces aquí Sasuke? – Preguntó la pelirrosa para evadir la pregunta que él le había hecho. Sasuke sonrió de medio lado.
—Iba pasando por aquí y me dije ¿Por qué no fingirme enfermo para que me atienda una linda doctora pelirrosa? – Bromeó el azabache. Eso era algo que a ella le gustaba de él y no pudo evitar dejar escapar una sonrisa, siempre decía cosas tan arrogantes pero a la vez graciosas.
—Pues yo no te veo fingiendo.
—Oh doctora, me estoy muriendo – Dijo Sasuke llevándose una mano al corazón, mientras Sakura no paraba de reír -. Me estoy muriendo por besarla, doctora.
Sakura dejó de reír y lo miró sorprendida, pero no pudo hacer o decir nada cuando él la tomó por la cintura, y en un abrir y cerrar de ojos ya la estaba besando y jalándola hacia el cuarto de servicio. La pelirrosa se dejó llevar, enredando sus dedos en el cabello azabache y correspondiendo a cada beso; en ese momento todo lo demás carecía de importancia. Todo, -incluso Naruto-, estaba fuera de su mente.
Sasuke cerró la puerta detrás de su espalda y acorraló a la doctora contra la pared, tirando algunas cosas en el camino debido a la prisa que llevaba. Los besos se volvían desenfrenados mientras las manos de ambos comenzaban un intenso y por lo demás prohibido recorrido por sus cuerpos. Entonces Sasuke se separó de ella, pero sin soltarla en ningún momento.
—Ya no puedo aguantarlo más Sakura, me vuelves loco, te haré mía ahora – Susurró antes de volver a besarla, acariciando sus piernas lentamente.
Después de eso ambos se dejaron llevar.
-----
Bueno eso es todo por ahora.
¡Nos leemos!
¡Bye! ^^ | |
| | | ~PriincessYoko~ Nivel 13
Cantidad de envíos : 596 Edad : 32 Localización : Toii Con Mii Hermoso Hombre, Mii Kamikorosu! ;DDD <3! Fecha de inscripción : 21/01/2010
| | | | shirookami Nivel 2
Cantidad de envíos : 62 Edad : 33 Fecha de inscripción : 16/08/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Jue Nov 04 2010, 08:19 | |
| | |
| | | lalii_1995 Nivel 1
Cantidad de envíos : 26 Edad : 34 Fecha de inscripción : 07/09/2009
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Dom Nov 07 2010, 10:44 | |
| | |
| | | Selene-chan Nivel 6
Cantidad de envíos : 213 Edad : 33 Localización : En mi casa Fecha de inscripción : 21/04/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Jue Nov 11 2010, 00:29 | |
| ¡Hola!
Perdonen por la tardanza, pero yo siempre de distraída me olvido de postear, gomen ne ^^u
Aquí la conti, espero que les guste.
--------
En el mismo parque de diversiones a donde fueron aquella noche en que decidieron casarse, se encontraban hoy Gaara y Matsuri junto a su sobrina, la cual caminaba de la mano de cada uno, dando pasos largos como si estuviese tratando de pisar un insecto, pero sólo lo hacía por divertirse, sin embargo se detuvo de golpe.
—¡Tío Gaala, tía Masuli, quelo uno de esos! – Gritó entusiasmada mientras señalaba a un puesto de ramen. Los dos adultos se miraron y sonrieron.
—De acuerdo Miki-chan – Respondió Matsuri con ternura -. Vamos que ya me ha entrado hambre.
—Seguro – Dijo Gaara. Los tres se dirigieron al puesto de ramen y se sentaron. Enseguida se les acercó el dueño del puesto para atenderlos.
—¿Qué se les ofrece?
—Yo quiero ramen con carne de cerdo – Respondió Gaara, luego miró a su sobrina -. ¿Qué quieres Miki-chan? – Preguntó con una sonrisa a la niña.
—Yo quelo lo mismo – Respondió Miki muy animada. Matsuri repitió la orden y enseguida el señor se alejó a preparar la comida para los tres.
—Hace tiempo que no pruebo un delicioso plato de ramen – Dijo Matsuri con cierta nostalgia, pues recordó que la última vez que lo hizo fue cuando vio a Gaara besándose con una mujer y luego de llorar por casi una hora se había ido a caminar por las calles, llegando a un puesto de ramen en donde estuvo bebiendo sake hasta que pudo olvidar. Usualmente no se emborrachaba, pero aquella vez no lo había podido evitar.
—Sí, yo tampoco – Comentó el pelirrojo. Después de un rato el dueño les sirvió su comida y los tres tomaron sus palillos muy contentos.
Cuando ya estuvieron llenos se dispusieron a salir, pero antes Gaara pagó la cuenta.
—Quelo que me calguen – Dijo Miki estirando sus bracitos hacia su tío Gaara, quien enseguida la tomó entre sus brazos, levantándola.
—Se ve que tus padres te quieren mucho pequeña – Dijo el dueño de la tienda. En ese momento Gaara y Matsuri se miraron y se sonrojaron, aunque el sonrojo de ella fue mucho más notorio.
Ninguno dijo nada sobre eso, sólo se despidieron y salieron del lugar, aunque esas palabras no querían salir de la cabeza de Matsuri. Deseaba tanto que su matrimonio fuese real, que Gaara correspondiera a sus sentimientos y la amara de la misma forma que ella a él, deseaba tanto sentirlo, estar entre sus brazos.
—"Hoy no pude decirte nada, pero no me rendiré" – Pensó mientras oía como latía su corazón con sólo pensar que estuvo a punto de confesarse.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Hinata y Naruto se encontraban en un club de boliche y el rubio trataba de enseñarle a la ojiperla como debía lanzar la bola para derribar los pinos, sólo que ella era muy mala y al lanzar la bola ésta se fue por la canaleta.
—No puede ser, quinta vez que la arrojo y no he tirado ni uno solo – Se quejó la chica con el ceño fruncido, era el colmo que ahora que por fin tenía una cita con Naruto ésta se arruinara por su culpa.
¿Cita? De sólo pensar en esa palabra los colores subían a su rostro.
