Amores de Secundaria (NaruHina y mucho más) cap 16 Parte 2

Genial, Genial y más Genial. Hace ya tiempo que estoy esperando la continuación! Que por cierto, esta ESTUPENDA! Me encanta este Fic, ya lo he dicho como miles de veces, pero no está demás repetirlo :D

Espero lo continues pronto, porque no puede esperar para saber que pasa!

sugoi!!!
realmente sorprendente selene-neechan
espero rapido la conti!!!

OMG tan buen capi selene tienes que continuar muy pronto MALDITA SAYU lo siento pero es asi bueno conti pronto selene bayy

noooooooooooooooo no hay conty ?? muerooo estaaa genial quiero saber que pasaaa n.n

Ay Dios ¡Perdón por la demora! Soy moderadora aquí y aún así me había olvidado de este foro ¡Lo siento! Soy una despistada ^^u

Bueno, he aquí la conti:


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Hiashi Hyûga se encontraba en su despacho, como siempre organizando algunos papeles importantes, cuando de pronto la sirvienta tocó a la puerta.

—Hiashi-sama, perdone que lo moleste pero alguien quiere verlo y dice que es urgente.

Hiashi frunció el ceño, pues odiaba ser interrumpido mientras estaba en su despacho, ni a Motoko se lo permitía.

—Dile que venga en otro momento, estoy ocupado ahora.

—Lamento ser inoportuno señor Hyûga – El hombre entró al despacho sin previo aviso y pasando de largo a la sirvienta.

—¿Quién es usted? – Preguntó el ojiblanco muy enfadado, por el atrevimiento de ese desconocido.

—Mi nombre es Yohei Namura, abogado, y vengo en representación de la señora Hanako Himura– Dijo Yohei sacando una tarjeta de presentación y entregándola a Hiashi.

—¿Qué? – Fue todo lo que dijo el Hyûga, estaba muy sorprendido, pero el sentimiento no alcanzó a llegar a su rostro, por lo que no mostró expresión alguna.

—Así es, espero no le incomode mi presencia, pero tengo algunos temas que discutir con usted.

Enseguida Hiashi miró a la sirvienta y con la mirada le indicó que abandonara el lugar, ella lo hizo sin chistar y los dos hombres se quedaron solos.

—Diga todo lo que tenga que decir rápidamente.

Yohei sonrió – Me alegra que nos estemos entendiendo señor Hyûga.

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—¿Cómo la estará yendo a Namura-san? – Se preguntaba Hanako mientras tomaba un helado en una fuente de sodas.

—Esperemos que bien.

—¿De verdad puedo confiar en él Minato?

—Claro – Respondió el rubio –. Él es de toda mi confianza, te ayudará estoy seguro, podrás ver a tus hijas nuevamente, aunque déjame decirte que no será nada fácil para ellas, creen que estás muerta.

—Ya lo sé, Hiashi no tuvo el valor de decirles que sigo viva, pero… ellas ya son grandes y entenderán, aunque no quiero ponerlas en contra de su padre.

—Te entiendo, es prácticamente lo que hice con Naruto, cuando tuvimos el accidente Kushina lo culpó porque él estaba muy intranquilo dentro del auto, yo tuve la culpa no él, pero él y su madre se distanciaron mucho por ello – Contaba Minato visiblemente afectado por el tema.

—Lo siento Minato… no quería hacerte recordar cosas tristes – Se disculpó Hanako.

—No pasa nada, después de todo mi vida se arregló, estoy feliz con mi familia, y mi nuevo hijo o hija que viene en camino – Dijo sonriendo Minato.

—Que bien por ti.

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Sakura se acercó al resto de las chicas, Temari, Matsuri e Ino que estaban sentadas junto a Gaara en una mesa. Ino se veía extrañamente feliz, Temari igual que siempre y Gaara junto a Matsuri estaban abrazados, cosa que dejó muy extrañada a la peli rosa.

—¿Eh chicos, de que me perdí? – Preguntó sentándose.

—De nada bueno Sakura – Le contestó Ino con una gran sonrisa.

—¿Seguro? – Le miró Sakura incrédula.

—Bueno, como puedes ver tengo cuñada nueva – Dijo Temari señalando a Gaara y a Matsuri quienes seguían abrazados, y al oír este comentario por parte de Temari, la castaña se sonrojó violentamente.

—¡¿En serio?! – Sakura no se lo podía creer, pero luego ya se calmó y se volvió a sentar, se veía un tanto afectada por algo.

—¿Qué te pasa? – Le preguntó Ino.

—Nada, es solo… que Sasuke-kun me pidió que fuese su novia… — Respondió cabizbaja.

—¡¿Qué?! – Gritaron todos muy alarmados, eso sí que no se lo podían creer.

—¿Pero por qué estás triste? ¿No deberías estar muy feliz? – Le preguntó Temari algo extrañada.

—Le dije que no.

—¡¿Cómo?! – Esta vez Temari e Ino se cayeron de espaldas, era aun más increíble que Sakura lo hubiese rechazado.

—Si… no puedo ser su novia.

—¿Pero de que hablas Sakura? – Le preguntó Gaara —. ¿No se supone que tú estabas enamorada de él?

—Si lo estoy pero… pero yo… — Sakura se fue corriendo en medio de las miradas extrañadas de sus amigos.

—¿Qué le pasa a Sakura-chan? – Se preguntó Matsuri.

—Ay no, es verdad – Ino se fue corriendo tras Sakura lo que dejó a todos aun más confundidos.

—Ah yo no sé, mejor me voy además no quiero tocar el violín – Dijo Temari parándose —. Ahí se ven chicos, no hagan nada malo.

—¡¿Qué insinúas?! – Gritaron ambos con sus caras rojas como tomates.

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Sasuke estaba desconcertado por lo que le dijo Sakura, todavía no podía creerlo, de verdad se iba a ir, se iba a alejar de él, y el muy idiota se daba cuenta de lo que sentía cuando ya era tan tarde.

—Mierda, mierda ¿Por qué?

—¿Qué te pasa Sasuke? – Se oyó la voz de Neji tras él. Desde hace un buen tiempo Neji parecía un zombi, por lo que Sasuke se espantó al verlo —. No estoy tan feo – Dijo el castaño.

—No te aparezcas así Neji – Dijo el azabache con la mano en el corazón.

—Perdón ¿Y qué te pasa?

—Sakura se va…

—¿Y a ti qué?

—¿Cómo que qué? Yo… yo la quiero, quiero estar a su lado… pero ella se irá y ya no podremos vernos jamás.

—Bueno y para eso están los mails, teléfonos, que sé yo, igual pueden estar en contacto ¿No crees?

—Neji, eres un genio – Dijo Sasuke poniendo sus manos en los hombros de Neji, luego de eso salió disparado.

—¿Qué no era muy obvio? – Se dijo viendo a Sasuke correr como un loco.

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Naruto, quien había estado encerrado todo el día, estaba tirado en la cama mientras las palabras de Hinata le daban vueltas en la cabeza, se sentía un imbécil total ¿Pero cómo fue a pasar aquello con Sayu? ¿En qué momento, si no recordaba nada? ¿Por qué no se acordaba de nada?

—No entiendo… no entiendo nada… — Se decía golpeando la cama, en eso escuchó que la puerta sonaba –. "¿Será Hinata?"

—Perdón, Naruto soy yo, Sayu – Naruto se decepcionó un poco al saber que no se trataba de quien esperaba.

—Pasa Sayu-chan – Dijo sin ánimos de nada.

La castaña entró a la habitación y al verlo tirado sobre la cama supuso que las cosas habían ido muy mal con Hinata, y eso era justo lo que quería, por fin esa Hinata y su Naruto se habían alejado.

—Naruto… yo… siento mucho lo que pasó.

—No te disculpes…

—Pero de verdad, no debí dejarme llevar… me puse tan feliz cuando me dijiste que querías estar conmigo que… que no me pude resistir.

—¡¿Pero por qué mierda no me acuerdo de nada?

