El abismo de Tenebris.
En todo el mundo no hay un lugar más misterioso ni lleno de incógnitas y hasta alocadas teorías que el abismo de Tenebris.
El Abismo es supuestamente la reserva petrolífera más grande del mundo cuyas cantidades son especulativas. Nadie nunca jamás pudo hacer una prospección en el abismo.
Suponemos que es una reserva petrolífera únicamente por reportes inferum, sin embargo nunca nadie estuvo ni cerca de poder construir algo ahí.
La guerra inferum contra la vieja confederación fue exactamente por qué los inferum no solo impedían que los barcos circulen por esas aguas, sino que hundían todo barco que lleve materiales de construcción o prospección por las cercanías. Si bien no se perdieron vidas en estas operaciones si se perdió mucho dinero. Sin embargo lo que más irritaba ese tiempo a la confederación es que la Reina se adueñó de esas aguas internacionales nombrándolas reservas de vida marítima.
Aun después de la tregua informal que dio fin a la guerra contra la vieja confederación el Abismo sigue siendo una zona donde el transito ultramarino está prohibido.
Supuestamente está lleno de biodiversidad marítima altamente sensible a emisiones acústicas, una pasada con el sonar por ahí y causaría un deceso masivo de la fauna. Sin embargo esto también es especulativo, nadie jamás pasó por el Abismo, hay una flota de diez acorazados inferum patrullando.
Sin embargo algo que aterra es que la Reina dejo en claro que nunca nadie pondrá un pie en el Abismo, no importa cuántas guerras le cueste, eso significa que cuando estemos en escases de combustible el Abismo seria nuestra única esperanza, pero la Reina dejo en claro que bajo ninguna circunstancia se tocaría el Abismo.
Es imposible saber porque la reina mantiene una postura tan inflexible, muchos inclusive dudan si dichos animales existen en el Abismo. Otros creen que en el Abismo hay algo mucho más valioso que simple petróleo y por eso la Reina no deja que nadie entre a su Abismo pero nuevamente entramos en el campo de la especulación.
Ni por el bien de la ciencia, ni por la economía o la diplomacia la reina permitirá que se entre a su preciado Abismo, quizá jamás sepamos que hay realmente ahí abajo.