—No te preocupes por eso Hinata – Le dijo Naruto sonriendo de esa forma tan linda -. Lo que sucede es que la estás lanzando mal, pero yo te ayudaré así que sólo haz lo que te diga.
—Como digas – Hinata asintió con la cabeza y tomó la bola nuevamente. En ese momento Naruto se acercó a ella por la espalda, abrazándola y tomando su mano derecha.
—Ahora sígueme – Le dijo al oído haciendo sonrojar a Hinata y que su cuerpo entero temblara, mientras marcaba el trazo moviendo su mano adelante y atrás. La mano izquierda del ojiazul estaba rodeando la cintura de la chica y en un momento ella volteó su rostro para poder mirarlo, quedándose perdida en el azul profundo de sus ojos. Naruto sintió algo extraño, algo que jamás había sentido antes, y de pronto los labios de Hinata se le hacían apetitosos e irresistibles.
La ojiperla dejó caer la bola, la cual avanzó haciendo una chuza, pero ninguno de los dos tuvo tiempo de observar eso, porque estaban concentrados en algo mucho más importante, la unión de sus labios en un tierno beso, aún en la misma posición en la que se encontraban hace unos momentos, y profundizaban aquel contacto intensamente. De pronto ambos habían olvidado todo; ella que Naruto era su jefe y Naruto que él tenía novia. Nada más importaba porque aquel momento era mágico.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Temari no podía creerlo pero estaba casi segura, por fin su sueño, su más grande anhelo como mujer se estaba haciendo realidad, aunque aún quedaba comprobarlo pues sólo se había dado cuenta de que tenía un atraso de unos días. Aún así estaba muy emocionada y no podía esperar a recibir un resultado positivo.
—Bueno, aún no debo cantar victoria – Se dijo mirándose al espejo de su baño, mojando su rostro para calmarse un poco -. Me pregunto que dirá Shikamaru cuando se lo cuente, o no, mejor se lo diré cuando esté completamente segura, no quiero celebrar antes de ganar la batalla.
Después de secar su rostro con una toalla, Temari salió del baño hacia su habitación, en donde la esperaba su esposo recostado sobre su cama. La rubia se recostó a su lado y él la abrazó mientras mantenía su vista fija en el televisor, pero volteó a verla para darle un beso.
—¿Por qué tardaste tanto? Te has perdido una buena parte de la película ¿Qué no recuerdas que es nuestra favorita?
—Claro que sí – Respondió la rubia apoyando su cabeza sobre el pecho de su esposo -. Pero la hemos visto tantas veces que ya la sé de memoria, así que no importa si me pierdo una parte.
—De todas formas me gusta verla a tu lado – Le dijo Shikamaru con una leve sonrisa. Temari le sonrió y lo besó de forma dulce pero apasionada a la vez. Estaba ansiosa por contarle que tal vez pronto serían padres, pero lo haría cuando tuviera la certeza; sería una gran sorpresa para él.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
La pelirrosa se terminó de abotonar su blusa y se puso la bata de médico, mientras Sasuke se subía el cierre de su pantalón. Después de eso el azabache la abrazó por la espalda, besando su cuello.
—Fue grandioso Sakura – Le susurró al oído, pero ella se separó de él y lo miró seriamente, aunque en verdad no quería hacer esto.
—Sasuke, lo que pasó no puede repetirse – Dijo segura de que se arrepentiría más tarde, pero más se arrepentía por haber engañado a Naruto.
—¿Es por él no es verdad? – Preguntó Sasuke contrariado, pues de verdad le dolía que después de haberla hecho suya ella le dijera que no se repetiría, que se quedaba con Naruto. Nunca le había pasado pero de verdad quería a Sakura.
—Así es Sasuke – Respondió Sakura abriendo la puerta, pero se detuvo un momento y lo miró a los ojos -. No nos podemos ver más ¿Lo entiendes cierto?
—Como quieras – Dijo Sasuke bajando la mirada. Después de eso Sakura salió del cuarto.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Matsuri observaba sonriente como Miki se divertía arriba de un carrusel. Gaara también la observaba, se sentía bien al estar así y de pronto no dejaba de imaginar como sería tener una familia de verdad con Matsuri, pero eso era una tontería, él no estaba hecho para eso sino para disfrutar del placer de la vida.
—Gaara… - Lo llamó Matsuri tomando su mano delicadamente, haciéndolo sentir una extraña sensación, una especie de hormigueo que recorrió todo su cuerpo -. Yo tengo algo que decirte.
—Claro Suri, di lo que quieras – Le animó con una leve sonrisa. Matsuri se sonrojó un poco, le pasaba cada vez que Gaara la llamaba Suri, le encantaba cuando él le decía así porque podía sentir el cariño que le transmitía.
—Sé que debí decirte esto desde hace mucho tiempo, que lo he callado esperando a que tú lo notaras, pero creo que eso no sucederá, por eso yo debo decírtelo – Gaara la miraba confundido, no estaba seguro de que era lo que iba a escuchar pero sentía que era muy importante -. Gaara yo te a… - Pero no pudo terminar de hablar porque una voz la interrumpió.
—¿Gaara? ¿Gaara eres tú? – Preguntó una mujer de larga cabellera negra y ojos azules y brillantes, la cual se paró justo frente a ellos y miró fijamente al pelirrojo.
Matsuri soltó la mano de Gaara rápidamente.
—¿Yuki? – Gaara la miró esbozando una sonrisa, estaba algo cambiada, pero pudo reconocerla -. ¿De verdad eres tú Yuki?
—Claro que soy yo, no puede ser que estés tan sexy como siempre – La chica se apresuró a abrazar a Gaara, ante la mirada sorprendida y dolida de Matsuri, sobre todo cuando notó como él correspondía el abrazo ¿Y quien se creía para llamarle sexy a su esposo?
—Cuanto tiempo ha pasado ya, te ves igual de bonita que cuando salíamos juntos – Dijo Gaara al separarse de ella, sin darse cuenta que su comentario había lastimado a Matsuri y también la había hecho enojar -. No te veía desde entonces Yuki – Terminó él.