—N-no lo sé Naruto… — Respondió Sayu con una débil voz, como haciéndose la víctima. A Naruto le sobrevino la culpa por haberle gritado, después de todo ella no tenía la culpa de lo que sucedió, ella solo era una chica enamorada.

—Perdóname Sayu-chan – Dijo el rubio –. No debí gritarte.

—No importa… yo no estoy enfadada contigo – La castaña se sentó a su lado y comenzó a acariciar su cabellera rubia, mientras él escondía su rostro entre la almohada.

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Sakura había corrido hasta su cuarto e Ino tras ella le dio por fin alcance.

—Sakura, ya cálmate, deja de llorar – Decía Ino mientras la abrazaba.

—Pero Ino… es que… ya no lo volveré a ver… solo en un mes, tampoco los veré a todos ustedes, los voy a extrañar tanto… — Decía entre sollozos la peli rosa.

—Lo sé Sakura, pero no estés triste, al menos disfruta este tiempo que aun te queda, no llores que me vas a hacer llorar – Ino la abrazaba mientras algunas lágrimas caían por su rostro también. En eso Sasuke irrumpió en su cuarto abruptamente.

—¡Sakura!

—S-Sasuke-kun – Lo miró sorprendida la peli rosa.

—Ino… ¿Podrías dejarnos a solas? – Pidió el azabache mientras Ino asentía. La rubia salió del lugar dejándolos a solas.

—Sasuke-kun yo…

—Sakura, no digas nada, yo sé que tal vez no confíes en mi, que pienses que si te vas… yo me voy a olvidar de ti pero… pero… ¡Aunque te vayas yo jamás te olvidaré!

—S-Sasuke-kun… — Sakura lo miró muy sorprendida, de verdad jamás esperó que Sasuke, el chico de sus sueños le digiera eso.

—Yo… te voy a escribir, a llamar, a mandar mails, pero… Sakura por favor déjame estar contigo… — Decía ya avergonzado el chico, cuando sintió el abrazo de Sakura, la cual lloraba.

—Sasuke-kun, claro que sí, pero… cuando me vaya no te olvides de mí… por favor.

—Nunca me olvidaré de ti, te lo juro Sakura – La tomó de la barbilla y depositó en sus labios un tierno beso, el cual Sakura recibió gustosa.

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Hanako estaba nerviosa, su abogado ya había hablado con Hiashi y esperaba haber llegado a un acuerdo. Daba mil vueltas por su departamento, hasta que el timbre sonó por fin.

—Ay, debe ser él – Se dijo, y como un rayo se dirigió a abrir la puerta. Frunció el entrecejo al notar lo sumamente serio que venía –. No le fue bien ¿Cierto?

—La verdad… fue imposible convencerlo de retirar la demanda, si queremos que usted vuelva a ver a sus hijas tendremos que ir a tribunales.

—Ya veo… — Dijo decepcionada la mujer.

—Lo siento…

—No, usted ha hecho mucho, mañana mismo iré a los tribunales, debemos lograr que me permitan ver a mis hijas.

—Lo lograremos – Dijo Yohei con una sonrisa.

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Hinata se sentía morir, era verdad que le había dicho que lo odiaba pero por más que trataba le era imposible, simplemente no podía olvidar así como así que amaba demasiado a Naruto, que arrancarlo de su corazón iba a ser como si se estuviese arrebatando una parte de sí misma, pero no podía perdonarlo por lo que había hecho.

Seguía llorando, no quería pensar en nada, solo quería irse a su casa, estar encerrada en su cuarto y quedarse ahí, sin ver a Naruto nunca más, tal vez si ya no lo veía se iba a olvidar de él.

En eso sonó su celular, pero no tenía ánimos de contestar, sin embargo al ver el número se sorprendió tanto que respondió casi sin pensarlo.

—¿Bueno?

—¿Hinata?

—¿Mamá eres tú?

—Si… soy yo Hinata, soy tu mamá…

El corazón de Hinata dio un vuelco enorme, de verdad era ella, tenía que ser ella, no había otra explicación, su madre estaba viva, y… Neji le mintió, su padre también, no podía negar que ella era su madre aunque no la estuviese viendo, porque su corazón se lo decía.

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—No puede ser ¡No puede ser! – Hiashi golpeó con fuerza su escritorio, en eso Motoko entró al despacho y encontró muy raro que Hiashi estuviese tan exaltado siendo que él era un hombre muy tranquilo.

—¿Qué te pasa Hiashi?

—Es que… ella ha…

—¿Ella ha? ¿Ella quien? – Le preguntó enarcando una ceja.

—Hanako ha regresado.

—¿Qué?

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Ino iba por el pasillo pensando que habría pasado con Sakura y Sasuke, en eso chocó con Sai y se puso de todos colores al verlo frente a ella.

—Ah, hola Ino-chan – La saludó él con una sonrisa.

—Hola Sai-kun – Dijo muy nerviosa la rubia.

—¿Estás bien? Te veías un poco preocupada.

—No es nada, son cosas que no tienen que ver conmigo – Respondió sonriendo.

—Ah… oye… — Sai se puso a mirar al suelo, y de pronto tomó la mano derecha de Ino entre las suyas.

—¿Qué sucede?

—Yo… sobre lo de ayer… Ino-chan yo…

—Sai-kun, dime algo… la vez que te pregunté si te gustaba Naruko-chan, nunca obtuve una respuesta, la verdad es que quisiera saberlo.

Sai la miró con su sonrisa y ella se sonrojó enseguida – Ella no me gusta, la quiero como una amiga y me siento muy identificado con ella porque cuando era más pequeño también sufrí un accidente.

—Lo siento… no sabía – Dijo la rubia sintiéndose apenada.

—No importa, pero quiero que sepas algo más, la persona que me gusta eres tú.

Ino levantó su mirada y sus ojos se clavaron en los negros de Sai, no podía creer lo que oía, él de verdad le había dicho aquello, no era un sueño. Se arrojó a los brazos del moreno, estaba muy feliz.

—Tú también me gustas a mí, y mucho.

—¿Entonces quieres ser mi novia?

—Por supuesto.

Los dos chicos seguían abrazados, mientras juntaban sus labios en un beso, pero una persona lloraba y se sentía muy triste por esta escena. Naruko finalmente se dio cuenta de que Sai quería a Ino y ella sólo era su amiga, y aunque lo sospechase le dolía tanto oírlo de sus propios labios, el amor era un sentimiento tan hiriente cuando no era correspondido.

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—No puede ser ¿No estoy soñando?

—No Hinata, de verdad soy yo, perdón si te sorprendo, entiendo que no quieras hablarme después de todo lo que ha pasado pero yo…

—No mamá, yo… yo necesito verte, por favor, me siento terriblemente mal, te necesito mamá.

—Ni si quiera te sorprende que esté viva.

—Siempre lo supe, aunque todo el mundo me dijera lo contrario, yo siempre supe que estabas viva en alguna parte, mamá te necesito mucho.

—Lo sé hija, yo también, quiero verte, pero necesito que no hables de esto con tu padre.

—Claro… pero ahora no puedo, me encuentro lejos.

—No te preocupes, ya tendremos tiempo de hablar, hija mía te quiero mucho… — Comenzando a llorar –. Te he extrañado tanto, a ti y a tu hermana.

—Yo también mamá…

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El día acabó rápidamente, y ya todos debían regresar a Konoha, lo curioso es que en el bus se notaban muchas parejas nuevas, como también se notaba claramente que algo había pasado entre Naruto y Hinata quienes no se miraban para nada. Kakashi, quien no se había visto en todo el viaje, fue el último en subir, y así partieron de regreso a Konoha.

Temari se veía muy a gusto con el primo de Sakura, el cual no dejaba de voltear a ver a Hinata, ya que la veía muy triste, iba sentada sola.

—Eh, oye Temari ¿Me esperas un momento?

—Bueno – Dijo Temari. El chico se levantó y fue a sentarse junto a Hinata. La ojiperla no dejaba de ver al suelo, estaba realmente muy mal.

—¿Estás bien Hinata-chan?

—Yusuke-san, no te preocupes, estoy bien – Le respondió con una sonrisa fingida.

—"No es justo" – Pensaba Temari inflando las mejillas.

—¿Qué pasó, tu amigo te abandonó? – Le dijo Shikamaru quien estaba sentado detrás junto a un Naruto que casi se reventaba de rabia al ver a Yusuke hablándole a su Hinata.

—Cállate Shikamaru – Le contestó Temari ofendida. El Nara se sentó su lado con una sonrisa un tanto arrogante.

—No tienes por qué ponerte así, además ese tipo no me cae bien, es mejor que no te juntes con él.

—Déjame en paz Shikamaru ¿Tú que sabes? Siempre te estás metiendo en mis cosas ¿Es que acaso te gusto?

—No voy a responder esa pregunta – Dijo Shikamaru levantándose y volviendo a su asiento, mientras Temari se quedaba con una enorme vena frotada en la frente.

—Oye… — Decía Yusuke viendo a Hinata —. ¿Puedo preguntarte algo?

—¿Qué cosa?

—¿Pasó algo con tu novio?

—No quiero hablar de eso – Le respondió la ojiperla con la voz opacada. Yusuke enseguida se dio cuenta de que había metido la pata, así que mejor no siguió preguntando. Sin embrago se quedó junto a Hinata, le resultaba una persona muy interesante y si era verdad que ella y su novio habían terminado tal vez tuviese una oportunidad.

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Por fin todos bajaban del bus ya estando en Konoha, todos respiraban contentos, aunque claro, había algunos que no lo estaban.

Hinata a penas se bajó se fue donde su primo, sólo se quería ir a casa y al pasar frente a Naruto ni si quiera lo miró, cosa que lo puso muy triste.

—"Hinata-chan me odia ¿Qué voy a hacer? ¿Cómo hago que me perdone?"

—Naruto… — Se le acercó Sayu. Al verla Naruto no pudo evitar sentirse la peor persona de la tierra, él sólo pensando en él y en recuperar a Hinata, cuando también le había hecho tanto daño a su amiga Sayu —. ¿Estás bien? No quiero verte así de triste por mi culpa.

—N-no, no es tu culpa Sayu-chan, fue toda mi culpa, por favor no pienses así.

—No, yo… tengo la culpa de todo…

—Claro que no – Le volvió a asegurar el rubio.

Hinata los veía hablar y se sentía una estúpida, ellos ahí muy contentos sin importarles lo que ella estaba sintiendo.

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El día lunes llegó muy rápido y casi nadie tenía ganas de ir después de ese fin de semana que habían pasado.

Los chicos iban llegando a la escuela, Naruto fue uno de los primeros en llegar, no había podido dormir en toda la noche y no tenía caso quedarse acostado ahí sin hacer nada, así que se levantó temprano.

—Maldita sea ¿Qué hago?

—Hola Naruto… — Se le acercó Sayu.

—Sayu-chan… hola – Dijo el rubio con un hilo de voz mirando hacia el suelo —. ¿Cómo estás?

—Bien…

En ese momento desde el estacionamiento se veían llegar Sasuke y Sakura tomados de la mano. A Naruto le dio gusto verlos así de bien juntos, al menos ellos eran felices.

Luego de eso la vio llegar. Se le desgarraba el alma, ella ni si quiera lo volteaba a ver, ella lo odiaba, ya nada tenía sentido.

Las clases comenzaron normalmente y como era de costumbre Kakashi-sensei llegaba tarde, de hecho desde que se había casado llegaba aún más tarde (Si, aunque no lo crean esta es otra de las cosas que pasaron en los dos meses). El ambiente era bastante tenso, debido a las miradas de Naruto hacia Hinata la cual hacía prácticamente como si él no existiera.

El timbre por fin sonó y todos salieron al recreo.

—¿Sakura vamos a comer algo a la cafetería? Es que hoy no desayuné – Dijo Sasuke.

—Claro Sasuke-kun – Dijo la peli rosa con una sonrisa mientras agarraba su mano. La mitad de las chicas del salón la veían con mucha rabia pues estaban todas envidiosas, en especial Karin, pero por alguna extraña razón no le molestaba tanto como pensaba.

—¿A dónde vas Sai-kun?

—Voy al salón de arte a ver algo de unas pinturas – Respondió el pelinegro a su novia —. ¿Vienes conmigo?

—Sí, vamos – Respondió la rubia con una sonrisa.

Naruko suspiró al verlos partir, de verdad le dolía mucho.

—¿Qué te pasa Naruko-chan?

—¡Ah! – La chica se volteó exaltada —. Matsuri-chan, n-nada ¿Por qué?

—No sé, te vi muy extraña.

—Olvídalo, nadie me entiende, y menos alguien que está tan feliz como tú.

—¿Eh? ¿P-por qué lo dices? – Preguntó un tanto ruborizada Matsuri.

—Pues lo digo por tu novio ¿A propósito donde está?

—Creo que salió al patio jeje ¿Vamos a dar una vuelta?

—Bueno, no tengo nada que hacer – Respondió la Uzumaki sonriendo igual que su hermano.

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Gaara iba por el pasillo, hasta que se detuvo frente a una persona.

—¿Para qué me llamaste Kankuro?

—¿Para qué más? Ya sé que cumpliste la apuesta, nada más quería pedirte tiempo para pagarte hermanito.

—Ah, eso, si haz lo que quieras, pero no lo vuelvas a mencionar aquí en la escuela ¿Me oyes?

—Como quieras pero no sé por qué lo dices.

—Sólo hazme caso idiota – Con estas palabras el chico pelirrojo se alejó de su hermano mayor —. "Matsuri aún no lo sabe, y si se entera sé que jamás me perdonará"

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Hinata iba por el patio, quería estar a solas para pensar, para poder olvidarse de Naruto porque si de algo estaba segura era de que jamás lo iba a perdonar.

—Soy una tonta ¿Por qué no puedo odiarlo?

—¿De quién hablas?

Hinata dio un salto al oír esa voz a sus espaldas y se volteó para ver quien le hablaba.

—Ah hola Yusuke-san.

—No me llames así, y… ¿Cómo estás hoy?

—Bien jeje, estaba un poco triste pero creo que esas son puras tonterías.

—Pues qué bien que pienses así ¿Quieres tomar un refresco? Yo invito – Dijo con una sonrisa.

—Hai, muchas gracias Yusuke-san… d-digo, Yusuke-kun.

—De nada.

Los dos jóvenes caminaban mientras hablaban de cosas y reían juntos.

—Esto me está saliendo mejor de lo que esperaba – Decía Sayu sentada en una banca del patio —. Ahora sólo me falta una cosa para que Naruto sea mío, y el papel de victima me sale muy bien, creo que debería ser actriz.

Una vez terminado su monologo la castaña se levantó y se fue del lugar con una enorme sonrisa.

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—¿De qué querías hablar Naruto? Me hiciste dejar sola a Sakura.

—Disculpa Sasuke, es que… necesito ayuda.

—No me digas nada, es por Hinata ¿Cierto?

—Así es.

—¿Y por qué me pides ayuda a mi? – Preguntó el azabache arqueando una ceja.

—Mira, el viernes es el cumpleaños de Hinata, sé que no va a perdonarme pero no me quiero rendir, además ni si quiera me acuerdo de lo que pasó pero ella no quiere escucharme.

—Eh, más despacio ¿Cuál es el plan?

—Bien, el plan es el siguiente – Le susurró algo al oído.

—¿Crees que eso funcione?

—No lo sé, pero espero que Hinata-chan por lo menos quiera hablarme.

—Me enteré por Neji que piensan hacerle una fiesta enorme en su casa, aunque ella se negó creo que su hermana fue la que organizó todo.

—Entonces ahí será el momento perfecto ¿Puedes decirle a los chicos también? – Preguntó Naruto con cara de perrito regañado.