—Es verdad, desde que me fui de Tokio ¿Pero como has estado? ¿Todavía eres un conquistador de primera? – Preguntó Yuki sonriendo ampliamente, sin notar todavía a la chica que acompañaba a Gaara.
La castaña no podía creerlo ¿Quién era esa que abrazaba así a Gaara? Además venía a enterarse de que salían juntos y lo decían de esa forma tan desvergonzada en frente de ella, que era su esposa. Toda su intención de confesarse a Gaara y decirle que lo amaba se había ido por el caño, había desaparecido por completo, ahora no sabía ni que decir, sólo sabía que esto le dolía mucho.
—No exactamente – Respondió Gaara a la pregunta de Yuki -. Ahora estoy casado.
—¿Casado? – Por alguna razón la expresión de Yuki se entristeció por unos segundos, pero luego volvió a sonreír como si nada -. Eso sí que es inesperado de tu parte.
—Sí, pero ya ves – El pelirrojo volvió a tomar la mano de Matsuri, haciendo que la alegría regresara a su cuerpo -. Ella es mi esposa Matsuri, Matsuri ella es Yuki… mi ex novia.
—Mucho gusto Yuki – Dijo Matsuri extendiendo su mano hacia la chica con una amable sonrisa, pero por dentro se sentía poderosa al haber sido presentada como la esposa ante una de las ex de su marido, porque eso era Gaara, era su marido y ninguna mujer tenía derecho a meterse en eso.
Yuki estrechó la mano de Matsuri – Mucho gusto Matsuri, no puedo creer que lograras atrapar a Gaara, creo que debería ovacionarte.
—No es necesario – Respondió Matsuri con una sonrisa algo sarcástica -. Cuando una persona ama de verdad puede conseguir que la amen también – Apretó un poco la mano de Yuki.
—Ya veo… - Dijo la pelinegra con un atisbo de celos en su mirada, simplemente no podía creer que Gaara estuviera casado con ella, le parecía demasiado insignificante -. "Esta se cree la gran cosa por ser la esposa de Gaara, pero ya verás que él siempre será el mismo."
En ese momento Miki llegó corriendo pues el carrusel ya se había detenido y abrazó su tío Gaara.
—Tío Gaala, ya me quelo i a casa – Dijo la pequeña. Gaara la levantó entre sus brazos y miró a Yuki. Le había dado gusto volver a verla pues habían compartido muchas cosas juntos; ella era igual a él en caso todos los sentidos, pues ambos vivían del placer y veían al sexo como un medio por el cual obtenerlo, los dos sabían que el amor no existía y no lo necesitaban.
—Bueno Yuki, nos tenemos que despedir, espero verte de nuevo – Gaara tomó la mano de Matsuri, la cual sonrió a Yuki.
—Espero volver a verte otra vez – Dijo con aquella sonrisa forzada -. "No te aparezcas nunca más en frente de mi esposo, como se nota que te mueres por él, pero no te dejaré."
—Lo mismo digo, fue un gusto conocerte Matsuri-san – Respondió Yuki con la misma sonrisa fingida -. "Ni pienses que te dejaré quedar con Gaara sin antes haber pasado un buen rato con él."
—¡Adiós señola! – Le gritó Miki agitando su manito mientras se alejaban, haciendo que a Yuki se le marcara una venita en la frente.
—¿Quién se cree esa mocosa para llamarme señora? Yo aún soy muy joven – Masculló enfadada.
Gaara había subido a Miki a sus hombros mientras la niña cantaba una canción muy alegremente y Matsuri caminaba mostrándose algo enfadada. Realmente se había sentido celosa de esa tipa, odiaba la sola idea de que ella hubiese estado con él, de que lo hubiese besado, que hubiese sentido su cuerpo y sus manos sobre ella.
—"Maldita sea no debo pensar en eso, no y no" – Se regañó sacudiendo un poco su cabeza. Gaara la miró y recordó que ella iba a decirle algo antes de que apareciera Yuki. Estaba intrigado ¿Qué podría ser?
—Matsuri ¿Qué ibas a decirme antes? – Preguntó, notando como de pronto los pasos de Matsuri se detenían.
La castaña sintió su rostro arder de la vergüenza y su corazón dio un salto abrupto. Era cierto, iba a decirle a Gaara que lo amaba, pero ahora no se sentía capaz de hacerlo, se había arrepentido por completo.
—¿Yo? Pues no recuerdo – Fingió la chica sonriendo nerviosamente -. Seguro que era algo sin importancia.
—Pues por lo seria que te veías pensé que era algo importante – Gaara siguió caminando, mientras sonreía un poco al sentir que su sobrina jugaba con sus cabellos. Matsuri retomó su camino -. Es raro que tú olvides algo.
—Como te dije… no tenía importancia… - Dijo Matsuri con cierta tristeza. Le dolía mucho el haber conocido a esa ex de Gaara, sobre todo porque era muy hermosa y sentía que no podría competir con ella. Estaba comenzando a pensar que la promesa que le hizo a Kankuro sobre hacer que Gaara se enamorara de ella definitivamente no podría ser cumplida, porque ya llevaban un mes siendo esposos, viviendo juntos, durmiendo en la misma cama, pero aún así él no la miraba, sólo miraba a las otras mujeres como Yuki -. "Que tonta soy, creo que sólo debo resignarme."
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
La noche había caído y Hinata se encontraba escribiendo su novela en su habitación. Se sentía tan inspirada que sus dedos no paraban de teclear. Todo se debía a lo sucedido esta tarde; el haber besado a Naruto.
Se sentía feliz a pesar de que después él le dijera que fue un error, que no debió suceder. Naruto la había llevado a su casa en completo silencio y después casi salió huyendo de ella, pero Hinata no podía pedir nada más, el haberlo besado era como ver un sueño hecho realidad.
—Aunque ahora no sé como lo miraré a la cara – Dijo soltando un suspiro y dejando de escribir. Cerró su laptop y se recostó sobre su cama, tocando el contorno de sus labios con sus dedos, pues aún podía sentir aquel dulce contacto -. Aunque no se vaya a repetir jamás… fue un momento muy hermoso… - Susurró esbozando una suave sonrisa.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Naruto apagó el televisor y recargó su espalda contra el respaldar del sillón. Cerró los ojos y chasqueó su lengua molesto. No entendía que le estaba sucediendo ¿Por qué había besado a Hinata? Y lo peor de eso era que le había gustado, a pesar de decirle que había sido sólo un error.
Jamás imaginó que los labios de Hinata fueran tan dulces, que besarla le provocaría una sensación tan intensa. Lo que agravaba el asunto era que ese había sido el primer beso de la ojiperla, lo había notado por lo inexperta que se comportó, porque tembló completamente cuando él introdujo su lengua en la boca de ella. Jamás había sido besada hasta que él llegó y robó la virginidad de sus labios y, sinceramente, no era eso lo único que estaba deseando robarle. De sólo pensar en que podría ser el primero en hacerla suya su corazón de agitaba con mucha fuerza en su pecho.
—Demonios… yo y mis estúpidos pensamientos – Susurró golpeando levemente su cabeza.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Se sentía como una traidora, pero por lo sucedido hoy con Sasuke sabía que ya no podía seguir al lado de Naruto. Lo había hecho con Sasuke; la peor traición que podía hacérsele a un novio, pero ahora se daba cuenta de que no lo amaba, si lo amara jamás se hubiera acostado con Sasuke.
—Lo mejor será que hable con Naruto y terminemos de una vez – Se dijo resignada a todas sus confusiones. Después de todo debía ser honesta consigo misma y admitir que no sentía amor por él, tal vez sí mucho cariño, pero no más que eso.
Desde que había aparecido Sasuke en su vida todo había cambiado de forma repentina.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Matsuri salió del baño y se recostó bajo las sábanas de su cama, junto a su esposo, el cual leía un libro sobre misterio. La chica le dio la espalda y enseguida cerró sus ojos, recordando por que habían decidid dormir en la misma cama a pesar de que no pasaba nada entre ellos.
Era la primera noche que pasarían juntos en su nueva casa, pero cuando llegaron descubrieron que todas sus cosas estaban en la habitación grande, ya acomodadas como si fuesen pareja.
—¿Que vamos a hacer? – Preguntó Matsuri desconcertada, pero Gaara no se veía muy preocupado. Él se sentó en la cama y se dejó caer de espaldas sobre la misma.
—Bueno, ya todo está aquí, además si dormimos en cuartos separados los empleados se darán cuenta y comenzarán a hablar – Dijo Gaara restándole importancia al asunto, aunque Matsuri lo miró algo confundida.
—¿Qué quieres decir con eso? – Cuestionó. Gaara volvió a sentarse sobre la cama, mirándola fijamente con sus ojos aguamarina.
—Que tendremos que seguir durmiendo juntos – Respondió curvando sus labios en una leve sonrisa, mientras que Matsuri se sonrojaba al oírlo, después de todo era vergonzoso tener que compartir la cama con él.
No quería admitirlo, pero el dormir en la misma cama con Gaara era una gran tentación, pues muchas noches se había tenido que aguantar de besarlo mientras él dormía, por temor a que se despertara. En esta ocasión esperaba dormirse antes que él.
Gaara marcó la página de su libro y lo dejó sobre la mesita de noche, apagando la luz para acomodarse entre las sábanas.
—¿Ya te has dormido Suri? – Preguntó volteándose hacia la chica. Matsuri abrió sus ojos y se dio la vuelta hacia él, sorprendiéndose un poco de lo cerca que estaban.
—No, la verdad es que no tengo sueño – Respondió sonriendo.
—Yo tampoco… - Ambos se quedaron en silencio, observándose fijamente. Matsuri se había quedado perdida en los ojos de Gaara, mientras él no dejaba de mirar los labios de ella. Deseaba tanto volver a besarla y sentía que no se podría aguantar.
—Oye, hoy fue un día divertido ¿No crees?
—Sí, aunque nunca pensé que ser padre era algo tan complicado, los niños son muy caprichosos, creo que nunca tendré hijos – Dijo el pelirrojo mirando hacia el techo de su habitación, pues aunque el día fue lindo, sería extraño que fuese igual todos los días.
Matsuri sonrió mientras lo observaba.
—Lo dices como si en verdad hubiese sido una pesadilla – Matsuri cerró sus ojos y se acomodó en la cama -. Yo creo que sería lindo…
—Matsuri… ¿Tú crees que yo sería un buen padre? – Preguntó Gaara volviendo a mirarla, pero esta vez se acercó un poco más que la vez anterior. Ella lucía tan hermosa con la luz de la luna entrando por la ventana.
—Seguro que sí, por como te portaste hoy con Miki-chan pienso que serías el mejor – Respondió la castaña, acercándose también un poco a él. Sintió su aliento chocar con el de Gaara, era realmente tentador, tanto para ella como para él.
Y Gaara ya no pudo soportarlo más, necesitaba sentirla y hacerla suya ya mismo o terminaría por volverse loco. Se levantó y aprisionó a Matsuri debajo de su cuerpo, notando el sonrojo de la chica aún en la oscuridad de aquella habitación, puesto que él no permitía que la luz de la luna iluminara su rostro al bloquear su paso.
—G-Gaara… - Susurró Matsuri cerrando sus ojos. Su corazón se oprimió con fuerza y sintió como las manos se Gaara se apoyaban a ambos lados de su cabeza, sobre la almohada, mientras él se le acercaba.
—Matsuri… esto es más fuerte que yo… - Susurró Gaara justo en la comisura de sus labios, para finalmente rozarlos levemente con los suyos, haciendo que poco a poco ese suave contacto se convirtiera en un beso. Las manos se Gaara aún estaban en la misma posición, tratando de no aplastar a Matsuri, pero de un momento a otro una de ellas se deslizó hacia la pierna de la chica, mientras la besaba cada vez con mayor intensidad.