—Da igual, de todas formas también será un regalo para las chicas, seguro que si participan de esto.

—¡Gracias teme, eres el mejor! – Gritó el rubio emocionado lanzándose sobre su amigo, porque a pesar de todo eran amigos (muy extraños pero amigos a fin de cuentas).

—Pero ya suéltame dobe.

—Oye a todo esto, felicidades por Sakura-chan, espero que la hagas feliz porque de lo contrario te mataré.

—No tienes que decirlo, ya lo sé – Respondió el Uchiha con su sonrisa de autosuficiencia mientras observaba a su novia sentada con sus amigas en la cafetería de la escuela.

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—Así que ahora todas estamos de novias eh – Decía Tenten viendo a sus amigas con una amplia sonrisa, pero de pronto notó como Temari y Naruko se rodeaban de un aura depresiva.

—No lo digas así que parece ser que el tema es tabú para ellas – Le aconsejó Sakura en un susurro.

—Eh, si – Respondió la castaña con una gotita en su frente.

—Yo me voy chicas, ahí viene Gaara – Dijo Matsuri levantándose y yendo a abrazar a su novio.

—Ella se ve muy contenta – Dijo Temari —. Y mi hermano también, que bueno.

—Sí, pero extraño sus peleas, me hacían mucha gracia – Dijo Sakura.

—Por donde lo veas es mejor que se lleven bien, creo que a veces se hacían mucho daño peleándose todo el tiempo – Opinó Tenten.

De pronto Naruko suspiró y todas la quedaron viendo.

—¿Qué?

—¿Oye Naruko-chan a ti no te gusta nadie?

—¿Eh? – La chica enseguida se ruborizó por la pregunta —. No se de que me hablan, a mi ya no me gusta nadie.

—¿Ya no? – La miró Temari —. ¿Eso quiere decir que antes si?

—Eso ya no tiene ninguna importancia – Respondió la chica dando un suspiro, en eso vio a Sasori junto a Deidara, el pelirrojo le hizo un ademan y ella le respondió de la misma forma.

—¿Y qué hay de él?

—¿Qué? Sasori-kun y yo sólo somos amigos. no inventes Temari – Dijo la rubia mirando a otro lado ¿Cómo podía pensar en otro que no fuera Sai?

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El día de clases fue largo y agotador, y ya todos iban saliendo. Naruto corrió como un loco para alcanzar a Hinata a la salida y lo logró, ella iba por el pasillo, entonces él la tomó de la mano cuando ella estaba desprevenida y la metió dentro del cuarto de aseo.

—¡¿Naruto qué haces?! – Gritó la chica exaltada.

—Hinata-chan tenemos que hablar, por favor escúchame – Dijo el rubio acercándose a la chica. Ella podía sentir el aliento tibio de Naruto sobre su rostro, pero ladeó su cara, no quería sentirlo así.

—Di lo que tengas que decir, no quiero seguir viéndote – Dijo la chica de manera fría y cortante.

—Hinata-chan, te juro que no sé lo que pasó, estaba en el cuarto hablando con Sayu-chan y de pronto me desperté y… y estaba junto a ella, pero te juro que no recuerdo nada.

—Que excusa tan barata, no te creo nada y si no tienes nada más que decir aléjate de mí y déjame salir.

Naruto se alejó de ella pues la mantenía presa contra la pared y su cuerpo, era inútil, ella no le creía para nada.

—Por favor tienes que creerme, yo y ella no tenemos nada.

—Déjame en paz, ya te lo dije, no quiero nada de ti, te odio, y jamás voy a perdonarte – Dicho esto la ojiperla se alejó del lugar dejando a Naruto destrozado nuevamente, pero jamás se rendiría.

—Yo voy a recuperarte, lo juro.

—Naruto idiota ¿Cómo se atreve? – Se decía la ojiperla soltando algunas lágrimas por el dolor que le causaba que Naruto fuese capaz de mentirle de esa manera tan descarada. En eso sonó su celular —. ¿Bueno?

—Hinata, soy yo ¿Podemos vernos?

—Mamá… claro que si, voy saliendo de la escuela.

—Perfecto, te daré mi dirección y nos veremos, te quiero mucho hija.

—Y yo a ti mamá…

La chica se fue alejando del pasillo, pero alguien había escuchado su conversación.

—¿Mamá? Ya veo… con que su madre aun vive, pero que sorpresa – Dijo Sayu riendo de forma malvada —. Creo que aun puedo jugar un rato más con ella Jajajaja.

Continuara…

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De verdad perdón, prometo no tardar tanto para la próxima ^^u

Quiero saber que va a pasar con tantas cosas: Naruto y Hinata, sobre todo y cuando -seguramente- Matsuri se entere de lo de la apuesta, eso va a generar mucho drama.
Simplemente me fascina como escribis y la historia es GENIAL.

Espero la continuacion :)

noooooooo y yo q keria seguir leyendo pero que malvada sayu que bien sasu-saku pero espero yusuke le de celos muchoa a naruto para que se de cuenta delo baka que es -.- bueno conti pronto selene bayy

uuuu estuvo genial quiero saver que siguess :D

de verdas es el mejor que he leido de naruhina y eso que el leido muchos ojala naruto se reconcilie con la hinata y sayu sea descubierta jejeje ojala tenga un final bueno espero tu conti ahunq soy nuevo espero poder seguir leyendo tus fick y ya eh de subir uno propio para q lo leas y me des tus opiniones q soy un gran fnatico de esta pareja y de tus ficks ^^

:D ME ENCANTA ESPECIALMENTE GAARA Y MATSURI :3 AMO A ESA PAREJA LOS AMO!!
Y A DEIDARA XD ME ENCANTA Q SIEMPRE ESTE CON SASORI ALGO SURGIRA ENTRE NARUKO Y SASORI??
LA CONTIII!!!

Si continua!!! pliss AMO ESTE FANFIC

¡Hola!

Perdón por la tardanza, y que esté tan corto, gomen, gomen, trataré de tardar menos, lo juro U_U

Capitulo 16: El cumpleaños de Hinata

Ya era día viernes, el día de la tan esperada fiesta de cumpleaños de Hinata. Era tan esperada porque entre Hanabi y Neji habían invitado a medio instituto, mientras Hinata sólo había invitado a sus amigos. No quería ni ver en pintura a Naruto en su fiesta, pero sabía que de igual forma él se iba a aparecer por ahí, era más que obvio.

Las clases ya estaban por terminar, todos salían de sus salones directo a sus casas.

—Fue una clase muy divertida la de hoy –habló con una sonrisa la chica, la cual iba tomada de la mano con su novio. Todavía no podía creer que de verdad eran novios, incluso a sus amigos les había costado asimilarlo, pero ella lo amaba y de eso no había dudas, por tanto estaba muy segura de que estar con él era lo que quería.

—¿De que hablas Matsuri? Estuvo aburridísima –se quejó Gaara en tono de fastidio. La castaña le miró graciosa, para luego entornar los ojos.

—Ay, a ti todo te aburre –le dijo con una pequeña risita, notando como de pronto él detenía sus pasos para jalarla por la muñeca.

—Pues sí, todo menos una cosa –el pelirrojo la tomó por la cintura apegándola a su cuerpo, de una forma en que la hizo temblar por completo —. Y esa eres tú –terminó, susurrándole al oído.

Matsuri se puso más roja que un tomate, él podía ser un idiota en ocasiones, pero también era un chico tierno y romántico si se lo proponía y eso le encantaba de él. Él era un mar de cosas nuevas, de nuevas sensaciones, de nuevos sentimientos y emociones que ni ella misma sabía que existían.

Él podía sorprenderla todo el tiempo.

—Gaara… –musitó apoyando su frente contra la de él. Aún sentía sus mejillas arder y su corazón estaba más acelerado de lo normal, provocándole un cosquilleo bastante molesto en el estómago; las clásicas mariposas de los enamorados.

—¿Qué?