Matsuri lo rodeó por el cuello, sintiendo la lengua de él entrar en su boca. Ya no importaba nada, estaba decidida a entregarse a él. Separó un poco sus piernas al sentir como Gaara la acariciaba debajo de las sábanas, no sabía por que estaba pasando esto, pero le gustaba demasiado, no quería detenerse por nada, pero justo en ese momento la puerta se abrió, dejando ver a Miki abrazando un osito de peluche.
Gaara y Matsuri se separaron de inmediato, con los rostros sonrojados y la respiración agitada.
—Tío Gaala, tía Masuli, tuve una pesadilla – Dijo la niña con los ojos llorosos.
—Ven aquí pequeña – Le dijo Matsuri con una dulce sonrisa, aunque aún se sentía agitada por lo que acababa de pasar con Gaara, de sólo pensar que estuvo a punto de entregarse a él, que lo habría hecho de no ser porque fueron interrumpidos.
—Hai – Miki subió a la cama, acostándose en medio de los dos. Gaara la cubrió con las mantas y Matsuri comenzó a cantar una canción de cuna para dormirla. Cuando Miki al fin se durmió, la castaña besó su frente y ella y Gaara se sonrieron mutuamente.
—Vamos a dormir también - Dijo el pelirrojo en voz baja para no despertar a su sobrina -. Y sobre lo que pasó… en verdad lo siento, sólo me dejé llevar.
—No… no te preocupes, fue lo mismo en mi caso – Dijo Matsuri apenada.
Ambos se contentaron con aquella simple explicación y se acostaron para dormir, aunque sabían que sólo habían mentido, pues lo que pasó, ambos lo deseaban con todas sus fuerzas.
—"Dios… estuvo a punto de pasar…" – Pensó la chica con una sonrisa -. "Tan sólo un poco más y Gaara y yo habríamos… ¿Será que me quieres?"
Continuara…
Avance:
Temari confirma su embarazo, pero Shikamaru no lo toma nada bien. Gaara está confundido y no quiere aceptar sus sentimientos por Matsuri, lo que lo hará cometer un error. Naruto y Hinata fingen que nada ha pasado, mientras que el rubio termina su relación con Sakura, y Matsuri sufre al saber lo que ha hecho Gaara a sus espaldas, pero el regreso de alguien a su vida podría hacer que Gaara finalmente acepte lo que siente.
Próximo capítulo: Lágrimas.
----
Bien, so ha sido todo por ahora, gracias por sus comentarios y nos leemos en la conti ^^
¡Bye! | |
| | | lalii_1995 Nivel 1
Cantidad de envíos : 26 Edad : 34 Fecha de inscripción : 07/09/2009
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Vie Nov 12 2010, 10:00 | |
| | |
| | | ~PriincessYoko~ Nivel 13
Cantidad de envíos : 596 Edad : 32 Localización : Toii Con Mii Hermoso Hombre, Mii Kamikorosu! ;DDD <3! Fecha de inscripción : 21/01/2010
| | | | Selene-chan Nivel 6
Cantidad de envíos : 213 Edad : 33 Localización : En mi casa Fecha de inscripción : 21/04/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Mar Nov 16 2010, 04:35 | |
| ¡Hola!
Yo aquí ando subiendo contis, les dejo la primera parte del capítulo ^^
Espero que les guste ^^
---------
Capítulo 8: Lágrimas
—¿Entonces doctor? ¿Ya va a decirme si estoy o no? – Preguntó Temari muy ansiosa, pues quería estar segura si estaba o no embarazada.
El doctor parecía más serio de lo normal mientras leía los resultados del examen, pero Temari sabía que eso era sólo producto de su ansiedad. Finalmente el doctor la miró con una sonrisa.
—Felicidades señora Nara, está usted embarazada – La rubia no pudo evitar llorar de la emoción, esto era lo que más deseaba en la vida y por fin lo tenía. El doctor continuó hablando -. Según los resultados, tiene poco menos de un mes.
—Muchas gracias doctor, no sabe lo feliz que me hace ésta noticia – Dijo Temari secando sus lágrimas, luego se puso de pie para irse, pero antes tomó las manos del doctor -. De verdad gracias.
—De nada señora, es mi trabajo – Respondió el doctor con una sonrisa.
Después de salir de la consulta Temari se subió a su auto y partió hacia la empresa. Ésta noche le daría la sorpresa a Shikamaru y no podía parar de sonreír.
—No sé como me voy a aguantar hasta la noche – Se dijo mientras conducía.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Matsuri se encontraba con los nervios de punta mientras trataba de preparar el café para Gaara. Le era imposible dejar de pensar en lo de anoche y en lo que hubiera pasado si Miki no llegaba. Su rostro se sonrojaba y su corazón de aceleraba de sólo pensar en que tal vez habrían hecho el amor, pues se dio cuenta de la intención que había tenido Gaara, no había sido un simple beso como los otros que se habían dado, pues cuando él la había aprisionado contra la cama pudo sentir su erección contra su entrepierna, lo que sólo la hacía sentir más nerviosa al recordarlo.
—Dios, debo calmarme – Se dijo respirando hondamente. Terminó de preparar el café y lo tomó entre sus manos, para luego dirigirse a la oficina de Gaara.
—Buenos días señora Matsuri – La saludaban las empleadas y empleados de la oficina. Matsuri sólo les hacía un gesto con la mano y seguía su camino. Ya estaba acostumbrada a que la trataran de señora; se sentía bien que todos le tuvieran más respeto por ser la esposa del jefe –aunque el apodo de señora la hacía sentir algo vieja y sólo tenía 23 años-, incluso Sayuri -aunque fuera de mala gana- la trataba ahora con respeto.
—Buenos días Sayuri – Dijo la castaña con cierto sarcasmo al cruzarse con la rubia, la cual la miró sin ocultar su antipatía por la chica.
—Muy buenos días señora – Dijo Sayuri con la misma sonrisa sarcástica de Matsuri -. Espero que su día siga siendo bueno.
—Seguro que sí – Respondió Matsuri antes de dejarla ahí. No podía soportar a esa mujer, a leguas se notaba que no hacía más que destilar veneno y que la odiaba con todas sus fuerzas por ser la esposa de Gaara. A veces no entendía esa obsesión que tenían esas mujeres con Gaara, si lo amaban de verdad debían entender que él no sentía lo mismo, por eso sentía que ella era la única que lo amaba con esa intensidad, porque sería capaz de dejarlo para que él fuera feliz, aunque no pudiera estar a su lado nunca.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Gaara se encontraba en su oficina tratando de leer unos documentos importantes, pero no hacía más que leer la misma línea una y otra vez, sin poder quitar de su mente lo ocurrido anoche en su cama, cuando había tenido a Matsuri ahí, dispuesta a ser suya, a entregarse a él.
Ninguno estaba fingiendo anoche pues no había quien los viera, sabía que lo que casí pasó había sido por su propia voluntad, porque la deseaba y no había podido controlarse. Pero sin duda lo que lo tenía más confundido fue que ella le había correspondido, porque ya no estaba tan seguro de que ella lo viera como su mejor amigo, tal vez a ella le pasaba lo mismo que a él, porque un hombre y una mujer estando juntos era una tentación difícil de ignorar.
—Demonios… - Masculló dejando los papeles sobre el escritorio, mostrándose fastidiado. Se puso de pie y se acercó a la ventana a observar los autos y las personas, que de esa distancia se veían como hormigas. Se llevó una mano a su pecho -. Esto no es… yo no puedo sentir esto…
Sólo quería convencerse a sí mismo de que lo que sentía por Matsuri no era más que un deseo sexual; que definitivamente no era amor.
—Yo no la amo… - Se dijo empuñando su mano. En ese momento la puerta se abrió y al voltearse vio a Matsuri sonriéndole tan dulcemente, que no pudo evitar sentir como su corazón se apretaba con fuerza con tan sólo mirarla, buscando contradecir sus palabras de forma terca.
—Gaara, perdón por entrar sin golpear… te traje tu café de todos los días – Dijo Matsuri dejando la taza de café sobre el escritorio del pelirrojo, el cual la miró fijamente -. ¿Sucede algo?
—No – Gaara rápidamente desvió la mirada, alejándose de la ventana para acercarse al escritorio y tomar la taza entre sus manos -. Gracias – Dijo antes de beber.
—Si me necesitas sólo me llamas – Después de volver a sonreír dulcemente, Matsuri salió de la oficina, dejando a Gaara aún peor de lo que se encontraba.
—Lo único que necesito es dejar de desearte tanto – Susurró bebiendo un poco más de café, tal vez así se controlaría un poco. En ese momento notó que su celular vibraba sobre su escritorio –pues estaba en modo silencio- y lo levantó para contestar -. ¿Bueno? ¿Yuki? – Preguntó sorprendido.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
—¿Has visto a mi esposa? – Preguntó Shikamaru a uno de sus empleados, el cual negó con la cabeza. Desde la mañana que no tenía noticias de Temari y ya comenzaba a preocuparse, no quería ni pensar en que lo pudiese pasar algo malo -. Que extraño… ¿Dónde se habrá metido?
Frunció el ceño, preocupado por ella, sin embargo una sonrisa se dibujó en sus labios al verla cruzar la puerta de entrada de la empresa. Temari lo divisó y se acercó a él.
—Cielos ¿Dónde te habías metido? Estaba preocupado.
—Lo siento Shikamaru, es que estaba en un trámite muy importante – Dijo la rubia, quien no podía disimular su sonrisa. Abrazó a su esposo y éste la miró sonriendo también.
—¿Qué te hace sonreír así? ¿Te pasó algo bueno o que? – Cuestionó el Nara muy intrigado, pero su esposa sólo calló sus labios con su dedo índice.
—Se trata de una sorpresa, pero te lo diré ésta noche en la casa – Respondió Temari, para luego alejarse de Shikamaru, a quien dejó más intrigado aún.
—Que problemática es – Murmuró el pelinegro mientras la observaba, pero sonrió, ya quería saber cual era esa sorpresa que la tenía así de feliz.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Hinata no podía dejar de temblar sentada en su escritorio. A pesar de que el día anterior todo con Naruto quedó en que el beso fue una equivocación, simplemente no lograba calmarse.
—Respira, todo va a estar muy bien – Se dijo tratando de convencerse. Tomó la carpeta que estaba sobre el escritorio y caminó hasta la oficina de Naruto, aferrando a su pecho dicho objeto.
Golpeó la puerta dos veces y entró a la oficina sin esperar respuesta, encontrando a Naruto muy pensativo. Al principio no quiso hacer ningún ruido para no molestarlo, pues se veía tan guapo con esa expresión seria en su rostro, sin embargo Naruto la notó y volteó a verla.
—Etto… - Al notar que Naruto la observaba Hinata se sonrojó completamente -. N-Naruto-kun… aquí están tus documentos, perdón por la demora.
—Gracias – Fue todo lo que dijo el rubio, aún estando muy serio. A Hinata le pareció un poco raro, pues desde el día anterior Naruto no la trataba igual y eso le dolía, le dolía mucho.
Salió de la oficina y se limpió una lágrima que rodó por su mejilla.
—¿Qué sucedió? ¿Por qué Naruto-kun no me sonrió como antes?
Naruto se dio un golpe en la cabeza sobre el escritorio, pero no le llegó a doler.
—¿Qué demonios fue eso? Hinata no tiene la culpa de mis tonterías – Se reclamó llevando una mano a su cabeza. Se sentía como un estúpido por haberla tratado así, pero no tenía el derecho de darle esperanzas pues él ya estaba en una relación, aunque no podía dejar de pensar en Hinata.
Soltó un enorme y hondo suspiro, esto no le podía estar pasando.
—Sakura-chan… - Susurró con cierta tristeza. Le dolía darse cuenta de que ya no sentía lo mismo por ella, no sólo por Hinata, sino que de pronto había comenzado a morir aquel sentimiento que antes lo hizo tan feliz.