—Te amo… –le respondió.

Ahora fue el turno de Gaara de ponerse como el rojo de su cabello, pues esas palabras lo ponían realmente feliz. Su corazón parecía que iba a salir de su pecho, porque antes no le importaba lo que le dijeran las chicas, él permanecía inmutable. Por Dios, ¿que le había hecho? Se había enamorado, de verdad estaba enamorado de ella.

Pero a la vez sus palabras lo hacían sentir un poco culpable.

La apuesta…

No obstante, no iba a permitir que una estupidez como esa, aquella ridícula apuesta y su orgullo lo alejaran de ella.

—Yo también te amo Matsuri –susurró como respuesta, justo antes de unir suavemente sus labios con los de ella. La chica cerró sus ojos, rodeándolo por el cuello, mientras sentía como él volvía más fuerte el agarre en su cintura, atrayéndola aún más hacia su cuerpo. Se besaban dulcemente, pero en un momento el contacto se volvió algo más agresivo, llevados por los sentimientos que los unían.

—Ay cielos, búsquense un hotel –se oyó una voz femenina, que los hizo separarse de golpe.

—¡Temari! –gritaron los dos sonrojados ante la mirada divertida de la rubia.

—Ya, era sólo una broma –suspiró la chica con cierta decepción —. Ojalá y hoy encuentre a un príncipe azul en la fiesta de Hinata, me aburro demasiado estando tan abandonada.

—No te preocupes Temari-san, de seguro encuentras a alguien –le animó Matsuri con una dulce sonrisa.

—Pues más te vale que no, porque si es así lo mataré antes de que te toque un pelo –amenazó Gaara, a lo que su hermana mayor le miró con el ceño fruncido y una expresión de reproche.

—Eres un egoísta –masculló.

—¿Decías? No pude oírte –el pelirrojo se hizo el desentendido, por lo que Temari también prefirió hacerlo.

—Nada hermanito –dijo Temari con una gotita en su frente.

—¡Hoy tenemos fiesta! –gritó la rubia Naruko saliendo del salón. Se veía muy animada y no era capaz de disimularlo.

—No lo grites tan alto Naruko-chan –le dijo Hinata con una gotita resbalando por su sien, no quería armar revuelo en la escuela con lo de su fiesta —. No quiero que más gente se vaya a enterar, ya de por sí irán muchos.

—Gomen –se disculpó la Uzumaki con una sonrisa traviesa.

—"Ella y él sonríen de la misma manera…" –se pasó por la mente de Hinata con cierta tristeza, ya que esa chica le hacía recordar a Naruto.

En ese instante la ojiperla se quedó viendo a la puerta del salón por donde venía saliendo el rubio acompañado de sus dos amigos. Lo observó por varios segundos.

Él se veía triste.

Pero eso no podía ser, él era un traidor, no podía estarse preocupando por él. Sacudió su cabeza y con ella sus pensamientos y miró para el lado contrario, no quería volver a perderse en su mirada y desear esos labios, a los cuales los suyos pedían a gritos. Lo amaba demasiado aun.

—"Hinata me odia… Hinata me odia…" –se repetía constantemente en la cabeza de Naruto. Ya no podía existir sin ella y es que en todo ese tiempo que estuvieron juntos ella se había metido tanto en su corazón que ya era imposible arrancarla, ni aun quitándose el corazón podría hacerlo.

Por eso iba a recuperarla.

—¿A que hora comienza la fiesta? –preguntó Sakura, quien salía del salón tomada de la mano con Sasuke, ambos se veían de una forma sospechosa, como si estuviesen planeando algo.

—A las nueve –respondió Hinata. Había notado esas miraditas, pero no dijo nada porque pensó que tal vez eran cosas de pareja.

—Bueno, entonces a esa hora nos vemos –dijo la peli rosa con una sonrisa alegre.

Los dos chicos se alejaron de ella mientras se miraban el uno al otro sonrientes.

—No se si sea idea mía, pero creo que se traen algo entre manos… -se dijo Hinata, algo confusa.

—¿Crees que esa idea de Naruto vaya a funcionar Sasuke-kun? –le preguntó Sakura a su novio, el cual sólo veía al frente, pensativo.

—No lo sé Sakura, pero es todo lo que tiene, está muy mal desde que terminó con Hinata, ¿puedes creer que hasta está haciendo los deberes de la escuela? –decía el azabache riendo, después de todo era gracioso ver a Naruto actuar así, cuando él sólo pensaba en flojear todo el día, así era él, siempre estaba metido en líos.

—Jeje, pues si, ese no es Naruto –ella también sonrió —. Aunque no sé, no le creo eso que nos contó sobre lo de Sayu, es decir, es muy difícil de creer algo así razonó la chica, llevándose una mano al mentón.

—Difícil, pero no imposible, ustedes las mujeres… por amarrarnos harían lo que fuera –dijo Sasuke a modo de broma, pero a Sakura le molestó un poco, en cierta forma se sentía ofendida por aquel comentario.

—¿Eso crees? Hmp –le dio la espalda enfadada. Sasuke rió con gracia, su novia era muy quisquillosa.

—¿Te has enojado? –preguntó —. Sakura no te enfades –rogó, abrazándola por la espalda para pegarla a su pecho —.Te ves mejor sonriendo.

Sakura se sonrojó un poco al sentir los brazos de Sasuke rodeando su cintura, pero sonrió satisfecha, él había cambiado mucho con ella, ahora era mucho más amable y tierno y eso le gustaba mucho, sólo hacía que se enamorara más de él.

Pero los cuentos de hadas no duran para siempre.

—¿Sasuke-kun? –lo llamó la peli rosa, cambiando su tono de enojo por uno más normal, extrañando un poco al joven Uchiha.

—¿Uhm? –balbuceó él, mientras se apoyaba en el hombro de ella.

—¿De verdad me quieres?

—¿Por qué me preguntas eso? –inquirió confundido, arqueando una ceja al no entender las intenciones de su novia con aquella pregunta. Le molestaba un poco, no estaba acostumbrado a ser tan meloso, pero por ella estaba haciendo el esfuerzo de cambiar, por lo que ella le hacía sentir.

—Sólo responde… –insistió Sakura.

—Claro que sí, eres la única chica que quiero Sakura –respondió finalmente el azabache. Una sonrisa volvió a dibujarse en los labios de la peli rosa al oírle.

—Y tú el único que yo quiero –dijo mientras cerraba sus ojos y disfrutaba del contacto del chico, de su cálido abrazo.

Estar así era lo máximo.

*· — _ — ·**· — _ — ·**· — _ — ·**· — _ — ·**· — _ — ·**· — _ — ·**· — _ — ·*

Las horas pasaban, ya la hora de la fiesta se acercaba ante la espera del rubio, quien estaba impaciente.

—¿Qué hora es mamá?

—Las siete y media –respondió Kushina mientras cocinaba algo —. Me preguntaste lo mismo hace dos minutos Naruto.

—Pero… pero… es que ya quiero que comience el cumpleaños de Hinata.

—¿Y por que tanto interés? –le preguntó su madre algo interesada. Ella sabía que su hijo y su novia habían tenido una fuerte pelea y que habían terminado, el mismo Naruto se lo había contado. Le hacía muy feliz que él le contara sus cosas, todo había mejorado mucho desde hace algún tiempo, sin embargo se sentía mal por él, porque él se veía deprimido con el tema.

—Mamá, lo sabes, necesito hacer que me crea, que yo no tuve nada que ver con Sayu –decía un poco avergonzado, hablar de lo que había pasado no le hacía sentir muy orgulloso y menos frente a su progenitora.

—Sé que vas a lograrlo, eres alguien muy determinado Naruto –le animó su madre con una sonrisa que lo hizo sonreír al él también.

—Sí, gracias mamá.

En eso se apareció Naruko en la cocina, traía puesto un vestido anaranjado con los hombros descubiertos, que le llegaba hasta las rodillas y unos botines de color negro muy fashions. Su cabello lo llevaba suelto, no como lo traía normalmente en dos moñitos, haciéndola lucir mucho más grande.