Era muy extraño como a veces el corazón humano cambia de parecer, de un momento a otro.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Eran ya las doce y Gaara salía de su oficina para ir a almorzar. Cerró la puerta tras su espalda y notó a Matsuri que estaba guardando algunas cosas para ir a almorzar también. Por más que trataba no podía mirarla sin recordar lo sucedido anoche, pues ansiaba volver a repetirlo y llegar mucho más allá, aunque sabía que eso estaba mal.
Fijó su vista luego en Sayuri, pues ella no dejaba de mirarlo con mucha rabia. De verdad se arrepentía de haberse enredado con ella pues estaba completamente loca, no lo dejaba en paz, sobre todo después de haberse casado con Matsuri, ya que –sin que Matsuri lo supiera- lo había estado acosando muy seguido y lo tenía ya harto.
Matsuri tomó su bolso y se dispuso a salir, pero Gaara la tomó de la mano para impedirle que se fuera.
—¿Vas a almorzar Suri? – Preguntó el pelirrojo. Matsuri se dio la vuelta y con sólo verlo se sonrojó, ya que esos recuerdos e imágenes no querían salir de su cabeza.
—Sí ¿Acaso vendrás conmigo?
—Si no te molesta – Dijo Gaara algo apenado, pero se alegró al ver a su esposa sonreír de esa forma que la hacía lucir tan hermosa.
—Claro que no ¿Cómo me va a molestar?
Gaara sólo sonrió y tomó la mano de Matsuri para salir junto con ella, notando como Sayuri los veía aún con rabia.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Sasuke se sentía tan mal, tenía ganas de correr al hospital y estrechar a Sakura entre sus brazos, para gritarle en su cara que no lograría alejarlo de ella, porque él…
—Yo… ¿Qué siento por ella? – Se preguntó. Se levantó de su puesto y salió, dirigiéndose al ascensor. Justo cuando éste se iba a cerrar apareció Naruto, sonriendo de esa típica forma zorruna. El sólo hecho de ver a Naruto le hacía recordar su traición, y no se sentía demasiado orgulloso.
—¿Qué hay teme? ¿Pensando en tu próxima presa?
—No digas tonterías, no vivo de eso todo el tiempo – Dijo Sasuke con su típica frialdad, pero por dentro se sentía lo peor, pues nunca antes se había acostado con la mujer de algún amigo -. "Mierda, Sakura sal de mi cabeza antes de que me vuelcas loco".
—"El teme me oculta algo, lo sé, puedo verlo en su mirada" – Pensaba Naruto mirando a su amigo sospechosamente -. Bueno, si no son líos de faldas ¿Entonces que te tiene tan tenso?
—No tengo por que responder a tus estúpidas preguntas dobe.
—Uy pero que sensible estás hoy – Susurró Naruto entornando los ojos, ya que estaba seguro de que a Sasuke le pasaba algo, porque por muy pesado que fuera su amigo nunca era así de cortante.
—Cállate Naruto – Masculló el azabache antes de salir del ascensor –que ya se había detenido- pero Naruto lo siguió pues también se dirigía al estacionamiento -. ¿Por qué me sigues?
—No te sigo, sólo voy hacia mi auto, hoy tengo una cita con Sakura-chan – Respondió el rubio como si nada, dejando a Sasuke paralizado en ese lugar. Naruto subió a su auto y partió, mientras que el Uchiha aún no podía entender ese dolor que sintió de pronto en su pecho.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Sari estaba cuidando de su niña. Le acababa de servir el almuerzo y no hacía más que mirarla con una sonrisa. Cuando supo que la tendría había sido tan sorpresivo que no lo podía creer, pues jamás se imaginó teniendo un hijo. Tuvo miedo de confesárselo a Kankuro de inmediato pues cuando sucedió ni siquiera tenían una relación formal. De hecho había sido Temari quien se lo contó a Kankuro y no ella misma.
Eran como las seis de la tarde y Sari acababa de salir del baño pues había vomitado luego de comer un sándwich de jamón y queso.
—Demonios, me siento pésimo – Dijo limpiando su boca mientras un montón de lágrimas caían de sus ojos hasta sus mejillas, pues estaba segura de que estaría sola en esto -. ¿Pero quien me manda a quedarme embarazada? Que descuidada soy…
Se secó las lágrimas y en ese mismo instante sintió que sonaba el timbre de su casa. Estaba sola pues sus padres habían salido, por lo que no le quedó otra opción que abrir ella, llevándose una gran sorpresa.
—K-Kankuro… - Dijo desconcertada al ver al castaño en su puerta. Trató de sonreír y no mostrar sus lágrimas -. ¿Qué haces aquí?
—Sari, Temari ya me dijo todo – Habló Kankuro con una seria expresión en su rostro, dejando a la joven aún más triste, pensando en que él estaría molesto.
—Lo siento, no tienes que hacerte cargo de esto así que puedes irte, no te obligaré a nada – Al decir sus palabras la chica se dio la vuelta, dando la espalda a Kankuro, quien frunció el ceño ante tal afirmación por parte de Sari, pero en lugar de enfadarse la tomó suavemente de la mano, haciendo que ella se diera la vuelta para abrazarla.
—¿Qué demonios estás diciendo? ¿Cómo puedes pensar que yo me largaré sin hacerme cargo de mi hijo y de ti? – Cuestionó abrazándola más fuerte -. No seas tonta.
—P-pero… ¿Pero entonces…?
—Cásate conmigo – Le susurró al oído, dejándola asombrada; ella realmente no podía creer lo que Kankuro le acababa de proponer -. Sari te amo y quiero que seas mi esposa.
—Claro que sí – Respondió la chica sonriendo y a la vez llorando de la felicidad. Kankuro la tomó del mentón y la besó.
—Mami, ya acabé – Dijo Miki sonriendo. Sari le dio un beso en la frente y levantó el plato de la mesa.
—Miki-chan ¿Cómo se portaron tus tíos contigo?
—¡Bem, tío Gaala y tía Masuli son muy benos! – Respondió muy animada la niña -. Tío Gaala me calgó y tía Masuli me cantó pala dolmilme, canta mu bonito, y tamben, cuando entlé a su cualto estaban mu pegados – Relató inocentemente. Sari se quedó paralizada, tratando de entender lo que su hija le había dicho.