—¿Cómo me veo? –preguntó con su enorme sonrisa, siempre dulce y alegre a la vez.

—Muy bien –le respondió su hermano un tanto sorprendido, no sabía que su hermanita pudiese lucir como toda una mujer.

—Tú también te ves bien Nii-san –dijo mientras le daba ligeros golpes en el hombro al rubio.

Naruto traía puesta una camisa naranja que marcaba su cuerpo a la perfección, mientras algunos botones los llevaba desabrochados y para abajo traía unos pantalones negros, nada del otro mundo según él, pero se veía realmente guapo. Se había puesto el colgante que le dio su padre.

—De seguro cuando Hina-chan te vea caerá rendida a tus pies.

—No creo… pero voy a hacer el intento —dijo un poco deprimido, llevándose una mano detrás de su nuca —. ¿Dónde está mi celular? –preguntó de pronto.

—Ah, gomen ne, lo usé para jugar y lo dejé sin batería jeje –reconoció Naruko un tanto apenada —. Pero si tanto necesitas llamar usa el teléfono de la casa.

—Ya qué –suspiró el rubio acercándose al aparato que estaba junto a la puerta de salida. Para luego marcar el número al que deseaba llamar.

—¿A quien llamas hijo?

—Sólo a algunas personas –respondió misterioso, dejando un tanto escépticas a su madre y su hermana, que no entendían el porqué de tanto misterio.

Estaba esperando la continuacion hace ratooo! Me encantó el capitulo :D Y espero el que sigue con muchas ansias, quiero saber como va a terminar lo de Naruto y que tiene planeado hacer! Bueno, espero lo sigas pronto :D

aaaaaaaaa q de tiempoo de este fic *-*

me encanta selene ME ENCANTAA EL FIC la contii todooooooooo :)

sube conti prontoo :D

nos vemos ^^

*O* Contii! Que planea Naruto
Conttii porfas! gracias por ponerla
la estuve esperando ;)

¡Hola!

He aquí la conti ^^

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—Ya está todo listo, solo hay que esperar a la hora y ya –decía Sasuke hablando por su celular —. Nos vemos luego Naruto –terminó la llamada. Luego de eso dirigió su mirada a su amigo Gaara, el cual estaba vestido con una camisa de tela negra y pantalones de mezclilla del mismo color, haciéndolo lucir realmente guapo, pero lo que llamaba más la atención era el sombrero al estilo mexicano que llevaba en la cabeza, dándole todo el aspecto de un mariachi.

—No sé como me convenciste de esto –dijo un poco apenado, no es que su atuendo no le gustara, pero usar aquel sombrero para lo que iban a hacer era un poco ridículo, aunque le consolaba ver que no sólo él lo usaba, sino que Sasuke también.

—Vamos, es por una buena acción, además yo también tendré que usarlo –le dijo el azabache riendo un poco.

—Sí, supongo que eso me consuela, además que podré llevarle serenata a Matsuri –sonrió pensando en ella. Cada vez que simplemente la imaginaba en su mente le sucedía aquello.

—Gaara… ¿Aun no le has dicho nada cierto? –el Uchiha lo miró reprobatoriamente, estaba preocupado por su amigo aunque no lo demostrara abiertamente.

—No… –reconoció el pelirrojo —. Tengo miedo… –sonrió —. Es un poco absurdo que yo lo sienta, pero la amo y no quiero perderla, y si le digo todo se que me odiará –guardó silencio por unos segundos y luego continuó —. No quiero que me odie.

—Gaara… "Cielos, nunca lo había oído hablar así de una chica, se nota que está enamorado de ella, solo espero que no lo arruine" –pensó un tanto inquieto.

—Hola chicos ¿Ya están listos? –preguntó Neji , quien acababa de llegar.

—Sí Neji –respondió Sasuke —. La operación "Reconquistar a Hinata" está a punto de comenzar –dijo sonriendo.

—¿Quién le puso ese horrible nombre? Es demasiado problemático – Se acercó Shikamaru. Todos estaban reunidos en un parque muy cerca de la mansión Hyûga.

—Fue Naruto –respondió Neji algo fastidiado—. La verdad yo tampoco estoy de acuerdo con él, es un nombre un poco… no sé.

—¿También vas a cantar Shikamaru? –le preguntó Gaara un tanto sorprendido.

—Eh… sí, pero sólo para ayudar al problemático de Naruto, no pienses que me guste alguna de las chicas –respondió metiéndose las manos a los bolsillos del pantalón y mirando hacia otro lado un tanto sonrojado, pero más que nada nervioso por la presencia del pelirrojo, porque éste estaba sospechando lo que él sentía por su hermana y al parecer no le gustaba nada.

—¿Qué no te gustaba la hermana de Gaara? –la imprudencia del recién llegado hizo a Shikamaru estallar en sonrojo y a Gaara poner una cara asesina que casi le hace dar un infarto al pobre Nara.

—¡Cállate Kiba, estás diciendo puras estupideces! –gritó Shikamaru molesto.

—Mas te vale que sean estupideces, con mi hermana nadie se mete ¿Oíste? –lo amenazó con el puño Gaara, mirándole de forma intimidante. La verdad era que no podía soportar que nadie le hiciera daño a su hermana mayor.

—Oí perfectamente –respondió Shikamaru nervioso, mientras una gotita de sudor frío recorría su sien.

—Bueno, ya falta poco para la hora, voy a avisarle a Naruto que ya estamos todos –Sasuke tomó su celular y marcó a casa del rubio.

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Ya todos estaban llegando a la gran fiesta de Hinata en la mansión Hyûga, menos los chicos, los únicos que había llegado de los del salón eran Sai y Suigetsu, los demás ni sus luces.

—Que extraño, no han llegado –dijo Tenten preocupada por su novio, pues no sabía nada de él —. ¿Neji donde estás? –se preguntó bajando la mirada. Él había estado tan distante, ya no le contaba sus cosas, lo que le pasaba, nada, y eso la ponía muy triste, porque en cierta forma le hacía pensar que él la había dejado de querer.

—Tranquila Ten, de seguro están todos juntos –la animó Temari, poniendo una mano sobre su hombro y sonriéndole.

—Es verdad, mi primo Neji debe estar por llegar –Hinata también trató de animarla, aunque ella misma no se sintiera alegre. Ni si quiera tenía ganas de estar en esa fiesta, no sabía que hacía ahí.

Sakura y su primo Yusuke entraron, la fiesta se realizaba en el gran jardín por tanto cabía muchísima gente y el lugar estaba lleno, pero como la mansión era enorme.

—Hola Hinata –la saludó la peli rosa alegremente, dándole un abrazo y un pequeño presente al mismo tiempo — Feliz cumpleaños amiga, espero te lo pases genial.

—Hola Sakura-chan, muchas gracias, hola Yusuke-kun –los saludó a ambos con una sonrisa luego de separarse de la chica, agradeciendo con una leve reverencia el regalo.

—Hola Hinata-chan –le respondió Yusuke un tanto sonrojado e hipnotizado por su sonrisa, mientras se llevaba la mano izquierda a la nuca y Sakura lo veía de reojo.

—"¿Qué le pasará a Yusuke? ¿No será que…?" –pensó mirando a la ojiperla y luego volviendo a mirar a su primo —. "¿Será que le gusta Hinata?"

Mientras Yusuke le entregaba un regalo de cumpleaños a Hinata, Temari le miraba desde lejos con cierta envidia, no solía ser así, pero no podía soportar el hecho de tener que estar siempre sola.

—Hinata es una chica con suerte –dijo mientras tomaba un poco de ponche de frutas, tratando de desviar la mirada para no sentir aquello tan molesto.

—¿Por qué lo dices? –le preguntó la castaña que aún seguía a su lado, extrañada.

—Yusuke-kun se ha enamorado de ella, se nota demasiado. Ay Tenten, quiero un novio, las envidio tanto a ti y a las chicas –dijo suspirando —. Hasta mis hermanos tienen novia y yo no tengo a nadie.

—Ya aparecerá alguien, sólo dale tiempo al tiempo –la chica le dio unas palmaditas en la espalda, animándola.

Matsuri entró junto con Ino, la cual apenas vio a Sai corrió hacia él antes de siquiera ir a saludar a la celebrada, por su parte Matsuri sí se dirigió a su amiga, además no veía a Gaara por ninguna parte.

—¡Sai! –exclamó Ino abrazándolo con efusividad —. Que bueno verte.

—Sí, nos vemos todos los días Ino-chan –le dijo con su sonrisa típica, provocando que la rubia frunciera el ceño, pero poco tiempo después soltó una sonrisa graciosa, acercándose a él un poco.

—Sí, pero no en las noches –le susurró al oído, haciendo que el cuerpo del pelinegro se estremeciera un poco. A veces su novia era un poquito lanzada y no es que no le gustara, pero él era hombre y temía no poder controlarse frente a ella, por eso solo le sonrió mientras tomaba su mano para llevarla a bailar.

—¿No han llegado los chicos? –preguntó Matsuri a Hinata –ya le había entregado su regalo y una felicitación– mirando para todos lados a ver si veía a Gaara. Justo hoy se había arreglado para darle una sorpresa y él no estaba por ninguna parte, lo que la deprimía.

Traía puesto un jean azul, ajustado al cuerpo, marcando la forma de sus piernas bien torneadas, encima usaba un top de color celeste, con tres tiritas en lugar de mangas y que dejaba ver un poco de la piel de su cintura y caderas, denotando que era realmente delgada. El cabello lo llevaba suelto como siempre, pero sus ojos llevaban una sombra de color gris que le daba más profundidad a su mirada negra como la noche y sus labios estaban enrojecidos, haciendo que cualquier chico deseara besarla.

—No –le respondió Hinata un tanto desanimada, después de dejar a Sakura y Yusuke se había ido a hablar con la castaña a una parte más alejada donde el ruido de la música era en menor intensidad —. La verdad es que… pensé que él vendría –suspiró lastimeramente.

Ella se veía realmente preciosa aquella noche, usando un vestido de tela suave en color crema, corto hasta las rodillas. Tenía un escote en V, que dejaba ver sólo lo justo y necesario, aunque como Hinata era muy desarrollada llamaba la atención más de lo normal, aunque ella no quisiera. El cabello lo tenía recogido en una coleta baja que caía sobre su hombro derecho. Sus ojos perlados estaban maquillados con sombra rosada y sus labios llevaban brillo, haciéndola lucir muy linda.

—Sé a que te refieres Matsuri la miró seriamente —. ¿Qué fue lo que ocurrió exactamente?

—No lo tengo muy claro, sólo sé que él me envió un mensaje desde su celular, diciéndome que fuese al cuarto de Sayu y una vez llegué ahí estaban los dos dormidos, juntos… y… me dolió tanto… –unas lágrimas comenzaron a caer de sus ojos y se abrazó a sí misma, pero Matsuri también la abrazó, luego se separó de ella y se quedó pensando —. ¿Qué sucede Matsuri-chan?

—¿Dices que estaba dormido?

—Hai –asintió Hinata con la cabeza.

—¿No te parece un poco extraño que estando dormido te enviase un mensaje?

—¿Eh? –la ojiperla se quedó callada, intentó decir algo pero nada salía de sus labios. Pero… si Naruto no escribió el mensaje ¿Entonces…?

De pronto sus pensamientos se vieron interrumpidos por el sonido de su celular, el cual contestó algo más animada al ver de quien se trataba.

—Hinata –dijo la voz del otro lado.

—Que bueno que me llamas –habló la ojiperla con una sonrisa, evitando decir "mamá" para que Matsuri no se diera cuenta, no era por ser egoísta, sólo que no quería que se supiera algo tan importante así nada más.

—¿Cómo no iba a felicitarte por tu cumpleaños? Ya tienes diecisiete años… son tantos años de no verte… –su voz comenzó a sonar triste una vez más, le dolía mucho no haber estado presente durante tantos cumpleaños de sus dos hijas.

—No pasa nada –dijo Hinata con volviendo a sonreír —. Mañana nos veremos ¿No es así?

—Sí, perdona que no te haya podido ver durante la semana, he estado ocupadísima con todo y el tribunal, el abogado y eso…

—Ya dije que no te preocupes, todo estará bien, ahora debo dejarte.

—Mañana por fin te veré hija, hasta entonces, cuídate mucho –la llamada terminó por fin, dejando a Hinata mucho más tranquila de lo que estaba hace un rato, al menos había podido hablar con ella.

—¿Quién era? –preguntó Matsuri muy extrañada, no veía a Hinata tan bien desde hace rato. ¿Quién sería esa persona que le subió el ánimo tan de repente?

—Sólo una amiga a la cual no veía hace mucho tiempo –respondió la Hyûga, dejando muy intrigada a su amiga castaña.

—Ah ya veo… –le miró de reojo —. Será mejor regresar con los demás a la fiesta, tal vez los chicos hayan llegado ya.

—Hai, vamos –ambas regresaron a donde estaban la mayoría de las personas y se quedaron junto a sus amigas mientras bailaban todas juntas.

Sakura estaba sentada junto a Naruko, quien acababa de llegar.

—Y la verdad es que mi hermano estaba muy extraño hoy –terminaba de contar la rubia —. De hecho me pidió que me adelantara porque tenía algo que hacer antes.

—Ya veo… –Sakura ya estaba segura de que el plan había comenzado, sólo estaba esperando la señal de Sasuke para hacer su parte, porque después de todo Naruto seguía siendo su amigo y al haberle explicado él la situación, había decidido ayudarle.

—Oye… Sakura-chan…

—¿Eh? ¿Qué sucede? –preguntó Sakura, mientras que Naruko mantenía su vista en el suelo. Le parecía muy lindo verla así, esa Naruko en ciertos aspectos era muy parecida a su hermano, pero también era tierna y adorable, cosa que obviamente sólo venía de ella.

—¿Qué haces cuando te gusta una persona, pero él solo te ve como una amiga? –preguntó avergonzada, jugando con sus manos como si se tratara de Hinata, es que la había visto hacer eso tantas veces que ya se le había pegado.

—Naruko-chan… –la peli rosa se sintió un tanto identificada con estas palabras, recordó a su yo del pasado, enamorada de Sasuke y él ni si quiera volteaba a verla, eso era doloroso —. ¿Te gusta Sai verdad? –mientras observaba a Ino y Sai bailar juntos.

—Sí… –reconoció Naruko. ¿Para que lo iba a negar si era muy obvio?

—La verdad es que… no sé que decirte, Ino es mi amiga y no podría aconsejar a su rival, pero… lo que siempre se hace en estos casos es decir, no te rindas –habló Sakura, sonriéndole.

—¿Eh? –la miró algo sorprendida.

—Sí, tal vez Sai no sea el chico indicado para ti, tal vez sea otra persona, a lo mejor esa persona sí se enamorará de ti –aseguró la Haruno con una sonrisa y la pose del tío guay que veía hacer a Lee y Gai-sensei todos los días.

Naruko primero la miró sin saber que decir, pero luego sonrió igual que ella —. Muchas gracias Sakura-chan, tus palabras me ayudan mucho, no sabes cuanto.

—De nada –en eso, por fin se oyó el sonido del celular de Sakura, era la señal que esperaba para actuar —. Bueno, tengo algo que hacer, así que espérame ¿De acuerdo?

—Hai –asintió la rubia con la cabeza.

Sakura se puso de pie y se dirigió al reproductor de música, apagándolo.

Toda la gente se puso a reclamar porque les habían quitado la música, todos silbaban y abucheaban, hasta que de pronto se oyó una música de guitarras y a todos le llamó bastante la atención.