—¿Qué quieres decir con que estaban… muy pegados? – Cuestionó confundida mientras la niña sólo se seguía riendo.
—¡Tío Gaala estaba soble tía Masuli y tenían sus bocas mu jumtas! – Al oír sus palabras Sari se imaginó la escena en su cabeza y enrojeció completamente, abriendo sus ojos como platos.
—¡Miki-chan, aún estás muy pequeña para esas cosas así que olvídate de lo que viste! – Gritó escandalizada, para después dirigirse a lavar los platos.
—¿Eh? – Se preguntó Miki confundida.
*• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• - _ -•**• -
Gaara no podía apartar su vista de Matsuri mientras ésta terminaba de comer, le recordaba mucho a cuando eran unos niños y solían cenar juntos un pedazo de pizza. Ella seguía siendo la misma chica linda y alegre, por eso siempre fue su mejor amiga.
—"¿Por qué ahora no logro verte como mi mejor amiga? ¿Qué has hecho conmigo?" – Pensaba confundido y consternado, pues por más que lo intentaba no podía dejar de ver a Matsuri como una hermosa mujer con la cual deseaba estar. Jamás había reprimido tanto sus deseos por una mujer, pero Matsuri era más que eso, a ella la conocía más que a cualquier otra persona y ella lo conocía a él más que cualquier otro, por eso todo le parecía más extraño aún.
—¿Qué te pasa Gaara? – Preguntó Matsuri al notar que él no dejaba de mirarla. Enseguida volvió a recordar lo sucedido anoche y se sonrojó, bajando la mirada. Su corazón se había vuelto a agitar.
—Matsuri yo… - Gaara no sabía que decir, pero necesitaba saber que había sentido ella anoche cuando se habían besado, cuando casi se entregaron el uno al otro, tenía que saberlo -. Lo que pasó anoche… cuando tú y yo… nos besamos…
—"Por Dios, está hablando sobre eso" – Pensó Matsuri muerta de los nervios -. ¿Qué hay con eso Gaara? – Preguntó poniendo una sonrisa para disimular esos nervios incontrolables.
—Matsuri yo… yo… - El pelirrojo tomó una de las manos de ella sobre la mesa, sintiendo una pequeña corriente eléctrica recorrer todo su cuerpo -. Lo que sentí en ese momento…
Matsuri no hacía más que mirarle a los ojos, estando atenta y expectante a sus palabras, sólo quería oír que él también la quería, que por fin se había dado cuenta, pero tal parecía que algo o alguien la odiaba, porque justo en ese momento el sonido de su celular dispersó por completo aquel ambiente, haciendo que soltasen sus manos.
—¿Bueno? – Contestó la llamada de muy mala gana -. Ah, sí Kankuro, no recuerdo donde están pero enseguida voy y los busco, bye – Matsuri terminó de hablar y miró a Gaara -. Era Kankuro, me pidió unos documentos que necesita con urgencia.
—Pues ve – Le dijo Gaara -. Si es urgente será mejor que te des prisa.
—Pero tú ibas a decirme algo – Replicó la castaña mostrando insistencia en su expresión, pero él sólo se puso de pie y dejó sobre la mesa el dinero de la cuenta.
—No te preocupes, igual no era nada importante – Dijo con cierta molestia, pero no con ella sino consigo mismo ¿Qué tontería estaba a punto de decirle? ¿Qué ella le gustaba más de lo normal? ¿Qué deseaba terminar lo que habían empezado anoche?
¿Y que vendría después de eso?
—"Soy un estúpido ¿Qué pretendo? ¿Qué Matsuri me diga que sí y seamos una feliz pareja? Eso es imposible, ella ama a otro tipo, a ese maldito imbécil, jamás se entregaría a mí, para ella sólo somos amigos" – Pensaba erradamente Gaara, pero al menos estaba seguro de algo, el sentimiento que tenía por Matsuri iba mucho más allá de sólo deseo.
—Ah, no era importante – Dijo la castaña decepcionada. Se puso de pie y miró a Gaara con su típica sonrisa dulce -. Bueno, yo me voy entonces…
—Sí, yo iré a hacer unas cosas ahora – Dijo Gaara también parándose.
Después de despedirse con un beso en la mejilla cada uno se fue en direcciones opuestas.
----
Eso es todo por ahora, espero que les haya gustado y nos leemos en la conti.
PD: no se desesperen, lo que tiene que pasar será cuando tenga que ser ^^ | |
| | | lalii_1995 Nivel 1
Cantidad de envíos : 26 Edad : 34 Fecha de inscripción : 07/09/2009
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Mar Nov 16 2010, 11:38 | |
| | |
| | | ~PriincessYoko~ Nivel 13
Cantidad de envíos : 596 Edad : 32 Localización : Toii Con Mii Hermoso Hombre, Mii Kamikorosu! ;DDD <3! Fecha de inscripción : 21/01/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Jue Nov 18 2010, 08:11 | |
| Supongo Cke Esta Es La Priimera Parte...Xke Creoo Cke el Capii No Ha Termiinado Verdad (?)... En Fiin Espero La Contii Luegooo, Xke O sii No (6), no Es Broma xD Weno Cuiidate Muxooo Y Cke Estes Biien :D Adiios~Desu Desuu! C: | |
| | | shirookami Nivel 2
Cantidad de envíos : 62 Edad : 33 Fecha de inscripción : 16/08/2010
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Jue Nov 18 2010, 08:20 | |
| | |
| | | lalii_1995 Nivel 1
Cantidad de envíos : 26 Edad : 34 Fecha de inscripción : 07/09/2009
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 Vie Dic 03 2010, 09:45 | |
| PARA CUANDO LA CONTI? HACE SEMANAS QUE ESPERO PARA SABER COMO SIGUE.. BYE | |
| | | Contenido patrocinado
| Tema: Re: ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 | |
| |
| | | | ¿Te Casas Conmigo? (GaaMatsu y otros) Capitulo 18 Parte 1 | |
|
Temas similares | |
|
| Permisos de este foro: | No puedes responder a temas en este foro.
| |
| |
| |