—¿Qué es eso? –se preguntó Hinata sorprendida.

—Voy a ver –le dijo Matsuri, la cual salió por la puerta y vio a los chicos cantando y tocando la guitarra.

Gaara, Neji, Sasuke, Shikamaru, Kiba y Naruto, los seis estaban tocando una serenata y lo más increíble eran sus sombreros de mariachi acompañando sus vestimentas normales. Se veían bastante monos.

—¡Hinata-chan, chicas, vengan a ver esto! –gritó la castaña al mismo tiempo que volteaba a ver a su novio, la pareció muy tierno verlo así y le sonrió dulcemente. Su corazón se aceleró con sólo observar sus ojos aguamarina y verle sonriéndole tan alegremente.

—¿Qué pasa Matsuri-chan? –llegó corriendo Hinata, junto con las demás y casi todos los de la fiesta se asomaron para ver de que se trataba. La ojiperla se sorprendió enormemente al ver al rubio tocando una serenata para ella, sólo mirándola a ella como si nada más en el mundo existiese —. Naruto-kun…

—Neji… –Tenten sonrió al verlo, mientras oía la música de las guitarras de Gaara, Sasuke y Kiba.

—Hinata, esto es para ti –profirió Naruto antes de ponerse a cantar.

Traigo en los bolsillos tanta soledad

Desde que te fuiste no me queda más

Que una foto gris y un triste sentimiento.

.

Lo que mas lastima es tanta confusión

En cada resquicio de mi corazón

Como hacerte a un lado

De mis pensamientos.

.

Por ti, por ti, por ti,

He dejado todo sin mirar atrás

Aposte la vida y me deje ganar.

.

Te extraño, porque vive en mí tu recuerdo

Te olvido, a cada minuto lo intento

Te amo, es que ya no tengo remedio

Te extraño, te olvido, te amo de nuevo...

.

Te extraño, porque vive en mí tu recuerdo

Te olvido, a cada minuto lo intento

Te amo, es que ya no tengo remedio

Te extraño, te olvido, te amo de nuevo...

.

He perdido todo, hasta la identidad

Y si lo pidieras mas podría dar

Es que cuando se ama nada es demasiado.

.

Me enseñaste el límite de la pasión

Y no me enseñaste a decir adiós

He aprendido ahora

Que te has marchado

.

Por ti, por ti, por ti...

He dejado todo sin mirar atrás

Aposte la vida y me deje ganar

.

Te extraño, porque vive en mí tu recuerdo

Te olvido, a cada minuto lo intento

Te amo, es que ya no tengo remedio

Te extraño, te olvido, te amo de nuevo...

Mientras el rubio cantaba – lo que se le daba bastante bien – los demás le hacían coros, pero mirando a sus chicas que a ellos les gustaban, sólo Naruto observaba a Hinata.

—Rayos, ojalá Sasuke-kun me estuviese cantando a mi –dijo Karin desanimada, pero a la vez ilusionándose al imaginar como sería eso.

—Kiba-kun… –suspiró Kana sonrojada.

—Es inútil –dijo Shizuko con decepción, observando a los muchachos tan enamorados —. Esos chicos ya tienen dueña, nunca nos van a pelar.

Karin sólo suspiró, mientras Suigetsu no dejaba de mirarla y la canción de los chicos ya terminaba.

—Hinata, de verdad tienes que creerme, yo no tuve nada que ver con ella, por favor, ¿qué me dices?

Hinata se había quedado paralizada, nunca se esperó algo como una serenata y lo peor era que hasta su primo había participado de esto. Sentía como su corazón se apretaba y soltaba de nuevo con fuerza, pero aun no podía creerle después de lo que vio.

Entró nuevamente a la mansión y salió con la manguera del jardín, dirigiendo un chorro de agua a todos los chicos sin importarle a quien le llegara, sin embargo fue Naruto el más afectado por el agua, quedando totalmente empapado.

—¡No me creas tan estúpida, Uzumaki Naruto! –gritó y entró nuevamente, encendió el radio y la fiesta continuó como si nada.

—Parece que no le gustó la canción –dijo Sasuke con el ceño fruncido, quitándose un poco de agua de su perfecta cabellera azabache. Se hubiera puesto realmente molesto de no ser porque en ese momento vio a su novia caminando hacia él.

—Sasuke-kun –Sakura le sonrió —. Les salió muy lindo, de verdad –lo abrazó rodeándolo por el cuello, a lo que él sólo la rodeó por la cintura.

—¿No te has mojado Gaara? –le preguntó Matsuri acercándose a él, se veía preocupada y no era para menos, Hinata se había pasado un poco en irse contra todos los chicos.

—Estoy bien –respondió el pelirrojo en forma desinteresada, hasta que posó sus ojos sobre la joven que le hablaba, quedándose prácticamente boquiabierto —. Vaya… que linda te ves hoy –dijo un tanto sonrojado al verla tan linda y arreglada, jamás la había visto así de bien.

Ella también se sonrojó un poco.

—Me arreglé así para ti –confesó muy avergonzada, pero al instante Gaara la abrazó con fuerza contra su pecho, haciéndola sentir muy feliz.

—Demonios –Naruto, quien estaba empapado, comenzó a temblar del frío.

—Oye Naruto –le dijo Neji —. Ven, te prestaré algo de mi ropa, no puedes quedarte así, te enfermarás.

—Gracias Neji.

—Neji –Tenten se acercó a él, mostrando su siempre brillante sonrisa —. Que lindo les salió, lástima que a Hinata no le haya gustado la serenata.

—Sí, es una pena, pero mi prima debería escuchar más antes de actuar.

—Pensé que apoyarías a Hinata, de hecho creí que tú querías matar a Naruto –dijo la castaña un poco sorprendida por la actitud de su novio, jamás pensó en verlo tan tranquilo en esta situación.

—Sólo quiero que ella sea feliz, además Naruto me lo explicó todo –explicó —. Bueno si me disculpas me voy arriba a prestarle algo de ropa –el ojiblanco pasó de largo a su novia, la cual se sintió un poco triste, ni si quiera le dijo algo sobre su ropa, o como estaba arreglada, era como si ni si quiera le hubiese mirado. Desde hace algún tiempo Neji estaba así de frío con ella y eso comenzaba a dolerle.

—Neji… ¿Qué sucede contigo? –se preguntó mientras lo veía alejarse.

—Jajaja, nunca pensé verte haciendo esto Shikamaru –Temari reía a carcajadas mientras apuntaba al chico Nara, el cual sólo se hacía el desentendido, pero estaba muy avergonzado.

—Cállate, sólo lo hice para ayudar a Naruto, no te burles de mi Temari –Shikamaru se quitó el sombrero de mariachi y miró mal a la rubia, la cual lentamente dejaba de reír, pero aún así no hacía ningún esfuerzo por que eso sucediera —. Mejor me voy a beber algo, eres demasiado problemática.

—Si, tú siempre con lo mismo –dijo viéndolo entrar a la fiesta —. Shikamaru idiota –susurró cuando él ya no estaba.

¡La continuación! ¡Muuuuy buena! Como todo lo que escribis :) Necesito saber que va a pasar con Hinata y Naruto; y lo de la apuesta también me tiene muy curiosa.
Tu Fic me ENCANTA, Selene-chan ! :) Espero nos traigas el siguiente capitulo pronto!
Cuidate -

muy muy muy super la contiii xfis estas uper bonitaa

super genialllllll


contiiiiiiiiiiiiii :D

Wow, esta geniial la trama y todo...
Me ha encantado :D...
Fue graciiosa la parte del mangueraso xDDD...
Tenten y Hinata sufriendo por amor xDD...
Espero la contii...
Pronto Selene-chan...
À la prochain!!

Hola!!!!
Hace unos días encontré tu ficc y me encanto desde el primer momento.....tanto que me hice una cuenta solo para comentar y pedir CONTI!!!!!
Por favor no lo dejes así. me avisas cuando coloques conti pliss.

espero la conti xD

que lindoo!